161 Capitulo 147: Tsunade (+18) 2/4

Habían pasado dos días desde que Kurama y Kurenai tuvieron sexo, y todavía la kunoichi de ojos rojos se sonrojaba cuando veía al pelirrojo al rostro. Ella tenía que admitir que había disfrutado su primera vez, pero todavía sentía las consecuencias de haber tenido sexo por más de 12 horas sin descanso, Kami arriba podía asegurar lo mucho que su intimidad le incomodaba.

La vida para todos los habitantes no había cambiado en lo más mínimo, la única gran diferencia era que ahora el Santuario de Sekkusu Kami-sama, ahora tenía una nueva vela en conmemoración de la nueva sacerdotisa.

Kurama en estos momentos estaba volviendo a casa porque había estado entrenando toda la mañana junto a Jiraiya para prepararse para el viaje a Monte Myoboku y así iniciar el peligroso entrenamiento en Senjutsu.

"Veo que estás desocupado, Kurama" - dijo Tsunade, quien estaba caminando sola en su dirección. Ella había estado un poco ocupada con el tratamiento de Kimimaro y no había parado desde que había llegado, así que se podía notar que estaba un poco cansada.

"No puedo decir lo mismo de ti, Tsunade" - dijo Kurama al notar las ojeras debajo de sus hermosos ojos color miel - "No deberías presionarte tanto"

"Lo sé, pero no puedo ver a una mujer así de preocupada..." - suspiró la rubia Senju. Cada vez que veía la expresión de Guren al estar en la habitación de Kimimaro, le hacía recordar a la escena cuando su novio murió frente a sus ojos - "Haré cualquier cosa para que una mujer no pase por lo mismo que yo"

"Pero aún así, deberías preocuparte más por ti misma" - suspiró el pelirrojo - "Ven, vamos al parque para que te puedas relajar un poco"

"Ok..." - asintió Tsunade mientras los dos caminaban en silencio.

* * * * *

"No esperaba esto, pero no me quejo" - dijo Tsunade, quien en estos momentos estaba con su cabeza apoyada en los muslos del pelirrojo.

Kurama por su parte, él estaba leyendo el primer libro de Jiraiya, el libro que le dio su primer nombre en este mundo mientras acariciaba el cabello de la mujer. Él estaba apoyado en uno de los múltiples arboles del parque - "Es bueno que te guste y no te preocupes porque alguien nos descubra, puse un Sello de Insolación, Silencio y Privacidad"

". . ." - pero para su sorpresa, Tsunade no le respondió.

"¿Tsunade?" - preguntó el pelirrojo pero guardó silencio cuando notó como la mujer se había quedado dormida, así que continuó acariciando su cabello rubio - "No deberías forzarte demasiado... Tsunade..."

Kurama decidió dejar el libro a un lado mientras miraba el hermoso rostro de la rubia Senju que parecía estar teniendo un buen sueño por la sonrisa que tenia en su rostro.

"Supongo que yo también voy a tomar un pequeño descanso" - murmuro el pelirrojo mientras cerraba los ojos un momento.

* * * * *

"Hmm..." - Kurama lentamente empezó a abrir los ojos porque podía sentir una sensación cálida y placentera en su entrepierna.

"Veo que estás despertando" - dijo Tsunade con una voz animada.

"¿Eh?" - Kurama abrió los ojos de golpe, solo para ver como la mujer tenía su pene entre sus enormes tetas - ". . ."

"¿Sorprendido?" - preguntó Tsunade mientras lamía la punta del pene del pelirrojo - "Digamos que luego de ese buen descanso, me sentí de ánimos y tú todavía me debes una confesión con Sekkusu Kami-sama"

"!" - Kurama arqueó la espalda al sentir la suavidad de las enormes tetas de Tsunade, porque él tenía que admitir que ella había nacido para esto.

"Hmm... veo que alguien está animado~" - ronroneó la Senju mientras se lamía los labios, solo para que su boca se acercara a la cabeza del miembro del pelirrojo y así poder darle la succionada más fuerte que podía.

"¡Oh~!" - Kurama nuevamente arqueó la espalda en éxtasis mientras sentía la suavidad de los pechos de Tsunade junto a la calidez de su boca en la punta de su pene. Era una sensación tan placentera que no podía ser descrita en palabras - "¡Tsunade!"

La rubia de grandes pechos sonrió cuando notó la expresión de éxtasis del pelirrojo y continuó succionar como si su vida dependiera de ello.

"¡Mierda!¡Me corro!" - exclamó Kurama mientras tomaba a la mujer de la cabeza y hundía su pene lo más profundo que podía.

"!" - Tsunade rápidamente se acostumbró a la sensación de sentir el pene de Kurama en su garganta, después de todo, no era primera y tampoco sería la última vez que esto sucediera. Ella lo había decidido durante su viaje de vacaciones luego de despejar su mente.

Kurama continuó liberando su semilla dentro de la garganta de la rubia Senju, quien parecía estar disfrutando de la bebida caliente porque podía notarse la expresión de perra que tenía.

"Oh, Kami-sama~" - gimió Tsunade cuando por fin pudo liberarse del pene del pelirrojo - "¡Eso fue más que la última vez que lo hicimos~"

Kurama no le respondió, él rápidamente abrió la ropa de Tsunade, quien no estaba usando ropa interior para su sorpresa así que le dio una mirada.

"Últimamente he estado de suerte, así que pensé ir Comando en caso de que algo como esto pasara" - respondió Tsunade con el rostro rojo, pero sinceramente ya no le importaba porque por fin tendría eso que había estado esperando por años. Ella no lo mentiría, si bien extrañaba a su novio y le era fiel incluso después de la muerte, había noches donde ella soñaba con tener una buena cogida, una que sacudiera su mundo, una que por fin conseguiría.

"Supongo que no necesito hacer nada más" - dijo Kurama al notar lo empapada que estaba la intimidad de la mujer, así que con un movimiento rápido, él se quitó la ropa y la penetró sin piedad.

"¡Ah~!" - Tsunade gimió al sentir su interior siendo invadido por un pene mientras se mordía el labio para poder ahogar los gemidos.

"Veo que alguien deseaba esto porque puedo sentir que estás a punto de correrte" - dijo Kurama mientras miraba la expresión de éxtasis de Tsunade.

"¿Desearlo?¡¿No sabes cuanto tiempo he esperado algo como esto?!" - exclamó Tsunade mientras empujaba al pelirrojo al suelo y empezaba a montarlo como nunca. A ella ya no le importaba nada, ni siquiera que sus gemidos se escucharan en todos los rincones de las Naciones Elementales - "¡Kami-samaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa~!"

Kurama podía sentir como la vagina de Tsunade lo apretaba cada vez más, como si realmente no lo quisiera soltar, cosa que no era extraña para él porque Kushina era exactamente igual.

Como Uzumaki, Tsunade y Kushina eran salvajes e inagotables, y sinceramente su Resonancia de Sangre no ayudaba a calmarlas.

"¡Oh, dios mío~!" - gimió Tsunade mientras continuaba saltando encima del pelirrojo y en el proceso, haciendo rebotar sus enormes tetas.

Kurama estaba hipnotizado por sus lindos y pequeños pezones rosados, así que sin pensarlo dos veces, se acercó y empezó a jugar con ellos, uno con su mano y el otro con su boca.

"¡Ah~!" - Tsunade cada vez se sentía mejor y ahora con sus pechos siendo atacados, su placer aumentaba progresivamente - "¡Kurama-kuuuuuuuunnnnnnnnnnnnnnnnnnn~!"

Tsunade no podía creer lo rápido que se estaba corriendo mientras tenía sexo por primera vez con Kurama, era como si los dos fueran tan compatibles que él sabía cuando y donde atacar sus puntos sensibles - "¡Me corro~!"

La pobre mujer cayó de espalda mientras respiraba con pesar, pero para su suerte, Kurama todavía no había terminado. Él rápidamente la dio vuelta y levantó el enorme culo de Tsunade.

Los dos seguían conectados cosa que no era difícil sabiendo que los dos eran shinobis.

"Veo que alguien está encantado con mi culo~" - dijo Tsunade mientras movía sus caderas. Ella se había corrido recién poro ya estaba lista para continuar.

"¿Puedes culparme? Tu culo es enorme" - dijo Kurama mientras empezaba a mover su cadera. Él no mentiría, le encantaba escuchar el sonido del choque entre los dos mientras veía como las enormes nalgas de la mujer parecían ondas con lo mucho que se movían - "Tu cuerpo de puta es impresionante... es como si hubiera nacido para complacer a los hombres porque no solo tus tetas son enormes, sino que también lo es tu culo"

"¡Mi cuerpo de puta te pertenece~!" -gimió Tsunade mientras disfrutaba el como Kurama le hablaba sucio - "¡Este cuerpo promiscuo es todo tuyo, tuyo para que hagas lo que quieras~!"

"Me encanta como se escucha eso" - sonrió el pelirrojo mientras le daba una firme estocada.

"¡Oh~!" - Tsunade nuevamente gimió en éxtasis mientras se corría por tercera vez, pero para su desfrute, él no paró sus movimientos - "¡Eres una bestia~!"

* * * * *

"D-Dos días~" - gimió Tsunade mientras se corría nuevamente. Los dos amantes habían estado teniendo sexo por dos días seguidos. ¿Cómo lo sabían? Simple la verdad, habían transcurrido dos noches desde que habían iniciado.

El semen estaba escurriendo por la vagina de Tsunade, quien tenía una sonrisa tonta en su rostro mientras la saliva corría por su boca.

"¡Aquí voy de nuevo, Tsunade!" - gimió el pelirrojo mientras sus movimientos aumentaban nuevamente.

"¡Hazlo dentro!¡Lléname de nuevo~!" - gimió la rubia mientras apretaba su intimidad lo mejor que podía. Ella se estaba volviendo adicta al sentir el semen de Kurama dentro de ella, aunque no la podían culpar, ella había despertado su apetito sexual luego de más de 20 años de castidad - "¡Dentroooooooooooooooo~!"

"¡Aquí voy!" - exclamó el pelirrojo mientras se corría dentro de la rubia Senju.

"¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAh~!" - mientras que ella volvía a gemir como nunca - "Kami-sama~ No puedo más~"

"Yo tampoco..." - murmuró Kurama mientras sentía como Tsunade caía encima suyo, solo para empezar un nuevo combate de lenguas.

"No creo poder olvidar esto..." - murmuró Tsunade mientras miraba al pelirrojo con pasión - "Vas a tener que hacerte responsable de esta vieja mujer"

"Eres como el vino, Tsunade..." - dijo Kurama mientras besaba a la mujer, quien rápidamente se lo devolvió.

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