90 Capitulo 82: Buscando a Sekkusu Kami-sama

"¡Lo siento!" - gritó Karin mientras miraba al pelirrojo con vergüenza. Luego de que Kushina explicara un las cosas, comprendió que él no tenía la culpa de nada de lo que pasó y solo fue un accidento.

"¡No te disculpes conmigo!¡Discúlpate con mis bolas!" - gritó Kurama, quien todavía tenía un tono agudo por el dolor.

"Etto... creo que eso es demasiado, Kuro-kun" - dijo Ino mientras una gota de sudor corría por su mejilla - "Además, se nota que está arrepentida"

"Tal vez debería ponerte en un Genjutsu para que comprendas el dolor que siento" - dijo Kurama con seriedad.

"No gracias, todavía tengo pesadillas con lo de Lee cantando esa canción..." - respondió la heredera Yamanaka mientras retrocedía.

"Creo que es suficiente" - dijo Kushina mientras detenía toda esta comedia - "Esto fue un accidente, Kuro-chan... no seas tan mezquino"

"¡Pero duele como el infierno!" - gritó el pelirrojo mientras miraba a un lado con molestia.

"Créeme... no dolerá tanto como por lo que estoy a punto de pasar..." - dijo Kushina mientras apuntaba hacia su vientre.

"La cosa no cambia con el tiempo... yo he dado a luz 2 veces y estoy segura de que esta vez dolerá de igual manera" - dijo Mikoto con el ceño fruncido.

". . ." - Kurama solo agachó la cabeza en derrota. Él comprendió en ese momento que no podía ganar una discusión con una mujer porque ellas sacarían un argumento de la nada para contrarrestar todo lo que decía.

"Creo que mejor vamos a buscar a Hinata-chan" - dijo Ino mientras observaba al chico que le gustaba.

"Ok..." - murmuró el joven Uzumaki mientras negaba con la cabeza - "Solo vamos..."

* * * * *

"Sekkusu Kami-sama..." - dijo Jiraiya mientras observaba el altar que le habían hecho a Kurama en el barrio rojo - "Un hombre... no... un dios que es capaz de hacer gemir a cualquier mujer tan fuerte que se escucha en toda Konoha..."

Él tenía que admitir que era una gran proeza.

"Y no solo eso... sino que son más de dos mujeres..." - Jiraiya había reunido un poco de información sobre el tema. Él quería encontrar al hombre llamado Sekkusu Kami-sama para poder hablar sobre las maravillas del cuerpo femenino y de paso, pedir algunos consejos para mejorar su vida sexual.

"Cualquier hombre que pueda hacer eso, es mi dios" - dijo Jiraiya con emoción - "Ahora... ¿donde empiezo a buscar?"

Él comprendía que una deidad como el Sekkusu Kami-sama, no transitaría por el barrio rojo porque era de muy baja clase.

"Tal vez debería empezar preguntando en los barrios altos de Konoha..." - murmuró Jiraiya mientras se ponía analizar su situación - "¿Quien sabe? Tal vez pueda conseguir algo con una mujer rica solitaria..."

Y así comenzó la travesía de Jiraiya para encontrar a Sekkusu Kami-sama, sin saber que él estaba más cerca de lo que él pensaba.

"¡Voy a encontrarte, Sekkusu Kami-sama!" - gritó Jiraiya con emoción - "¡Y cuando lo haga, voy a hacer hasta lo imposible por ser tu discípulo!¡Tu primer Apóstol!"

"¿Mami?¿Qué le pasa a ese hombre raro?" - preguntó una niña mientras apuntaba hacia la dirección donde estaba Jiraiya.

"No lo mires, cariño" - dijo la mujer mientras negaba con la cabeza - "Solo prométele a Mami que no te acercarás a hombres como él..."

"¿Ok?" - la pequeña solo ladeó la cabeza en confusión pero aún así asintió. Si su mami le decía que no tenía que hacerlo, ella no lo haría.

* * * * *

La tarde había pasado con calma y Kurama estaba volviendo a casa solo.

Ino había decidido quedarse donde Hinata porque quería hablar algo con ella.

"He estado teniendo estos escalofríos durante toda la tarde..." - murmuró el pelirrojo mientras negaba con la cabeza. Era como si alguien lo estuviera buscando por algún motivo estúpido - "Mejor regreso a casa... lo último que deseo es que todo se vaya a la mierda por un motivo aleatorio"

* * * * *

". . ." - Jiraiya estaba sentado en una banca del parque en silencio - "Nada..."

Él estaba devastado porque luego de revisar y hablar con las personas adineradas de Konoha, no logró encontrar una sola pista. Lo único que encontró, fueron relatos sobre mujeres que soñaban con estar en las manos de Sekkusu Kami-sama, cosa que lejos de emocionarlo, hizo que sintiera una gran cantidad de celos.

"¡¿Por qué él tiene tanta suerte mientras que yo tengo que ser golpeado constantemente?!" - gritó Jiraiya mientras lloraba lágrimas de sangre - "¡¿Donde está la justicia en este mundo?!"

Él no podía comprender como ellos dos tenían tratamientos tan diferentes.

"¿A caso ser tan guapo, hace que la gente tenga celos de mi hermosura?" - preguntó Jiraiya mientras hacía una pose dramática.

Si alguien hubiera escuchado esto, habrían chasqueado sus lenguas al escuchar algo tan desvergonzado.

"Supongo que ese es mi destino..." - murmuró el Sannin mientras negaba con la cabeza - "Mejor voy a las aguas termales... tal vez ahí pueda conseguir alguna otra pista..."

"A quién engaño... solo quiero olvidar todo este dolor" - suspiró Jiraiya mientras negaba con la cabeza.

El Sannin nuevamente continuó su caminata con destino a las Aguas Termales, sin saber que Kushina había creado un sello de alarma silenciosa para que las mujeres pudieran saber cuando un hombre se acercaba peligrosamente a su sección del baño.

Luego de unos minutos, sus gritos de angustia y dolor, se escucharon en Konoha pero lo que arrojó sal a la herida, fue que nuevamente se escucharon los gemidos de una mujer, no, eran dos mujeres.

"¡Juro que voy a encontrarte, Sekkusu Kami-sama!" - gritó Jiraiya mientras intentaba levantarse con dolor - "¡Lo haré cuando esté recuperado!"

* * * * *

Kurama abrió los ojos en confusión cuando sintió como alguien lo estaba llamando - "Extraño..."

"¿Sucede algo, Kuro-chan?" - preguntó Kushina mientras lo miraba con confusión.

"No... es solo que sentía como si alguien me estuviera buscando..." - dijo Kurama mientras negaba con la cabeza - "He sentido esta sensación durante todo el día..."

"Yo creo que solo son cosas tuyas, Foxy-kun..." - dijo Anko mientras se estiraba - "Ahora que estoy despierta, no me molestaría otro Round..."

"Recuerda que mañana tienes que ir a trabajar temprano" - dijo Kushina con el ceño fruncido.

"¿No puedo simplemente pedir un descanso?" - preguntó la encantadora de serpientes con una sonrisa bromista pero esta desapareció cuando notó la mirada seria de la mujer de cabello rojo - "Bien... pero me la debes..."

"No te debo nada, es tu trabajo" - bufó Kushina mientras abrazaba a su amante - "Ahora... será mejor que volvamos a dormir..."

"Ok..." - suspiró Anko mientras se acurrucaba al otro lado del pelirrojo.

". . ." - Kurama mantuvo el ceño fruncido todo este tiempo porque él sentía que las cosas se iban a poner aún más problemáticas en los próximos días - "Genial... ahora sueno como Shikamaru..."

* * * * *

La mañana llegó con normalidad y la gente de Konoha se estaba levantando, con la clara excepción de Jiraiya que todavía estaba adolorido por la paliza que le habían dado ayer - "Juro que esas mujeres están mejorando con cada paliza que me dan... aunque todavía no comprendo como es que ellas pudieron encontrarme con tanta facilidad"

"Jiraiya-sama... Hiruzen-sama necesita de su presencia de inmediato" - dijo Anbu Neko mientras aparecía frente al Sannin.

"¡Oh~!¡Yugao-chan~!" - exclamó Jiraiya mientras veía a la chica - "¡Has crecido tanto~!"

"Espero que no sea alguno de sus acosos sexuales, Jiraiya-sama" - dijo Neko mientras sacaba su espada - "¿Tengo que recordarle lo que pasó la última vez?"

"No... lo recuerdo perfectamente..." - dijo Jiraiya con miedo. Él tenía que admitir que Yugao había adquirido la conducta sádica de Kushina cuando se trata de castigos.

"Bien... ahora por favor acompáñeme" - dijo Neko mientras corría en dirección a la Torre Hokage.

"Hmm... tengo que admitir que Yugao-chan ahora tiene un buen culo... no muy grande pero si redondo y firme..." - murmuró Jiraiya mientras corría detrás de la mujer con una mirada pervertida - "Sin contar que ese traje de Anbu no deja mucho a la imaginación con lo ajustado que es...¡Hiiii!"

Jiraiya dio un salto aterrado cuando vio un kunai volar a un lado de su rostro.

"Espero que no esté haciendo o diciendo nada pervertido, Jiraiya-sama..." - dijo Neko con frialdad, como si ella hubiera escuchado todo lo que él había dicho.

"C-Como se te ocurre" - dijo Jiraiya mientras empezaba a sudar como cerdo en verano - "S-Solo pensaba en lo hermosa que te has puesto, Yugao-chan~"

" No ha visto mi rostro..." - dijo Neko con una clara molestia.

"No lo necesito... con tantos años de experiencia puedo deducir la apariencia de mujer viendo solo su cuerpo" - dijo Jiraiya con orgullo - "Por ejemplo, un hermoso cabello largo de color morado, unos pechos perfectos, no muy grandes o muy pequeños pero que uno puede tomar en su mano con facilidad... un trasero no muy prominente pero firme y redondo que uno podría morder... una figura bien definida por el entrenamiento y... ¡GYAAAAAA!"

El grito de Jiraiya nuevamente resonó en Konoha mientras los habitantes pensaban que todo esto era normal.

* * * * *

"¿Ese fue Ero Sennin?" - preguntó Kurama con curiosidad - "¿No es muy temprano?"

"Créeme, Kuro-chan" - dijo Kushina con seriedad - "Nunca es temprano para castigar a Ero Gama porque ese idiota nunca aprende... de hecho, estoy empezando a pensar que él disfruta ser castigado físicamente con lo tan seguido que pasa..."

"¿De quién están hablando?" - preguntó Karin con curiosidad.

"Jiraiya de los Sannin" - respondió Kin mientras desayunaba - "Según el reporte que nos dio Orochimaru, él es un pervertido que le gusta espiar a las mujeres en las aguas termales, así como visitar cada burdel de las Naciones Elementales para según él, encontrar la inspiración para su libro pervertido"

"Oh..." - y ese fue el momento donde la leyenda de Jiraiya como Sannin, fue brutalmente desechada de la mente de una joven kunoichi.

* * * * * * *

Lamento incongruencia con capítulos próximos.

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