Capítulo 38: Pimienta es una chica despistada.

Unos minutos después, en el jardín personal de la mansión de Escáthach, a pesar de llamarlo un jardín, este lugar parecía más un bosque que un jardín...

—Cof —La chica frente a mí fingió toser, se masajeó un poco la garganta, intentaba engrosar su voz:

— A-A-B... Probando, uno, dos...

Ella me mira con una cara seria y dice:

—Mi nombre es Pimienta, por orden de mi madre, soy responsable-

La interrumpí, —¿No vas a cambiarte de ropa?

—¿Fue? —Parecía confundida por un momento, bajó la mirada y vio que todavía llevaba una toalla—. Oh...

De repente escucho una pequeña explosión, y veo su cara poniéndose roja brillante, luego desaparece a una velocidad sorprendente.

Al mismo tiempo que sucede eso, mi sombra se expande, y pronto Kaguya sale de mi sombra:

—Señor Víctor.

—Oh, Kaguya, ¿qué pasó? —Pregunté mientras acariciaba su cabeza.

—Mm, —No dice nada y simplemente se queda callada.

Sintiendo su cabello negro en mi mano, sonrío satisfecho y digo: