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Suerte y perseverancia

Pequeña aclaración: Cada volumen es independiente del otro. Sigue su propia línea de historia y no se ve afectado por los volúmenes anteriores. Bueno, salvo por algún poder o habilidad que se viene arrastrando por el conocimiento y la personalidad del protagonista que va evolucionando. Volumen 1 Cross over entre nasuverso y Madam ou no Vanadis Volumen 2 viaje por Juego de Tronos, Señor de los anillos y Dark Soul 3 Volumen 3 Mushoku Tensei y Danmachi. Volumen 4 Naruto y muchos otros. -o- Kain, antiguo vástago del equilibrio. Renació en el mundo de Fate y vivió durante varios siglos. Sin embargo, al encontrarse con su viejo enemigo, el dios Hilden, lucho y perdió. Ahora su alma viaja a través del multiverso buscando el poder y la forma de volver a aquel mundo por la venganza. -o- Reglas del juego: 1.- No hay power up indiscriminados 2.- Todo se estudia y se gana hasta dominarlo 3.- El alma influye sobre el cuerpo, por ende, el cabello y los ojos siempre serán los mismo (ojos color lazuli y pelo blanco). 4.-La fuerza es proporcional al conocimiento adquirido, la técnica y la fuerza del alma. 5.- El nivel del mundo es proporcional al alma. Eso quiere decir que si el alma del protagonista es fuerte, irá a un mundo de mayor nivel.

AOoBeligerante · Anime e quadrinhos
Classificações insuficientes
935 Chs

Mundo Shinobi - PGM - 140

Eran las siete de la tarde y en un camino entre dos montañas apenas entraba la luz del día. Este camino atravesaba las montañas donde estaban ocultos los shinobis de Suna. Al mismo tiempo, Kain lo atravesaba solo mientras cargaba su gran pergamino en la espalda. Avanzaba mirando las extensas murallas de roca solida que se elevaban cientos de metros. El viento que recorría las montañas era inusualmente fresco en comparación con el viento del desierto. En apariencia no había nadie, pero Kain tampoco bajaba la guardia.

-Detente, pequeño demonio- grito un shinobi oculto entre las montañas, su voz se escuchó a la distancia generando un eco.

-No soy un demonio, soy un shinobi y vengo en son de paz- respondió Kain

-Tu padre no podría engendrar nada diferente de un demonio, incluso si se encontrara con una diosa-

-Bueno, yo no me siento demonio, ahora ¿puedes ayudarme?-

-Este no es lugar para un niño-

-Vengo a negociar en nombre del hokage, pero si quieres jugar, no tengo problemas-

Desde el suelo salieron un par de espadas impregnadas con un líquido purpura. Kain saltó hacia una de las murallas de roca sólida y se ayudó del chakra para quedar de pie sobre la pared. Al instante siguiente emergió el titiritero desde el suelo.

-Ustedes son como escorpiones- dijo Kain

-Las serpientes también atacan desde la arena- grito un shinobi con las manos y dedos extendidos hacia adelante mientras tres marionetas se paraban delante de él.

-Si fueras una serpiente, no fallarías- dijo Kain y lanzó un kunai que partió la cabeza de una marioneta en un solo golpe. El titiritero frunció el ceño movió sus dedos para que los títeres desplegaran largas espadas de sus muñecas y pies.

-¿En serio? Te dije que vine a negociar, no tengo tiempo para jugar con alguien tan débil-

-No nos subestimes- grito una mujer desde lo alto de las montañas. Ella se lanzó corriendo a toda velocidad por la pared en vertical y movió sus manos hacia adelante para colocar enfrente a sus marionetas. Kain sonrió complacido, porque fue mucho más fácil obligarlos a salir de lo que esperaba. La marionetista cerró sus manos y las marionetas abrieron sus bocas. Después ella abrió sus manos y de la boca de las marionetas salieron disparadas una gran cantidad de agujas.

Al mismo tiempo, Kain tomo un kunai en cada mano y comenzó a bloquear una a una las agujas. Para él fue una cosa lenta, pero para el resto de los shinobis fue como si él moviera sus manos a una gran velocidad y dejara una sombra. Sin embargo, el ataque solo estaba comenzando y otros dos shinobis bajaron corriendo por la pared del frente. Kain avanzó al encuentro de la primera marionetista, ella preparo las marionetas sacando las espadas de las muñecas y tobillos. Kain bloqueo todos los cortes de las espadas con dos kunais, lanzó los kunais, destruyo las cabezas de las marionetas y se acercó para colocar un sello explosivo en el marionetista. Después él la pateo y se empujó hacia abajo.

Los otros dos marionetistas siguieron bajando por la muralla, pero cuando alcanzaron a la primera marionetista, los sellos explotaron. Las marionetas se hicieron mil pedazos y los marionetistas cayeron desde una nube de humo negro.

Kain cayó al suelo sobre sus pies mientras los tres marionetistas cayeron inconscientes envueltos en el humo de la explosión. Él miró hacia todos lados y notó que el primer marionetista había huido. Kain levantó las manos como si hablara a lo alto de las montañas y pregunto -¿Negociaran ahora? No tengo tanto tiempo, puedes enviar cien personas como ellos, pero nada cambiara-

-Pareces muy seguro- dijo un hombre envuelto en una túnica blanca de kage. Bajo desde lo alto de las montañas sobre una nube hecha de arena. Kain lo espero en la base con una gran sonrisa rebosante de confianza. El kazekage descendió hasta la altura del camino y una vez piso el suelo, la nube de arena se desvaneció.

Kain alzó su vista para mirar al Kazekage, con su respectivo sombrero blanco con el nombre escrito en verde de forma irónica.

-¿A qué debo la presencia del joven Kain Uchiha?- preguntó el Kazekage en un tono cortes

-Vengo a negociar en lugar del Hokage- dijo Kain con una sonrisa en los labios -dime ¿te sirvieron todas esas tierras que entrego la nación del Fuego?-

El kazekage mostró una sonrisa incomoda y negó. Era un secreto a voces que el daimio tomo esas tierras y las vendió a los países vecinos. El problema de alimentos de Sunagakure no se resolvió. El gran problema es que a estas alturas del partido cada país que podía costear una villa oculta había establecido la propia. Así que Sunagakure no tenía margen para negociar con el daimio. Solo se podían atener a lo que él les ofrecía.

-Por tu cara puedo ver que la situación es más complicada de lo que parece- dijo Kain

-¿Qué ofrece Hokage-sama?- pregunto el Kazekage

-Primero que todo, no matarlos- dijo Kain como si nada, llevo su mano a la mochililla atada a su cintura, sacó un pergamino y lo tendió. El kazekage tomo el pergamino y lo extendió. Kain aprovecho el breve instante y comenzó a desplegar su chakra por el aire mientras continuaba enumerando los beneficios -la venta del trigo a mitad del precio y comprar el resto de los bienes que puedan adquirir sin impuesto. A cambió, Sunagakure mantendrá ejercicios militares con los jóvenes shinobis de Konoha y ambos bandos obtendrán experiencia de combate. Al mismo tiempo, esto les servirá de excusa para obligar al daimio a desembolsar grandes sumas de dinero y eso les servirá de financiamiento-

-Parece una propuesta más sensata que la que ofreció Hashirama-sama- respondió el Kazekage -pero tengo un problema aparte. La nación de la Tierra está presionando al daimio de la nación del Viento y nos solicitaron información valiosa. Cualquiera cosa serviría, pero tiene que ser significativa-

Kain se acarició el mentón mientras pensaba y unos segundos después, dijo -¿Qué tal la fuerza de mi katon?-

El Kazekage alzó la ceja algo disconforme y se acarició el mentón imitando a Kain -dicen los rumores que usted incendio parte del Bosque de la Muerte ¿es verdad?-

Kain asintió y respondió -fui yo, pero si quieres que ocupe una fuerza similar, deberá ser contigo o con alguien que tenga una defensa extraordinariamente fuerte-

El Kazekage entrecerró los ojos, porque si este niño era tan fuerte como decía ¿Sus técnicas de fuego eran su habilidad más débil? El Kazekage asintió y dijo -tengo al oponente correcto, pero tendrás que darme un par de días para traerlo-

-¿Seguro que tiene una gran defensa?-

-La mejor defensa-

Kain lo quedó mirando y asintió -está bien, pero tienes que saber que no hay devoluciones. Si cambias las reglas del juego, habrá consecuencias- dijo

El Kazekage miró a Kain y lo evaluó de pies a cabeza; solo parecía un muchacho. Sin embargo, el pergamino del hokage era real, al igual que la habilidad de Kain. Él había vencido a tres marionetistas de nivel jounin por su propia cuenta sin recibir ningún daño.

-¿Qué diremos sobre el combate?- preguntó el Kazekage

-¿Quién va a ser mi oponente?- preguntó Kain de vuelta

-El contenedor del Shukaku-

Kain asintió y miró hacia un lado pensando en una buena excusa -es una advertencia de Konoha a Sunagakure. Ocupar las bestias de colas está prohibido-

-¿Estarás a la altura?-

Kain miró al Kazekage a la cara y sonrió -tú solo preocúpate de traer a tu guerrero bien protegido, podría convertirse en un pollo rostizado-

El Kazekage frunció el ceño y le tendió el pergamino, pero Kain levantó su mano como si pusiera una barrera.

-Ya te lo dije, no hay devoluciones. Si te retractas ahora, te matare y el resto de tu villa correrá con la misma suerte-

Al instante siguiente la arena del suelo se elevó como si levitara mientras el Kazekage miraba a Kain con severidad.

-Soy un profesional, pero no estoy acostumbrado a que me falten el respeto tantas veces- dijo el Kazekage en un tono firme

Kain hizo una sonrisa y avanzó hacia adelante como si su movimiento fuera en cámara lenta. El Kazekage cerró su mano y la arena se reunió alrededor de Kain aplastándolo al instante.

-No te matare, pero espero que esto sea una lección-

-Lo mismo digo- respondió Kain con su voz haciendo eco entre las murallas de roca. El Kazekage miró en todas las direcciones, pero cuando se percató del peso sobre sus hombros, Kain ya se había parado sobre su espalda mientras jalaba el cuello con la mano izquierda y ponía un kunai en el cuello con la derecha.

Las pupilas del Kazekage se abrieron llenas de pavor, incrédulo del momento en el que lo había perdido de vista.

Al mismo tiempo, Kain solo estaba de pie frente al Kazekage mientras mantenía un sello de una mano de forma discreta. El Kazekage estaba en un genjutsu desde el principio, si no, hubiera sido complicado para Kain. Por otro lado, al haber visto la nube de arena en la que llego el Kazekage, Kain estaba 100% seguro de que su técnica de control de arena era la habilidad principal, mientras que los marionetistas solo ocupaban un derivado. Así que Kain intuyo que el Kazekage podría mover la arena solo con su pensamiento.

Similar a la burbuja de genjutsu que usaba Kain para enseñarle el mundo a su madre. El Kazekage distribuía su chakra a su alrededor y tenía pleno control sobre toda la arena en un rango de diez metros, a lo mejor, también sobre los minerales.

No obstante, no era el momento para experimentar. Kain hizo que la ilusión se bajara de la espalda del Kazekage dentro del genjutsu y caminara hasta donde estaba su cuerpo original. El genjutsu se mantuvo, pero el Kazekage tuvo la ilusión de que todo fue real.

-Ahora te puedes ir- dijo Kain sin soltar el genjutsu -no sé si estas acostumbrado a los insultos, pero tampoco estoy acostumbrado a que casi me maten. Mantén tu promesa y yo mantendré la mía-

El Kazekage asintió y Kain fue soltando su manto de chakra hasta desvanecer el genjutsu. El Kazekage tenía tanto miedo que se olvidó de crear su nube de arena y se fue caminando de regreso. Kain lo vigilo en todo momento, sin perderlo de vista. Al mismo tiempo, sentía como un terrible sudor helado le recorría la espalda. El mismo sentimiento a terror que le provoco Tobirama hace años. Tratar con un kage no era un juego. Maldito Tobirama, pensó, él le había dicho que lo insultara y amenazara para ver su estado de mental, pero Kain nunca pensó que el Kazekage se enfadaría tanto. No obstante, Kain no odio a Tobirama. Tener un enemigo era lo mismo que tener una meta en la vida, todos necesitan uno para poder mejorar.

Una vez que el Kazekage desapareció en la oscuridad del camino entre las dos montañas, Kain se dio la vuelta y miró a los tres marionetistas muertos en el suelo. Soltó un suspiro al verlos con una expresión de horror y los ojos blancos. Kain se acercó a ellos y realizo sellos de mano para confeccionar tres ataúdes de piedra. Entonces los dejo a un lado del camino con la esperanza de que sus compañeros los vinieran a buscar.

Kain avanzó de vuelta a su campamento pensando que esto era su fallo, ya que no tuvo la intención de matarlos, pero la fuerza calculada en el ataque no fue la óptima. Aún tenía que crecer, aún tenía que mejorar, pensó. Golpear para herir o incapacitar en lugar de matar. Lo había hecho bien cuando se enfrentó a los chunin que envenenaron a Osamu, pero enfrentarse a un jounin sin matarlo era un desafío, más si eran tres al mismo tiempo.

Kain salió del camino entre las montañas y el sol lo ilumino mientras el viento cálido del desierto le quemaba las mejillas. Él entrecerró los ojos y utilizo su mano como visera. A lo lejos se veía el campamento de Konoha.