En la noche de luna llena, en los callejones de la ciudad, Asher Frostblade, el asesino conocido como el "Asesino legendario", está gravemente herido. Ha caído en una emboscada que lo llevó a una trampa. Debido a la pérdida de sangre, Asher se desploma en el suelo y contempla la luna llena, que curiosamente tiene un color único: un rojo carmesí muy intenso. Mientras cierra los ojos y reflexiona sobre su vida y lo cruel que fue, finalmente muere. Sin embargo, una sensación helada lo envuelve al morir, como si una cubeta de agua fría cayera sobre su rostro y todo su cuerpo. "¿Dónde estoy?" Asher abre los ojos y se encuentra con un rostro desconocido. Tras observar y pensar cuidadosamente, se da cuenta de que ha reencarnado en un nuevo mundo lleno de magia y muchas otras cosas. Se promete a sí mismo que se volverá lo suficientemente fuerte como para no experimentar de nuevo una muerte como la de su vida anterior y para obtener la vida que siempre ha deseado.