Kain salió con el bebé llorando en sus brazos. La tristeza del bebé no era instintiva, como se esperaba de un infante de un mes de vida. Sino era la tristeza real de saber lo que había pasado. Así que Kain examino al bebé mientras avanzaba. Sin embargo, en su campo de visión apareció alguien que no había visto en un tiempo. Xiao, el viejo primordial. Estaba a treinta metros de distancia de la muralla, en un terreno eriazo.
Kain se detuvo y soltó un suspiro. Entonces miró al bebé, tenía el cabello ralo y café. La piel clara y lo ojos rasgados. De apariencia común. Kain negó con la cabeza y continúo caminando hacia el viejo Xiao. Por detrás de él se escuchaban los gritos de la policía militar y de otros shinobis que ayudaban a controlar el fuego.
Kain se detuvo delante del anciano, lo quedó mirando de frente. El tiempo no había pasado para él. Seguía igual de viejo que cuando lo conoció al final del mundo del alma oscura. Su apariencia era como la de un anciano asiático con sobrepeso, entrada amplia, cabello cano y largo, con un moño en la parte superior de la nuca. Mirada amigable y sabia, un cuerpo robusto y una barriga.
—¿Qué hiciste esta vez?— preguntó Kain sin muchas ganas de andarse con rodeos.
—Vamos a otro lugar, solo tú me puedes ver— respondió Xiao con seriedad
Kain asintió y continúo caminando con el bebé en sus brazos mientras venía la gente de los alrededores (civiles y shinobis) agruparse y mirar lo que estaba pasando. Kain soltó un suspiro, se impulsó y dio un enorme saltó. La gente lo vio elevarse decenas de metros formando un arco y caer varias decenas de metros por detrás de ellos. Sin embargo, lo más raro fue cuando cayó al suelo. Fue como si Kain fuera tan ligero como una pluma.
Cuando Kain cruzo la puerta torii a la entrada de su casa, Sakumo y Hyoga lo miraron asombrados al ver al bebé en sus brazos. Kain continuo su camino y les dijo —muchas cosas pasaron—
Sakumo y Hyoga asintieron.
Kain entró a la casa, avanzó por el pasillo hasta la habitación de transferencia y dijo —sala de experimentos N°4—
Al instante, el brazalete negro en su antebrazo izquierdo, nombre clave: susano. Proceso la orden, se conectó a Guardián, solicito los permisos y transfirió a Kain al laboratorio.
Kain apareció en un espacio abierto sin nada más que la muralla que lo separaba del pasillo y los ventanales con vistas al lago en la cueva subterránea.
Al segundó después apareció el anciano primordial Xiao.
—¿Qué sucede? ¿Qué tiene que ver este niño contigo?— preguntó Kain, dándole una pequeña mirada al bebé que ahora dormía después de agotar todas sus energías.
—Bueno— dijo el viejo Xiao
—Se claro y breve por favor. No creo que te hayas aparecido delante de mí solo por los viejos tiempos. Tiene que ver con este niño, estoy 100% seguro—
Xiao soltó un suspiro —es una alma a la que ayude— dijo
—¿Cómo?— preguntó Kain —su alma está más débil que la de una persona normal—
—Bueno, digamos que él paquete completo eran dos—
Kain frunció el ceño y cerró los ojos con muchas ganas de alejarse de este anciano problemático. Estos seres inmortales hacían lo que se les daba la gana sin preguntarle a nadie.
—Vamos, Kain, no pongas esa cara. Ya nos conocemos y sabes que yo no soy tan desconsiderado como para llevar a los mortales a un destino que ellos nunca buscaron—
Kain soltó un suspiro y le preguntó —¿viene de un mundo superior o inferior?—
—De un mundo inferior— dijo Xiao —la verdad, es que lo encontré por casualidad—
—¿Casualidad? ¿Tú?—
—En el origen las oportunidades de encontrar un alma son infinitas, pero nunca ves una alma perseguir otra—
—¿Este pequeño perseguía un alma?—
—Sí, este muchacho— dijo Xiao señalando al bebé en los brazos de Kain —estaba persiguiendo el alma de tú hija—
Eso no le hizo ninguna gracias a Kain.
Xiao hizo una mueca incomoda y continuo —así que los seguí y tuve curiosidad por el tipo de destino que tuvieron los dos. Pensé que a lo mejor sería una venganza o un rencor, pero no—
—¿Fue por una buena razón?— preguntó Kain
Xiao negó con la cabeza —nada inteligente, nada plausible, solo por amor. Por una simple promesa antes de morir. Tú sabes de eso ¿Verdad?—
Kain se relajó y agacho la mirada pensando en su bella Artoria. Él miró al bebé, cuantifico el chakra, el bebé era un niño sin chakra. Kain miró a Xiao y le dijo —pero su diferencia es abismal. Miyuki-chan es inteligente y su chakra es de una niña dotada. Por otro lado, este niño no puede ser ayudado—
—Así es— dijo Xiao con una mueca incomoda —ellos se hubieran separado. Así que los guie a un mismo portal dimensional. Le di un poco de mi energía a este pequeño para que pudiera resistir el Origen—
—¿No colocaste su alma en este cuerpo?—
—No, yo no planeaba verlos de nuevo. Fue algo hecho con misericordia, sin esperar nada a cambio. Sin embargo, tú apareciste en este mundo, pensé que las almas nunca se encontrarían, pero terminaron siendo vecinos—
—Y ahora huérfano— dijo Kain con desanimo.
—Así es, pero tengo algo que decir, podrías ayudarlo—
—¿Cuál es tu idea?—
—El nombre de las cosas. Ya lo descubriste ¿Verdad?—
—Hasta cierto punto, sí—
—Hasta el momento no has necesitado mucho poder para cambiar el destino de una persona, pero para este niño vas a poder atestiguar el proceso físico. Se podría decir que para cambiar el destino de una persona tienes que ocupar el poder de tu alma—
—¿Cómo es eso?—
—Viggo, tu hijo de aquel mundo. Y tu hijo actual, Mugen. Los dos tenían destinos asociados a la guerra, pero les has dado un nombre que ha rescrito su karma—
—¿Cómo funciona esto?—
—Con tus hijos no sentiste la dificultad ni el esfuerzo de cambiarlos porque había una compatibilidad espiritual. Como tú dices, armonizaban a la perfección. Eran tus hijos—
—¿Pero este pequeño?— dijo Kain mirando al bebé en sus brazos, estaba oculto entre ropajes, con los ojos cerrados. Las manos pequeñas y cerradas.
—Tú deberás sacar una cantidad significativa de fuerza del alma para ayudarlo a cambiar su destino—
Kain miró a Xiao con seriedad y le preguntó —¿Cómo lo hago?—
—Déjame ayudarte— dijo Xiao
—Espera, déjame prepárame— dijo Kain, después miró a la habitación y continuo —despliega unidades de apoyo y dirige los sensores de la torre a esta habitación. Realiza escáner y documenta todo el proceso—
Las unidades Vástago y Segador salieron del brazalete oscuro y se posicionaron dos metros por encima de Kain. Al mismo tiempo, apareció un listado de operaciones en la interfaz visual.
Kain miró a Xiao y le dijo —adelante—
—¿Qué nuevo nombre le vas a dar?— preguntó Xiao mientras se acercaba
Kain miró hacia un lado —podría buscar en la base de datos el nombre que le dieron a este niño, pero eso da lo mismo— soltó un suspiro y la imagen de su padre vino a su mente. Entonces Kain miró a Xiao y continuo —Izuna—
Xiao se detuvo y quedó mirando a Kain —¿Estás seguro?— preguntó
—Sí— dijo Kain mirándolo a los ojos
Xiao soltó un suspiro de solo pensar en lo que iba a pasar a futuro. Él se acercó a Kain y puso su mano derecha sobre el pecho de Kain —bien, tienes que estar tranquilo y permitirme tomar tu fuerza del alma. De lo contrario, será imposible a menos que yo lo haga a la fuerza, y créeme, tú no quieres eso—
Kain asintió y sintió como Xiao, sin hacer ningún tipo de fuerza, tomaba la fuerza de su alma. Dijo que era una porción significativa, pero esto se sentía como si la estuviera sacando toda. Kain sintió como su cuerpo se ponía helado y sus brazos se adormecían. Sin embargo, la sensación incomoda se detuvo y vio como la fuerza del alma se quedó en la mano de Xiao como si fuera una energía roja semi trasparente.
—Que tu destino, cambie pequeño. Desde ahora serás Izuna Uchiha— dijo Xiao y acercó su mano al bebé en los brazos de Kain, pero no pudo continuar porque las piernas de Kain se tambalearon y casi pierde el equilibrio. Kain apoyo su pierna mientras sentía la debilidad por todo su cuerpo. Xiao lo miró a la cara como para ver si estaba bien. Kain asintió y Xiao continuo con el proceso.
En cuanto Xiao toco al bebé con la fuerza del alma de Kain, el cuerpo del bebé cambio de forma cualitativa. Su torrente de chakra creció veinte veces y al mismo nivel sus reservas. Su cabello dejo de ser oscuro y se volvió blanco como la nieve. El bebé se despertó, abrió los parpados y mostro sus ojos oscuros. El bebé lanzó un llanto ensordecedor hasta que el cambio en su cuerpo fue completado. Entonces el llanto disminuyo poco a poco hasta el bebé se calmó. Entonces sus ojos pasaron a ser de un azul celestial.
—Eso fue más agotador de lo que esperaba— dijo Kain mientras sentía sudor correr por su rostro
—No estás acostumbrado a utilizar tanta fuerza del alma— respondió Xiao —ahora, como una solicitud especial. Sería favorable si tu pudieras hacer crecer a este muchacho lejos de Miyuki—
—¿Por qué? ¿Eso no es contraproducente? Me dijiste que él la estaba persiguiendo, incluso después de la muerte—
—Pero si se crían como hermanos ¿Qué pasara?—
—Ooooh— dijo Kain, miró hacia otro lado, después miró a Xiao y sonrió —eres más amable de lo que pensaba—
—Muchacho idiota— dijo Xiao con el ceño fruncido —siempre he sido amable, pero como eres un idiota, no sabes agradecer mi ayuda—
Kain mostro una sonrisa burlona, la debilidad en su cuerpo estaba despareciendo —¿Alguna otra indicación del primordial más amable de todos los universos?— preguntó
—Vaaaaa— dijo Xiao y desapareció sin despedirse.
Kain soltó una risita y miró al bebé en sus brazos. Kain soltó una suspiro y le preguntó —¿Ahora como le explico a Hiruzen tu color de cabello?—. El bebé lo miró durante unos segundos. Tenía una mirada inteligente y unos hermosos ojos celestiales. Después de unos segundos, soltó un bostezo y cerró sus ojos. Kain curvo la comisura derecha hacia arriba y murmuro —bien, un lugar lejos de la familia, pero con alguien de confianza— Kain pensó en su esposa que estaba embarazada y dijo al aire —llévame a la mansión en la nación del Rayo—
Al instante desapareció del laboratorio N°4 mientras Guardián, Segador y Vástago seguían recopilando la información de lo sucedido.
Kain apareció en la habitación de transferencia de la mansión en la nación del Rayo. Era una habitación amplia con una chimenea, un estante con libros y un juego de sillones esponjosos. Naomi estaba sentada en el sillón individual con un libro en la mano.
—Vaya— dijo Kain —no sabía que me estabas esperando—
—Solo fue casualidad— dijo Naomi sin mirarlo, le dio vuelta a la página y continuo —¿Qué se le ofrece al señor Uchiha?—
—Eres la señora Uchiha, así que me puedes llamar Kain, también amorcito, cosita linda y cosas así. Yo recomiendo que me llames amorcito—
Naomi hizo una sonrisa como si estuviera conteniendo la risa, levantó su rostro para responder, pero cuando vio a Kain con el bebé en sus brazos, se quedó muda, congelada. Después de unos largos diez segundos, preguntó —¿Perdón? ¿Qué sucede aquí?—
—Bueno— dijo Kain de forma evasiva —verás, pasaron algunas cosas en Konoha y, como decirlo, es una historia un poco larga—
—Soy todo oídos, señor, empiece— respondió Naomi, se puso de pie y dejo el libro sobre el sillón. Camino hasta Kain y miró al bebé en los brazos de Kain. Ella se detuvo a un metro, levantó la ceja izquierda y miró a Kain —¿Seguro que no es tu hijo? ¿No habrás puesto tus manos sobre la hija de alguien y quieres encubrirlo como si no fuera tu culpa?—
—No, para nada, yo no haría algo tan cobarde, tú sabes— dijo Kain
Naomi presiono sus labios formando una línea y le dijo —es verdad, tu sinvergüenzura no tiene límites—
—Lo tomare como un cumplido—
Naomi soltó un suspiro y se acercó al bebé en los brazos de Kain. Tenía el cabello tan blanco como Kain, daba la impresión de que emitía un halo de pureza —incluso si no lo quieres admitir, este pequeño sinvergüenza se parece a ti—
—Bueno, con respecto a eso— dijo Kain —es complicado, con Xiao cambiamos su destino—
Naomi se quedó helada, miró a Kain y este ladeo su rostro e hizo una mueca de resignación, como si lo que hicieron ya no pudiera ser deshecho.
—Creo que esta conversación será demasiado larga— dijo Naomi —ven, sentémonos en el sofá y dame al bebé—
Kain le paso el bebé con mucho cuidado, el pequeño dormía en paz. Naomi lo recibió y sonrió al verlo tan pequeño e inofensivo.