Capítulo 28 - El viaje de retorno

Décimo sexto año del establecimiento del sabio reino de Lemuria, ciudad de Polesia , mes de junio.

En un mañana calurosa, en medio de un patio que antecedía a una gran mansión. Habían dos hombres y una mujer conversando de un tema importante. Uno era Kain, que mantenía un rostro inexpresivo. Por otro lado, el otro hombre era Fausto Obertas, padre de Sofía. El administrador de la ciudad de Polesia, el cual, llevaba veinte años en el puesto. Tenía el cabello rubio igual que su hija y lo llevaba largo, peinado hacia atrás y amarrado en un cola de caballo. No obstante, su pelo estaba opaco por la edad. Sus ceño estaba apretado, con una mirada de intenso disgusto. Además de ellos dos, estaba Sofía, que tenía un cara llena de pena y preocupación. Todo su hermoso rostro lo reflejaba.

Kain frente a su suegro pensó (Que es este sentimiento que percibo?). (Normalmente los nobles de mi reino no me toleran, pero se guardan sus comentarios. Cuando madre me obliga a acompañarla a fiestas de té de la alta nobleza, los nobles evitan tener contacto visual conmigo. Yo sé que ellos no me quieren y ruegan para que yo no sea el próximo monarca, preferirían mil veces aceptar a Ariel como monarca que a mí como rey). (Pero este egoísta e insípido hombre que es mi suegro, me mira con desdén y recelo, como si hubiera matado a su madre y a su padre) -Buen día señor- dijo -este se llama Kain Lemuria- y estiro su mano, no obstante, no fue recibido.

Fausto Obertas le dedico una breve mirada y dijo -no tienen nada de buenos- mientras ponía una cara de intenso disgusto y miraba hacia otro lado.

Sofía que estaba al lado Kain no dijo nada, pero se podía ver la angustia en sus ojos.

Kain suspiro y puso su mejor cara -viejo- dijo -el pan ya está en el horno. Si quieres conversar y descargar tus molestias, hazlo cuando no esté Sofía ¿bien?-

Fausto miro a Kain en shock, apretó sus puños y los dientes, tomó una gran respiración y asintió -¿Cuándo nacerá mi nieto?-

Sofía apenada contestó -tengo más o menos dos meses, así que probablemente en febrero o marzo del próximo año-

Fausto asintió y abrazó a su hija -ve a descansar a la casa, yo y tu marido tenemos que hablar-

-Papá, yo...-

Pero Fausto la interrumpió -cálmate niña, es solo una conversación entre hombre, las mujeres se callan y esperan, ¿bien?-

-Bien- acepto Sofia de mala gana, miro a Kain y este asintió. Entonces ella camino a la casa y cerró la puerta.

Kain se paró firme y dijo sin ningún miedo -dime viejo, ¿Qué puedo hacer para que no estreses a mi mujer?-

-¡Cállate!- le respondió Fausto -muchacho desvergonzado, eres una existencia fatua para los nobles y te atreves a hablar así a tus mayores-

-Todos los nobles y militares me temen, pero pueden hablar a mis espaldas porque jamás he matado un inocentes o a nadie sin tener pruebas. Ellos saben que no me gustan, ni ellos ni su estupidez, pero no los matare si no me dan una razón. Ahora ¿los nobles pueden decir lo mismo?-

Fausto se quedó callado. Es el peor yerno que un hombre que aspira a altos cargos puede tener, pero es verdad. Nunca se ha sabido o escuchado de Kain abusar de su autoridad. Fausto suspiro y le pregunto -¿amas a mi hija?-

-Sí- respondió Kain -y debo añadir que tu rey no puso problemas por nuestra relación, así que espero que tú no lo hagas-

Fausto escuchando el comentario apretó sus puños para no golpearlo, lo apunto con el dedo índice y le dijo -si no quieres causar angustia a mi hija y su bebé, actúa más reservado y con respeto cuando estés conmigo-

Kain suspiro y encontró razonable las demandas de este viejo. Entonces aceptando la solicitud, dijo -una vez más, mucho gusto suegro, este humilde se llama Kain Lemuria, espero que ames a tu nieto aunque sea mi hijo-

Fausto se acercó y le estrechó la mano -es el hijo de mi hija- dijo con cierto ímpetu -bastardo arrogante. Por supuesto que lo voy a amar-

Kain sonrió en respuesta.

Después de intercambiar unas cuantas palabras entraron en la casa y Sofía se acercó y abrazó a Kain.

Fausto viendo esto suspiro, miro a su hija con su yerno y pensó: La vida pasa muy rápido. Como un hombre de política qué pasó la mayor parte de su tiempo trabajando, perdió toda la etapa de crecimiento de su hija. Ahora ella tendrá su propio hijo y sin darse cuenta ya es abuelo -Niña- dijo con un tono de voz cansado -veo que ya no te preocupas por estos viejos huesos. Espero que cuando nazca mi nieto me permitas nombrarlo por lo menos-

Sofía miro a Kain pidiendo su opinión y este respondió asintiendo, a lo que ella sonrió.

Fausto vio el intercambio y se rio -para una mocosa que era tan salvaje cuando niña, eres bastante obediente con tu marido-

Kain se rio -eso me gustaría escucharlo-

-Mientras traigas una botella de buen licor, siempre te puedo contar como la princesa de la luz peleaba con quien se le cruzaba- Fausto se acordó de los problemas que le daba su hija y todas las veces en que tuvo que ir a dar la cara.

Sofía escuchó el intercambio y sonrió mientras se sonrojaba de la vergüenza.

Fausto miro al sol y dijo -por ahora tengo que ir a trabajar y volveré a la noche como siempre, ¿bien?-

-Bien papá- dijo Sofía -te esperare con comida-

Fausto miro a Kain y este solo asintió en señal de despedida.

Sofía que vio a su padre partir, le dijo a Kain -parece que de alguna manera ustedes llegaron a un acuerdo-

Por su parte, Kain la abrazaba por detrás y posaba sus manos sobre el vientre. Kain le coloco su mentón sobre el hombro y respondió -así es, tenemos dos puntos en común por los que tratamos de llevar las cosas en paz-

-Gracias por ceder, sé que no toleras mucho a los nobles, pero espero que le des respeto a mi padre-

-No le haría nada a tu padre aunque no me lo pidieras, es un buen hombre-

Sofía abrazó los brazos de Kain y esté la beso en el cuello, pero repentinamente se detuvo y le comento -¿Quieres probar el disco de transferencia?, podemos comprar pescado en Ariel-

Sofía sonrió y asintió.

-Ven conmigo, ¿hay alguna habitación donde solo tú tengas acceso?-

-Sí existe, pero tenemos que decirle a mi padre para que no vaya a entrar o mande a las sirvientas-

-Bien, ¿entonces vamos?

-Sí-

-o-

Ciudad de Ariel , mansión del señor de la ciudad - cuarto de transferencia y viaje, mes de junio

-¿Ves que no pasó nada malo?- dijo Kain tomando de la mano a Sofía. La guiaba por un cuarto oscuro hasta la salida, la cual era indicada por los leves rayos de luz que se colaban por los lados de la puerta.

Por otro lado, Sofía estaba sorprendida -es una experiencia única en sí misma- ella había viajado en el disco de transferencia y sintió como si se moviera en el agua y después apareció en un lugar desconocido.

Cuando Kain y Sofía iban a llegar a la puerta, esta se abrió desde afuera dejando entrar la luz y apareció Ann -Buenas tardes marido- dijo con su dulce voz -es bueno que estés de vuelta. Buenas tardes a ti también Sofía- como Kain no esta, Ann siempre revisa la habitación y en medio de dirigirse a realizar la limpieza, tuvo una agradable sorpresa.

Sofía respondió -lo siento por tomar a Kain tanto tiempo-

-Está bien, este tipo nunca ha sido sermoneado por ninguno de sus suegros. Que lo golpeen de vez en cuando no le hará mal-

Kain se acerco y abrazó a Ann -¿así que quieres que me golpeen?- le pregunto en broma

-Te lo tienes merecido, egoístamente nos tomaste a todas para ti-

-No me arrepiento- dijo Kain y la beso en los labios. Después de compartir un largo beso, Ann dijo mientras jadeaba -este año la sequía ha sido más corta, pero aun así las plantas necesitan "agua", ¿Quién sabe?, puede que este año las abejas polemicen las platas y den "frutos"-

-Yo siempre estoy de acuerdo, solo es necesario que tú estés preparada-

Ann miró a Kain con un intensa lujuria y dijo -lo quiero ahora mismo- mientras se aferraba al cuerpo de Kain y lo besaba con deseo.

No obstante, se escuchó una tos que les impidió continuar -entiendo cómo te sientes hermana- dijo Sofía algo incomoda -pero es de día y alguien podrían venir. Te dejare a este bribón, de esa manera podrás arreglar tus diferencias- le guiño un ojo y continuo -cambiando de tema. ¿Podrías ayudarme?, quiero comprar algunas cosas para alimentar a mi padre. Kain tú tienes que ir a ver a tus hijos-

Kain sonrío y asintió antes de darse media vuelta e ir al lugar donde se quedaban a los niños. Camino por el pasillo con dirección a la entrada de la mansión. Subió por las escaleras hasta llegar al segundo piso y avanzo por el pasillo, ignorando la oficina del administrador de la ciudad. Siguió avanzando hasta encontrar a dos guardias que custodiaban una puerta

-Buenos días ¿no ha pasado nada con la seguridad de la mansión?- pregunto Kain

Marcos, el hombre que algún día Kain envío a estar con su familia, había vuelto y ahora que vivía en la ciudad. Trabajaba para Kain y podía costear un mejor modo de vida sin alejarse de su familia -ningún problema, señor- dijo -los niños son tan vividos y alegres como siempre-

-Eso es bueno, voy a entrar, solo sigan con su trabajo- después de eso, giro la manecilla, entro y cerro la puerta. Varios bebés estaban jugando en un rincón de la habitación. Al parecer ninguno se dio cuenta de quién había entrado. Así que solo seguían jugando.

Kain sonrió y dijo -Hola, ¿Qué están haciendo?-

-PAPÁ- gritaron los cuatro pequeños retoños que no tenían mas de cuatro años. Corrieron lo mas rápido que pudieron hasta Kain

Edward, el hijo de Rose, fue el primero en llegar. Al igual que su madre tenía el pelo rojo con algunas pecas en la cara. Solo saco los ojos y la nariz de Kain -papá- dijo lleno de pena -te extrañamos *sob*-

-Edward no llores- respondió Kain tomándolo en brazos -eres el hombre de la casa. Tienes que ser valiente e intrépido- y después recogió en brazos al resto de sus hijas.

La siguiente fue Laura, la hija de Justina. A diferencia de su madre, esta pequeña tiene una faceta mas alegre y revoltosa. Saco el cabello y los ojos del lado parental. No blancos como Kain sino rubios como su padre -padre- dijo Laura con tristeza -fui una buena niña *sob*, no me dejes *sob*-

-No llores mi amor, papá va a estar aquí todos los días. Puede que de vez en cuando salga a trabajar, pero voy a estar aquí todos los días-. Laura asintió y coloco su cabeza en el hombro de Kain.

-¿Cómo estas Rita?- pregunto Kain a la bebé mas callada que lloraba sin emitir llanto -¿cómo te portaste?-

-Bien papá- respondió Rita mientras le corrían lagrimas por sus rozadas mejillas -te extrañe mucho-. Esta pequeña belleza es demasiado Lemuria, incluso más que su hermana Laura.

Kain asintió y siguió con la pequeña belleza de pelo castaño similar al de Lucy. -Katty ¿Qué pasa pequeña, cómo te sientes?- pregunto Kain. Por su parte, Katty movió su cabeza negando y solo abraza a Kain como si su vida dependiera de ello. Ella es como una pequeña versión de Lucy con los ojos de Kain.

-Vamos a comer algo rico- dijo Kain, llevando a los cuatro pequeños a un sillón. Kain los sentó en orden y saco una pequeña caja de galletas. Entonces sin dejar de mirar a sus hijos le dirigió algunas palabras a la nodriza de Ariel, que ahora es la nodriza de sus hijos. La anciana estaba sentada en una esquina -¿Cómo has estado María?-

-Muy bien- respondió la anciana -estos viejos huesos cada día están más viejos, pero mi corazón es alegre-

-Eso es bueno, ¿Cómo han funcionado tus ayudantes?-

-Mis nietas lo hacen bien, ellas fueron a preparar la leche para los niños-

Se supone que María no iba a trabajar más después de que Ariel se volviera independiente. Pero muchas cosas pasan en el mundo y en el lugar en dónde vivía su hija, fue azotado por una catastrofe. Al final de todo el episodio, solo quedaron las niñas, las cuales se mantuvieron sanas y salvas. Hace unos años viajaron a ver a la anciana y desde entonces, han estado aprendiendo el oficio de nodriza. Son dos jóvenes esforzadas y trabajadoras, así que Kain nunca le puso problemas.

Toctoc, se escuchó un golpe en la puerta.

-Adelante- dijo Kain mientras le limpiaba la boca a Edward.

Dos muchachas de pelo castaño y ojos negros entraron. Ambas iban vestidas con ropa simple, un vestido café y zapatos. Las dos muchachas hicieron un sutil reverencia y dijeron al unísono -buenas tardes señor, es bueno poder verlo-

-Hola niñas- respondió Kain -¿Cómo se han portado estos cuatro bandidos?-

Carmen, la mayor, con catorce años de edad, dijo -bien señor, ellos son demasiado lindos y bien portados-

Por otro lado, Marisol, que era la mas joven, con doce años de edad, dijo -señor, Laura a empezado a subirse a los muebles, estamos muy preocupadas-

Kain puso una sonrisa divertida y le pregunto a la pequeña alborotadora -Laura ¿eso es verdad?, ¿te estas subiendo a los muebles?-. Por su parte, Laura solo miro al suelo mientras seguía comiendo su galleta y no dijo nada. Kain le acaricio la cabeza y se agacho para que sus ojos coincidieran -amor- dijo -no te subas a los muebles, te puedes hacer daño, ¿ok?-. Laura asintió, pero no dijo nada ya que tenía la boca llena de galleta. Kain continuo -Carmen, Marisol, tengan cuidado de esta pequeña alborotadora, seguro se sube de nuevo-

Carmen suspiro, pero trato de poner su mejor rostro.

-Trataremos lo mejor posible señor- respondió Marisol

Al rato después, los cuatro pequeños empezaron a cabecear y Kain ordeno -denle la leche y háganlos dormir por favor. Ya debería ser la hora de la siesta-

-¿Te vas?- pregunto Katty. Emitió una mirada llena de tristeza. Kain por su parte no recordaba que los niños tenían armas de manipulación tan poderosas y dijo -debo ir a ver a tu madre, si no se enojara, toma tu siesta y a la tarde conversamos-. Katty y los niños fueron acostados en una gran cama y tomaron sus leches.

-Vendré más tarde a recogerlos- dijo Kain -hasta entonces cuídenlos por favor-

-Sí señor- respondieron las tres nodrizas

Kain camino como devolviéndose por el pasillo, casi llegando a las escaleras, adonde estaba la oficina de la supervisora de la ciudad y golpeó la puerta un par de veces. -Pasa Kain- se escuchó desde el otro lado. Kain asombrado abrió la puerta y pregunto -¿te avisaron que llegue?-

Lucy sonrió con confianza -eres el único que golpea así la puerta- dijo mientras leía unos documentos. Kain se acerco al escritorio y cuándo ya estaba a unos pasos de distancia. Lucy dejo los papeles a un lado y se levantó para recibir a Kain. Lucy se abalanzo sobre él y le dijo -hombre terrible, no sabes cómo te extrañamos-

-¿Extrañamos?-

-Yo y mi cuerpo, mi corazón estaba angustiado y mi cuerpo picaba como si hubiera fuego en mi interior- después de explicarse, beso a Kain y froto su cuerpo incitándolo a tomar todo de ella.

Kain por supuesto quería comer, quería comer a esta encantadora mujer, pero primero lo primero. Pellizco el generoso trasero de Lucy y dijo -vamos a la habitación, alguien pueden venir a tu oficina-

A lo que Lucy asintió y después de eso sonrío y le mordió los labios -vamos rápido- le dijo en un coqueto susurro -ya estoy lista, puedes hacerlo sin un juego previo-

-Mujer, me vas a llevar por el mal camino- Lucy ya no era la niña juguetona que fue alguna vez. La seducción que emitía la hacía irresistible y Kain la amaba más y más. Ella sonrió y le respondió -tú fuiste él que hizo este cuerpo tan lascivo-

Toc toc, se escuchó un golpe en la puerta.

Kain suspiro, pero no soltó a Lucy y dijo -adelante-

Ann entro sin importarle en lo que estaban haciendo y dijo -estabas aquí después de todo- miro a su hermano y continuo -Lucy, lo siento, pero no puedes retener a Kain por ahora. Tiene una comida con el padre de Sofía y no puede ir impregnado con el líquido que escurre por tus piernas-

-Cough cough, no sé de qué hablas Ann- respondió Lucy -solo abrazaba a mi marido después de un largo viaje-

-¿En serio?, por tu cara pensé que en cualquier momento lo desvestirías y lo violarías-

-Hermana no crees que tus palabras son un poco fuera de lugar-

Ann frunció el ceño y dijo -Hay niños en la casa Lucy, espero que tengas eso en mente cuándo ataques a nuestro marido. Yo también tengo una gran urgencia, pero trato de controlarme-

Lucy suspiro y después de mirar a su hermana se rindió -lo tendré en cuenta, pero a la noche déjame tener la primera ronda-

-Soy mayor y debería ser mi turno, pero también hay que conversarlo con Justina y Rose-

-Ugh, el otro día perdí una apuesta con Rose, no creo que me perdone esta vez-

-Por mi parte puedes tener la primera ronda, no toda la gente es igual de lujuriosa que tu mi querida amiga. Pero a cambio yo quiero dormir con Kain- Rose entro a la habitación sonriendo llena confianza. Su armadura y espada tintineaban con cada paso.

-Hecho- dijo Lucy mientras le guiñaba un ojo, pero algunas veces, las cosas no funcionan como esperamos.

-Lucy tengo el derecho- dijo Justina entrando después de Rose -¿recuerdas que me debes una?-

-Hermana, solo por esta vez-

-Nada de eso, te esperas y dejas a tu hermana mayor tener la primera, iremos por edad por qué es lo justo-

Lucy agacho la mirada y le dijo a Kain -bueno, te espero a la noche amor, asegúrate de comer mucho pescado y ostras- Lucy con una mirada lasciva lo beso y volvió a su escritorio.

-Estas muy trabajadora- comento Kain

Lucy frunció el ceño y golpeo la mesa -¿de qué manera crees que nos mantenemos ocupadas?, ¡este estrés es todo tu culpa!- dijo en un tono fuerte y apuntándolo con el dedo índice -más te vale que me atiendas bien a la noche-

Sofía que entro al final. Escucho el intercambio y se sorprendió, pero de alguna forma podía entender las urgencias de las chicas. Fue increíble llegar y aguantar tantos meses sin ver a Kain -lo siento hermanas- dijo -es todo mi egoísmo-

-No es tu culpa, es todo responsabilidad de este hombre. Además, tiene que tomar la responsabilidad de lo que te hizo- dijo Lucy

Por otro lado, Rose recordó a su padre y dentro de todo, su viejo estaba orgulloso de que estuviera casada con el muchacho que lo había vencido -así es- dijo -incluso creo que es bueno que tenga algunas dificultades. En mi caso el rey y mi padre son amigos de años, así que mi padre nunca puso problemas a nuestra relación-

-En mi caso mi padre no valía un cobre- dijo Lucy con indiferencia -y cuando ya entramos en una relación, gracias a dios, él ya no estaba para molestar-

-Como Justina, Lucy y yo somos hermanas es lo mismo- dijo Ann -esta Sasha también, pero ella parece no tener parientes. Así que si tu padre le hace la vida un poco difícil a Kain, déjalo…este hombre ha tenido demasiada suerte-

Sofía recordando la hora, dijo -lo siento hermanas, pero papá volverá en un par de horas y todavía tengo que preparar la comida-

Kain asintió y miro a sus esposas -volveré a la noche, después de que anochezca, espérenme en mi habitación-

Después de eso, volvieron a Polesia.