Extra 25: Una Noche con Kaguya #2 (+18)

"No pensé que estarías aquí, Kurama" - dijo Kaguya al ver como Kurama estaba encima del techo de la torre Uzumaki. Él estaba observando las estrellas con una expresión serena, pero dejó de mirar al cielo cuando escuchó la voz de la mujer de cabello blanco.

"Hay veces donde me gusta sentarme en el techo y observar el cielo en silencio" - respondió Kurama con calma mientras volvía a mirar a cielo estrellado.

Kaguya lentamente levitó al lado de Kurama y se sentó en silencio.

Los minutos pasaron y la pareja de cabello blanco continuó en en silencio perpetuo, o al menos fue así hasta que Kurama abrió la boca - "¿Necesitas algo de mi, Kaguya?"

Kaguya se quedó en silencio unos segundos antes de mirar al joven - "De hecho"

Kurama le dio una mirada a la mujer, solo para sentir como su corazón empezaba a latir con fuerzas. Él no comprendía el motivo, pero por alguna extraña razón, él no podía dejar de observar los ojos blancos de la mujer.

Kaguya lentamente se acercó al joven y lo abrazó mientras sentía como su corazón empezaba a latir con fuerza, sin notar como los latidos empezaban a sincronizarse.

Kurama abrió sus brazos y tomó a la mujer con cuidado, solo para sentir como instintivamente sus rostros ahora estaban separados a pocos centímetros.

"Lo siento" - murmuró Kaguya mientras se alejaba un poco.

"¿Por qué te disculpas?" - preguntó Kurama en confusión mientras se sentía extraño al ver como la mujer se alejaba de sus brazos.

"Estos son los efectos de nuestra resonancia de sangre" - respondió Kaguya mientras negaba con la cabeza - "Son nuestros instintos pidiendo que nos unamos"

Kurama se quedó en silencio, solo para darle una mirada acomplejada a la mujer.

Kaguya suspiró nuevamente, solo para levantarse, pero antes de que pudiera hacerlo, ella sintió como era atraída a los brazos del chico - ". . ."

"Puede que sean nuestros instintos los que nos digan que debemos unirnos, pero es nuestra decisión si deseamos hacerlo" - dijo Kurama mientras miraba a la mujer directamente a sus ojos plateados - "No necesitas aislarte de nosotros"

Kaguya se quedó en silencio unos segundos antes de asentir con debilidad. Ella nuevamente se sentó al lado del joven, solo para sentir como su corazón empezaba a latir con mayor intensidad.

Kurama notó esto y lentamente se acercó a la mujer, solo para observar su belleza inmaculada.

"N-No me mires tan fijamente" - murmuró Kaguya con sus mejillas ligeramente rojas, sin notar el daño masivo que ella le había causado a Kurama, después de todo, él tenía que admitir que con respecto a belleza, Kaguya era la mujer más hermosa de este mundo.

Kurama lentamente acercó su rostro al de la mujer y robó sus labios, solo para sentir como ella se congelaba unos segundos antes de aceptar las acciones del chico.

Kaguya estaba confundida, esto era muy diferente a su vez con su esposo, solo para preguntarse si esto era debido a que Kurama ahora era miembro de su clan y su nivel de compatibilidad era muy superior al del mortal que ella había amado en el pasado.

Los minutos pasaron y Kaguya podía sentir como sus instintos primitivos empezaban a surgir en su interior. Ella lo deseaba, lo quería dentro de ella, quería continuar con su clan.

Kaguya podía sentir como la calor de su cuerpo empezaba a aumentar y por lo que notó, Kurama estaba experimentando una situación similar.

Lentamente, la lujuria empezó a invadir a los dos miembros del clan Otsutsuki mientras se miraban detenidamente a los ojos.

Kaguya hizo desaparecer su ropa con el solo chasquido de sus dedos, mostrando su figura sin igual, una que no podía compararse con la de los mortales - "Ven"

Kurama no lo dudó, él rápidamente creó una barrera alrededor mientras hacía desaparecer su ropa.

La desnuda pareja de cabello blanco, lentamente se acercó al otro, solo para empezar un apasionado combate de lenguas.

Kurama arrojó a Kaguya al suelo y la miró con salvajismo mientras que ella solo le hizo una señal de desafío.

Los Otsutsuki eran una raza de conquistadores y como ritual de cortejo, el hombre debía de conquistar a la mujer por todos los medio posibles, incluso se podría decir que ellos en este aspecto eran similares al clan Inuzuka.

Kurama no dudó, él rápidamente invadió el interior de la mujer con su pene, solo para que ella soltara un agudo gemido de placer.

"¡Tantos años!" - exclamó Kaguya mientras se mordía el labio, solo para sentir como su instinto de supremacía invadía su interior. Ella rápidamente tomó a Kurama del cuello y lo atrajo hacia ella, solo para besarlo con todas sus fuerzas, como si quisiera robarle toda la vida que él tenía a través de los labios.

Kurama frunció el ceño ante esto mientras sus ojos brillaban con fiereza, él rápidamente se separó de la mujer y la dio media vuelta, solo para darle una firme estocada que hizo que la mujer sintiera como él llegaba hasta la parte más profunda de su interior - "¡Ah ~!"

Kaguya se sentía en el cielo con cada movimiento de cadera que Kurama hacía, más cuando sintió las firmes manos del joven de cabello blanco en sus caderas y la penetraba con mayor fiereza - "¡Hya ~!"

Kurama sonrió cuando vio esto, más cuando vio el enorme culo de la mujer Otsutsuki ondulando con cada choque entre los dos. Él podía sentir como su instinto animal estaba gritando en su interior y él estaba a punto de dejarlo libre.

"¿Quién diría que al final de todo, sí terminaría montándote?" - dijo Kurama con una enorme sonrisa mientras Kaguya parecía no escuchar sus palabras con todos los gemidos que estaba haciendo.

La pobre mujer Otsutsuki estaba hundiéndose en el placer mientras sentía como empezaba a perder sus fuerzas.

* * *

El tiempo avanzó y Kaguya recuperó sus fuerzas. Ella en estos momentos estaba saltando encima del pene de su pareja con una mirada salvaje mientras su vagina parecía un pequeño conejo hambriento deseoso por zanahoria.

Kurama estaba resistiendo el impulso de gemir ante las acciones de la mujer, solo para tomarla del cuello con delicadeza y arrojarla al suelo para continuar con su acto de pasión.

Este proceso había sucedido muchas veces durante el ritual de apareamiento entre los dos Otsutsuki, después de todo, ellos habían estado peleando por el control durante más de un mes.

La diosa conejo estaba en completo éxtasis con esta maratón de sexo y al parecer ninguno de los dos aún parecía desear detenerse, todo gracias a su vitalidad y resistencia divina.

"Si eso es todo, entonces no podrás conquistarme, Kurama" - dijo Kaguya con una mirada salvaje mientras volvía a someter al hombre, solo para soltar un agudo gemido al sentir el pene de su pareja besando su útero - "¡Ah ~!"

"Esto no es nada" - respondió Kurama mientras volvía a darle la vuelta a la situación, aunque esto no parecía disgustarle a la mujer quien había perdido la cuenta cuantas veces había llegado al clímax - "¡Aquí voy de nuevo, Kaguya! ¡Haz que tu vagina beba todo mi semen!"

"¡Hazlo!" - exclamó Kaguya mientras sentía como su interior era nuevamente invadido por un líquido cálido.

* * *

Cinco meses habían pasado desde que Kaguya y Kurama empezaron su ritual de apareamiento, y para sorpresa de nadie, los dos continuaban luchando por la supremacía.

Kaguya tenía una expresión de absoluto placer, pero su mirada demostraba que todavía estaba consciente.

Kurama había perdido la cuenta de cuantas veces había liberado su esencia en el interior e la mujer, pero luego de unos segundos se dio cuenta de que no importaba. Él rápidamente tomó a la mujer y la dio vuelta mientras hacía que levantara su enorme culo, solo para tomarla de los brazos y continuaba moviendo sus caderas.

Este día había terminado con Kurama como el victorioso.

* * *

Kurama lentamente hizo que Kaguya levantara la mirada, solo para robar sus labios con una sonrisa en su cara. '

Los dos habían perdido la cuenta de cuanto tiempo había pasado desde que habían empezado, pero por el contador que tenían, era obvio que más de un año había trascurrido.

"200 contra 200" - dijo Kaguya mientras soltaba un suspiro de placer luego de terminar el beso con su ahora esposo, después de todo, con todo el sexo que habían tenido, era estúpido no empezar una relación, más cuando eran tan compatibles.

"¿Quieres dejarlo en empate?" - preguntó Kurama al notar como Kaguya parecía estar en sus últimas.

"No, yo me rindo" - respondió Kaguya con una sonrisa mientras acariciaba la mejilla de Kurama - "Yo sé cuando he perdido, aunque te agradezco la consideración"

Kurama lentamente abrazó a la mujer y le dio un pequeño beso, solo para notar como ella había caído inconsciente luego de más de un año de sexo sin descanso. Él vio esto con una sonrisa, solo para sentir como las fuerzas escapaban de su cuerpo y caía encima del cuerpo desnudo de la mujer.

"Si hubiera aguantado un poco más, hubiera sido yo el que habría perdido" - murmuró Kurama mientras hacía un último esfuerzo por moverse, solo para recostarse al lado de la mujer y cerrar sus ojos por el cansancio. Era primera vez en mucho tiempo que se sentía tan débil, después de todo, Kaguya era 10 veces peor que Matatabi.