266 Capitulo 243: Esto dibuja una sonrisa en mi rostro

"Esto me trae Recuerdos... de los malos recuerdos..." - dijo Yugao al ver como el joven Inari estaba en el suelo respirando con agitación luego de haber entrenado por una hora bajo el mando del hombre Uzumaki - "Juro por dios que ustedes los miembros del clan Uzumaki no pueden controlarse... no todos tenemos su vitalidad y resistencias sobrehumanas"

"Es por su bien" - respondió Kurama con calma mientras se encogía de hombros.

"Claro..." - bufó Yugao al recordar que Kushina había dicho algo similar cuando la entrenó en su juventud - "En serio, es mejor que dejen de hacer esas cosas o traumatizarán a todos sus aprendices..."

"No es tan malo..." - respondió Kurama con una sonrisa forzada porque era obvio que Yugao no quería dejar el tema descansar.

"Créeme cuando te digo que todavía tengo pesadillas de cuando me entrenó Kushina-sama, incluso desarrollé un profundo miedo a la miel... no preguntes el por qué" - dijo Yugao mientras su mirada se volvía vacía.

"Ok, me disculpo por las acciones de Kushi-chan" - respondió Kurama mientras negaba con la cabeza - "Prometo que no voy a ser tan duro con Inari, aunque es gracias a este entrenamiento infernal que él lentamente se acerca al nivel de los chicos que han entrenado desde su juventud"

"Ok, ese es un punto a favor" - asintió Yugao porque ella podía notar las claras mejoras que Inari había tenido durante su entrenamiento - "A todo esto... ¿Cuánto tiempo lleva entrenando?"

"Diría que un año más o menos" - respondió Kurama mientras se ponía a pensar - "O al menos ese tiempo sería si mi memoria no me falla, aunque viendo todos los sucesos que han trascurrido últimamente, no me sorprendería en saber que estoy equivocado"

"Hmm..." - Yugao se puso a pensar en la situación, solo para comprender como las cosas estaban cada vez peor.

"Ok, terminó el descanso, es tiempo de continuar" - dijo Kurama mientras veía como Inari temblaba en el suelo antes de levantarse con debilidad.

"Como dije, deberías de relajarte un poco" - dijo Yugao mientras negaba con la cabeza.

"No... quiero ser más fuerte" - respondió Inari mientras apretaba los dientes con dolor mientras le daba una mirada seria - "Tengo que serlo is quiero proteger a Kaasan y Jiji"

Kurama asintió cuando escuchó sus palabras llenas de convicción de su alumno - "Es tiempo de continuar entrenando, pero primero..."

Kurama rápidamente puso su mano en el cuerpo del chico y lo infundió con un poco de su chakra para relajar sus músculos.

"Listo, con eso bastará" - asintió Kurama con calma mientras asentía con firmeza.

"¡Gracias, sensei!" - exclamó Inari mientras continuaba entrenando con firmeza - "Uno, dos... Uno, dos... Uno, dos"

"Ok, eso fue impresionante" - dijo Yugao mientras asentía. Si ella hubiera tenido este método de recuperación, su entrenamiento con Kushina no habría sido tan malo como lo recordaba.

"Si lo deseas, puedo ayudarte a entrenar" - dijo Kurama con una 'amigable' sonrisa en su rostro - "Dime... ¿Quieres intentarlo?"

"Siento que voy a arrepentirme de esto, pero acepto" - dijo Yugao mientras negaba con la cabeza, sin saber que sus pensamientos eran correctos.

* * * * *

"Esto lo confirma, todos los Uzumaki son sádicos..." - murmuró Yugao con agotamiento.

"En mi defensa, tú eres una Anbu entrenada, así que puedes resistir mucho más entrenamiento que Inari" - dijo Kurama mientras se encogía de hombros al ver como la mujer caía al suelo en cansancio - "Dime... ¿Cómo te sientes?"

"Como el infierno" - respondió Yugao mientras se levantaba con dificultad - "Aunque tengo que admitir que no había entrenado en años..."

"¿Por qué?" - preguntó Inari mientras miraba a la mujer - "Yo pensaba que los Anbu tenían que estar entrenando constantemente porque tenían que estar en su mejor capacidad para su trabajo"

"Normalmente sería así... pero yo..." - dijo Yugao mientras una expresión de melancolía invadía su rostro - "Digamos que yo no estuve en mis mejores momentos durante estos últimos años..."

Inari estaba aún más curioso por la situación, pero al notar la expresión de su sensei decidió que era mejor no meter la pata.

"Lamento haber mostrado esa expresión" - dijo Yugao mientras sacudía la cabeza - "Y muchas gracias por ayudarme a entrenar nuevamente, Kurama-sama"

"No hay problema" - asintió Kurama mientras le daba una sonrisa - "Por cierto, estoy seguro de que Kushi-chan le gustará saber sobre tu nuevo deseo de entrenar"

"Oh dios no" - dijo Yugao mientras una expresión de absoluto terror aparecía en su rostro - "Por favor, no le diga a Kushina-sama que quiero volver a entrenar"

Kurama solo sonrió cuando escuchó esto sin responderle.

* * * * *

Dos días habían pasado desde que Yugao había llegado a Uzu junto a los demás nuevos habitantes.

"¡Vamos, Yugao-chan!" - exclamó Kushina mientras veía entrenar a su antigua estudiante - "¡Solo 5 vueltas más alrededor de Uzushio!"

"¡¿Cómo fue que esto sucedió?!" - exclamó Yugao con cansancio porque ella sabía que Kurama no había hablado sobre su deseo de entrenar con Kushina.

"Presentimiento de sensei, Yugao-chan" - sonrió Kushina mientras miraba a la mujer de cabello morado - "¡Ahora sigue corriendo porque todavía te falta un buen tiempo para terminar!"

"Oh dios..." - gimió Yugao con dolor mientras continuaba corriendo porque sabía que las cosas no terminarían bien si la esclavista la descubría flojeando.

"Por cierto.... ¿Dónde está Kurama-kun?" - preguntó Mikoto mientras jugaba con su hija.

"Él dijo que iría a un pequeño viaje de entrenamiento junto a Inari" - respondió Kushina con calma mientras miraba a la mujer de cabello negro.

"Ya veo" - asintió Mikoto mientras las demás veían como la chica de cabello morado continuaba entrenando.

"¡Lo he dicho una vez y lo repito nuevamente, todos los Uzumaki son sádicos!" - exclamó Yugao con agotamiento mientras sentía un escalofrío recorrer su espalda.

"Ok, voy a a darte el tratamiento sádico especial~" - dijo Kushina con una tierna sonrisa que congeló a la pobre Anbu de Konoha.

"¡Quiero volver a Konoha!" - gritó Yugao con miedo porque podía recordar la Miel.

* * * * *

"¿Está seguro de esto, sensei?" - preguntó Inari mientras miraba hacia abajo y notar lo alto que estaban.

"Tranquilo, todo está completamente planificado" - respondió Kurama con calma mientras miraba a su discípulo.

"Sigo pensando que no es buena idea..." - dijo Inari mientras negaba con la cabeza con terror.

"Como dije, no te estoy pidiendo que saltes hacia el vacío, no soy tan imbécil como para pensar en un plan tan estúpido para liberar tu potencial" - dijo Kurama mientras le giraba los ojos a su estudiante, sin saber que, en otra dimensión, un hombre de cabello blanco y de edad avanzada estaba estornudando mientras arrojaba a un chico rubio por un acantilado.

"Ok, voy a confiar en ti, sensei" - dijo Inari mientras caminaba hacia el borde del acantilado y se ponía en pose de caballo para poder iniciar con su entrenamiento.

"Bien, ahora solo tienes que concentrarte y mantener tu equilibrio" - dijo Kurama con seriedad mientras veía como Inari asentía con firmeza.

El joven discípulo cerró los ojos un segundo antes de sentir como una enorme corriente de viento venía hacia él - "!"

"¡Mantente concentrado, Inari" - dijo Kurama con seriedad mientras vía como el cuerpo de Inari retrocedía porque la presión del viento era demasiado fuerte - "Ugh..."

"¡Concéntrate, Inari!" - exclamó Kurama mientras miraba como el cuerpo de su discípulo continuaba retrocediendo - "¡Solo tienes que resistir 10 minutos ahí!"

"¡O-Ok!" - exclamó Inari mientras apretaba los dientes con firmeza - "¡Puedes hacerlo Inari, sé que puedes hacerlo!"

Kurama asintió cuando vio la actitud de Inari con una sonrisa en su rostro, solo para notar como al chico le temblaban las piernas - "Inari, puedes retroceder"

"¡No!¡Sé que puedo hacerlo, sensei!" - exclamó Inari mientras continuaba con los ojos cerrados.

"Ok..." - Kurama solo asintió mientras miraba al chico, pero para asegurarse de que no sucediera nada fuera de lo normal.

Los minutos pasaron lentamente mientras el joven Inari continuaba resistiera la fuerte corriente de viento, solo para sentir como la fuerza escapaba de su cuerpo - "Ugh..."

"Tranquilo, yo te tengo" - dijo Kurama mientras usaba sus cadenas para poder tomar al joven chico.

"Ugh... gracias..." - dijo Inari con una sonrisa cansada.

"Estoy orgulloso de que lo lograras, Inari" - dijo Kurama con una sonrisa mientras tomaba con cuidado al chico y desaparecían en un destello rojo, solo para reaparecer en la base del peñasco - "Tienes todo el día para descansar luego de eso"

"No... quiero seguir entrenando, sensei..." - dijo Inari mientras se sentaba con cuidado.

"No, descansar es igual de importante que entrenar, Inari" - dijo Kurama con seriedad mientras miraba a su discípulo - "Más cuando pasaste por una situación peligrosa"

"No fue peligrosa, sensei..." - respondió Inari con una sonrisa - "Sé que usted no dejará que nada me pase"

"Por supuesto que no dejaré que nada te pase, Inari" - dijo Kurama mientras acariciaba el cabello del chico - "Eres mi único discípulo, así que tengo que asegurarme de que no solo te hagas fuerte, sino también protegido"

". . ." - Inari se quedó en silencio cuando escuchó esto mientras su expresión se ponía melancólica.

"¿Qué sucede, Inari?" - preguntó Kurama mientras miraba al chico.

"No es nada, sensei... es solo que estoy celoso de tus hijos..." - dijo Inari mientras suspiraba - "Si te preocupas así por mi ahora que soy tu discípulo, no es sorpresa lo mucho que te importan tus hijos..."

Kurama le sonrió al chico mientras se ponía a su misma altura - "Tranquilo, Inari... tu como mi discípulo, eres como mi hijo"

"Gracias... sensei..." - dijo Inari con una sonrisa.

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