Víctor era un hombre normal de 21 años, creció en una familia cariñosa que lo ayudaba a cuidarse sabiendo que tenía una enfermedad prácticamente incurable, la sangre RH nula, era poseedor de un tipo de sangre raro... Pero lo que Víctor no sabía, es que este tipo de sangre era un manjar en el mundo sobrenatural, criaturas que se alimentaban de sangre adoraban su tipo de sangre... Y esa sangre que él odiaba sería el factor que convertiría a Víctor en el vampiro más grande de todos los tiempos.
—¿En serio? —dijo Víctor—. No puedo creerlo.
—Te lo digo en serio —responde su amigo Felipe—, eres una especie de leyenda viviente.
—Bueno, eso no me hace sentir mejor en absoluto —murmuró Víctor entre dientes.
—Quizás no, pero —Felipe pone su mano en el hombro de Víctor— al menos ahora tienes un propósito en la vida.