La Mayor Estafa y demás historias de Swindle Jones

—Entonces lo que tienen que hacer es conseguir tres nuevos vendedores, y ellos, a su vez, tienen que conseguir tres nuevos vendedores, y etcétera, etcétera. ¿Preguntas?

Varias personas levantaron la mano. Ellos estaban en una reunión a puerta cerrada para oír acerca de una oportunidad para aumentar sus ingresos de manera fácil y rápida. Y tenían suerte, porque la conferencia era impartida por la persona detrás del proyecto, Ringo Jones (aunque sus amigos lo llamaban Swindle Jones, y por eso él nunca mezclaba amistad con negocios.)

Swindle eligió al azar a una de las personas con la mano levantada. Era una madre soltera bastante joven y con bastantes deudas. Uno de los miembros del STAFF del evento se acercó a ella y le dio un micrófono.

—Sí, eh, hola. Me llamo Becky.

—Hola, Becky, qué gusto tenerte aquí el día de hoy —dijo Swindle—. Un aplauso para Becky, damas y caballeros.

Todos los presentes comenzaron a aplaudirle a Becky, quien sonrió tímidamente.

���Gracias —le murmuraba al micrófono.

—Dime, Becky, ¿cuál es tu pregunta?

—Sí, gracias, Ringo, es que no entiendo para qué necesitamos conseguir tantos vendedores. ¿No se supone que íbamos a vender shampoo o algo?

—Verás —respondió Swindle—, el esquema de este negocio es muy sencillo: nosotros nos enfocamos en conseguir vendedores, ya que nosotros seremos sus proveedores, y cuando ellos consigan vendedores, nosotros seremos sus proveedores también. En pocas palabras, automáticamente subiremos de rango y aumentaremos nuestras ventas sin necesidad de hacer nada. Sé que suena complicado, así que lo explicaré con un ejemplo: digamos que ustedes consiguen a tres vendedores que necesitan 100 unidades de nuestro producto al mes. Ustedes ya están vendiendo 300 unidades mensuales. Y si cada uno de sus vendedores consigue tres vendedores que necesitan 100 unidades para vender, entonces ellos ahora necesitarán 300 unidades cada uno, y ustedes ahora estarían vendiendo un total de 900 unidades mensuales, y este número aumentará cada vez que se consigan nuevos vendedores. ¿Alguna otra pregunta?

Un hombre de mediana edad se levantó de su asiento con la mano levantada. Tenía una barba negra y prominente que contrastaba con la calva en su cabeza.

—Y ¿qué diferencia a este producto de los demás? ¿Cómo sabemos que se va a vender?

—Bueno, a diferencia de los tratamientos contra la caída del cabello del mercado, este está creado a base de aceite de serpiente. La receta proviene de los nativos americanos.

—Y ¿funciona?

—Bueno, ¿alguna vez has visto a un nativo calvo?

Los presentes se miraban entre ellos, asentían la cabeza y murmuraban positivamente.

—Bueno, entonces para ser parte de nuestro equipo solo tienen que firmar su contrato, y recibirán sus primeras 100 unidades de nuestro producto. Hagan fila aquí, por favor.

Los presentes se levantaron de sus asientos e hicieron fila. Poco a poco iban firmando su contrato y recibiendo sus primeras 100 unidades de producto.

—¡Policía! ¡Que nadie se mueva! —de repente un grupo de policía derribó la puerta y comenzó a arrestar a todo el mundo. Los nuevos vendedores miraban confundidos la escena, mientras que los viejos vendedores corrían por todos lados. Y Swindle aprovechó la confusión para entrar al baño y salir por la ventana, que convenientemente daba a la calle, donde su auto estaba convenientemente estacionado (pues él sabía que una de las reglas más importantes en cualquier negocio es: "siempre ten una ruta de escape").

Swindle entró a su auto, lo encendió y escapó a una velocidad moderada (no demasiado rápido para levantar sospechas, pero no demasiado lento para dejar que lo atrapen si algo sale mal). En el semáforo giró en dirección a la casa de su madre (podía esconderse ahí por un tiempo).