-Entonces, ¿vas a contarnos que sucedió hoy?
-Sí, pero quiero que estén todas. Necesito saber su opinión.
-Los chicos llegarán en diez minutos- Eli apareció por la puerta de mi habitación-, así que si no quieres que ellos escuchen te recomendaría que hables.
-Lea- llamé a mi hermana- ¿puedes venir un momento?
Cuando por fin estábamos todas listas pude empezar a contarles lo que me tenía inquieta desde esa tarde.
-Espera, ¿me estás diciendo que con Nate no pasó nada?
-Emily, él es mi amigo, nunca pasó nada.
-¡Oh, vamos! Todos nos damos cuenta de la química que hay entre ustedes, y aunque mi hermano a veces puede ser un pesado, sé que te quiere- negué con la cabeza y abrí la boca dispuesta a interrumpirla-. ¡Alisson! Incluso tuvieron una cita.
-¡¿Qué?!
Oficialmente Eli había alterado a mi hermana y a mi amiga, ninguna sabia de nuestra salida que terminó con un maratón de Harry Potter y tampoco quería que se enteren así. A pesar de eso, tampoco tuve oportunidad para responder ya que el nombrado apareció por la puerta acompañado de Matt y Ross.
-¿Por qué tantos gritos?
En ese preciso momento no sabía si matar a Ross, a las chicas o escaparme a otro país.
-Nada, Ali nos estaba contando del hijo de su jefe.
Miré a los chicos esperando que se creyeran eso, que no indagaran más en el tema, pero Matt preguntó.
-¿Qué hizo como para que todas ustedes se alteren así?
-Nada, solo me pidió un café pero ellas exageran-hablé rápido- Ahora, ¿podemos irnos?
-Alisson, soy tu mejor amigo, tu hermano, puedes confiar en mí. Capaz que ellos no, pero yo voy a estar aquí siempre que me necesites, puedes contarme.
-Gracias, Matt. Pero de verdad no pasó más que eso. El hombre es lindo, sí. Pero primero que es el hijo de mi jefe y segundo que no lo conozco, solo me pidió un café y dijo que volvería.
-Quiere salir contigo- todas nuestras miradas se fueron a Nate que no había hablado desde que llegaron-. ¿De verdad no se dieron cuenta?
-Lo que sea, eso no pasará.
Después de un viaje bastante incomodo en el que nadie hablaba y Nate me dirigía la mirada cada vez que podía, llegamos al restaurante. De alguna forma terminé con él a mi izquierda y Lea a mi derecha. Eli estaba frente a su hermano, Emily a su lado y en la puntas Ross y Matt.
-¿Estás bien?- susurré acercándome al inglés, pero él solo asintió-. ¿Por qué estás tan callado entonces?
Estaba por abrir la boca para contestar, pero mi cuñado se aclaró la garganta. Me acomodé en mi silla, alejándome de Nate y me sonrojé mientras lo miraba.
-¿Qué nos recomiendan los locales?
Ambos empezaron a dar nombres y explicar diferentes tipos de comida que eran típicas de Inglaterra, pero yo permanecí mirando un punto fijo entre Emily y Eli mientras intentaba pensar que ocurría con la persona a mi izquierda. Me preocupaba por él, no creía que estuviera enojado conmigo, pero tal vez había sucedido algo. Negué con la cabeza y trata de alejar esos pensamientos, si en verdad estaba molesto con alguien o me necesitaba me lo diría.
Alisé mi vestido y enterré mi rostro en el menú del restaurante para poder ordenar.
-¿Qué nos cuentas de los ingleses, son todos tan lindos?
-En verdad, no lo sé. Solo tengo relación con ellos dos, mi compañera de trabajo y mi jefe-le respondí a Emily-. ¿Saben? Deberían venir a la cafetería algún día. Sara es tan dulce que estoy segura de que los amará en cuanto entren por la puerta.
- ¿No te dirán nada de que vayamos?
Negué.
-Lo dudo, mientras consuman algo no pueden echarlos. Además, serían clientes para Martin, y él estará feliz con eso.
-Nosotros no conocimos allí, resulta que tu hermana utiliza "el sarcasmo como método de defensa cuando está nerviosa"-miró a Lea y soltó una carcajada.
-En mi defensa, tú me preguntaste si era nueva, lo cual era bastante obvio.
Lo miré sonriendo.
-Necesito ir a esa cafetería- dice Emily llamando nuestra atención-. Allí conociste a Nate y hoy a Aaron, quiero conocer un chico guapo.
Él bajó la cabeza, sabía que mi amiga le parecía linda y estaba segura de que si bien se sentía alagado por el comentario no quería que conozca a alguien nuevo.
-¿Entonces no soy el amor de tu vida?- Matt hizo un puchero y ella le tiró la servilleta.
-¡Ya basta, compórtense!
-Papá Ross habló, háganle caso.
El resto de la cena continuó igual y fue cuando tuvimos que irnos que el clima cambió. Nate había llamado a Eli para decirle algo, se veía serio, no dejaba de fruncir el ceño mientras le hablaba y yo solamente rogaba que todo estuviera bien. Luego de eso, argumentó que debía irse, que tenía una emergencia y que después nos llamaría. Su hermana se quiso quedar, se iría después en un taxi.
Sin embargo, sin el auto de Nate decidimos caminar hasta el departamento. Comencé a caminar más lento esperando que Eli llegara a mi lado, desde que había hablado con su hermano la alegría había abandona su rostro.
-Eli- la llamé para que me escuchara-¿Qué sucede? Sé que algo pasó esta noche y no me gusta verte a ti o a Nate mal.
Me dedicó una débil sonrisa que no llegó a sus ojos.
-Tranquila Ali, no sucedió nada grave. La madre de Nate regresó. Nadie se lo esperaba pero me dijo que apareció esta noche en nuestra casa. Él nunca se llevó bien con ella, sus padres se separaron cuando era muy pequeño. Amelia se fue. Nunca quiso volver a ver a su hijo. Es por eso nosotros somos tan cercanos, Nate se alegró al instante en el que se enteró que iba a tener una hermana y aún más cuando se trató de una madre.
-No imaginaba todo esto.
-Mi madre y él se amaron desde el primer momento .Nosotras veníamos de una relación complicada con mi progenitor y a mí me costó relacionarme con quien hoy es mi padre, pero ellos no. Odie a Nate entonces, sentía que me robaba lo único que me quedaba, no fue hasta que ella me explicó lo que había sucedido que finalmente lo acepte- sonrió con nostalgia mientras miraba hacia adelante, ya no estábamos lejos de casa-. El hecho de que Amelia aparezca luego de más de quince años lo afectó…
-Pero es tan noble que no quiso arruinar nuestra cena- completé la frase por ella mientras asentía-. Quisiera poder hacer algo para ayudar.
-Él lo apreciará, estoy segura. Gracias por llegar a nuestras vidas Alisson.
La abracé.
-Quédate a dormir, es tarde y podemos acomodarnos.
Asintió.
Cruzamos la puerta de mi departamento, de golpe el cansancio había vuelto pero no podía irme a dormir así. Marqué el número de Nate.
Un, dos, tres, cuatro tonos…
-Hola, soy Nate. No puedo responder ahora, pero deja un mensaje y te llamaré.
Maldita contestadora.
-¡Hey! Sé que dijiste que tenías una emergencia y Eli me contó todo. Solo quería que sepas que estoy aquí para ti. Llámame si necesitas algo. Adiós.
Entré a mi habitación que hoy compartiría con las dos E, (Matt había empezado a llamarlas así debido a que en estos días se hicieron intimas amigas). Recogí mi pijama y me dispuse a ir al baño para cambiarme cuando me llegó un mensaje.
Nate:
Sé que estas cansada pero, ¿podemos salir?
No lo pensé demasiado, mi cansancio no se comparaba con lo que él estaba pasando. Le mandé un mensaje confirmándole, le conté a Eli que saldría y no sabía a qué hora llegaría. Y en menos de cinco minutos baje corriendo para encontrarme con él.
Nate tenía un aspecto cansado, el pelo despeinado como si hubiera pasado sus manos por él repetidas veces. Los ojos rojos mostraban que ha estado llorando o que estaba a punto de hacerlo. Verlo así me destrozó el corazón, corrí y lo abracé. Él me envolvió en sus brazos, podía notar leves temblores de su cuerpo y sabía que las lágrimas estaban saliendo. No importaba el horario, ni que estuviéramos en medio de la calle, solo éramos Nate y yo.
-Lo siento, yo…
-No te disculpes, estoy aquí para ti- hacía pequeños círculos con mi mano en su espalda, no hace falta aclarar que él es mucho más alto por lo que mientras yo estaba en puntas de pie para poder alcanzarlo Nate estaba agachado-. ¿Quieres salir de aquí?
Asintió.
Nos separamos y nos subimos a su auto. El recorrido fue en silencio, no quería presionarlo ahora y sabía que a donde sea que me llevaría sería un buen lugar para poder despejarse.
Así fue, estábamos en un parque en medio de la nada. Había una pequeña laguna que se iluminaba con la luz de la luna y estaba rodeada de flores. La belleza me dejo atónita, no sabía que tanto había manejado pero debíamos estar lejos de la ciudad.
-Aquí es donde vengo cuando necesito pensar, es mi lugar secreto- hizo comillas con sus dedos mientras sacaba una manta del auto-, y ahora puedes formar parte de él.
Le sonreí y me senté a su lado.
-Alisson, no te imaginas lo importante que es para mí que hoy estés conmigo- abrí la boca para hablar pero me interrumpió-. Sé que Eli te contó que mi madre volvió y lo que eso significa para mí. Me fui antes de la cena para estar con mi padre, a él le afecta aún más y no quiero que sufra por una mujer que no vale la pena.
- No me molesta que te hayas ido si eso es lo que piensas, al contrario, creo que hiciste lo correcto. Tu familia te necesitaba, te necesita- lo miré-. Voy a serte sincera, no conozco el motivo por el cual Amelia los abandonó hace tanto tiempo, tal vez esta arrepentida. No justifico lo que hizo, solamente trato de ponerme en su lugar, tal vez no estaba lista para ser madre o pensó que con tu padre estarías mejor. El caso es cómo te sientes tú, si quieres darle una oportunidad, escuchar lo que tiene para decir o no.
-Sinceramente, no estoy seguro de poder hacer eso. La mujer que yo hoy tomó como ejemplo a seguir es Catherine, mi madre y la de Eli. Ella estuvo ahí cuando la necesite, y no quiero que Amelia la haga sentir desplazada.
-Estoy segura de que tu padre ama a Catherine, y ninguno de ellos se sentirá mal porque quieras escuchar a la mujer que te dio la vida. Es tu elección Nate, ellos no van a interferir, son tu familia y respetaran lo que decidan porque te aman y quieren lo mejor para vos. Hoy tienes la oportunidad que hace años no tenías y, aunque duela saber el motivo por el cual los dejó, te ayudará a dar un cierre.