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Suerte y perseverancia

Pequeña aclaración: Cada volumen es independiente del otro. Sigue su propia línea de historia y no se ve afectado por los volúmenes anteriores. Bueno, salvo por algún poder o habilidad que se viene arrastrando por el conocimiento y la personalidad del protagonista que va evolucionando. Volumen 1 Cross over entre nasuverso y Madam ou no Vanadis Volumen 2 viaje por Juego de Tronos, Señor de los anillos y Dark Soul 3 Volumen 3 Mushoku Tensei y Danmachi. Volumen 4 Naruto y muchos otros. -o- Kain, antiguo vástago del equilibrio. Renació en el mundo de Fate y vivió durante varios siglos. Sin embargo, al encontrarse con su viejo enemigo, el dios Hilden, lucho y perdió. Ahora su alma viaja a través del multiverso buscando el poder y la forma de volver a aquel mundo por la venganza. -o- Reglas del juego: 1.- No hay power up indiscriminados 2.- Todo se estudia y se gana hasta dominarlo 3.- El alma influye sobre el cuerpo, por ende, el cabello y los ojos siempre serán los mismo (ojos color lazuli y pelo blanco). 4.-La fuerza es proporcional al conocimiento adquirido, la técnica y la fuerza del alma. 5.- El nivel del mundo es proporcional al alma. Eso quiere decir que si el alma del protagonista es fuerte, irá a un mundo de mayor nivel.

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Capítulo 73 - Tres tesoros

En la sede municipal de Lapan, en donde antes estaba la casa del tirano local y ahora eran las oficinas de administración de la ciudad. Kain estaba conversando con Maaya.

Durante el pasado año, la ciudad a disminuido su población una vez mas. Sin embargo, esta vez no fue por la mano de Kain. Fueron los propios residentes los que tomaron la opción. Kain iba a empezar a implementar un sistema de trabajo remunerado y les explico todos los pros y contras. Cuento corto, al veinticinco por ciento de la población no le pareció la idea. Debían permanecer atados a la ciudad por diez años y nunca salir hasta que estuviera consolidada. Esto fue pensado por Kain como una manera de establecer la base de operaciones y que no se filtrara la información de la ciudad. También estaba pensando en dejar que la gente misma construyera la ciudad, de esa manera, una vez que este lista, la protegerán como un tesoro.

De las cuatrocientas personas que habían en ese momento, cien se fueron. No les gusto el hecho de trabajar por una remuneración ni tener que cumplir horarios. Estuvieron cómodos durante mas de medió año alimentándose de las provisiones que proporcionaba Kain, ahora que tenían que ganarse el sustento, no les gusto. Así que Kain, antes de empezar a innovar en la ciudad, les dijo que se podían ir, así que ellos se fueron.

Ahora con las doscientas cincuenta personas restantes (todas adultos), están comenzando a levantar poco a poco las obras de la ciudad. Por otro lado, los pocos niños que habían en la ciudad, están empezando a acudir a un colegio. Su directora no podía ser otra que Catalina. Si Kain iba a hacer un colegio, ella debía estar ahí, dijo. Ella debía ser la directora y preocuparse de que lo que quería Kain, se llevara a cabo. Grande fue su sorpresa cuando se topo con un gran curso de cincuenta niños, los cuales no funcionaban para nada como los adultos de la universidad magia. Tuvo que replantearse como funcionar y acomodar los métodos de enseñanza. Para sorpresa de muchos, menos de Kain, Catalina pudo domar hasta a los mas difíciles de carácter.

Volviendo a Kain y Maaya. Kain estaba sentado en el escritorio del administrador de la ciudad, mientras que Maaya estaba sentada sobre sus piernas. Ella lo abrazaba y se acariciaba su estómago. Al parecer, la velada que tuvieron el mes pasado fue demasiado intensa y ahora estaba embarazada. Ella vino a comunicarle esto a Kain y a sustituirlo por el día. Ya lo habían conversado de antemano. No obstante, Kain por lo menos, no se esperaba esta noticia. Maaya por su parte estaba asustada, siempre tuvo miedo de quedar embarazada y tener hijos. Su preocupación iba a lo mismo que temían las anteriores sacerdotisas de la familia Tsuki; tener que matar a su propia progenie.

-Todo va a salir bien- dijo Kain mientras le acariciaba la espalda con su mano izquierda

Maaya levantó su rostro y trato de sonreír -¿Me lo prometes?- pregunto

-Así es, te lo prometo. Cómo con Sakura, todo ira bien-

Maaya puso una sonrisa divertida y dijo -¿igual que con Sakura?-

-Bueno, casi, por lo menos, la parte en la que crece como un niño o niña saludable apartada de las influencias del dios humano-

Maaya soltó una risita y se acostó una vez más sobre el pecho de Kain.

Sakura era un asunto que estaba preocupando a Kain y Maaya. Era una niña demasiado inteligente, bastante sociable, pero al llegar a sus trece años se volvió loca por los muchachos. Poco a poco había empezado a invitar amigos a la casa, a salir a pasear con varios muchachos unos años mayores que ella. No obstante, la preocupación de Kain y Maaya venía por los últimos hechos. La joven había empezado a salir a citas con un tipo de dieciocho años. Como Maaya siempre tiene puesto un ojo sobre ella, supieron todo. El tipo al final de la velada se quiso propasar y por supuesto, Sakura como una rey de la espada, de dos movimientos lo puso en su lugar. El hecho fue que andaba buscando a hombres cada vez mayores. Podía tener la fuerza para defenderse de alguien más débil, pero que pasaría cuando aparezca alguien más astuto. Alguien que con sus palabras la envolviera y la convenciera de hacer algo que después se arrepienta. Por algo existe el arrepentimiento del comprador. Una vez que obtienes lo que supuestamente querías, te das cuenta que no lo necesitabas. No obstante, al final, todo se ha mantenido bajo control, pero Kain piensa que su hija puede que sea una mujer liberal, por decirlo de alguna manera. Así que hoy va a ir a ver a Elinalise para que ella converse con Sakura y le explique las reglas del juego. Qué mejor opción que una mujer con bastante mundo y muchos enamorados. Por otro lado, parece que pronto le va a pasar algo a Elinalise. Le solicito a Kain que se hiciera un tiempo, ya que tenía que hablar de algo importante con él.

-Tengo que partir- dijo Kain mientras su mano izquierda se deslizaba por el trasero de Maaya

Ella levanto su rostro y lo miró a los ojos -está bien ¿hay algo importante a lo que estar pendiente?-

-Nada en especial, si puedes, toma a alguien de tus sombras, alguien con una buena personalidad y que le gusten los niños y envíala para que ayude a Catalina-

-No te preocupes, enviare a la persona idónea-

-Gracias- dijo Kain y le dio un tierno beso en los labios. Después le dio un pequeña nalgada y Maaya se puso de pie. Kain también hizo lo mismo y le ofreció su asiento. Maaya se sentó y Kain la quedo mirando.

-Te ves bastante bien en ese escritorio- dijo Kain

-Mmm, me gustaría un masaje en estos momentos ¿no quieres uno también?- pregunto Maaya con una voz coqueta

Kain sonrió y negó con su cabeza. Una cosa llevaría a la otra y no podía quedarse más tiempo. Tenía cosas que hacer -lo siento- dijo -será para más tarde, cuando vuelva, nos vemos- y se acercó a Maaya para darle un último beso y partir.

-o-

Kain una vez más había llegado a Sharia, sus muchachos no estaban en la mansión, así que salió rápido y se dirigió a su próximo destino. Camino por las calles de Sharía, una combinación de calles de piedra, hechas con magia y retazos de tierra. Habían algunos callejones descuidados donde solo eran lugares para que durmieran los perros y juntar tierra. Pero por lo demás, la ciudad de los magos era un lugar bastante respetable. Todo ordenado, aun el comercio ilegal, que eran representado por pequeños comerciantes apostados a los lados de la calle. Varios de ellos se veían respetables. En su mayoría vendían elementos químicos, libros, algún material extraño para el estudio y cosas semejantes. Por otro lado, al tener la universidad magia un poco más allá. Habían muchas tiendas de libros, con estantes abarrotados de libros, que empezaban en el suelo y terminaban en el techo. En su mayoría, eran dirigidos por un viejo (dueño) y varios jóvenes, que casi siempre eran sus hijos.

Una vez que Kain salió del distrito comercial y se adentró a la zona residencial, llego al frente de una casa bastante grande. La encontraba pasable, pero no la encontraba digna de su Sylphiette, ella se merecía una mansión. Una vez, Kain le pregunto a la niña ¿Por qué no compraba una casa mejor?. A lo que Sylphiette respondió "este es el esfuerzo de Rudy, no quiero pasarlo a llevar". Kain solo pudo suspirar, su bebé era una mujer millonaria, dueña de la mitad de una cadena de tiendas de joyería. Gracias a la administración de Haruki y sus esposas, eran los número uno en Asura y Millis. Así que Kain no encontró necesario vivir en un lugar tan humilde. A lo único que pudo atribuírselo, fue a que Sylphiette amaba mucho al muchacho Greyrat y que era la hija de su modesto hermano.

Mientras Kain pensaba esto, una joven elfa de cabello blanco se asomó por la puerta de la casa y sonrió. Después abrió la puerta por completo y salió acompañada de una cosita envuelta en unas frazadas.

-Tió- dijo Sylphiette con una gran sonrisa

-Hola, bebé ¿Cómo estas?- pregunto Kain sonriendo con plenitud

-Bien, no te esperaba, últimamente no me vienes a ver-

-He estado un poco ocupado-

Sylphiette abrió la puerta de la reja y lo dejo pasar. Por su parte, Kain estiro sus manos y le dijo -pásame a ese angelito-

-Moo, el tío ya tiene una nueva preferida- dijo Sylphiette mirando hacia otro lado e hinchando sus mejillas.

Kain se rio del tierno gesto y le dio un beso en la mejilla y abrazo a sus dos amores. Sylphiette y Lucy, esta última era la primera nieta de Kain. Era una cosita con el feo cabello de su padre (pensó Kain) y las hermosas orejitas de su madre. Era una niña preciosa, pensó. Después de eso, Kain tomó a Lucy en sus brazos y como estaba durmiendo, solo le beso su pequeña frente. Después de eso, Sylphiette invito a Kain a la casa.

Una vez en la sala de estar, Sylphiette dejo a Kain arrullando a Lucy y se fue a hacer un poco de té.

Entre medio de arrullar a Lucy y tararear una canción de cuna, Kain vio a Roxy asomarse por el dintel de la puerta. Era como un conejo asustadizo que asoma su cabeza por la entrada de su cueva, solo que ella tenía la cabeza azul. Al ver a quien estaba tarareando, Roxy se acerco y saludo a Kain con una sonrisa amable.

-Buenos días, señor Kain- dijo Roxy con su voz suave y reconfortante

-Buenos días, señora Roxy- respondió Kain -no hay necesidad de que me trates de señor, eres mayor que yo y mi madre me dijo que te tratara con respeto, por eso te digo señora-

-Pero usted es el tío de Sylphiette-

-Está bien, eres la amiga de mi mamá, así que eso da lo mismo ¿Cómo le ha ido?-

-Bien, bastante bien, sigo trabajando como profesora- dijo Roxy y se sentó en el sillón del frente mientras miraba al gigante elfo cuidar del bebé como si fuera el tesoro mas grande del mundo

-¿Te ha costado mucho acostumbrarte?-

-No tanto, mi maestro de la universidad todavía esta enseñando, así que me ha ayudado a adaptarme al entorno-

-Me alegro por usted- respondió Kain mientras miraba como dormía su bella Lucy y después miraba a Roxy. Por un momento se preocupo al verla preocupada. Así que le pregunto -¿Le paso algo?¿Necesita ayuda?-

-No para nada, es que, es un poco difícil de creer ciertas cosas-

-¿Por qué lo dices?-

-Digamos que me dijeron que eras un hombre bastante frio y otras cosas-

-¡Ah! Mis muchachos debieron haber sido, ellos, sí, bueno, que te puedo decir, el futuro es algo que siempre preocupa a los padres. Yo fui un poco estricto al criarlos-

No obstante, Roxy no lo decía por eso. Cierta entidad hablo con Rudeus y este le transmitió a la familia que tuvieran cuidado de la familia Dragonroad. Sin embargo, así como trata Kain a Lucy y a Sylphiette, Roxy ve difícil que él haga algo en contra de ellos. Al contrario, si algo le pasara a Sylphiette o a la Lucy, Roxy cree que Kain sería el primero en saltar a defenderla. Roxy tenía sus dudas de lo que le dijo Rudeus.

-Señora Roxy ¿esta bien?- pregunto Kain un poco preocupado

Roxy salió de sus pensamientos y le dijo -sí, estoy bien, solo estaba pensando en unas cosas. Lo siento por dejar nuestra conversación así, pero debo irme a la universidad-

-Esta bien- respondió Kain -mas tarde también iré, mi madre me dijo que tenía que contarme algo, así que usted sabe. Donde manda capitán, no manda marinero-

Roxy soltó una risita alegre y le dijo -recordare ese dicho-

Después de eso, Roxy se fue y Kain espero otros cinco minutos para que llegara Sylphiette con una tetera de greda y le sirviera té de hojas. Después puso algunas galletas, pero al final, Sylphiette comió la mayoría. Kain estaba absorto entre conversar con Sylphiette y arrullar a Lucy.

-¿Tío, me estas escuchando?- le pregunto Sylphiette enfurruñada

Kain asintió y le dijo sin apartar la mirada de Lucy -te escucho, te escucho, niña. Tu apestoso marido ha estado un poco paranoico y no quiere que venga a la casa-

-No es poca cosa, tío- dijo Sylphiette con una voz pequeña -él, Rudy, está asustado de algo, hace unos días que esta así-

-¿Tu crees que él va a hacer algo que te lastime?-

Sylphiette se enojó y dijo en un tono fuerte -Rudy jamás me lastimaría- después se tapó la boca, quiso disculparse por alzar su voz, pero Lucy comenzó a llorar

-No llores, corazón mío- dijo Kain con una voz tonta mientras arrullaba a la bebé para que no llorara, pero no daba mucho resultado. Así que se levantó y se la tendió a Sylphiette, ella se cubrió con un pañal y alimento a Lucy. Solo ahí la bebé se tranquilizó.

Después de eso, Kain volvió sentarse y miró por una ventana pensando en lo que había dicho Sylphiette. Esta última iba a decir algo, pero una mujer en una bata blanca apareció. Tenía una apariencia tranquila y se movía con torpeza, por otro lado, se veía preocupada. La mujer tenía el cabello rubio igual al de Therese y muchas de sus facciones eran parecidas. No obstante, no era Therese. La mujer se acercó con pasos lentos y se allego a Sylphiette. Al parecer, esta última no era su objetivo, sino que era la bebé. Le paso la mano por la frente y con una gesto cariñoso la quedo mirando como si el resto del mundo no importara.

Kain recordó a Paul y como le dijo su esposa que ya no quería estar con él. Paul vive cerca de Sharia, armo una familia con Shera y Vella, pero sigue viniendo a ver a esta mujer una vez al mes. Por alguna razón, Kain no ve a esta mujer dejando a su marido por el hecho de que tenga otra esposa. No obstante, por alguna razón, esta mujer prefirió dejar a Paul y vivir con su hijo.

Kain soltó un suspiro y pensó en buscar a sus hijos para ordenarles que pusieran un ojo sobre Sylphiette. Si ese imbécil de su yerno quiere hacer algo estúpido, que se muera solo. Al pensar en eso, Kain soltó otro suspiro y negó con la cabeza. Las cosas no funcionaban de esa manera, las cosas no eran tan fáciles. Al final, si él dejaba morir a ese idiota, Sylphiette sería infeliz y eso era algo que Kain no quería.

-Me voy- dijo Kain levantándose del sillón

-Tío, yo- dijo Sylphiette como queriendo hacer el esfuerzo para levantarse, pero Lucy no la ayudo. Al ver su fuente de alimento removida de su boca, se puso a llorar.

Kain sonrió y le dijo -tienes otras preocupaciones, bebé. Cuando tu marido me de permiso, volveré a visitarte, no te preocupes, debe ser algo momentáneo-

-Sí, tío- dijo Sylphiette cabizbaja, sintió que alguien le dio un beso en la frente y levantó su mirada para ver a Kain sonreír. Eso la hizo sentir un poco mejor.

-Hasta luego- le dijo Kain a Zenith, la cual solo hizo una suave sonrisa y sacudió su mano para despedirse.

Al salir de la casa, Kain se quedo afuera de la reja mirando la casa. Solo pudo suspirar y esperar que sus idiotas hijos supieran algo.