La gorda y fea Nora Smith fue el hazmerreír del pueblo cuando su prometido terminó su compromiso. —¡Solo ver tu enorme cara y tus muslos gigantes me repugna! No vuelvas a molestarme —le dijo. —Qué idiota —se burló Nora, dándose la vuelta con los labios curvados en una sonrisa. Más tarde, cuando consigue adelgazar, se convierte en una belleza asombrosa. Su ex prometido se acerca a ella con flores y le ruega: —Me equivoqué, Nora. Estoy dispuesto a hacer cualquier cosa con tal de que vuelvas conmigo. Nora apoya la barbilla en las manos y sonríe mientras responde: —Los hombres de verdad no se quedan en el pasado. —No eres más que una estúpida cargado con tu pasado, Nora. Nadie te querrá excepto yo —amenaza él, enfadado. Pero después de eso... un joven y popular cantante tuitea: [¡Nora Smith es mi diosa!] Un cirujano de renombre internacional pregunta: —¿Estás libre esta noche, Nora? Incluso el rico e influyente galán al que todo el mundo teme interviene y dice: —Puedo cuidar yo mismo de mi mujer y mis hijos, muchas gracias.