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109: Visitantes

"Por fin llegamos a Konoha" - dijo una joven mujer encapuchada, quien estaba liderando lo que parecía ser un pequeño escuadrón conformado por otras 3 chicas - "¿Están segura de que ese chico está en este lugar en estos momentos? Pregunto porque no quiero perder más el tiempo en este problema"

La voz de la chica era fría, pero melodiosa, y era obvio que no estaba muy feliz con la idea de estar en este lugar.

"Así es, Shizuka-sama" - respondió la más alta del grupo, una voz femenina que parecía venir de una mujer de unos 30 años - "Los reportes lo confirman"

"¿Deberíamos reunir información antes de entrar en contacto con ese hombre?" - preguntó una de las chicas que acompañaba a Shizuka - "O sea, es mejor saber sobre el sujeto antes de hablar con él, así sabremos a qué nos enfrentamos"

"No es necesario, ya tenemos toda la información que necesitamos" - bufó otra chica mientras las cuatro mujeres caminaban hacia la entrada de la aldea, la cual estaba siendo custodiada por los dos ninjas de siempre.

"Bienvenidas a Konohagakure no Sato" - dijo Izumo mientras miraba a las cuatro mujeres encapuchadas - "¿Nos podrían contar el motivo de su visita?"

Antes de que una de las chicas del grupo dijera algo, la líder del pequeño escuadrón se quitó la capucha, mostrando un hermoso rostro pálido, ojos verde esmeralda, y cabello negro como la noche - "He venido a hablar con Kurama Uzumaki-dono, tenemos un asunto pendiente"

Izumo y Kotetsu se miraron entre ellos antes de crear un par de clones para enviarlos hacia la [Torre Hokage] y la Residencia del clan Uzumaki.

Las chicas simplemente guardaron silencio mientras esperaban, después de todo, este era el procedimiento normal de las aldeas de las [Naciones Elementales].

Los clones regresaron luego de unos minutos, siendo acompañados por Kushina e Hiruzen respectivamente.

"Hokage-dono" - dijo Shizuka al ver al anciano, para luego mover su mirada hacia la mujer - "Kushina Uzumaki..."

"Bienvenidas a Konoha" - dijo Kushina con una pequeña sonrisa mientras miraba a las cuatro mujeres - "Estoy consciente del motivo de su llegada, así que les pido amablemente que me acompañen, Kuro-chan los está esperando"

Las cuatro mujeres de la aldea Nadeshiko asintieron cuando escucharon esto, siguiendo a la mujer pelirroja hacia el lugar donde Kurama las estaba esperando, aunque no sin antes mostrar sus respetos al Hokage, porque no importaba lo matriarcal que sea su cultura, Hiruzen Sarutobi era un ninja digno de respeto.

"Hiruzen-sama" - dijo Kotetsu con el ceño fruncido.

"Es un asunto personal que tiene como origen en Jiraiya" - respondió Hiruzen mientras negaba con la cabeza - "Es mejor que no hagan preguntas, yo solo vine por mera curiosidad, además, no es el único visitante que tendremos hoy, de hecho..."

Hiruzen lentamente levantó la mirada, notando a un grupo de ninjas de Iwa que estaban escoltando lo que parecía ser un ostentoso carruaje.

Lentamente, el carruaje se detuvo en la entrada, abriéndose y mostrando a un hombre de baja estatura, pero presencia imponente, quien rápidamente detectó la presencia del antiguo Hokage.

"Viejo mono" - murmuró el anciano mientras entrecerraba los ojos.

"Fósil" - bufó Hiruzen con desdén mientras rayos salían de los ojos de los dos hombres mayores.

"Sabes a lo que he venido" - dijo Onoki con frialdad mientras miraba alrededor en búsqueda de su estúpida nieta - "¿Dónde está?"

"Tranquilo, no la tenemos atada o algo por el estilo" - respondió Hiruzen con desdén - "Ella solo está descansando en la casa del clan Uzumaki"

"Uzumaki" - repitió Onoki con el ceño fruncido, maldiciendo en voz baja porque no importaba el tiempo, ese maldito clan siempre le traía problemas.

"¿Qué quieres hacer primero? ¿Hablar con tu nieta, o hablar de negocios?" - preguntó Hiruzen mientras se cruzaba de brazos.

"Por mucho que desee castigar a esa mocosa, los negocios son primero" - respondió Onoki mientras soltaba un bufido lleno de desdén - "Vamos, siempre quise ver cómo es la oficina del Hokage, una lástima que nunca pude poner un pie en este lugar como se merece"

"¿Como un prisionero?" - preguntó Hiruzen con desdén.

"Muy gracioso" - bufó Onoki mientras decidía no hablar más del tema, después de todo, él estaba consciente que ahora que habían perdido a sus dos Jinchuriki por culpa de unos idiotas que no podían ver más allá de sus narices, ellos como aldea no tenían el poder militar para detener a Konoha, aunque esto no era algo que le agradaba, más que nada porque Kumogakure no Sato todavía conservaba todo su poder militar.

"Ok, suficiente de bromas, es hora de ir rápido a tu oficina, tenemos cosas muy importantes de qué hablar" - dijo Onoki con irritación - "Y no tengo el tiempo suficiente para quedarme en este lugar"

"Entiendo, vamos" - asintió Hiruzen mientras los dos caminaban junto a los ninjas de Iwa, causando una extraña sensación en las calles de la aldea, después de todo, nadie de Konoha pensó que vería a tantos ninjas de una aldea enemiga, entrar en Konoha de forma pacífica, no luego de toda la mala historia que ellos arrastraban.

*****

"Así que esta es la residencia del prestigioso clan Uzumaki" - dijo Shizuka de la aldea Nadeshiko con una expresión de curiosidad al ver la imponente mansión del clan de pelirrojos - "Interesante..."

Las cuatro chicas estaban apreciando el lugar, cuando sintieron cómo alguien las estaba observando, así que rápidamente se pusieron en guardia.

"Tranquilas, no he venido a pelear" - dijo una voz que las cuatro reconocieron de inmediato.

"¡Tú!" - rugió la mayor del grupo mientras sacaba dos Kunai y los arrojaba hacia el hombre que había hablado.

"¡Wow! ¡Espera, no ataquen cuando alguien está hablando!" - exclamó Jiraiya mientras esquivaba los Kunai, solo para notar las miradas hostiles de las cuatro mujeres, en especial las de Shizuka, quien sus ojos verdes ahora parecían ser hielo puro - "Ugh..."

"Jiraiya de los Sannin" - dijo Shizuka mientras escupía al decir el nombre del hombre de cabello blanco, acción que sus tres acompañantes imitaron.

"¿Todavía está esa estúpida ley que dice que tienen que escupir cuando mencionan mi nombre?" - preguntó Jiraiya con incomodidad mientras soltaba un suspiro pesado - "¿A caso no llegamos a un trato?"

"Lo siento, fue un movimiento instintivo" - dijo la mujer mayor del grupo con una expresión demostraba que no estaba arrepentida en lo más mínimo.

"Tch" - Jiraiya chasqueó la lengua antes de cruzarse de brazos.

"Jiraiya, mejor no digas nada, que todo esto es tu culpa, solo acepta tu destino" - dijo Kushina mientras escuchaba cómo las mujeres de la aldea Nadeshiko volvían a escupir al escuchar el nombre del maestro de su exmarido.

"Parece que se están divirtiendo" - dijo una voz juvenil.

Las cuatro mujeres rápidamente observaron al joven que apareció junto a la voz, las más jóvenes se quedaron sorprendidas, mientras que la mayor del grupo apreciaba su apariencia - "Nada mal, parece un buen prospecto para tu marido, Shizuka-sama"

"Si bien es un caramelo para los ojos, no sabemos qué tan fuerte sea" - dijo una de las chicas con un tono frío - "Después de todo, nuestra aldea busca poder más que apariencia, ya que nosotras somos la que ponemos eso en la mezcla"

Shizuka no dijo nada al respecto, ella simplemente miró a Kurama con aprensión porque a diferencia de sus acompañantes, ella estaba sintiendo el poder que irradiaba del joven pelirrojo.

"Como podría esperarse de un Jinchuriki" - pensó Shizuka mientras asentía levemente.

"Es un placer conocerlas, visitantes de [Villa Nadeshiko], mi nombre es Kurama Uzumaki, líder del clan Uzumaki, espero que tengamos una buena comunicación para 'solucionar' este asunto" - dijo Kurama mientras miraba a Jiraiya antes de concentrar su atención en las cuatro mujeres presentes - "Ahora si me permiten, me gustaría guiarlas hacia mi oficina"

Dicho eso, Kurama caminó al interior de la mansión, las cuatro chicas rápidamente siguieron al joven pelirrojo hasta que llegaron a una oficina bien ordenada.

"Estoy consciente de la situación en general" - dijo Kurama mientras observaba a la líder del grupo, la hermosa chica de cabello negro que estaba mirándolo con seriedad - "Aunque me gustaría escuchar directamente lo que tú piensas, señorita Nadeshiko"

Shizuka se quedó en silencio unos segundos antes de asentir - "Entiendo, no pareces un mal sujeto, así que voy a ser completamente honesta, quiero que peleemos, quiero comprobar directamente si eres tan fuerte como te muestras"

Kurama asintió en silencio mientras pensaba detenidamente - "¿Y qué pasa si gano o pierdo?"

"Normalmente, si ganas, entonces yo me vuelvo tu esposa, pero si pierdes, entonces te llevamos a nuestra aldea para que te conviertas en mi esposo hogareño, o puedo elegir matarte, pero viendo que eres un líder de clan, supongo que esta última opción no está sobre la mesa" - respondió Shizuka con seriedad.

"Supongo que no hay punto medio" - murmuró Kurama con el ceño fruncido.

"No, a menos que quieras destruir mi honor y convertirte en enemigo de nuestra aldea" - respondió Shizuka con hostilidad.

"Entiendo, acepto el trato" - dijo Kurama mientras miraba a la chica - "Si gano, te unirás al clan Uzumaki como una de mis esposas, si pierdo, aceptaré cualquier petición que hagas"

Los ojos de Shizuka brillaron ligeramente antes de asentir - "Lucharemos mañana"

"Entendido" - asintió Kurama con calma, notando cómo una pequeña sonrisa aparecía sobre los labios de la chica, lo que le hizo pensar que había algo más en todo esto.