312 Capitulo 289: ¡VOY A MATARLOS! (1)

Dos días habían pasado desde que habían pasado desde que Kurama se había dirigido a Villa Nadeshiko para poder hablar con Miya, dos días que la actual líder de la aldea había hecho todo lo posible porque el pelirrojo aceptara el trato, desde entrar al baño desnuda, hasta intentar meterse en su cama durante las noches.

"¿Sabes? Empiezo a pensar que disfrutas estar amarrada" - dijo Kurama mientras miraba a la mujer.

"No voy a negar que es placentero, pero no lo estoy haciendo por esto" - respondió Miya mientras le giraba los ojos - "Por cierto, me gustaría que soltaras un poco el nudo porque me está lastimando las costillas"

". . ." - Shizuka y Kurama le dieron una mirada en blanco a la líder Nadeshiko antes de negar con la cabeza.

"Como sea, mejor volvemos a Uzu" - dijo Kurama mientras miraba a Shizuka - "Tengo que informarle a las demás sobre nosotros y plantear la idea de Miya-dono sobre trasladar a Villa Nadeshiko a Uzu"

"OK" - asintió Shizuka mientras Miya literalmente giraba de la felicidad.

"¡Gracias!" - exclamó Miya con emoción.

"Aún no te doy una respuesta, así que no estés tan feliz" - respondió Kurama mientras le giraba los ojos, solo para teletransportarse junto a Shizuka con un destello rojo.

"¡Oigan, al menos podrían haberme desatado!" - exclamó Miya mientras las lágrimas empezaban a salir de sus ojos - "Menos mal que tengo a unas fieles sirvientas"

Miya estaba segura de que sus subordinadas la ayudarían, lo que no sabía era que Kurama había dejado bien en claro que nadie la liberara, cosa que las mujeres aceptaron sin pensarlo dos veces. Kurama tenía un 'extraño' poder persuasivo para las personas del sexo opuesto.

* * * * *

Konan estaba caminando por las bulliciosas calles de Uzu mientras suspiraba con pesar. Ella lo había perdido todo, absolutamente todo, su hogar y su único amigo, solo para llegar a un lugar que parecía ser todo lo que ella había soñado, un recordatorio constante de todos sus fallos y errores.

"Me pregunto... si está bien que siga viva..." - murmuró Konan mientras miraba en dirección al azul cielo, solo para apretar sus puños y dientes con fiereza - "No... no puedo mantener esa actitud tan depresiva, no cuando tengo dos hijos de puta que matar"

Durante el poco tiempo que había estado en Uzu, ella había llegado a una sola conclusión. Ella deseaba solo una cosa y eso era - "Venganza... venganza contra ese Uchiha, venganza contra Zetsu..."

Dicen que la venganza es un buen impulso y Konan lo estaba demostrando, aunque rápidamente soltó un suspiro lleno de pesar porque sabía que ella no era lo suficientemente fuerte para poder matar a esos dos bastardos que habían arruinado su vida - "Pero... hay alguien que puede lograrlo"

Konan entrecerró los ojos unos segundos mientras notaba como en la entrada de la mansión un destello rojo aparecía - "Si él puede lograrlo, entonces no me importa sacrificarme..."

Ella lentamente caminó en dirección de la mansión con una expresión seria en su rostro.

"¿Konan?" - preguntó Kurama cuando notó como la mujer proveniente de Ame estaba llegando al lugar.

"?" - Kushina y Shizuka le dieron una mirada antes de retirarse dentro de la mansión porque podían ver lo seria que la mujer de cabello azul estaba observando al pelirrojo.

"Tenemos que hablar, Kurama" - dijo Konan mientras miraba al pelirrojo, para luego indicarle que lo siguiera. Ella rápidamente activó sus alas de papel para poder salir volando, sin importarle si Kurama la estaba siguiendo o no.

Kurama se le quedó mirando unos segundos antes de salir persiguiendo a la mujer.

Luego de unos minutos, Kurama llegó a un claro en medio del bosque, solo para notar como Konan lo estaba observando en silencio - "Ok, estamos nosotros solos, puedes hablar con toda la libertad del mundo"

Konan se quedó en silencio uno segundos antes de soltar un suspiro - "OK, voy a ir directo al punto... Quiero venganza"

Kurama no se sorprendió cuando escuchó esto porque era algo normal. La mujer había perdido todo, su hogar, su familia, su único amigo, incluso a todas las personas que ellas conocía de Ame.

"Sé que no soy lo suficientemente fuerte para derrotarlos yo misma, sé que aunque use esa habitación extraña, no voy a tener el poder suficiente" - dijo Konan mientras apretaba su puño hasta el punto que la sangre empezaba a correr - "Pero... pero tú puedes hacerlo..."

Kurama abrió los ojos en sorpresa. Él había pensado que Konan le pediría que la ayudara a entrenar o algo por el estilo, pero ahora veía que había menospreciado el odio que ella sentía por Obito y Zetsu. Ella no quería matarlos con sus propias manos, sino que quería verlos muertos frente a sus ojos, ella deseaba la completa aniquilación de sus enemigos.

"Es por eso que te ofrezco un trato, Kurama... dame las cabezas de Uchiha Obito y Zetsu, y yo te ofrezco todo lo que me queda, mi cuerpo, mi alma" - dijo Konan mientras sentía como las lágrimas corrían por sus ojos - "Mi cuerpo puede haber sido usado por muchos hombres, mi corazón puede haber sido destrozado por el paso del tiempo, pero te prometo que seré leal a ti, te prometo que seguiré todas tus instrucciones, incluso si estas son entregarme a otras personas para darte beneficios. ¡No me importa ser una prostituta, una asesina, una mujer sin futuro, no me importa morir si es que puedes cumplir mi deseo de venganza!"

Kurama no sabía que decir ante las palabras de Konan porque él podía ver que ella estaba siendo seria. Todo lo que había dicho, cada una de las palabras que habían salido de su boca, eran 100% ciertas.

". . ." - Konan no dijo nada más, ella lentamente hizo una reverencia frente al pelirrojo al punto que su frente estaba tocando el suelo.

Kurama le dio una mirada silencio antes de soltar un suspiro. Los dos habían experimentado algo juntos a pesar de que en un principio no deberían de haber sido más que enemigos.

Él le indicó a la mujer que se levantara antes de asentir a sus palabras - "Bien... cumpliré con lo que pides"

"¡Gracias!" - exclamó Konan con emoción mientras sentía como un enorme peso caía de sus hombros. Ella sabía que Kurama cumpliría con su parte del trato, después de todo, un Uzumaki siempre cumple con su promesa - "Te prometo que te seguiré hasta el fin del mundo, Kurama-sama"

". . ." - Kurama solo guardó silencio mientras negaba con la cabeza, solo para sentir un mal presentimiento mientras miraba hacia una dirección desconocida.

* * * * *

"Supongo que es momento" - dijo Zetsu mientras hacía un sello de mano, solo para notar como una entidad blanca con cabello verde apareciera del suelo. Este no era otro que un Zetsu Blanco, aunque este era un poco especial porque si uno lo miraba bien, notaría una apariencia familiar - "Muy bien Menma-kun, es tiempo de que actives el Jutsu..."

El Zetsu Blanco solo asintió mientras caminaba en dirección donde había un ataúd abierto, sin prestarle atención a la persona que estaba dentro amordazada que no era otra que Midori - "¡HMPH! ¡HMPH!"

"No gastes energía, Midori, Menma-kun no es el mismo que era antes, al menos no por ahora" - respondió Zetsu mientras soltaba una carcajada - "Él murió durante la última misión y yo como buena persona que soy, hice que volviera al mundo porque es la única persona que puede usar el Edo Tensei ahora que Orochimaru está muerto"

Los ojos de Midori se empañaron en lágrimas porque sabía de qué se trataba el Jutsu que Zetsu había dicho, después de todo, ella estuvo un buen tiempo en Otogakure no Sato, pero lo que en verdad le dolía no era que iba a morir, sino que la persona que responsable de acabar con su vida no era otra que la persona más importante de su vida.

"No entiendo tus gustos tan asquerosos" - dijo Obito mientras miraba a su compañero.

"¿A caso crees que he terminado?" - preguntó Zetsu mientras su risa se volvía cada vez más loca - "Te equivocas, Obito, esto no es nada... observa"

Zetsu nuevamente hizo un sello de manos, solo para que los ojos de Menma volvieran a enfocarse - "¿Dónde estoy?"

Menma lentamente miró alrededor mientras sentía un enorme dolor de cabeza. Las memorias de lo que había sucedido antes, habían desaparecido y solo quedaban agujeros en sus recuerdos.

"¡Hmph!" - Midori empezó a retorcerse cuando notó este cambio mientras sus lágrimas empezaban a acumularse en sus ojos.

"¡¿Okaa-sama?!" - exclamó Menma mientras abría los ojos en sorpresa al no notar como su cuerpo no le respondía - "¡¿Qué está sucediendo?!"

"Solo te estoy dando la oportunidad de que veas el final de Midori" - dijo Zetsu mientras su sonrisa crecía - "¡Ahora, activa el Jutsu!"

Menma solo pudo ver como sus manos se movían sin que él pudiera hacer algo, solo para notar los sellos familiares que estaba haciendo - "No... ¡No, no, no, no, no, no!"

"¡Hazlo Menma, termina con la vida de la persona más importante de tu vida!" - exclamó Zetsu mientras sus ojos brillaban con locura.

"!" - los ojos de Midori se abrieron mientras un profundo dolor recorría su cuerpo. La puerta del ataúd se cerró de golpe mientras este empezaba a brillar con gran intensidad.

Los labios de Menma se movieron solos mientras su chakra empezaba a rodear el ataúd - "¡No! ¡No me hagas hacer esto! ¡Si lo haces, voy a matarte!"

"¡Hazlo!" - ordenó Zetsu con furia.

Los labios de Menma temblaron mientras resistía el impulso, solo para soltar un agudo rugido lleno de desesperación - "¡Kuchiyose: Edo Tensei!"

avataravatar
Next chapter