Capitulo 114 Juego mental [ 3 ]

—Punto de vista de Asher Frostblade.

Un solo vistazo y la cabeza de Asher estuvo a punto de explotar al ver al ser que yacía en el suelo, mientras Encrid sujetaba su cuello.

A decir verdad, era extraño.

¿Por qué sucedió eso?

El dolor fue demasiado intenso.

Más intenso que cualquier otro dolor que Asher hubiera sentido antes.

Sin embargo, tenía curiosidad.

Pero...

"¿Quién es?"

Esa era la pregunta de Asher.

¿Quién o qué es ese ser?

Mirando el estado del cuerpo de Encrid, Asher notó que estaba bastante dañado, como si el combate contra ese ser le hubiera causado grandes daños.

Parecía que había sido golpeado extremadamente fuerte, y también que había recibido ataques mágicos de gran magnitud.

Estaba bastante herido, pero su expresión era seria y fría, mientras el maná salía de su cuerpo como si fuera vapor de agua hirviendo.

La cantidad de maná que emanaba de su cuerpo era impresionante. Y no solo él, ya que al observar una parte del cuerpo del ser que Encrid tenía en el suelo, también brotaba un increíble maná de color verde oscuro.

El ser llevaba una vestimenta algo extraña, como de estilo griego antiguo, o algo similar.

Encrid vestía el mismo traje negro de siempre.

Al observar la situación en este recuerdo, que posiblemente era de Encrid, Asher reflexionó por un momento.

"Es posible que obtenga información de aquí"

Era posible.

Una oportunidad de obtener información.

Sin embargo...

"No sé en qué lugar o año estoy"

Aunque todo parecía estar en ruinas, con un cielo oscuro teñido de rojo, y una inmensa línea dorada atravesaba el firmamento, iluminando la oscuridad.

A decir verdad, todo indicaba que esto era una guerra.

"Podría ser la guerra con los siete dioses."

Si eso es cierto, entonces el ser que Encrid tenía en el suelo era un...

"Es un dios."

Definitivamente debía ser eso.

En el momento en que intentó ver su rostro, un repentino dolor cayó en la cabeza de Asher, como si algo le impidiera ver el rostro y el resto del cuerpo del ser que Encrid tenía en el suelo.

Era como si este recuerdo tuviera una restricción o penalización, algo parecido.

Aunque no podía ver el rostro del ser que estaba en el suelo, Asher podía ver el rostro de Encrid y el resto de su cuerpo, al igual que todo el entorno a su alrededor.

En cierto sentido, todo era inusual.

Lo que tenía ante sus ojos eran recuerdos de Encrid en el momento en que luchaba contra un dios hace diez mil años.

Si es así, entonces...

"Es una fuente de información."

Lo era, y mucha.

Pero, por supuesto, era posible que en cualquier momento saliera de este recuerdo y pasara a otro.

Quizás uno de los recuerdos de Isabella.

Aunque Asher encontraba todo esto extraño, ver los recuerdos de su vida pasada, luego los recuerdos de Encrid, y ahora faltarían los de Isabella.

Todo esto debía tener algún propósito.

Su agotamiento mental estaba haciendo que viera estos recuerdos inconscientemente, de una forma u otra.

Primero lo primero: para ver los recuerdos de Encrid, el propio Encrid debía permitirle acceder a ellos.

Pero él no le había permitido ver sus recuerdos.

Entonces, ¿cómo era esto posible?

De una forma extraña, Asher creía que todo esto era culpa de su agotamiento mental, permitiéndole de alguna manera ver los recuerdos de Encrid, así como los de su propia vida pasada, e incluso comenzar a perder sus propios recuerdos lentamente.

Todo empezaba a tener sentido.

Desde el principio, debía buscar una forma de solucionar su problema con su mente.

Sin embargo, nadie sabe.

Nadie sabe cómo curar o recuperar a una persona cuya mente se está agotando.

Aunque era cierto que esto sucedió de repente, parecía normal.

Aunque Asher tuvo mala suerte y su agotamiento mental era extremadamente bajo en comparación con otros.

Parpadeó y fijó su mirada en Encrid y en el ser que Asher creía que era un dios.

Aunque ambos parecían mirarse sin decir una sola palabra, Asher trató de escuchar alguna conversación entre ellos dos y obtener algo de información.

"Humano..."

La voz del dios llegó a sus oídos.

Asher prestó total atención.

"Aunque ustedes ganaron, su mundo está en ruinas."

"Siendo vidas muy débiles y algunas al borde de la muerte, aún así todos morirán, al igual que los demás humanos como tú."

"Los humanos son débiles... Ni siquiera pueden soportar la muerte misma, pero tú eres diferente. Tus amigas son diferentes, al igual que tú, humano."

"Eres el humano más fuerte, eso lo reconozco, pero, al igual que yo, tu vida también está cerca de su fin."

"...."

Después de eso, hubo un silencio.

Encrid permaneció en silencio mientras su rostro se llenaba de venas de enojo que resaltaban.

Tenía los dientes apretados, mientras sus ojos estaban abiertos mirando al dios frente a él con puro enojo.

Ni una sola palabra salió de su boca. El dios entonces continuó:

"Te felicito, nosotros, los seres divinos, nos arrepentimos de haber venido a tu mundo."

"Pero, aunque nosotros siete morimos, "Él" vendrá en algún momento."

"Él..."

Asher se preguntó a qué se refería.

¿Quién vendrá? La voz del dios parecía estar refiriéndose a alguien aún más importante que él mismo. Sin embargo, era difícil entender toda esta situación.

El recuerdo en sí era complicado de procesar. Aunque no estaba proporcionando mucha información realmente valiosa, más allá de los elogios del dios hacia Encrid, lo demás no parecía importante.

Sin embargo, cuando mencionaba a "Él", debía ser alguien que estuviera por encima de este dios.

Eso significaba que había un octavo dios o alguien parecido a un dios.

¿Qué era realmente todo esto?

Sin importar cómo Asher procesara todo, le resultaba difícil de entender.

Por más que lo intentara, Asher comprendía muy poco.

Aunque el dios hablaba, Encrid simplemente lo miraba con un enorme enojo. No se podía describir exactamente qué o cuáles eran sus pensamientos, ni cuán grande era su odio hacia ese dios.

Aunque Asher tenía curiosidad.

"¿Quiénes son estos dioses?"

Esa era, definitivamente, la pregunta.

Seres considerados "dioses", con poderes y todo a su disposición en un nivel incomparable. Ante un ser así, no había manera de describirlo con simples palabras.

Tenías que verlo con tus propios ojos para comprenderlo.

No se podía describir a un ser de este calibre.

Por supuesto, lo mismo sucedía con Encrid.

Un humano que había superado el poder de esos dioses que se creían absolutos.

Sin importar cómo lo pienses, Encrid también era como un dios, el asesino de dioses.

De hecho, ese título le quedaba bastante bien.

"Él"vendrá algún día."

La voz de Encrid resonó en el silencio abrumador que reinaba en el ambiente. Era un silencio pesado, y el aire ardía.

"Exacto."

"Él" vendrá algún día. No sé cuándo, pero vendrá."

"..."

Encrid, en realidad, no prestó mucha atención a sus palabras.

Su mirada estaba fija en el rostro que Asher no podía ver.

Toda su expresión era la de alguien ansioso por vengarse, por matar, por salvar a todos.

Una expresión cargada de emociones, lista para desterrar al ser que tenía en sus manos, quien en cualquier momento moriría a manos de Encrid.

"Mi nombre es..."

"Harg."

Entonces, a Asher le dolió nuevamente la cabeza.

En el momento en que el dios pronunció su nombre, al instante su cabeza palpitó tan fuerte que parecía estar a punto de explotar. El dolor era tan intenso que era más fuerte que la misma muerte.

Un dolor indescriptible.

"Haa..."

Asher jadeaba pesadamente, su visión era borrosa, y todo su cuerpo, desde los párpados hasta sus músculos, era difícil de soportar.

"¿Crees que me importa tu maldito nombre?"

"Bueno, soy tu enemigo, y pensé que los humanos se decían sus nombres antes de morir."

"Tú no eres humano, y nunca lo serás. Eres una masa de energía divina con cuerpo y apariencia humana."

"Eso es cierto, pero..."

¡Estallido!.

Una increíble ola de presión sacudió el lugar. El suelo tembló y se agrietó mientras se hundía más, grandes pedazos de tierra salieron volando y se elevaron cientos de metros hacia el cielo, como si hubiera explotado una bomba.

Una onda expansiva de tal magnitud que todo ocurrió con tan solo mover el puño hacia el rostro del dios. Encrid simplemente dio un golpe.

Sin embargo, parecía una explosión.

Asher no se cubrió ni nada. Después de todo, nada en este recuerdo lo afectaba en lo absoluto. Entonces, miró cuando todo el ambiente se calmó.

Tanto el dios como Encrid seguían en la misma posición. Sin embargo, el cráter se había hundido más y se había ampliado.

"No eres humano."

"Es verdad que no lo soy."

"Entonces, ¿por qué lo dices?"

"No tiene importancia."

A pesar de decir eso, Encrid golpeó al dios nuevamente, y lo mismo de antes volvió a suceder. El radio del cráter comenzó a hacerse mucho más grande que antes.

"¿No crees que ya es suficiente? Me has torturado, y ahora estoy a punto de morir."

"Te dije que no me importa. Mataste a casi toda la humanidad. Esto es lo que te mereces por venir a mi mundo."

Encrid simplemente expresó sus pensamientos.

Estaba más que furioso con este dios.

Por supuesto, ¿quién no lo estaría?

El ser que había destruido a casi toda la humanidad. El ser que tal vez mató a uno de sus amigos o alguien cercano a Encrid.

Fuera lo que fuera, Asher entendía toda esa rabia.

"Oh, parece que es hora de irme. Estoy a unos segundos de morir."

"Pero recuerda, "Él" vendrá algún día, y si la humanidad no se recupera, entonces será el fin definitivo esta vez."

"Jajaja."

"..."

El dios miró a Encrid, confundido.

"¿Crees que te dejaré morir?"

"La magia de la oscuridad, una energía que devora la vida misma de cualquier ser. Con esto, devoré a uno de ustedes antes de luchar contigo."

"¿A qué te refieres?"

"Significa que tu existencia desaparecerá de la misma realidad. Todo tu poder será devorado por mí."

"Je, maldito humano..."

"Estaré feliz de que mueras pronto, humano... Harg..."

En un instante, un gigantesco radio se cubrió de maná oscuro. Todo el lugar empezó a distorsionarse mientras el maná giraba como un tornado increíblemente poderoso, y entonces...

"Ya no está."

Asher vio que el dios ya no estaba.

Simplemente... su cuerpo desapareció.

Eso significaba que Encrid había eliminado definitivamente al dios.

"Increíble."

Todo lo que había sucedido era simplemente increíble.

Aunque, por supuesto, era lamentable toda la muerte en ese momento.

Todos los humanos parecían haber muerto, aunque, como había mencionado el dios, algunos habían sobrevivido.

Sin embargo, parecía un mundo desolado.

Quizás quedaban monstruos, pero muy pocos, y los humanos que sobrevivieron eran una cantidad significativamente pequeña.

Después de unos segundos, todo se silenció mientras Encrid permanecía de pie, mirando el cielo oscuro con tonos rojos.

"La grieta."

Fue la única palabra que pronunció.

"¿Grieta...? Entonces esa luz en el cielo es una grieta dimensional."

Entonces, la línea dorada en el cielo era la misma grieta de donde los siete dioses descendieron.

Asher observó con asombro.

Un fenómeno que había traído a seres increíblemente poderosos, junto con monstruos de un poder inimaginable.

Esa línea recta de color dorado... Asher estaba presenciando la primera grieta dimensional en la historia de este mundo.

La extensión de esa grieta era descomunal, probablemente recorría todo el mundo. Sin embargo, su ancho no era tanto.

"Haa..."

Asher escuchó el suspiro de Encrid.

Su mirada seguía fija en el cielo, y entonces, unas palabras escaparon de sus labios:

"Parece que los demás... están muertos, al igual que los otros dioses. Estoy solo."

"Haa... Mierda, me queda poco tiempo de vida. Debo, al menos, cerrar la grieta y reiniciar el mundo."

"..."

Reiniciar. Cerrar la grieta.

Para empezar, ¿es siquiera posible cerrar una grieta dimensional? En pocas palabras, una grieta dimensional abre el mismo tejido de la realidad. Esta grieta partía a la mitad la tela misma de la realidad.

En segundo lugar... reiniciar el mundo.

¿Es eso siquiera posible?

Y si lo es, ¿cómo se hace? ¿Cómo es siquiera posible?

Sin embargo, la visión de Asher comenzó a oscurecerse lentamente mientras Encrid pronunciaba unas últimas palabras antes de que Asher perdiera toda su visión.

""Si moriré y todos están muertos, entonces reiniciaré todo esto... y que todo comience de nuevo."

Fueron las últimas palabras que Asher escuchó antes de sumirse en la plena oscuridad...