Magia de Sangre

Después de sufrir varias veces desmayos y sueños de varios días, Tarantir ya no le sorprendió saber que estaba vez, volvió a dormir durante dos días.

Su cuerpo no se había recuperado del todo, el proceso por el que su cuerpo había pasado, era bastante fuerte y Alzur asumía que su parte vampírica se encargaría de una recuperación rápida.

Y no estaba equivocado, es solo que su cuerpo también tenía una parte humana.

Cuando despertó de la cama, por reflejo, lo primero que hizo fue verse al espejo, quería ver si la marca que debería estar en su espalda había desaparecido.

Ni siquiera lo dudaba, sabía que era medio vampiro, y de los conocimientos que tenía de los libros confiaba en que tenía esa habilidad.

Pero le preocupaba que su otra parte evitara el proceso de regeneración.

Al sacarse la camisa y darse la vuelta, se alivió, no tenía marca alguna en su espalda.

En verdad no le importaba del todo si hubiera dejado una marca, pero tampoco quería lucir como Bagdur.

El tipo no debería tener una parte de su cuerpo sin cicatrices, que seguro ayudaban mucho a repeler a ciertas personas que buscaban problemas.

Pero si podía evitarlo, prefería no tener marcas para recordar todas sus batallas.

De todas formas ya no había motivo para continuar en su habitación.

Decidió que era mejor ir a comer algo, ya que su estómago empezó a comerse a sí mismo.

Realizó el mismo recorrido hacia el comedor, pero esta vez no había nadie presente, pero llamativamente la mesa estaba repleta de comida.

No sabía si era hora de desayunar o almorzar, ni siquiera sabía o recordaba si esos conceptos existían en este mundo.

Solo sabia que tenía hambre, y si por él fuera se abalanzaría sobre todos los platos, en verdad tenía un fuerte deseo de hacerlo, pero hacerlo lo haría ver como un animal.

Haciendo uso de su autocontrol, se dirigió a uno de los platos sobre la mesa y utilizando los cubiertos se sirvió una cucharada o presa de cada uno de los manjares.

Estaba vez, se encargaría de tomar su tiempo, algunos tenían mejor sabor que otros y eran recompensados reduciendo su cantidad en las fuentes.

Cada cucharada que entraba a su boca, era acompañado de un baso de un vino dulce, y así se repitió el mismo orden de bocado y bebida por 40 minutos hasta que el hambre que incendiaba su estómago se apagó del todo.

Entonces Tarantir miro lentamente la mesa una vez más y se dio cuenta de que falta casi la mitad de los alimentos que estaban allí en un principio.

Quería dudar en verdad de que él había sido el culpable, pero era el único presente.

Al levantarse se dio cuenta de que tenía las pruebas del crimen asomándose ligeramente de su vientre.

No había que sentirse culpable de nada, solo se podía decir que había saldado el hambre de varios días, sino semanas, en unos cuantos minutos.

Ahora era momento de dejar la escena del crimen, y decidió que era momento de conocer mejor a Alzur, había muchas preguntas que tenían que ser contestadas.

Esta vez para salir del comedor tomo el camino que lo llevaría a la biblioteca donde hablo por primera vez con el hechicero, si era fiel a su profesión tendría que estar allí.

No fue tan difícil llegar a la puerta que quería, en primer lugar porque parecía tener una buena memoria y segundo porque no había muchas puertas para confundirse.

Al abrir la puerta reconoció la amplia habitación con mesas de cuarzo y lámparas doradas, que combinaban con una espléndida chimenea.

Pero su belleza, como recordaba, estaba empañada por cientos de columnas de libros y pergaminos por todos lados.

Había varios andamios colocados en las paredes para ordenar los libros, pero era obvio que la habitación fue creada en un momento sin saber la cantidad de libros totales que se tendría al final.

Al acercarse a la primera mesa se dio cuenta con solo ver la portada de que tratarían en general los temas de investigación, conocimiento del cuerpo humano y otras razas.

No era una gran sorpresa para ser sincero, únicamente hace falta saber un poco sobre Alzur para ver lo obvio.

Alzur: "Parece que por fin despertaste"

Tarantir no sabía con seguridad si el hechicero lo había querido asustar al no anunciarse antes, pero lo más llamativo es que en verdad si lo sintió venir.

Tarantir: "Esta habitación parece estar un poco desordenada"

El medio vampiro no tenía la suficiente confianza para empezar una conversación directa con Alzur, era tal vez su idealización del personaje lo que lo interrumpía.

Alzur: "Para nada, hijo mío, todo está exactamente donde debe estar, de todas formas manejo casi a la perfección más de la mitad de los libros que tengo aquí"

El hechicero venía de otra habitación adjunta y paso por el costado de Tarantir para recoger algunos documentos en una mesa marrón.

Alzur: "Sabes, creo que has tenido una resiliencia tremenda al proceso que viviste, aunque en su mayoría no lo recuerdes, pero siempre debe de generar dudas y ayudaría a que avancemos más rápido si las haces más pronto que tarde"

Tarantir se quedó mirándolo, aún no tenía la confianza suficiente, pero le estaba pidiendo directamente que le preguntara sus dudas.

Tarantir: "Ya sabia que no era normal desde nuestra primera charla, pero recién he comprendido las diferencias entre lo normal y lo que soy, "

Estaba buscando las palabras adecuadas para explicarse mejor

Tarantir: "cada vez van pasando los días siento que mis sentidos mejoran, puedo oír pasos ligeros, puedo ver en la oscuridad, curación instantánea, ¿sabes algo más que yo no sepa? "

Alzur no lo estaba mirando directamente, mientras Tarantir hablaba se había quedado mirando al vacío pensando.

Alzur: "En verdad no conozco del todo tus habilidades, seré sincero contigo teniendo en cuenta los genes que mezclamos para tu nacimiento, no deberías haber nacido, se necesitaron poderosos hechizos para juntar los genes y lograr lo imposible"

El mago caminaba reflexionando sobre sus recuerdos.

Alzur: "En ese proceso debes haber adquirido la capacidad de ser un conductor del caos, sabes, es difícil aprender la telepatía, yo podría ser capaz de hablar usándola en cualquier persona y automáticamente cerrar el conducto para ya no escuchar sus pensamientos"

Termino llegando a una mesa con una copa y un recipiente de plata que contenía vino.

Alzur: "Pero ese día que despertaste y saliste del estanque, volviste a abrir el conducto que había cerrado para responderme, pero no solo eso, tú no tenías reservas de magia para poder usarlo"

hizo una pausa para razonar algo

Alzur "así que usaste un intercambio equivalente, no me di cuenta al principio, pero después de realizar algunas pruebas me di cuenta de que había sucedido"

Dos copas de vino fueron llenadas por Alzur, pero él agarró la suya y señalo con su mano la otra para que Tarantir la recogiera,

Alzur: "Un mago con experiencia, puede lograr usar hasta el aire para absorber reservas de magia suficiente para lanzar hechizos, otros usan el agua o la misma tierra, pero en tu caso puedes usar algo más, tu sangre"

La atenta mirada del medio vampiro seguía atentamente el recorrido de Alzur y no pudo evitar susurrar ligeramente su duda.

Tarantir: "¿Mi sangre?"

Alzur: "Si tu sangre, tu sangre tiene la capacidad de mezclarse con el caos, es decir, que puede ser usado como fuente para extraer reservas para generar hechizos"

Se quedó unos segundos mirando hacia el vacío buscando un pensamiento.

Alzur: "pero no en una proporción normal, no, mis escudos mentales son una de los logros por los que me puedo sentir orgulloso, pero una gota de tu sangre fue capaz de destruirlos sin siquiera resistencia"

Tarantir no había prestado mucha atención a los detalles de la magia en su conocimiento de los libros, por lo que esta información se le hacía complicada de entender, aunque estaba haciendo todo su esfuerzo, de igual forma pidió una aclaración.

Tarantir: "¿En pocas palabras?"

Alzur: "Que tienes el poder sobre un nuevo tipo de magia, magia de sangre, no conozco sus habilidades, pero juntos nos encargaremos de descubrirlas, me encargaré de que aprendas a controlarla en su máxima capacidad"

El hechicero parecía emocionado, mientras miraba directamente a Tarantir, quien entendió ahora si el concepto general de lo que le estaba diciendo.

Tarantir: "Me enseñaras a usar la magia, Bagdur me ensañara a pelar, ¿Qué es exactamente lo que esperas de mí?"

Alzur no respondió inmediatamente aguardo unos cuantos segundos.

Alzur: "Nada menos de lo que un padre esperaría de su hijo, que lo supere y sea mejor que él"