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Instructor de bastón (I)

Hago que Rui me haga una felación. Para acabar lo que mi nueva mascota había empezado. Es la mejor de mis esclavas. Ning es demasiado entusiasta. Rong, demasiado poco. Bronceada demasiado seria. Hai un poco inexperta.

Luego la cojo de las piernas. Yo aún de pie. Ella en una posición un tanto acrobática. Su cuerpo arqueado hacia atrás. La cojo de los muslos y la penetro. Ella apoyada con las dos manos en el suelo. Su cabeza a unos centímetros. Como si estuviera acostada en la cama y esta hubiera desaparecido. Como si la hubiera forzado a caer y hubiera llegado a esa posición.

Sus modestos pechos caen hacia su cabeza. Rebotando a cada embestida. Sus brazos le tiemblan. Más cuando se corre. Su cabello azul llega hasta el suelo. Embisto en ella sin parar. Sin darle tregua. A pesar de lo cual consigue aguantar. Buena mascota. Mañana le dejo elegir.

Con Bronceada, sigo de pie. La pongo de espaldas a mí. Su culo a mi altura. Sus codos apoyados al suelo. Su cabeza casi tocando. Está bastante obediente y dedicada. Pero aún le falta algo para que pueda confiar en ella. Por eso, no la he subido a la nueve.

La diferencia entre su piel morena y la más blanca es muy sensual. Sus firmes nalgas vibrando son muy eróticas. Su cuerpo atlético sudado me hace querer penetrarla con más fuerza.

La dejo en el suelo con Rui y cojo a Ning. Como a Bronceada. Pero la obligo a moverse a ella. Al principio le cuesta un poco. Luego coge el ritmo. Gimiendo sin parar.

Cuando cae Ning, llena y satisfecha, miro hacia Hai. Sin decirle nada, se pone en la misma posición. Está mojada. Me mira con lujuria. La penetro sin compasión. No es que la haya pedido.

Después gasto qi practicando Corriente de qi. Si logro controlarlo mejor, podré reducir más el espacio que imbuyo, y así el qi que gasto. O aumentar la intensidad del qi, haciendo el golpe más potente o la defensa más robusta.

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–¿Qué hacemos con él?– suspira Song.

–Nada, no tiene remedio– ríe Shi.

–Pobre, no tiene la culpa, era un esclavo– me defiende Liang entre risas

–Pues tú bien que lo entiendes– la refuta Yi.

–No os metáis tanto con él– se queja Shun.

–Es divertido– ríe Yu, que esta vez no me apoya.

–No lo entiendo– asegura Wan, ante las risas de todas.

–Creo que se lo tendríamos que explicar– sugiere Ma Lang.

–Solo cuando acabemos de burlarnos de él– ríe Song.

Todas se ríen. Quizás ha sido un error contarles lo de Yan Xiulan. Tardan un rato en decirme lo que se supone que es obvio.

–Vamos, que está coladita por ti. Es tímida, y tú vas y le dices que está guapa cuando sonríe. ¿Cómo quieres que reaccione? Ha huido abochornada. Seguro que ahora se lamenta de lo que ha hecho. Más te vale ser considerado la próxima vez y no recordárselo– resume Yi.

–No tiene sentido. Apenas nos conocemos– reniego.

–Ella te ha visto antes. Seguro que te ha observado. Tus amigas pervertidas seguro que le han contado sobre ti. Es inexperta e introvertida. Tú encima eres amable con ella. La piropeas. Si no le gustaras, no hubiera reaccionado así– concluye Song.

–Más te vale tratarla con delicadeza. Nada de intentar besarla de entrada. Te servirá como práctica– interviene Shi.

Supongo que tienen razón. También explicaría la actitud de Pen, Fen Huan, Bei Liu y Bi Lang. La verdad es que es mona. Aunque eso de práctica… Siguen burlándose de mí…

–Ahora explícanos con detalle que ha pasado con Di Tao– exige Yu.

Todas asienten. Me miran raro cuando se lo explico. Algunas abren mucho los ojos. Otras se ríen. Otras suspiran.

–Seducida porque la han azotado. Lo que hay que ver– se muestra incrédula Liang.

–Creo que Kong atrae a las más raras– se ríe Yi.

–Oh. ¿Entonces tú eres rara?– se burla de ella su hermana.

–¡Eh! ¿¡A quién llamas rara!? ¿¡Y tú qué!?

Las ignoramos y las dejamos peleándose. No es la primera vez.

–Por el culo dolía… No sé si debería probarlo otra vez…– se pregunta Song.

–No duele. Y es excitante– interviene Wan.

Todas se callan, giran y la miran. Incluso las gemelas dejan de pelearse por un momento. Ella se sonroja. Se da cuenta de que ha hablado de más. Pero ahora es ya demasiado tarde.

–Oh… Alguien va a tener que dar algunas explicaciones– la amenaza Yi.

–Así que nuestra alquimista es más pervertida de lo que pensábamos– se ríe Shi.

La están molestando durante un rato. Hasta que se dan cuenta de que Ma Lang y Shun han estado demasiado calladas incluso para ellas. Se han acercado a mí. Me están besando. Lang se acaba de sentar sobre mí. Apretando los dientes para que no la oigan. Se mueve poco a poco.

–¡Ah! ¡Míralas! ¡Traidoras! Tan calladitas y tímidas, y míralas…– las acusa Song indignada.

–Ja, ja. Hoy se han adelantado– ríe Liang. Creo que las había visto y no ha dicho nada.

–Aprovechadas. Han ganado el juego– susurra Yi.

–No podemos distraernos ni un momento– se lamenta Yu.

¿Qué juego? Quizás mejor no saberlo. Prefiero disfrutar de Ma Lang. De sus besos. De sus abundantes pechos. Servicial y apasionada. De su interior que envuelve mi miembro.

Se separa un momento. Me mira. Sonríe. Les saca la lengua. Me vuelve a besar.

–Encima está crecidita– la critica Song entre risas.

Después de Lang viene Shun. También dedicada y dulce. Song es más salvaje. A Yi la pongo a cuatro patas, después de que me lo pidiera con la mirada. A Shi y Liang acostadas en la cama. Yu contra la pared. De espaldas. Wan contra la pared. De cara. Se sentía un poco avergonzada. Pero ha acabado igual de apasionada que siempre.

Ma Lang y Shun duermen hoy conmigo. Algo de que han ganado un juego. Son realmente dulces y serviciales. A Wei la han dejado con sus canguros después de darle de comer. Al bebé le encanta jugar con Terror y Rayitas. Estas la dejan hacer y la miran curiosas. Incluso si les estira los bigotes. No les puede hacer daño. Su cultivación las protege incluso de un peligroso bebé mortal.

Las crías de salamandra eran más reacias cuando Wei intentaba cogerlas. Jugando en el agua. Era divertido verla. Totalmente inofensiva. Ha acabado empapada.

Aunque no me extrañaría que dejara de serlo. Con la leche materna ahora con qi, lo normal sería que sus tiernos meridianos reaccionaran poco a poco.

Yo me duermo viéndola acostada sobre Rayitas. Las chicas mirándola con el corazón robado. Su madre ha sonreído hermosa cuando se lo he dicho. Ahora duerme recostada en mi brazo. Desnuda. Preciosa.

Al otro lado, Lang se recuesta sobre mí. Sus pechos presionándome lujuriosos. Se ha acercado tras dormirse. Son las dos adorables.

Veo que las demás han acorralado a Wan. Está roja. Mejor hago como que no he visto nada.

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Tras un par de días, me dirijo hacia el pabellón de entrenamiento. Es la primera vez que voy para entrenar. Había estado varias veces como esclavo. Tengo un par de razones para ir.

La principal es que hoy hay un instructor de bastón. No viene a menudo, a diferencia del de espada. Hay pocos que usan mi arma. Por supuesto, sería mejor tener un maestro propio. Alguien a quien poder consultar siempre que tenga una duda. Pero para ello hay que llamar la atención de uno.

Como sea, un instructor no está mal. Da una breve charla al inicio y otra al final. También supervisa el entrenamiento. Puede dar consejos individuales. Depende de su carácter. Algunos son más considerados que otros. Los hay que parece que vayan obligados. Otros parece que lo hacen con devoción. No sé cómo será este.

La segunda razón es el novio de Di Tao, Lin Xiaojian. Quiero echar un vistazo. Al menos, poder reconocerlo, por si hubiera algún problema. Por la información que he recibido, suele estar en la zona de entrenamiento a esta hora. Su cultivación es varias etapas superior a la mía. Además, es un estudiante interno. Y la mano derecha de uno principal.

Yo soy un estudiante externo. Hay que subir tres etapas de Alma en menos de veinte años para ser uno interno. O llegar al reino del cuerpo. Para ser uno principal, es mucho más difícil. Al menos la mitad de los maestres tienen que estar de acuerdo. Se ha de llamar la atención con la velocidad de cultivación u otras gestas.

Claro que aún es mejor ser un estudiante directo de algún maestre. Como Da Ting de la maestre ilusoria.

–Es ese– me señala un esclavo que está en la etapa dos.

Lin Xiaojian tiene el pelo largo, azul oscuro. Es musculoso. No parece muy amigable. Está sentado observando a su facción entrenar. La de su hermano mayor. El estudiante principal. Lin Wenyan. Que hoy también está allí. Vaya, qué sorpresa.

Resulta ser el estudiante que me salvó por casualidad. Cuando el exestudiante y sus secuaces me tenían rodeado. Quería agradecerle, pero mejor no lo hago. Ni siquiera podría acercarme. No me extrañaría que acabara humillado. Le debo una, aunque no fuera queriendo. Si se da la oportunidad, se lo pagaré.

Por lo que he oído de él, es arrogante y presuntuoso. Aunque no más que otros estudiantes principales. De hecho, relativamente moderado. Claro que tampoco es de lo más fuertes. Supongo que si es un estudiante principal, tiene potencial para serlo.

La secta les da más recursos que a los internos. Y a estos más que a nosotros. Es normal, los recursos no son infinitos. Los que no lleguen a interno tendrán que dejar la secta. Los internos tampoco pueden quedarse eternamente si no mejoran.

La estrategia es sencilla. Dar una oportunidad a los externos para promocionarlos. Apostar por los internos. Invertir en los principales. Con todo, por lo que he oído, somos una secta relativamente benévola. En otras dejan que sus estudiantes se maten entre sí. Aquí, hay que hacerlo a escondidas.

 Bien, ya sé que aspecto tiene. Así que me voy a buscar a los del bastón. Oh, hay más de los que esperaba. Unos diez. Y aún no es la hora. Entre la etapa siete de Génesis y las dos de Alma. Supongo que más allá este tipo de lecciones básicas no les interesan. O ya las han tenido. Claro que aún hay tiempo para que lleguen más.

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Al final, somos casi veinte. Algunos han llegado justos. Otros estaban charlando en los alrededores. Los bastones no son mejores que el mío. De hecho, diría que tengo uno de los de más calidad. Por lo menos, es llamativo al ser todo negro. Quizás tengan mejores y no los han traído.

La verdad es que si no es por el aviso de las chicas, quizás se me hubiera olvidado llevarlo. Sacarlo del Almacén hubiera sido sospechoso. Que tenga un anillo también. ¿Quizás debería comprar uno para disimular? Son caros, pero tengo bastantes puntos. Podría arriesgarme con uno barato en el mercado. Si son de mala calidad, se corre el riesgo que el sellado espacial se rompa. Pero tampoco importa mucho en mi situación. Solo sería para disimular.

–… En resumen, el bastón destaca en defensa, pero no puede subestimarse ofensivamente. Puede usarse ocasionalmente como una lanza, con algunas técnicas que moldean una punta con qi, pero su naturaleza es golpear. Con el extremo para golpes rápidos. Con el cuerpo para más contundentes. No obstante, todas las técnicas y movimientos pueden esperar. Lo fundamental es que la circulación de qi sea fluida. Es importante en todas las armas, pero en el bastón lo es aún más, pues cada centímetro se puede usar para atacar y defender. Así que practicad, hoy os supervisaré.

No puedo decir que no haya sido útil escucharlo. Hasta ahora, he aprendido algún movimiento, alguna técnica, pero ni siquiera conocía los fundamentos. No sabía cómo debía de avanzar. Por lo menos, mis prácticas circulando qi no han sido una pérdida de tiempo.

Ya que estoy aquí, me pongo a practicar junto a los demás. Sé que hay algunas miradas puestas en mí. Las de los esclavos no me preocupan. Las de otros estudiantes, espero que tampoco sean muy hostiles.

Alguien me ha señalado antes como "el esclavo". Así que ahora todos saben quién soy. Diría que hay más bien curiosidad. Algo de desdén también. No puedo hacer otra cosa que ignorarlos.

Me sorprende un poco que la mayoría tengan un control de qi más pobre que el mío. Es normal en los de Génesis. Pero no lo esperaba en los de Alma. Solo uno de los de la etapa dos lo hace mejor. Me resulta extraño.

Puede que las gemelas tengan razón. Claro que no se lo voy a reconocer. Presumirían demasiado. Dicen que los otros estudiantes tienen que invertir mucho tiempo en cultivar. O en recuperar qi. A ellas les pasaba. Yo solo tengo que follar para ambas cosas. Eso me da más tiempo y qi para practicar. Aunque lleve mucho menos tiempo haciéndolo.

Además, está el tema de conseguir recursos. Copiar manuales da muchos puntos. Y ni siquiera los necesita para recursos de cultivación. Ellos tienen que invertir mucho tiempo y esfuerzo para obtenerlos si quieren avanzar más rápido.

Quizás ellas no tengan la ventaja de tener tanto qi, pero sí tienen tiempo. Y un entorno tranquilo. No tienen que preocuparse de cultivar, solo de practicar. Quizás somos aún más privilegiados de lo que creía.