173 Capítulo 159: Nueva Era

Tsunade le dio una última mirada a Danzo antes de irse del lugar.

". . ." - Danzo se quedó en silencio mientras suspiraba con pesar.

"¡Danzo, maldito!"- se escuchó entre la multitud.

"¡Hijo de puta, devuélveme a mi hijo!" - exclamó otra mujer.

"¡Mi esposa!¡Devuélveme a mi esposa!" - rugió un hombre.

Los gritos de la gente empezaron a resonar en la zona mientras más y más aldeanos se reunían en el lugar. No importaba si eran civiles o shinobi, todos estaban mirando con odio al responsable de todas sus pérdidas.

Los Anbu hicieron todo lo posible para detener a los enfurecidos aldeanos.

"¡No nos detengan!"- rugió un hombre - "¡Queremos justicia!"

"¡Justicia!"- rugieron los demás, pero retrocedieron cuando sintieron un aura fría provenir de la destrozada mansión Hokage.

Lentamente la gente retrocedió mientras los pasos se hacían cada vez más evidentes, solo para que luego de unos pocos segundos, la silueta de un herido Hiruzen apareciera junto a su esposa.

". . ." - Danzo le dio una mirada neutral a su viejo amigo mientras una débil sonrisa aparecía en su rostro.

Biwako le dio una mirada a su esposo, para luego mira a su viejo amigo.

"Biwako-sama..." - dijo Yugao con su máscara de Anbu todavía puesta.

"Lo sé..." - asintió la mujer mayor mientras se dejaba encaminar por la Anbu de cabello morado.

"Danzo..." - dijo Hiruzen con una voz fría y mirada apática, una que los aldeanos no habían visto, al menos no los jóvenes.

"Hiruzen..." - respondió el viejo halcón de guerra mientras miraba a su ex-amigo directo a los ojos - "El ganador es el rey y el perdedor un mísero ladrón"

"No, Danzo... no soy rey, solo soy un hombre viejo que lo perdió casi todo porque no pudo separar el afecto con el trabajo..." - respondió Hiruzen mientras caminaba hacia Danzo - "Podía haber hecho muchas cosas para prevenir esto... pero siempre pensé que como amigo y hombre leal a Konoha, nunca harías algo para lastimar los cimientos de la aldea... pero ahora veo que me equivoqué de la peor manera posible..."

". . ." - Danzo no le respondió, solo le dio una pequeña sonrisa que pronto se volvió carcajada. Este era el Hiruzen que recordaba, firme, neutral y sin compasión, él era el líder que podría seguir mientras se convertía en su sombra... pero... era demasiado tarde para los dos.

"Tanta gente muerta... tantos shinobis leales a Konoha asesinados por sus propios hermanos..." - murmuró Hiruzen mientras su mirada se oscurecía cada vez más - "Tantos civiles inocentes debajo de todos los escombros de sus antiguos hogares..."

La gente alrededor empezó a llorar mientras miraban con aún más odio al responsable.

"Dime... ¿valió la pena?" - preguntó Hiruzen con frialdad mientras miraba fijamente a los ojos de su antiguo compañero y rival.

"Nada de eso importa..." - respondi�� Danzo - "Yo fui derrotado, mi rebelión fracasó y ahora estoy a tu merced..."

"Cierto... tu respuesta no importa..." - murmuró el Sandaime - "Pero... yo solo quería ver si al menos podía encontrar algo de culpa en tus palabras... quería ver si te arrepentías de haber llevado contigo a tantos inocentes..."

"Todos ellos eran sacrificios necesarios para el bien de Konoha" - respondió Danzo, solo para ser respondido con abucheos, gritos y amenazas.

"Es una lástima..." - murmuró Hiruzen mientras negaba con la cabeza - "Kurama-dono... ¿hay alguna forma de que su castigo sea eterno?"

"Hmm... sé de una o dos formas" - respondió Kurama mientras creaba un clon y lo mandaba a buscar una Shinigami no Kamen - "La primera es la más simple, hacer que el Shinigami destroce el alma de Danzo... y la segunda, es hacer que el Shinigami devore la mitad de su alma y la torture por toda la eternidad mientras que la otra mitad viaja el infierno para recibir su merecido castigo"

La gente de los alrededores tembló ante la mención del dios de la muerte pero Hiruzen ni se inmutó - "¿Cual es la ventaja y desventaja de las dos?"

"La primera opción es un final definitivo, su alma destruida completamente, significa que no va a poder reencarnar o ser perdonado por sus pecados" - respondió Kurama con normalidad - "La segunda opción es mucho más sádica, con la mitad del alma en el estómago del shinigami y por ende no poder ser purificada, la mitad en el infierno no podrá ser perdonada sin importar cuanto tiempo paso, haciendo que su castigo sea eterno"

Danzo tembló ante la segunda opción mientras rogaba a Hiruzen que lo matara de una vez y para siempre. Él podía con el dolor de unos minutos pero no con un castigo eterno.

"Ya lo decidí... Danzo... te condeno a desaparecer eternamente" - respondió Hiruzen. Él odiaba a Danzo, pero tampoco quería que su condena se extendiera por toda la eternidad - "Tu cuerpo será incinerado, tus cenizas serán selladas en una roca y arrojada al mar mientras que tu cabeza será puesta fuera de las murallas de Konoha como recordatorio constante del traidor más grande de todos los tiempos..."

". . ." - Danzo no dijo nada más, solo se quedó en silencio mientras la gente celebraba su castigo.

* * * * *

Los días pasaron y el día del final de Danzo había llegado.

Todos los habitantes de Konoha se habían preparado para la presencia del Shinigami y así poder ver el final del bastardo que había arruinado gran parte de sus vidas.

Danzo fue arrastrado como un perro hacia el podio donde estaba Kurama y Hiruzen, quien solo le dio una mirada neutral.

"¿Unas últimas palabras?" - preguntó Hiruzen.

"Sí... lleva a Konoha hacia la cima..." - dijo Danzo mientras una expresión serena aparecía en su rostro.

"Kurama-dono... hazlo..." - dijo Hiruzen mientras veía como una silueta familiar aparecía detrás de Kurama a penas se puso la máscara.

La gente de los alrededores tembló ante tal grotesca apariencia pero rápidamente se calmaron porque el Shinigami no venía por ellos.

El ser invocado lentamente miró alrededor con neutralidad pero rápidamente mostró una expresión de aburrimiento así que se concentró completamente en el objetivo por quién venía.

Cuando Kurama se puso la máscara, el shinigami supo de inmediato su deseo y como recolector de almas, no encontraba problema en darle uno de los máximos castigos a un pecador como el hombre que estaba frente a él. Con mucha calma, el shinigami acercó sus grises manos hacia el cuerpo de Danzo y extrajo su alma.

Danzo sintió como la vida desaparecía lentamente de su cuerpo al ver una silueta azul que parecía estar hecha de chakra.

"Les recomiendo que cierren los ojos porque esto no será bonito" - dijo Kurama mientras miraba alrededor - "La destrucción de un alma por parte de los shinigami, no es algo bueno de ver, tampoco es un espectáculo, sino una de las acciones más salvajes y sádicas que uno puede presenciar"

". . ." - los presentes rápidamente cerraron los ojos porque sentían que el pelirrojo estaba diciendo la verdad, aunque algunos los mantuvieron abiertos por la curiosidad.

"Han quedado avisados..." - murmuró Kurama mientras negaba con la cabeza - "Puede hacerlo. shinigami-sama"

Una sonrisa sádica apareció en el rostro del shinigami mientras su tantou (pequeño cuchillo japonés) caía al suelo, solo para tomar el alma de Danzo y desgarrarla con sus afilados dientes.

"!" - los presentes que tenían los ojos abiertos, rápidamente los cerraron ante lo grotesco que era todo mientras los gritos de dolor, angustia y piedad de Danzo resonaban en la zona.

El Shinigami parecía estar disfrutando el hecho de desgarrar poco a poco el alma de Danzo mientras escupía el resto porque sabía que si devoraba los pedazos del alma, entonces esta se reformaría en su interior.

"¡ARGH!" - Danzo no podía describir el dolor que sentía en estos momentos mientras veía como el shinigami hacía su trabajo de torturarlo.

* * * * *

Pasaron 15 minutos de angustiosos gritos para que todo quedara en completo silencio.

Los aldeanos abrieron los ojos lentamente, solo para notar como Danzo estaba arrodillado en el suelo con sus ojos vacíos y no había rastros del shinigami.

La máscara de Kurama se había roto y los fragmentos se habían vuelto polvo que voló con el viento mientras una mirada neutral aparecía en su rostro.

Hiruzen le dio una mirada a uno de los shinobis para que terminara con el trabajo de cortarle la cabeza a Danzo e incinerara su cuerpo, para luego observar a sus ciudadanos - "Habitantes de Konoha... voy a hacer un anuncio importante..."

Los aldeanos vieron como un shinobi tomaba la cabeza decapitada de Danzo y caminaba hacia la salida de la aldea, mientras otro quemaba el cuerpo del traidor y reunía sus cenizas.

"Yo... me disculpo por todos los errores que cometí... como líder, dejé que todo esto se saliera de control, un pecado que no va a poder ser perdonado aunque pasen años luego de mi muerte..." - dijo el viejo Sandaime - "Es por eso que he decidido que es tiempo de que deje mi puesto y pase la antorcha a las nuevas generaciones"

"¡Hiruzen-sama, no puede hacer eso!" - exclamaron los aldeanos. El Sandaime era lo único que mantenía unida a la actual Konoha.

"No teman mis amados aldeanos, no me iré todavía" - respondió Hiruzen mientras Kakashi caminaba hacia el podio - "Él será mi sucesor, Hatake Kakashi, el hombre que lideró la resistencia ante las fuerzas de Danzo, así como el que estuvo a cargo de la situación luego de la destrucción..."

"Yo le enseñaré todo lo que tenga que saber y hasta que no vea que esté completamente listo, no me retiraré..." - continuó el Sandaime - "¡Larga vida a Konoha!"

"¡Larga vida a Konoha!" - exclamaron los presentes mientras observaban al hombre de cabello plateado porque su presencia significaba una cosa, una nueva era para Konoha.

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