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Maya la Hechicera

NOTA 1: Todos los derechos de la serie Neón Génesis Evangelion pertenecen a Gainax/Khara, o a aquellos quienes les sucedan legalmente en el futuro. Esta historia fue escrita sin fines de lucro, solo como medio de esparcimiento. No me demanden.

NOTA 2: Este capítulo contiene escenas de tipo LEMON (descripciones explicitas de contenido sexual) por lo que no es apto para menores de 18 años.

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 Asuka llevaba ya largos minutos sentada ante el pequeño escritorio, sin despegar su vista de la pantalla LED del laptop de Maya; donde podía verse a Shinji, quien continuaba muy entretenido viendo una película. La pelirroja ya se estaba hartando de esta prolongada demora, hasta el punto de tener unas ganas enormes de ir donde Shinji y darle un buen golpe en la cabeza, a ver si así se quedaba dormido para que apareciera la Succubus y todo esto terminara de una buena vez. En eso estaba la pelirroja cuando escuchó abrirse la puerta del cuarto de baño.

— ¿Cómo siguen las cosas? — preguntó Maya, saliendo del baño.

Asuka volteó para responderle a la mujer, pero quedó con la boca abierta y las palabras atoradas en la garganta al ver las vestimentas de la asistente de Ritsuko Akagi.

Maya Ibuki vestía un sexy corsé blanco con encajes en negro, que dejaba sus hombros al descubierto. Usaba además una minifalda negra con encajes en blanco, hasta más arriba de las rodillas y un pronunciado corte al lado izquierdo que dejaba su muslo y cadera expuestos. Sus piernas estaban enfundadas en ligas negras y sus pies en botas de caña baja, también en color negro. En sus brazos usaba una especie de lycra color gris, desde las muñecas hasta más arriba de los codos y en sus manos usaba guantes color negro sin dedos, junto con una vistosa pulsera con una gran gema en la muñeca derecha. Para rematar el cuadro, la mujer usaba un collar de cuero negro con incrustaciones de metal rodeando su cuello, y un par de plumas sujetas a una argolla al lado izquierdo. Demás está decir que Asuka quedó sin habla por varios segundos ante el pintoresco atuendo de la mujer.

— Maya… ¿de qué se supone que vas disfrazada? — preguntó finalmente la pelirroja cuando encontró su voz, haciendo grandes esfuerzos para contener las ganas de reír debido a la poco común vestimenta de la mujer.

— ¡No estoy disfrazada! Este traje en sí mismo es un talismán que está diseñado para canalizar mi energía mágica, además de servir como un escudo. Por desgracia la gente en su ignorancia no puede ver más allá de las apariencias y sólo ve un atuendo de... "quiero sexo" — respondió Maya, un tanto sonrojada de esto último.

— Entonces… ¿eso es un talismán? — preguntó Asuka, totalmente sorprendida por la respuesta de Maya, y a decir verdad, sin terminar de creer sus palabras.

— ¡Sí! Un talismán — enfatizó Maya, con un sonrojo en las mejillas — Para que lo entiendas de forma más simple, solo imagina que esta ropa es una especie de Plug-Suit mágico.

— ¿Un Plug-Suit mágico? — preguntó Asuka mirando sorprendida a la mujer, sin saber realmente qué pensar, ya que ella no estaba familiarizada con la magia y sus aparentemente múltiples aplicaciones. A sus ojos, con ese atuendo Maya parecía una chica gótica, aunque debía reconocer que no se veía tan mal.

— ¿Y cómo está Shinji? — preguntó Maya, poniéndose una larga túnica negra con capucha. 

— Aún sigue fascinado viendo esa estúpida película — respondió la chica con algo de fastidio, señalando la ventana en la pantalla del laptop, donde se veía al Tercer Elegido.

— Eso nos viene bien. Necesitamos algo de tiempo para prepararte — dijo Maya, sacando una caja metálica de su bolso, similar a una caja de galletas, sintiendo de paso una mirada intensa por parte de Asuka — No me mires así. Ya te dije que tendrías que ayudarme en esto.

— Sí, es verdad, lo hiciste. ¿Qué debo hacer? — preguntó la pelirroja con cautela.

— Bien, como ya te dije, es muy probable que debas tratar de razonar con Shinji. Su mente estará totalmente embotada por la Succubus, así que no te será fácil llegar a él, y de seguro ella tratará de atacarte. Cuando eso ocurra… es probable que no pueda ayudarte — señaló Maya con gravedad.

— ¿Qué? ¿Y por qué no? Tú eres la hechicera aquí. Tú eres la que debe encargarte de esa cosa — dijo Asuka, un tanto alterada.

— Asuka, debes entender esto. Una vez que comience a recitar el hechizo para sellar a la Succubus, no podré detenerme. No importa lo qué pasé, NO PUEDO PARAR, de lo contrario el hechizo se anulará y esa criatura quedará libre. Peor aún, podría tomar parte o toda la energía residual que deje el hechizo incompleto y podría terminar siendo mucho más poderosa de lo que ya es. Es por eso, y a modo de precaución, voy a realizar un hechizo de protección para ti. Eso no quiere decir que estarás totalmente a salvo. Esta no es una defensa absoluta, pero si te brindará cierta protección — explicó Maya con total seriedad.

Asuka asintió con la cabeza, sintiendo en cada una de las palabras de Maya el real peso de la empresa que estaban por afrontar. Se iban a jugar la vida en esto, pero ella estaba dispuesta a hacerlo por Shinji.

— Bien, ahora que ha quedado claro, desnúdate — dijo Maya.

— ¿¿QUÉ?? — estalló la pelirroja, sorprendida y sonrojada por esa sorpresiva la petición.

— Lo que oíste Asuka, debes desnudarte. Para este hechizo debes estar desnuda, ya que tendré que pintar una serie de signos mágicos en tu cuerpo — dijo Maya, abriendo la caja metálica, revelando un pincel con una extraña forma y una botella de tinta color rojo.

Asuka estaba de pie sin saber qué pensar ante las palabras de Maya, la cual dejó el pincel y la tinta a un lado, para luego mirar a la chica que no atinaba a moverse, y estrechó un poco la mirada.

— ¿Qué esperas Asuka? Shinji podría quedarse dormido en cualquier momento.

— Pero… desnudarme…

— Asuka, las dos somos mujeres. No voy a ver nada que ya no conozca. ¡¡Apresúrate!!

Asuka dudó por unos segundos. Nos sabía qué pensar ante esto, hasta que echó una fugaz mirada al monitor del laptop, donde vio con sorpresa y temor, como Shinji daba un bostezo. Esto hizo que la pelirroja le tomara el peso a las apremiantes palabras de Maya, y comenzara a despojarse de sus ropas, renuentemente y con un furioso sonrojo en las mejillas, hasta quedar totalmente desnuda, cubriendo sus partes íntimas lo mejor que podía con sus manos. Maya asintió con la cabeza, sin poder evitar también un sonrojo al contemplar a la chica desnuda.

— Bien, ahora deja de cubrirte. Mantén los brazos a los costados y no te muevas.

Asuka apretó los dientes y le dedicó una fiera mirada a la mujer, con la cara roja de vergüenza, pero se topó con el rostro de una muy seria Maya. La mujer se veía muy concentrada, lo cual hizo que la pelirroja se tranquilizara un poco, aunque la vergüenza por estar desnuda ante otra persona seguía ahí. Asuka se obligó a bajar sus manos y dejarlas a los costados, sintiendo que su sonrojo subía en intensidad al quedar su cuerpo totalmente expuesto a Maya, en ese momento observo como la mujer estiraba los brazos hacia ella mientras comenzaba a recitar unas palabras en un idioma totalmente desconocido para ella, y para su completo asombro, y porque no decir, algo de temor, un circulo luminoso con extrañas inscripciones apareció bajo sus pies, mientras la gema en la pulsera que Maya llevaba en su muñeca derecha, comenzaba a brillar de forma intensa.

— ¿¿Qué está pasando?? — preguntó una asustada e impactada Asuka, apenas creyendo lo que estaba viendo. 

— Tranquila. Lo que está bajo tus pies es un círculo mágico. No te preocupes, estarás bien.

— Para ti es fácil decirlo, no eres tú la que esta parada sobre un círculo mágico luminoso — dijo la pelirroja con nerviosismo. "Esto es magia… en verdad es magia" se dijo a si misma la chica mirando con algo de temor el circulo luminoso bajo sus pies.

— Descuida, estarás bien — respondió Maya con una leve sonrisa — Ahora voy a comenzar el hechizo, así que no te muevas.

La pelirroja se quedo de pie sin moverse, ya sin estar muy segura de esto, entonces vio como Maya volvía a tomar el pincel y la tinta ganándose frente a ella, expectante. Asuka entendió de inmediato la mirada de la mujer y asintió, dándole permiso para comenzar. Maya cerró los ojos unos segundos y al abrirlos su mirada era de total concentración.

La primera pincelada fue en la frente de Asuka, donde Maya dibujó un símbolo y luego fue a sus mejillas donde dibujó unas líneas a cada lado. Asuka vio como la asistente de Ritsuko dibujaba sobre su cuerpo, todo mientras continuaba recitando palabras en ese idioma desconocido. No pudo evitar un gemido cuando Maya dibujó sobre sus senos, comenzando una espiral partiendo desde sus pezones hasta llegar a su cuello. Apretó los dientes mientras Maya seguía trazando figuras en su cuerpo. Hombros, brazos, abdomen, caderas, muslos, espalda, todos ellos fueron pintados con líneas y figuras mágicas. Una vez hubo finalizado, Maya se irguió ante Asuka, y estiró su mano derecha hacia la chica.

— Hechizo de escudo… ¡¡Actívate!! — dijo Maya con decisión, mientras la gema de su pulsera brillaba con fuerza.

Con sorpresa Asuka vio como las líneas y dibujos color rojo que Maya dibujó en su cuerpo comenzaban a brillar, sintiendo además una repentina fuerza invadiéndola, como si se hubiera hecho más fuerte de pronto. Tan repentinamente como comenzaron a brillar los dibujos en su cuerpo, volvieron a la normalidad, así como la sensación de vigor y fuerza desaparecieron. Así mismo, el círculo mágico bajo sus pies también desapareció.

— Está hecho. Eso te protegerá si eres atacada, pero recuerda, no es una defensa absoluta. Así que no debes confiarte — explicó Maya, ganando una mirada sorprendida por parte de Asuka, que apenas podía creer lo que había pasado.

— Maya… tú… esto… en verdad fue magia — dijo apenas una impactada Asuka.

— Así es. Fue magia — dijo Maya con una sonrisa — Te dije que la he practicado desde niña. Aunque aprendí algunos trucos nuevos para la ocasión, como este hechizo de escudo que use en ti. Por eso te pedí algo de tiempo para prepararme. 

Asuka no supo qué responder, solo observó como la mujer limpiaba el pincel con un paño y luego lo guardaba en la caja metálica desde donde lo sacó, junto con la botella de tinta roja. Tan sorprendida estaba, que hasta había olvidado que se encontraba desnuda, solo lo recordó cuando Maya le tendió una túnica negra con capucha, idéntica a la que usaba ella en ese momento.

— ¿Y esto? — preguntó Asuka, recibiendo la negra túnica en las manos.

— No puedes volver a ponerte tu ropa y dudo que quieras andar allá afuera desnuda con el cuerpo pintado, así que cúbrete con esto — señalo Maya.

— ¿QUÉ? ¡¡No!! No voy a salir afuera sin mi ropa — dijo Asuka espantada.

— Los signos que pinté en tu cuerpo no deben alterarse. Si te pones ropa, correrás la pintura, con lo que el hechizo no resultaría y quedarías expuesta a cualquier ataque por parte de la Succubus.

Asuka miró con furia a la mujer, lista a responder una pesadez, pero cayó en cuenta de que la mirada Maya era de seriedad absoluta. Ella no estaba bromeando. Asuka sostuvo la mirada de Maya por unos segundos, luego bajó la mirada y contempló la túnica en sus manos. La pelirroja cerró los ojos y apretó los dientes con fuerza. Finalmente, muy en contra de su voluntad y dando un gruñido, se puso la famosa túnica, mientras Maya asentía con la cabeza.

"Recuerda que todo esto lo haces por Shinji… pero ya me las pagará el muy idiota por ponerme en esta situación cuando todo esto termine" pensó con enfado la chica, mientras Maya se sentaba ante el escritorio. 

— ¡Vaya! Parece que la Mayor Katsuragi ya hizo un movimiento — dijo la mujer, mirando en una de las ventanas desplegadas en la pantalla del laptop — Hay guardias armados en el corredor cortando el paso al cuarto de Shinji. Bien, imaginé que esto podría pasar.

Maya comenzó a teclear activando un programa mientras Asuka miraba por sobre su hombro, más pendiente de la imagen de Shinji en una esquina de la pantalla, que de lo que hacia Maya.

— ¿Qué estás haciendo? — preguntó finalmente, curiosa.

— Hice algunos arreglos discretos en MAGI, aprovechando que estaba preparando todo para la revisión de mañana, eso me permitió entrar al sistema de seguridad de NERV sin ser descubierta. Ahora estoy grabando la imagen de la cámara de seguridad del corredor que está afuera del cuarto de Shinji. Con un minuto de grabación haré un archivo de video y lo repetiré una y otra vez. Eso nos dará unos minutos de cobertura cuando entremos en acción — respondió Maya.

Asuka miró a Maya sin saber qué decir. Ciertamente la mujer había pensado en todo, y había tomado las precauciones pertinentes. Fue entonces al verla ahí, sentada ante ese pequeño escritorio, hackeando con toda tranquilidad a la computadora más avanzada jamás construida por el ser humano; y con un simple laptop, que la pelirroja pudo comprender por qué Maya Ibuki era tan bien considerada por la doctora Ritsuko Akagi. La mujer era en verdad una genio con las computadoras. No pudo dejar se sentir algo de envidia.

— Está listo — anunció Maya, con una sonrisa de satisfacción.

La pelirroja estaba por decir algo, cuando se percató de la repentina seria mirada de Maya. La chica siguió la línea de visión de la mujer, y se percató de que en una ventana en la esquina superior derecha de la pantalla del laptop, Shinji estaba comenzando a cabecear en forma muy insistente.

— Shinji… él…

— Sí. Se está quedando dormido — dijo Maya, completando la frase que dejó a medias Asuka — No lo pierdas de vista. La Succubus lo abordará dentro de poco — afirmó Maya poniéndose de pie para caminar hasta su bolso y tomar algo desde su interior. Al regresar dejó una pequeña y finamente decorada caja de madera en el escritorio, del tamaño justo como para contener un reloj de pulsera.

— ¿Qué es eso? — preguntó Asuka.

— La pregunta correcta es… ¿qué contiene? — respondió Maya abriendo la pequeña caja, dejando ver un interior acolchado, y en el centro, un hermoso cristal que cabía en una mano y que tenía la forma de dos conos unidos por la parte inferior y que brillaba de forma un tanto extraña, como si la luz pasara a través de él, formando distintas tonalidades.

— ¿Qué es ese cristal? — preguntó la pelirroja, sin poder despegar los ojos del cristal, fascinada por los efectos que la luz artificial del techo provocaba en él.

— Es un cristal especial. En él atraparemos a la Succubus. Quiero que tú lo tengas y me lo pases cuando te lo solicite, ya que yo tendré mis manos ocupadas — dijo Maya, a lo que Asuka afirmó con la cabeza — Y ten mucho cuidado con él. No te imaginas todo lo que me costó conseguir ese cristal. Es muy raro, y escaso; sin contar con lo costoso que es.

— Entiendo. Tendré cuidado — dijo Asuka cerrando la caja de madera.

— Parece que ya se durmió — dijo Maya, contemplando la imagen de Shinji, que finalmente había terminado por ceder al sueño y ahora dormía tendido sobre la cama con la televisión prendida y olvidada.

Maya tomó la caja de madera con el cristal y se la paso a Asuka, para sentarse ante el laptop, comenzando a teclear con velocidad, desplegando un par de ventanas con distintos gráficos.

— ¿Qué es todo eso? — preguntó Asuka, mirando por sobre el hombro de la mujer.

— Es el patrón mental de Shinji… sí, es definitivo. Este patrón de ondas indica que se ha quedado dormido. Si la Succubus está tan desesperada por el semen de Shinji, como creo que está, entonces debería aparecer de un momento a otro — dijo Maya, sin dejar de teclear en el laptop.

— ¿Cómo sabremos cuando aparezca esa cosa? — preguntó Asuka.

— Un nuevo patrón mental debería aparecer en esta ventana, sobre el patrón mental de Shinji, para luego comenzar a escribirse sobre él, sincronizándose perfectamente. El sistema nos dará una alarma cuando eso ocurra — respondió Maya.

Se produjo un tenso silencio mientras ambas mujeres contemplaban la imagen de un dormido Shinji sobre la cama. Ninguna de las dos supo cuanto tiempo estuvieron esperando que algo ocurriera. No sabían si segundos o minutos, pero parecieron horas, hasta que la pantalla LED del laptop se volvió completamente roja, con un mosaico con la palabra "Alarma" repitiéndose una y otra vez. Maya pulsó la tecla "Esc" y el mosaico de alarma desapareció, para luego desplegarse la ventana con el patrón mental de Shinji, junto a uno nuevo escribiéndose sobre él. 

— ¡Aquí está! — dijo Maya con tensión en la voz, revisando los datos de dos nuevas ventanas que se desplegaron automáticamente, entregando cantidades de información — Sí. Es ella, no hay duda.

Asuka estaba de pie a un lado de la mujer, apretando con fuerza la caja con el valioso cristal, sin despegar la vista de los gráficos y la imagen de un dormido Shinji en una pequeña ventana.

— Mira ese gráfico, Asuka. El patrón mental de Shinji y la Succubus están totalmente sincronizados. Está comenzando. ¡Le está dando un sueño! 

— Eso quiere decir…

— Sí… prepárate. Llegó la hora de actuar — dijo Maya con seriedad poniéndose de pie.

 

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La puerta de la habitación se abrió y la chica ingresó arrastrando de una mano al joven Piloto EVA. Una vez dentro, la chica utilizó una silla para trabar la puerta e impedir que alguien pudiera abrirla desde afuera, dedicándole una sonrisa traviesa al chico, que la miraba un tanto preocupado.

— ¿Qué pasa Shinji? ¿Acaso no te gusta la idea de estar a solas conmigo? — preguntó Kanako, acercándose hasta pasar los brazos por sobre el cuello del Tercer Elegido, clavándole de paso los pechos en el torso.

— No se trata de eso… es solo que nos escapamos del acto de apertura de clases luego de las vacaciones de verano. Si nos descubren estaremos en problemas — razonó Shinji con algo de dificultad, ya que sentir la voluminosa delantera de su novia presionándolo era bastante estimulante.

— Oh, pero por eso estamos en la enfermería, Shinji — dijo Kanako ampliando su sonrisa, estrechando más el abrazo en que tenía atrapado a su novio — Si alguien nos echa de menos, simplemente diremos que me sentí mal y me trajiste a la enfermería para descansar.

— La enfermera podría venir en cualquier momento — dijo Shinji, retrocediendo ante la constante embestida de Kanako.

— No lo creo… la vi en el gimnasio escuchando el discurso del director. No vendrá en un buen rato. Tenemos tiempo para hacer algo mejor que escuchar un aburrido discurso. ¿O me equivoco? — preguntó la chica con voz seductora, acariciando el ya erecto miembro del Piloto EVA por sobre el pantalón, que parecía mostrar plena conformidad con la idea.

— Tal parece que pensaste en todo — dijo Shinji deteniéndose al chocar con la cama que estaba tras él.

— Puedes apostar a que sí — respondió Kanako con una sonrisa seductora y se fue sobre Shinji con un profundo beso en los labios.

La pareja cayó sobre la cama mientras sus bocas se trababan en un fiero combate. Kanako se trepó a horcajadas sobre Shinji mientras le desabotonaba la camisa. A su vez, el chico le levantaba la falda para acariciarle el trasero, a lo que Kanako respondió con un gemido de aprobación por entre los besos. Pronto ambos jóvenes rodaron por la cama de la enfermería desprendiéndose de sus ropas hasta quedar solo en calcetines. 

Kanako quedó tendida de espaldas en la cama mientras Shinji devoraba su cuello a besos al tiempo que manoseaba los senos de la chica con las manos. La novia de Shinji atrapó su cara entre sus manos y le pasó la lengua por los labios antes de darle un profundo beso. Se separaron con un sonido húmedo al quedar sin aliento y Kanako lo miró a los ojos con esa sonrisa traviesa tan característica en ella.

— Bésame Shinji… mis labios arden por sentir tu boca — dijo la chica con la voz ronca por el deseo.

Shinji respondió a la petición de su novia e intentó besarla con toda su pasión, pero ella se apartó negando con la cabeza — No esos labios… los otros… los de abajo — dijo con una sonrisa juguetona y una mirada gatuna en los ojos.

El joven Piloto EVA se sonrojó en el acto al comprender lo que su novia le estaba solicitando, pero no la iba a decepcionar. Kanako gimió de placer cuando sintió al chico ir bajando por su cuerpo mientras la besaba y acariciaba. 

— Sí… si… eso, vamos… bésame… bésame — dijo la chica con deseo, mientras separaba descaradamente las piernas, dejando su intimidad a libre disposición de su novio, que tomaba lugar entre ellas.

Shinji tragó sonoramente al ver la tentadora intimidad de su novia esperando por él, pero no tendría demasiado tiempo de pensar, ya que ella le tomó la cabeza con las manos y lo invitó sin complejos a sumergirse entre sus piernas. Obviamente, Shinji no se negó a la invitación.

Kanako arqueó la espalda y enterró la cabeza en la almohada de la cama cuando sintió la boca de su novio trabajando en su intimidad. La chica apretó los dientes, gimiendo mientras estrujaba las sabanas con sus manos. Podía sentir como Shinji comenzaba a disfrutar de ella, brindándole de paso un placer formidable.

— Sí… sí… cómeme el coño… es todo tuyo… saboréame hasta el último rincón — dijo Kanako con deseo, sujetando la cabeza de Shinji para invitarlo a seguir en lo que hacia.

La chica gemía entre jadeos, mientras que algunas lágrimas de placer escapaban de sus ojos, los que mantenía cerrados con fuerza, totalmente entregada al placer que experimentaba. Abajo, entre sus piernas, Shinji estaba abocado a la alegre tarea de lamer el húmedo sexo de la chica, degustando la miel que escurría desde la abertura, pasando la lengua por entre los pliegues, dándole juguetones mordiscos en los labios vaginales y tirando suavemente de ellos con los dientes. Kanako se revolcaba de placer cuando Shinji hacía esto, juntando las piernas por acto reflejo dando fuertes jadeos, hasta que la chica ya no pudo contener más su placer y explotó.

Kanako se retorcía sobre la desarreglada cama, presa de un poderoso orgasmo, atrapando con las piernas la cabeza de Shinji, que fue premiado con más fluidos de la chica, que terminó al borde del desmayo, jadeando pesadamente mientras Shinji seguía lamiéndola, degustando de su intimidad como solo él sabia hacerlo.

Luego de unos segundos, ya más recuperada, la chica sonrió y separó las piernas para liberar a Shinji de su prisión, aunque estaba totalmente segura de que él no se hubiera molestado en lo más mínimo si lo dejaba ahí abajo por el resto de su vida. Con una sonrisa acarició el cabello del chico, que asomó la cabeza de entre las piernas con una sonrisa de satisfacción, para darle un beso en el monte de venus, cubierto de bellos color amarillo.

— Eso estuvo delicioso — dijo Shinji, con una sonrisa, contemplando en exuberante cuerpo de su novia, la chica más deseada de toda la escuela.

— Me alegra que te haya gustado, por que es solo para ti — dijo Kanako con una sonrisa juguetona.

Kanako se sentó en la cama y besó con pasión a Shinji abriéndose paso en la boca del chico con su lengua. Shinji prontamente se encontró de espaldas sobre la cama, con una prendida Kanako sobre él, besándolo con pasión, mientras que con una mano le estimulaba el pene. 

— Tal parece que este muchacho está listo para la acción — dijo ella, con voz seductora, meneando el pene de Shinji.

— Ahhh… Kanako — dijo Shinji entre jadeos.

— Te gusta eso ¿eh? Entonces lo que viene a continuación te gustará mucho más — dijo Kanako con una sonrisa lasciva, pasando su lengua por los labios…

 

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En el cuarto de control de NERV desde donde se monitoreaba la habitación de Shinji, todo era agitación. Ritsuko tecleaba ante su terminal tratando de comprender los datos que entregaban los instrumentos de medición, mientras que Misato llamaba por radio a los hombres armados a las afuera de la habitación de Shinji, indicándoles que estuvieran alerta.

— Patrón Naranja. No se puede determinar su naturaleza, doctora — infirmó una de las técnicos junto a la científica.

— Esto tiene sentido. No es humano, pero tampoco es un Ángel… ¿qué eres? — se preguntaba la rubia, para luego mirar con seriedad a uno de los operarios presentes — Contacten a Maya y que venga de inmediato.

— ¿Qué hay con Shinji? — preguntó una preocupada Misato.

— Su patrón mental es firme y constante. No hay signos de contaminación mental, ni de ninguna anormalidad pese a que su mente ha sido invadida — comentó la científica revisando los datos que le proporcionaba MAGI — No lo comprendo. La mente de Shinji debería estar rechazando esta intromisión. El cerebro humano no puede invadirse de esa forma sin que presente un rechazo en forma inmediata. Es como si… como si la mente de Shinji le estuviera permitiendo el paso a este invasor. Esa es la única explicación.

— ¿Pero qué lo está provocando? No hay nadie en esa habitación más que el propio Shinji — dijo una preocupada Misato, señalando en monitor que mostraba un profundamente dormido Shinji, sin nada ni nadie junto a él. La habitación está totalmente vacía.

— No lo sé — reconoció Ritsuko con molestia — Hay algo en esa habitación con Shinji. Según estos datos hay algo ahí, pero los sensores no lo detectan, es como… si no estuviera en este plano dimensional.

— Debes estás bromeando. ¿A caso nos enfrentamos al "El Coco" o qué? — preguntó Misato alterada. 

— Yo diría que a, "o qué" — respondió una fastidiada Ritsuko — ¿Aún no pueden contactar a Maya?

— La teniente Ibuki no responde a su teléfono móvil — informó uno de los operarios.

— ¡Vuelvan a intentarlo! — demandó la científica.

— ¿Contra qué rayos estamos luchando? — se preguntó en voz alta una preocupada Misato, ya al borde de la impaciencia, con la vista fija en el monitor que mostraba a un dormido Shinji.

— Eso es exactamente lo que me gustaría saber — comentó una sorprendentemente confundida Ritsuko, antes que esta perdiera la paciencia y gritara a su equipo de operarios — ¿¿Aún no pueden contactar a Maya?? ¡La necesito aquí y ahora!

— No responde al teléfono de su cuarto ni al teléfono móvil, doctora. Una persona de seguridad va a su habitación en este momento — informó otra operaria, que había reiteradamente estado tratando de comunicarse con Maya en forma infructuosa.

— ¿Pero dónde pudo meterse Maya en un momento así? — reclamó Ritsuko.

 

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— Está listo. Eso nos dará algunos minutos para movernos sin ser detectadas antes de que la doctora Ritsuko se de cuenta del engaño — dijo Maya, luego de activar el archivo de video que había grabado para engañar al sistema de seguridad de NERV.

Maya cerró el laptop y se lo tendió a Asuka. La pelirroja que aún tenía en sus manos la caja de madera que contenía el cristal, metió la pequeña caja en uno de los bolsillos de su túnica y recibió el laptop cargándolo bajo un brazo. Por fortuna la túnica que le pasó Maya tenía unos broches para poder cerrarla, así nadie podía ver que iba desnuda. De solo recordar eso se sonrojó nuevamente, pero no era momento de pensar en eso. Asuka apartó esa idea de su cabeza y se encaminó a la puerta, pero fue detenida por Maya, que se cruzó frente a ella mirándola con seriedad.

— ¿Estás segura que quieres hacer esto, Asuka? — preguntó la mujer de pie frente a la puerta de la habitación.

— ¿Por qué me preguntas eso ahora? — preguntó Asuka, sintiendo una nueva oleada de vergüenza al recordar que iba a salir al pasillo totalmente desuda bajo la túnica negra.

— Porque una vez que crucemos esta puerta ya no habrá vuelta atrás. Ambas esteremos quebrantando todos los protocolos de seguridad de NERV. Podríamos pasar el resto de nuestras vidas en un calabozo… o algo peor; aún si tenemos éxito. Así que lo preguntaré una vez más. ¿Estás segura de querer hacer esto?

La Segunda Elegida guardó silencio por unos segundos. Ciertamente el panorama no era nada halagüeño para ninguna de las dos, sin embargo, la alternativa de dejarlo todo en manos de la doctora Ritsuko y su "método científico" podría significar la muerte de Shinji. Al final Asuka tomó una decisión, la única decisión que podía tomar.

— Lo haré — dijo con voz firme y una mirada de determinación — ¿Pero qué hay de ti? Estás arriesgando mucho más que yo aquí.

— Es verdad, pero vale la pena el sacrificio. Por Shinji, por ti… y por ver la cara de la doctora Ritsuko cuando le muestre cuan equivocada estaba en sus palabras — respondió la mujer con una mirada seria.

Al escuchar esa última declaración, Asuka supo que algo severo había pasado entre Maya y Ritsuko. No sabía qué ni iba a preguntarle eso ahora, pero estaba claro que Maya estaba decidida a no dar su brazo a torcer. Como fuere, ambas tenían sus razones y no iban a echar pie atrás, no después de llegar tan lejos.

— Vamos hechicera… acabemos con esa Succubus — dijo Asuka, sin burla en su voz.

— Sí… vamos — respondió Maya abriendo la puerta, y ambas mujeres salieron al pasillo, decididas a llegar hasta el final, sin importarles cual sea el precio a pagar.

Los guardias de seguridad tuvieron que mirar dos veces para reconocer a Maya Ibuki, cuando la vieron salir de una habitación al final del corredor y acercarse a ellos con paso decidido. La mujer cargaba bajo su brazo izquierdo un antiquísimo libro cerrando con una cadena, y vestía de una forma que jamás se hubieran imaginado, aunque debieron reconocer que mal no se veía. A su lado caminaba la Segunda Elegida vistiendo una larga túnica negra, cargando un laptop bajos su brazo derecho. Los hombres les cortaron el paso de inmediato.

— Teniente Ibuki, ¿Y esas ropas? ¿ Acaso va a actuar de extra en la próxima película de Harry Potter? — preguntó uno de los hombres, arrancando risas de los demás, y una mirada estrecha por parte de Maya.

— Necesitamos ir a la habitación del Tercer Elegido. Por favor déjennos pasar — dijo Maya, pasando por alto las burlas del hombre.

— Tenemos ordenes de la Mayor Katsuragi de no dejar pasar a nadie — dijo el hombre que se había burlado de Maya, poniéndose repentinamente serio, colocando un dedo en gatillo de su arma, al igual que sus compañeros.

Asuka dio un paso adelante para replicar algo, pero Maya la detuvo estirando su brazo delante de ella. Maya cerró los ojos y dio una fuerte inspiración preparándose mentalmente para lo que venía.

— Teniente Ibuki… ¿Se siente usted bien? — preguntó uno de los guardias. Pero Maya no respondió, en su lugar levantó su mano derecha hacia los hombres de seguridad mientras pronunciaba unas palabras en un idioma desconocido. Finalmente abrió los ojos levantando la vista y miró seriamente a los hombres antes de hablar con fuerza.

— "Restricción"

Lo siguiente fue algo que Asuka, ni ninguno de los hombres se esperaba. La gema en la pulsera de Maya brilló con intensidad, a la vez que un circulo luminoso con un una extraña inscripción aparecía ante el pecho de los hombres, los cuales fueron cubiertos por una luz azulada, luego de lo cual se congelaron en su lugar incapaces de poder mover siquiera un solo músculo. 

— Maya… ¿qué… qué fue todo eso? — preguntó una impactada pelirroja, ya que no importaba cuantas veces lo viera, no deja de sorprenderse con todo esto.

— Recité un encantamiento para realizar un hechizo restrictivo. Estos tipos no podrán moverse por una hora — respondió Maya, levantando su mano derecha, momento en que el cristal de su pulsera volvió a brillar con intensidad. 

— ¿Qué esa pulsera? — preguntó Asuka, mirando fijamente la brillante gema, que ya había visto brillar siempre antes de que Maya hiciera uso de su magia.

— Es un artefacto mágico. No puedo realizar magia sin él. Puede tener distintas formas, desde a una pulsera a una varita mágica… como la de Harry Potter — respondió Maya, recordando el comentario impertinente del hombre frente a ella.

A continuación Asuka escuchó como Maya recitaba un nuevo encantamiento en ese extraño idioma, luego de lo cual sintió con sorpresa como una corriente de aire se formaba en el lugar, haciendo que la túnica negra de Maya ondeara por la fuera de la corriente, es más, ella tuvo que sujetar la suya para que no se abriera por lo fuerte de la corriente de aire. Entonces, los efectivos de seguridad se elevaron en el aire, y salieron disparados hasta el final del corredor, donde se desparramaron como fichas de dominó.

— Ahora no molestarán hasta que terminemos lo que vinimos a hacer — dijo Maya, comenzando a caminar por el corredor hacia la habitación de Shinji.

Asuka se quedó de pie sin atinar a moverse, nuevamente fue totalmente sorprendida por lo que acababa de ver. En un primer momento en su habitación, creyó que estaba alucinando, pero había sido real, tan real como esto. Era magia. No la que realizan los magos en sus presentaciones, cortando mujeres en dos, o sacando conejos de un sombrero. Esta había sido magia de verdad. La Segunda Elegida miró con genuina admiración a Maya por lo que acaba de realizar.

"Podemos ganar… en verdad podemos ganar" pensó Asuka, con el corazón bombeando con fuerza. 

— ¿Qué esperas Asuka? Trae acá mi laptop. Necesito ver qué pasa con Shinji.

— Sí… sí. Voy — dijo Asuka saliendo del trance, yendo a paso acelerado hasta donde estaba Maya, abriendo el laptop ante la mujer, la cual comenzó a teclear en él con una mano, desplegando una ventana donde se apreciaba un dormido Shinji y otra con los patrones mentales del chico y la Succubus.

Asuka miró la imagen apretando los dientes, imaginando qué clase de sueño le estaría dando esa degenerada cosa a Shinji, momento en que notó algo distinto. Shinji se veía agitado. El chico comenzó a moverse y parecía hablar en sueños, entonces la vio. La Succubus comenzó a hacerse paulatinamente visible sobre Shinji. La criatura se movía sobre el cuerpo del Tercer Elegido como si fuera una gata en celo. La criatura besó al chico con pasión, mientras metía una mano dentro de sus calzoncillos para estimular su pene. Asuka dio un gemido de asco, y estuvo por dejar caer el laptop al suelo, sino fuera porque Maya lo sujetó en el último segundo.

— Cálmate Asuka.

— No me pidas que me calme luego de ver… ¡¡Eso!! — señaló la chica con rabia.

— Sabías bien que verías algo así Asuka. Debes ser fuerte. Ya casi es el momento de actuar. Falta muy poco, solo se paciente — afirmó Maya con seriedad, pero podía entender a la chica. Si ella estuviera en su lugar, posiblemente hubiera reaccionado de la misma forma.

Asuka contempló la imagen en la pantalla LED del laptop con los dientes apretados, observando con odio a esa criatura, deseando poder ponerle prontamente las manos encima.

 

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— ¡Por todos los cielos! ¿Qué es esa cosa? — preguntó una impactada Misato, sin poder creer la imagen que mostraba el gran monitor ante ella.

— No… no lo sé — respondió con toda sinceridad Ritsuko Akagi, sin siquiera darse cuenta de que había pronunciado esas palabras, ya que su mente estaba absorta, al igual que todos en esa habitación, contemplando lo que ocurría con el Tercer Elegido.

El gran monitor adosado a la pared, mostraba a un sonriente Shinji Ikari tendido de espaldas en la cama con una criatura de aspecto traslucido, casi fantasmal, que tenía la forma de una voluptuosa y hermosa mujer totalmente desnuda, con un rostro tan bello que parecía una muñeca, junto con una larga y sedosa cabellera rubia. Pero hasta ahí llegaban las similitudes con una mujer. La criatura tenía un par de cuernos en la cabeza, alas en la espalda semejante a las de un murciélago y una larga y delgada cola terminada en punta de flecha, que movía en forma distraída, casi juguetona.

— Oh, por todos los cielos… esa cosa… Shinji… ¿¿Ritsuko que está pasando?? — gritó una espantada Misato.

— No logro comprenderlo — respondió la científica tecleando en la terminal — Según los datos de MAGI no hay nadie en es habitación fuera de Shinji.

Exclamaciones de sorpresa se escucharon por la sala cuando la criatura le quitó los calzoncillos a Shinji revelando la poderosa erección del chico, que sonrojó a más de una. La criatura sonrió complacida mientras Shinji conversaba con ella, pese a estar aparentemente dormido. 

— ¡Shinji está hablando con esa criatura! — dijo Ritsuko impactada.

— ¡Pongan el audio de esa habitación en los altavoces! — demandó Misato, a lo que una de las técnicos respondió de inmediato, momento en que la voz de una mujer se escuchó en la habitación.

"Ahh… sí… Shinji, me haces tan feliz… sí… aaahhh… ¡¡Sí!! Mmhhh, chúpalas, chúpame la tetas… sí, así… muerde mis pezones… aaaannhh…"

Las mujeres que estaban en esa sala miraron el monitor con el rostro totalmente rojo al escuchar las afiebradas palabras de esa… "mujer". El monitor mostraba al Piloto EVA sentado en la cama con los ojos cerrados, chupando los grandes senos de esa criatura mientras ella gemía de placer, a la vez que le estimulaba el miembro con una mano.

— ¡¡Ritsuko, haz algo!! — estalló Misato.

— Pero según los datos de MAGI no hay nadie en es habitación fuera de Shinji y él está efectivamente dormido. Sus ondas REM pueden verse claramente en el gráfico — explicó Ritsuko.

— ¿Y cómo explicas eso? — gritó una vez más Misato señalando el monitor.

Nuevas exclamaciones de asombro se sucedieron cuando la criatura se fue sobre Shinji botándolo de espaldas en la cama, para luego treparse sobre él. Misato se horrorizó ante esa visión, mientras la criatura volvió a hablar.

"Eres un buen chico, Shinji… y ahora te voy a dar tu recompensa… jejeje… voy a exprimirte hasta sacarlo todo"

"Pero que cosas dices, Kanako"

"Pero si es verdad, Shinji. Voy a exprimirte con mi coño… te voy a dejar seco"

"Ahh… Kanako… sí…"

Misato se congeló al escuchar ese nombre de boca de un "dormido" Shinji, el mismo nombre que el chico había pronunciado el pasado día en la enfermería, el nombre de una chica que según él, era su novia, y que al verla y escucharla ahora, era tan desvergonzada como la había descrito Shinji.

— No puede ser… ¿Esa es… esa es Kanako? — se preguntó Misato impactada.

— La novia de Shinji — comentó Ritsuko igual de impactada.

Fue entonces que Misato recordó las palabras de Asuka, palabras que el día pasado habían parecido las palabras de una chica presa de los celos, pero que ahora tomaban un peso totalmente distinto: "Tú no sabes lo que es ella, lo que le está haciendo"

— Asuka… ella lo sabía — dijo Misato impactada al poder finalmente darle sentido a todas las situaciones aparentemente sin sentido que habían sucedido durante los últimos días. Entonces devolvió la vista a monitor, y consideró que ya era hora de ponerle un alto todo esto. Tomó un radio desde el bolsillo de su chaqueta y habló por él — Equipo de seguridad, ingresen al cuarto del Tercer Elegido. ¡¡Ahora!! Tienen permiso de disparar, pero no lastimen al Tercer Elegido… ¿Equipo de seguridad? ¿Equipo de seguridad? ¡Respondan! 

Misato observó extrañada uno de los monitores donde se veía a los hombres armados de pie en el corredor, pero sin dar señales de haber recibido su transmisión. "¿Que rayos?" se preguntó la mujer.

— ¡Oh, cielos! Miren eso — exclamó una de las operarias.

"Sí… sí… lo siento entrando… aaahh… sí, sí… está llegando al fondo… aahhh, Shinji, me partes en dos"

El radio cayó de las manos de Misato al escuchar esas palabras y ver el gran monitor. La criatura que respondía al nombre de "Kanako", estaba sentada sobre el bajo vientre de Shinji y se la podía ver arquear la espalda mientras daba un gemido de placer. Lo estaban haciendo. Estaban teniendo sexo. El erecto pene de Shinji era perfectamente visible dentro de la criatura por medio de su cuerpo traslucido.

— ¿Ritsuko? — preguntó la directora de Operaciones, con temor en la voz.

— No lo puedo creer. Según estos datos, la criatura se materializó de pronto. Lo hizo para entrar en contacto con Shinji… para… para tener sexo con él. Ahora entiendo porque nunca intentó oponer resistencia a la invasión de aquél patrón mental — concluyó Ritsuko impactada, mirando los datos que entregaba MAGI.

— Doctora Akagi, creo que hay un problema con el sistema de seguridad. Hay algo fuera de lugar con una de las cámaras de vigilancia — informó una operaria.

— ¡No es el momento! — respondió Ritsuko.

— Es la cámara de vigilancia del corredor fuera de la habitación de Tercer Elegido — informó la mujer, llamando la atención de la científica y la directora de Operaciones.

Ritsuko apartó momentáneamente la atención de lo que hacia para acercarse donde la operaria. No necesitó mucho tiempo para darse cuenta del problema. El sistema había sido hackeado hábilmente. Un operario normal lo habría pasado por alto sin ver el problema, eso le daba crédito a la chica por descubrirlo, pero esto… al revisar el sistema vio el problema. La científica supo como arreglarlo en cosa de segundos, también supo que había solo una persona en todo NERV que podía hackear a MAGI de esa forma, a parte de ella, claro está.

— Maya — dijo la mujer, apenas audible al solucionar el problema, una grabación que se colocó hábilmente sobre la imagen en vivo para engañar al sistema de seguridad. Al quitar el video y dejar la imagen que correspondía, se llevó una nueva sorpresa.

El monitor mostraba a Maya Ibuki de pie fue del cuarto de Shinji en compañía de Asuka, ambas con unas vestimentas bastante extrañas, contemplando el monitor de un laptop en las manos de la pelirroja.

— ¡Maya! ¿Pero qué…? — trató de preguntarse Ritsuko, pero sus palabras murieron en su boca al ver la llamativa vestimenta de su asistente y mano derecha.

— No sé qué pretende Maya vestida así, pero Asuka está con ella y eso no me gusta nada — señaló Misato, al recordar que la pelirroja sabía de la existencia de "Kanako". Luego miró el otro monitor donde esa criatura seguía tiendo sexo con Shinji, y su expresión se tornó totalmente seria — Ritsuko. Activa la alarma de "Ataque de Ángel" y acciona la jaula electromagnética, ¡¡Ahora!!

— Pero no sabemos si esa criatura es un Ángel — explicó Ritsuko.

— Me da lo mismo lo que sea esa cosa. ¡Activa ya la alarma!

La científica observo a Misato la cual le dedicó una fiera mirada, para luego encaminarse a la salida recogiendo de paso el radio que había dejado caer momentos antes, a la vez que sacaba su pistola Beretta de la pistera.

— Que todo el personal de seguridad se presente en el ala sur del sector residencial B. Esto no es un simulacro — dijo la mujer saliendo del cuarto con paso acelerado.

— Rayos — exclamó la rubia activando la alarma, que previamente habían desconectado para realizar la operación sin alertar a lo que fuera que enfrentaban, junto con activar la jaula electromagnética sellando el cuarto de Shinji. La científica tomó un tablet del tamaño de una hoja carta, donde se desplegaba toda la información que necesitaba para poder monitorear los datos en terreno, se colocó un comunicador en la oreja derecha y salió detrás de Misato — Ustedes sigan monitoreando todo lo que ocurre en ese cuarto. Si ocurre cualquier cosa fuera de lugar, llámenme — con esas palabras, Ritsuko Akagi salió de la habitación a paso acelerado.

— ¿Cualquier cosa fuera de lugar? Pero si aquí todo está fuera de lugar — comentó una de las operarias, mirando a las demás, las cuales no pudieron más que concordar con su apreciación, para luego devolver su atención al gran monitor, donde se podía apreciar al Tercer Elegido tener relaciones sexuales con esa criatura.

 

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La alarma de ataque resonaba en las instalaciones de NERV, mientras todo el personal corría a sus puestos, salvo en el corredor fuera del cuarto de Shinji, donde Maya y Asuka, que eran las únicas que sabían lo que realmente ocurría ahí. Estaban expectantes esperando el momento de actuar, momento que estaba por llegar. Maya contempló a Asuka. La chica observaba la escena con los dientes apretados, mientras que una lágrima caía por una de sus mejillas. La asistente de Ritsuko comprendió que no era una lágrima de pena, sino de rabia y frustración por presenciar eso sin poder hacer nada por evitarlo… al menos por el momento.

— Ya falta poco Asuka… solo aguanta un poco más — susurró Maya.

Si Asuka escuchó o no las palabras de Maya, no dio ninguna respuesta, solo permaneció observando fijamente la imagen que devolvía el laptop, con el chico que amaba siendo poseído por esa demonio sexual, que se alimentaba de su semen. 

— Ya llegaron. Tardaron más de lo que esperaba — comento Maya, al ver el contingente de efectivos de seguridad que corrían hacia ellas por ambos lados del corredor — De todas formas no llegaran muy lejos.

Nada más esas palabras dejaron los labios de Maya, el grupo de hombre armados rebotó contra una barrera invisible, desparramándose por el suelo, pudiéndose ver un gran sello luminoso con signos mágicos a ambos costados del corredor, dejando un espacio de unos 15 metros donde las dos mujeres podían desenvolverse sin interferencias.

— Vas a tener que enseñarme a hacer eso — comentó Asuka, viendo como los sellos luminosos desaparecían luego de unos segundos.

— Ya hablaremos de eso. Por ahora… — dijo Maya abriendo la puerta del cuarto de Shinji, dejando ver una barrera luminosa color rojo que le impedía el paso.

— Eso es…

— Sí, la jaula electromagnética — dijo Maya, estrechando la mirada.

— ¡Ustedes dos! Deténganse y dejen de hacer lo que sea que estén haciendo — dijo Misato, apuntándoles con la Beretta, apareciendo por entre los aturdidos efectivos de seguridad que se estaban poniendo de pie.

Las dos mujeres miraron a su derecha y vieron a Misato y Ritsuko avanzando entre los hombres, hasta que la punta del arma de Misato tocó la barrera invisible, dejando ver nuevamente un sello luminoso con signos mágicos. Demás está decir que la mujer quedó totalmente impactada, no así Ritsuko, que estrechó la mirada.

— Es un escudo de energía similar a la jaula electromagnética. Solo tengo que descifrar su programa y anularlo — dijo la científica escribiendo sobre la pantalla del tablet, mientras Maya negaba con la cabeza — ¿Qué es esto? ¿No se puede determinar la fuente de energía? ¿Error en los datos? — comentó la sorprendida mujer, al verificar la información que le entregaba el tablet.

— Usted nunca aprende doctora — dijo Maya mirando a su mentora con una mirada de superioridad que sorprendió a la científica — La razón por que no logra comprender lo que está pasando, es porque esto se adentra en terrenos que la ciencia no puede comprender — dijo la mujer tecleando en el laptop que sostenía Asuka, desactivando la jaula electromagnética, dejando ver a Shinji con la Succubus a punto de llegar al clímax.

— ¡¡Shinji!! — exclamó Asuka, lanzando el laptop a un lado, lista para entrar al cuarto.

— ¡Aún no! — dijo Maya, sujetando a la chica de un hombro, con un tic el en el ojo derecho al ver como su querido laptop fue desechado de forma tan poco decorosa, pero no era momento de preocuparse por eso. Tenía que concentrarse en lo que debía hacer.

— ¡¡Asuka, Maya, deténganse!! — dijo Misato, desesperada al verse impedida de avanzar.

— ¡Maya! ¿Qué se supone que estás haciendo? — exclamó Ritsuko enfatizando cada una de las palabras que decía, sin dar aún crédito a todo lo que estaba aconteciendo.

— Lo que la ciencia y su método científico nunca podrán hacer — respondió la mujer, para luego levantar el brazo derecho con la palma extendida hacia la habitación de Shinji, recitando unas palabras en una lengua totalmente desconocida para Misato, Ritsuko y todos los presentes. Entonces Maya abrió los ojos y hablo con fuerza — ¡Desintegración!

Ante la atónita mirada de todos los presentes, la gema en la pulsera de Maya brilló con fuerza, momento en que una luz azulada cubrió la pared ante ella y Asuka. Segundos después, la pared explotó en cientos de fragmentos luminosos, que se desintegraron antes de caer al suelo, dejando totalmente expuesta la habitación donde se encontraba Shinji con la Succubus, en medio de un candente acto sexual.

— Llegó el momento — dijo Maya, llevando su brazo izquierdo adelante con el antiquísimo libro que cargaba en su mano — ¡¡Libérate!!

Los ojos de todos casi salen de sus orbitas al ver como ese antiguo libro comenzaba a brillar, mientras se elevaba hasta quedar flotando unos cuantos centímetros sobre la mano abierta de Maya. El pequeño candado que mantenía unida la cadena se abrió por si solo, momento en que la cadena liberó al libro de su encierro forzado, para luego enrollarse como si fuera una pulsera en el antebrazo izquierdo de Maya.

La Succubus, que en medio de su placer se percató de lo que ocurría, miró a ambas mujeres reconociendo de inmediato a la pelirroja. La criatura lanzando un rugido de odio mostrando una hilera de afiladísimos dientes, antes de lanzar su cola como un látigo sobre Asuka. La chica no tuvo tiempo de arrancar y solo atinó a cerrar los ojos cruzando los brazos delante de su cara.

— ¡¡ASUKA!! — gritó Misato con desesperación, intentando hacer algo, pero chocó nuevamente con la barrera que le impedía el paso, dejando ver otra vez ese enorme sello luminoso con signos totalmente desconocidos para ella.

Entonces, ante la sorpresa de los presentes, la cola de la criatura rebotó sobre los brazos de Asuka, como si estos fueran de acero. Cuando la chica fue conciente de que nada le había pasado, abrió los ojos y se percató de que todas las marcas que Maya había pintado en su cuerpo brillaban con intensidad. Incluso podía ver como brillaban bajo la negra túnica que traía puesta sobre su desnudo cuerpo. 

— ¡El hechizo de protección! — dijo la pelirroja impactada, dándose cuenta de que fue ese hechizo lo que le había salvado la vida.

— No te confíes. Recuerda que ese hechizo no te da una defensa absoluta — señaló Maya.

— Sí. Lo tendré en mente — respondió la pelirroja, agradeciendo a Maya por el hechizo de protección que puso sobre ella, por más vergonzoso que este fuera.

"Definitivamente tendré que pedirle a Maya que me enseñe a hacer este hechizo cuando todo esto termine" pensó la pelirroja, antes de devolver su atención a Shinji y la criatura que estaba sobre él, dedicándole una mirada de infinito odio al ver que su ataque no había surtido el menor efecto en la chica que podía desbaratar sus planes.

 

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A metros de distancia de donde se encontraban Maya y Asuka, detrás de una barrera mágica que les impedía él paso, la Directora de Operaciones y la Directora del Departamento Científico de NERV no daban crédito a lo que acaban de ver. Ante sus ojos, una criatura que parecía salida de un sueño bizarro, acababa de atacar a Asuka con su cola terminada en punta de flecha y esta había rebotado contra la pelirroja sin hacerle un solo rasguño, mientras extraños signos y líneas pintados en el cuerpo de la chica brillaban con luz propia. Ninguna de las dos mujeres sabía qué pesar ante lo que estaban viendo, y lo que escucharon de boca de Asuka y Maya las dejó aún más desconcertadas.

— ¿Escuchaste eso Ritsuko? Asuka y Maya dicen que eso es un… "hechizo". ¿Es eso posible? — preguntó Misato, apenas creyendo lo que escuchó.

— Me niego a creer algo semejante. Tiene que haber una explicación lógica para todo esto — dijo la científica mirando los datos que se desplegaban en su tablet, tratando de encontrarle sentido a todas las cosas que estaba realizando su discípula, cosas que escapaban a toda lógica o análisis racional.

— Magia o no, hay que ponerle un alto a esto — dijo Misato retomando la seriedad, tomando su radio y acercándola a la boca para hablar — Hyuga, aquí Katsuragi. Prepara el EVA-00 para entrar en acción.

"Entendido Mayor. Preparando EVA-00 para la batalla" se escuchó la respuesta de Makoto Hyuga por el radio, mientras Misato miraba fijamente lo que ocurría frente a ella.

 

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Dentro de la barrera, la Succubus miraba con odio a Asuka y Maya, enseñando amenazadoramente los dientes, pero sin dejar de moverse sobre Shinji. La criatura era consiente del peligro que significaban esas hembras humanas para sus planes, pero sabía que no podía detenerse en ese momento. El clímax estaba por llegar, podía sentirlo… solo unos segundos más.

— Aaahh, Kanako… ya no lo resisto más… me corro — dijo Shinji en sueños.

— Sí, sí… ¡¡Damelo todo!! — dijo la Succubus dando un par de fuertes sentones sobre el miembro de Shinji, logrando que el chico liberada toda su carga dentro de ella.

La Succubus arqueó la espalda echando la cabeza hacia atrás, mientras daba un potente gemido de placer. El semen de Shinji fue totalmente visible mientras era disparado dentro del cuerpo de la criatura, que temblaba de placer, mientras el dormido chico la sujetaba de las caderas y la presionaba contra su cuerpo para hacer más profunda la penetración, lanzando más descargas de semen en el proceso.

Fuera de la habitación, Misato estaba totalmente horrorizada ante lo que veía. Shinji, el chico que era su protegido, estaba siendo poseído por una criatura de que no sabían absolutamente nada, y a todas luces, sin estar en total uso de sus facultades. Ritsuko, más que horrorizada se encontraba impactada. Esa extraña criatura con forma de mujer había pasado desapercibida ante todos los sofisticados sistemas de seguridad de NERV, y se había materializado para entrar en contacto carnal con uno de los Pilotos EVA. No sabía cómo clasificar este hecho, ni cuales serían las consecuencias de esta unión carnal, pero podía deducir que había un oscuro objetivo detrás de esto, así mismo, el hecho de que sea precisamente el Tercer Elegido el afectado tampoco parecía ser algo al azar. Desgraciadamente, y ante el tenor de los acontecimientos, la brillante científica solo podía limitarse a un papel de mera espectadora, observando los aparentemente irracionales actos de su discípula.

— Maya — dijo entre dientes la rubia, mordiéndose nerviosamente un labio.

Dentro de la barrera mágica, Asuka apretaba los dientes mientras contemplaba a Shinji con impotencia, sabiendo que no podía hacer nada por el momento. La pelirroja se tuvo que morder su rabia, asco y frustración apuñando con fuerza sus manos, mientras una nueva lágrima descendía por una de sus mejillas, pero la chica nunca lo notó. En cuanto a Maya Ibuki, la mujer tenía una mirada de total concentración mientras contemplaba el momento culmine del acto carnal entre Shinji y la Succubus. Finalmente había llegado el momento que Maya había estado esperando por tanto tiempo, el momento de realizar el poderoso hechizo que liberaría a Shinji de esa demonio, hechizo que si resultaba mal, podría costarle la vida. "No fallaré" se dijo a si misma la mujer. 

— Recuerda Asuka. Cuando comience no podré detenerme — dijo Maya ente dientes, con el corazón bombeando desbocado y un repentino escalofrío recorriéndole la espalda.

— Confía en mi y has lo que debes hacer — respondió Asuka con decisión y una mirada de furia en los ojos con la que fulminada a la Succubus, la cual aún era presa de los orgasmos.

Maya cerró los ojos y dio una fuerte inspiración. Levantó su brazo derecho con la palma de su mano extendida hacia Shinji y la Succubus. La gema de su pulsera brilló de forma tan intensa, que por segundos encandiló a todos los presentes. Entonces, Maya Ibuki abrió sus ojos, en los cuales podía verse una seriedad y determinación nunca antes vistos en ella. La mujer habló con fuerza, casi gritando las palabras que daban inicio al hechizo más poderoso que jamás antes hubiera realizado.

— ¡¡SELLO DE CONTENCIÓN!!

Ante la mirada atenta y sorprendida de los presentes, un inmenso círculo mágico fuertemente luminoso se formó ante Maya, a la altura de sus extendidos brazos. El libro que flotaba sobre su mano izquierda brilló con intensidad a la vez que se abría por si solo, deteniéndose en una página en especial, la página donde estaba el hechizo para sellar a los Succubus e Incubus. En su otra mano, la gema de su pulsera seguía brillando con intensidad.

La Succubus rugió deformando su bello rostro transformándolo en una horrible cara con ojos brillantes como brazas y una hilera de afilados dientes en la boca, que se abrió de un tamaño antinatural. La criatura, que en cosa de segundos dedujo lo que estaban intentando hacer, también sabía que la bruja que estaba frente a ella, estaría totalmente indefensa mientras recitara el hechizo, así que lanzó su cola sobre ella para atravesarla.

La cola de criatura zigzagueó en un rápido movimiento directo hacia el indefenso corazón de Maya, la cual contempló la escena con horror, pero el ataque nunca llegó a tocarla. En una fracción de segundos, Asuka se las había arreglado para saltar delante de Maya a modo de escudo, protegiéndola de una muerte segura, logrando que la cola de la Succubus rebotara nuevamente contra ella.

— ¡¡No lo harás!! — dijo Asuka, con sus brazos cruzados ante su rostro a modo de escudo, donde rebotó nuevamente la cola de la criatura, a la vez que los signos en su cuerpo brillaban con intensidad — ¿Qué esperas Maya? Comienza el hechizo de una vez.

Maya no necesitó que se lo repitieran, en ese mismo instante comenzó a recitar el hechizo, mientras las letras en el libro que flotaba sobre su mano comenzaban a brillar. Una fuerte corriente de viento se formó en el lugar haciendo que la túnica de Maya ondeara hacia atrás, y que la túnica de Asuka se abriera sin que esta pudiera evitarlo, revelando su desnudez ante todos los presentes, junto con la serie de líneas y signos mágicos pintados en su cuerpo.

Fue así como el circulo mágico, que aún estaba flotando a algo más de metro y media por sobre el suelo, se dividió en dos, subiendo una parte hasta el techo y bajando la otra hasta el suelo, brillando con una luz azulada, revelando en el centro un pentagrama con extrañas inscripciones. La Succubus rugió con odio, al ver esto y sentir como esos sellos mágicos le restringían sus movimientos. Pero no estaba vencida, no aún.

Ante la sorpresa y el horror de los presentes, el cuerpo hasta entonces traslucido de la criatura, se fue haciendo lentamente corpóreo. Maya supo lo que pasaba, pero no podía hacer nada por advertir a la pelirroja. No podía parar de recitar en hechizo o todo estaría perdido. Asuka, que ya había desistido de intentar cerrar su túnica, totalmente superada por la corriente de viento que envolvía al lugar, también vio con sorpresa como la criatura se hacia corpórea sobre Shinji, que luego del orgasmo había caído profundamente dormido de espaldas en la cama, totalmente ajeno a lo que ocurría en esa habitación. Fue entonces, al ver como el cuerpo de la Succubus se iba materializando, que recordó las palabras que Maya dijo es misma tarde: "Esta criatura está usando la fuerza que le dio el semen de Shinji para romper la barrera que la separa del mundo onírico con él real, y así poder ingresar a este plano dimensional con todos sus poderes"

"Eso es lo que está haciendo. Usa la fuerza que le da el semen de Shinji para materializarse en este plano dimensión" pensó con espanto la pelirroja, entonces cayó en cuenta de algo importante… "Tendrá cuerpo físico"

 

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La Succubus que respondía al nombre de "Kanako", contemplaba fascinada su cuerpo, que se hacía paulatinamente físico. Estaba traspasando la barrera. El semen de su victima le estaba dando ese poder. Un semen que se encuentra uno en un millón, un semen tan poderoso que había logrado lo impensado, permitirle pasar el umbral.

— Sí, sí... ¡¡Finalmente tengo un cuerpo!! — exclamó la criatura al contemplar como su traslucida esencia había logrado materializarse por completo. 

— No sabes lo que me alegra escuchar eso — dijo Asuka escupiendo las palabras.

Al escuchar esas palabras la Succubus levantó la vista, solo para recibir una potente patada giratoria en la cara que la mando volando por sobre la cama hasta rodar por el suelo. Al levantar la vista con el rostro deformado por la furia, se podía ver un hilillo de negra y espesa sangre corriendo por la comisura de los labios. La criatura se percató de esto y limpió su boca con el dorso de su mano, contemplando los restos de su sangre, para luego devolver una estrecha mirada a la pelirroja.

La Succubus se encontró con una desnuda pelirroja, parada ante ella con las piernas ligeramente separadas y su abierta túnica y roja cabellera ondeando producto de la mágica corriente de viento. La mirada en los ojos de la chica era de desprecio, a la vez que esbozaba una sonrisa de satisfacción en los labios, mientras los signos pintados en su cuerpo brillaban con intensidad.

— Si tienes un cuerpo físico, entonces puedo golpearte. Esa me la debías por meterte con "MI" Shinji… ¡¡Puta!! — dijo Asuka con desprecio.

 

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Afuera de la barrera mágica, unas impactadas Misato y Ritsuko contemplaban como Asuka le hacia frente a esa criatura sin hacer uso de nada más que su propio cuerpo, y esas extrañas líneas y signos luminosos pintados en el. 

— ¿Cómo puede Asuka hacer eso, y qué son esa marcas que brillan en su cuerpo? — preguntó Misato, pero no obtuvo respuesta — ¿Ritsuko?

— No… no lo entiendo. No comprendo estos datos. No tienen ningún sentido — dijo la científica, revisando la información que se desplegaba en la pantalla del tablet que cargaba en sus manos.

— Tal vez en verdad sea magia — comentó Misato, más para si que para la científica, antes de acercar el radio a su boca — Que el EVA-00 entre en acción. ¡¡De inmediato!!

 

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La Succubus, que sostenía la fiera mirada de la pelirroja, fue deformando una vez más su hermoso rostro hasta transformarlo en una horrible mascara, que le concedía un aspecto que dejaba en claro lo que realmente era, un demonio. El rostro de Kanako se asemejó a un rostro humano, solo que sin piel, ni nariz, afiladísimos y largos dientes en su boca y ojos que brillaban como brazas ardientes. La piel de todo el cuerpo de la criatura se tornó grisácea y al igual que su rostro, se asemejaba a un cuerpo humano sin piel, dejando expuesto todos los músculos al aire. La criatura lanzó un fuerte rugido mientras sus uñas se extendían hasta transformarse en garras, las cuales levantó en forma amenazante.

"¿Quién se creía esa humana maldita para adjudicarse derechos sobre su presa?" Pensó la Succubus, mientras miraba con odio a la pelirroja. Shinji era suyo, era "SU" hombre. El hombre que le daría el semen que necesitaba para permanecer en este mundo, el semen que tanto la extasiaba. Nunca lo dejaría… ¡¡Nunca!!

— Shinji es mío — rugió la criatura — ¡¡MIO!! 

 

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— ¡Por todos los dioses¡ ¿Qué demonios es esa cosa? — preguntó una horrorizada Misato, al ver la horrible apariencia de la criatura a la que se estaban enfrentado Asuka y Maya.

— El análisis de MAGI sigue arrojando "Patrón Naranja". Imposible de determinar su naturaleza — informó una frustrada Ritsuko.

— Pues para mí esa cosa parece exactamente eso… "un demonio" — dijo uno de los efectivos de seguridad, logrando cabezadas de afirmación por parte de sus colegas.

— ¿Qué pasa con Rei? — preguntó Misato, llevando el radio a su boca.

"Está en camino, Mayor. Abriéndose paso a través de las instalaciones" respondió Makoto Hyuga desde el otro lado de la línea. Como si las palabras de Hyuga fueran proféticas, prontamente comenzaron a escucharse fuertes estruendos y sentirse un temblor en el lugar. No había que ser muy inteligente para deducir que ese sonido era el EVA-00 abriéndose paso por entre las instalaciones para llegar hasta ellos.

— Apresúrate Rei — dijo Misato, observando a la criatura parada sobre la cama y sobre Shinji.

 

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Asuka, que había cambiado su mirada de furia a una de asombro y luego a una de genuino miedo, al ver la verdadera y horrorosa forma de la Succubus, alcanzó a reaccionar en el último segundo cuando vio el movimiento de la criatura. La chica saltó a un lado esquivando apenas la cola de la Succubus, que fue sobre ella como un látigo, quedando incrustada donde segundos antes había estado de pie la Segunda Elegida.

La Succubus retrajo su cola para luego dar un salto y quedar de pie sobre la cama con las piernas abiertas sobre Shinji, una a cada lado de las caderas del chico. La Succubus rugió mostrando sus dientes mirando con odio a Asuka. Fue en ese momento que Shinji despertó. 

 

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Shinji Ikari, que había estado inmerso en un nuevo y candente sueño con Kanako, la chica que en sus sueños tenía sexo con él, de forma intensa, desvergonzada y reiterada. Kanako era insaciable. En sus sueños siempre encontraba una excusa para tener sexo en los lugares más extraños, y siempre dispuesta a cumplir todos sus deseos, por más degenerados que estos puedan ser. El último sueño había sido espectacular, intenso y tan vivido como los anteriores, y tal cual como ocurría cada noche, despertó con ganas de más, solo que había algo distinto, podía sentir algo, ¿qué era? Shinji se sorprendió al sentir una corriente de viento. ¿Viento? ¿Cómo podía ser eso si estaba en un cuarto cerrado? El Tercer Elegido abrió los ojos y estos casi salen de sus orbitas ante lo que vio.

En un primer momento Shinji creyó que aún estaba soñando, pero pronto sus sentidos le dijeron que esto no era un sueño. Ante sus ojos podía ver a Maya Ibuki llevando unas extrañas, y porque no decirlo, sexys vestimentas, que jamás en su vida imaginó verle puestas, mientras recitaba algo en un idioma desconocido con los brazos extendidos hacia delante, y un… ¿Libro flotando sobre su mano derecha? Un poco más a delante estaba una desnuda Asuka Langley, con su cuerpo pintado con extraños símbolos y líneas, que le recordó a las hermanas Shimabara de "Neo-Ranga", una vieja serie de animé que vio en casa de Kensuke. Más atrás, donde debía estar una pared, no había absolutamente nada, por lo que se podía ver el corredor, a Misato y la doctora Ritsuko, junto a un gran contingente de seguridad, observando hacia donde estaba él. Y sin embargo, no parecían estar observándolo a él, de hecho, no lo miraban a él, sino a algo más que estaba junto a él… entonces la vio.

Los ojos del Tercer Elegido casi salen de sus orbitas al contemplar a la criatura frente a él. De pie sobre la cama, con las piernas separadas y un pie a cada lado de sus caderas, estaba una criatura de aspecto demoníaco. Parecía un ser humano, pero sin piel, dejando al aire todos sus músculos. Su rostro se asemejaba al de un humano, pero sin piel, ni nariz, junto con largos y afilados dientes. Tenía dos cuernos saliendo de su cabeza, una larga cabellera rubia, alas en la espalda como las de un murciélago y una larga y delgada cola terminada en punta de flecha. La criatura miraba con fiereza a Asuka, mientras se podía ver vapor salir de su boca con cada exhalación. 

Shinji no supo qué pensar en un inicio, todo era confuso, como si fuera sacado de un libro de Lovecraft. Fue en ese momento que la criatura se percató de que había despertado y giró la cabeza para mirarlo con un par de ojos que asemejaban brazas ardientes. Asustado, el joven Piloto EVA retrocedió ante tamaña visión. La criatura de aspecto demoníaco pareció reconocerlo, y le habló con una voz que él conocía muy bien... demasiado bien. 

— Shinji — dijo la Sucuubus con una sonrisa, que en su actual forma resultaba horripilante.

— ¿Kanako? — dijo apenas el Tercer Elegido, reconociéndola. Su aspecto era el de un demonio, pero podía reconocerla, era su voz, una voz que nunca había escuchado antes fuera de sus sueños hasta ahora. Era ella… era Kanako.

— Shinji… mi amor — dijo la criatura estirando un brazo para tocarlo, dejando ver sus largas y afiladas uñas, que más parecían garras. Eso fue más de lo que Shinji pudo soportar.

El Tercer Elegido gritó de terror a todo pulmón, replegándose en una esquina de la cama.

 

Continuará...

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Notas del Autor: Finalmente da comienzo la parte más esperada de esta historia, el hechizo de Maya, que de paso hará darse cuenta a una hasta ahora escéptica Ritsuko, que hay muchas cosas en este mundo que escapan a lo racional. Espero todo haya sido de su gradado.

El atuendo de Maya, esta inspirado en las vestimentas de Rubi, esa linda bruja masoquista de Rosario+Vampire. La única diferencia estaría en la falda que es más corta. Respecto a la pintura sobre el cuerpo de Asuka a modo de hechizo de protección, fue idea del amigo CromCruac. En cuanto a la descripción de las líneas y signos que cubren a Asuka, la saqué viendo una ilustración de la mayor de las hermanas Shimabara, de la serie de animé "Neo-Ranga".

Nos leemos en el próximo capítulo.