capítulo 21

Tadeo ordeno las canciones que iba a grabar. Por ahora tenia nueve canciones oficiales.

Para este fin de semana grabar cuatro canciones, dos el sábado y los otros dos el domingo.

Este fin de semana cantara virgen India de Jorge cafrune, anoche no dormí de los tucutucu, mamá vieja de los chalchaleros y pescador y guitarrero de los tucutucu.

Tadeo a todo esto, nunca había cantado con sus voz de niño pequeño sino a su de ya adulto.

De cuando antes de que venga a este

mundo paralelo.

Su voz ahora era fina pero más adelante será un poco más profunda pero fina.

De esos que llegan fácil las notas agudas pero debido a sus dones era fácil llegar a esas notas si se esforzaba un poco.

Su forma de cantar apenas habría la boca y de esta salía su voz enérgica y fuerte haciendo que se entienda a la perfección las palabras que articulaba.

Poco después de terminar las veinte primeras canciones de su álbum, comenzó a puntear la guitarra afuera de su casa.

Se puso enfrente de la cada mientras miraba a la nada, titán por su parte se acomodo al lado suyo acostándose sobre sus patas delanteras.

Mientras tocaba la guitarra haciendo tiempo, para cuando llegue su papá así toma la siesta, un hombre típico italiano lo miró.

Un hombre italiano de treinta y cinco años, con su Jean de color azul marino, camisa blanca y zapato negros creaba una impresión elegante y sofisticada.

Con su cabello cortado elegante y rizado, se quedo sonriendo mostrando su dentadura perfecta y blanca.

Él se acercó alegremente pero fue detenido por titán quien se levantó al instante, solo observó desde lejos pero muy cerca de Tadeo.

-ah… ¿hola? Buenas tardes muchacho.- dijo un poco nervioso por el perro pero regreso su optimismo y carisma de vuelta.

-buenas tardes ¿Qué quiere?- preguntó Tadeo mientas dejaba de tocar.

-por lo que veo tocas guitarra. ¿acaso.- pero fue interrumpido por el niño.

-toco folclore.- dijo él.

-no importa, sirve igual. ¿quieres tocar en mi café Bella Vita?- pregunta el mientras cruzaba y sus brazos atléticos se marcaban.

-depende ¿das plata?- dijo el niño mientras lo miraba con expresión en blanco.

-si.- dijo el hombre.

-hablá con mi viejo entonces, soy menor todavía.- dijo Tadeo mientras seguía tocando la guitarra.

-no pasa nada, solo serán por menos de media hora. Por quinientos pesos.- dijo hombre sonriendo.

-eso es mucha plata. ¿Me mantendré alejado de los clientes?- dijo el niño con un poco de duda.

-tranquilo, el café es grande y tendrás un escenario al nivel del suelo pero tiene una valla de madera protegiéndote.- dijo un poco consternado el hombre.

-tengo tactofobia y ginofobia. Por eso preguntaba.

-¿ginofobia?- dijo dudando mientras lo miraba confundido.

-fobia a las mujeres.- respondió de forma seca Tadeo.

-no hay problema, las mesas cerca del escenario se deben pedir, aunque son pocas, te mantendrán a salvo.- dijo de forma segura.

-tendré que verlo, tengo jardín y grabo los fines de semana.- dijo Tadeo mientras ladeaba la cabeza pensando.

-¿jardín? ¿Cuántos años tienes?- dijo muy confundido el hombre.

-cuatro por ahora en junio cumplo cinco.- dijo Tadeo.

El hombre solo abrió la boca de la consternación.

-Eso no es posible.-

-si lo es.-

-no lo creo.-

-lo estas viendo.-

El hombre solo parpadeo y suspiro y dijo nuevamente.

-¿Cuándo vuelve tu padre?- dijo mirándolo mientras ponía sus manos en su cintura.

-en media hora tal vez. ¿Por qué?- dudo al final Tadeo.

-¿puedo esperar con vos?- dijo mirando al perro.

-como vos queras. Si no haces nada, titán no te hará nada.- dijo Tadeo mientras le ofrecía un asiento pero lo suficientemente alejado de él.

El hombre se sentó y vio a Tadeo como tocaba la guitarra y también noto que el perro lo miraba fijamente.

-entonces… ginofobia.- dijo incomodo.

-de nacimiento.- respondió sin incomodidad como el italiano.

-¿Por qué?- dijo de forma directa.

-no se sabe, incluso desde bebé actuó por instinto así.- comentó Tadeo.

-¡ah! Cierto no me presente. Alessandro Di Luca- dijo de la nada gritando haciendo que tinta se me erizada la piel.

-Tadeo Ledesma.- dijo el niño de apariencia de ocho años.

-¿Cómo descubriste tu talento?- preguntó interesado.

-no se. Tengo sofrofobia y esta es la manera de que no me de un ataque de ansiedad.-

dijo Tadeo tocando haciendo que su mente se despejará.

-¿Cuántas fobias tienes?- dijo sorprendido Alessandro.

-cuatro, nictofobia, sofrofobia, tactofobia y ginofobia.- comentó el niño.

-pobre, debe ser muy duro.- dijo con lastima en sus palabras.

Poco después dejo de hablar y solo observó a Tadeo tocar la guitarra.

'Tiene un gran talento, y dijo que graba los fines de semana, ya debe afirmado con un productor o sello.'

Pensó Alessandro mirando como tocaba la guitarra con facilidad y agilidad.

-¿Qué tanto se llena tu café?- dijo de la nada Tadeo después varios minutos.

-todos los días de semana se llena mucho, debido a que Kenji es muy detallista y atento a como se hace cada café.- dijo Alessandro.

-los diez baristas que tenemos fueron entrenados de forma extenuante y eso hizo que mi café fuera muy reconocido.- dijo mientras sudaba al recordar esos tiempos.

-¿Por qué la pregunta?- dijo mirando al niño de ojos negros como la noche.

-a este paso ya es un interrogatorio.- comentó Tadeo.

Y Alessandro entiendo el mensaje lo cual se quedó callado y solo siguió escuchando el punteo de Tadeo.

La media hora acordada ya paso y notó un auto qué iba hacia aquí.

Al salir notó a un hombre muy alto, de piel morocha quemada por el sol vestido de uniforme verde.

Marcelo notó a su vecino, que vivía a dos casas de donde la suya, al lado de él su hijo tocando la guitarra.

Su hijo asintió y dejo la guitarra a un lado.

-este señor quiere hablar con vos para que toque en su café y me paga quinientos pesos la hora.- dijo Tadeo.

-así es pero es sin compromiso, si falta no pasa pero obvio no le voy a pagar, si los cliente quieren darle dinero puede quedárselo.- dijo Alessandro mientras estrecha la mano gigante de Marcelo.

-¿Qué días serian eso?- preguntó el padre.

-los fines de semana, puede ser en la mañana, mediodía, tarde o incluso noche. Abrimos a las cinco y cerramos a las once de la noche.- dijo sonriendo.

-¿no son muchas horas?- preguntó con el ceño fruncido Marcelo.

-hay triple turno.- respondió el hombre italiano.- pero casi siempre hago tarde noche.- agregó.

-lo pensaré.- respondió el padre y Alessandro le dejo una tarjeta del lugar.

Café Bella Vita, avenida Rivadavia 3500-3600

El hombre solo la recibió y se fue adentro, el italiano se despidió de Tadeo y el niño bostezo y se fue a dormir.

Al entrar notó que su padre se estaba calentando el resto del pastel de papa, sin embargo el niño se fue a dormir.

Al entrar, prendió las luces azules oscuras, encendió la radio que sintonizaba lo que se escuchaba hoy.

Le subió un poco el volumen y se acostó sobre su cama, se tapo con una manga ligera porque entraba una brisa fresca pero lo suficiente fuerte para dar frío.

Titán se subió a la cama y se acostó en los pies.

Tadeo como siempre le costó dormir, variaba cada día, en solo minutos se durmió o tardaba hasta dos horas.

Y hasta que se durmiera comenzó a imaginar canciones para relajarse como la banda sonora de dark souls uno.

El coro, la voz principal, el violín, el violonchelo, el piano y demás instrumentos.

Sin embargo pensándolo, llegar a participar en bandas sonoras así no estaba tan lejos.

Poco después de media hora, Tadeo se durmió profundamente.