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Kaoru Misahashi lo tiene todo,belleza, dinero,amigos

,buenos padres e incluso es Alfa. De hecho es uno de los Alfas más guapos y codiciados entre los Omegas y Betas.

Con su metro ochenta y siete,sus ojos lilas y cabellos sedosos de un color arena tan puro que haría alucinar a cualquiera es el sueño de los de más bajo nivel. Pero Kaoru no es solo una cara y cuerpo bonitos,es inteligente,amable y caballeroso. Eso solo lo vuelve más atractivo para los demás.

Tiene brazos fuertes y trabajados producto de hacer algunas pesas,además de poseer un abdomen plano,sin llegar a estar muy marcado pero si luce sexi a los ojos de los demás.

—¡Ven aquí inútil!—. Pero todo príncipe tiene una bruja a su lado o en este caso un monstruo.

Tal vez luzca sexi para los demás pero no para él..

Akeru Shibuji es todo lo contrario a Kaoru,es maleducado,molesto y engreído. Es un Omega que se cree en la nubes solo por estar comprometido con el pobre Kaoru,disfruta de insultarlo y golpearlo constantemente.

—Si mí amor— murmuro el de ojos lilas con la mirada baja,su cabello arena le llega hasta por debajo de los hombros y lo lleva atado en una coleta,unos lentes cubren sus ojos. El más alto está cargando cientos de bolsas y cajas con las compras que hizo su acompañante.

A su lado el Omega de apenas un metro cincuenta y seis se ve tan frágil y débil. Tan sumiso,pero Akeru es todo lo opuesto,es alguien dominante y bastante atrevido. Algo que no está bien visto para los de su clase.

Tiene el cabello blanco corto y despeinado,sus ojos son verdes,tienen un color muy vivaz y atrayente. Tal vez eso fue lo que cautivo a Kaoru,eso pudo haberlo hecho caer ante ese enano maleducado y gruñón.

—¿Que es eso de "Mí amor"?—  el pequeño chasqueo la lengua tomando al  más alto por la manga de la camiseta. —Aquí soy Akeru,no quiero oír tonterías cursis— de un empujón alejo al pobre alfa haciendo que tire las cosas al suelo. —¡Por dios eres un idiota!,¿no puedes hacer nada bien?— Kaoru bajo la cabeza ignorando las miradas curiosas que le envían todos los presentes. Después de todo están en el centro comercial.

Más de un Omega se quedó viéndolo con cierta lástima y hasta anhelo,un alfa como él sería el sueño de cualquiera. Menos de Akeru.

—Ten,yo te ayudo— un muchacho de cabellos rosas se acerco y le dio un par de cajas al más alto haciendo que se sobresalte.

—No,está bien. Yo puedo— le dijo tímido,justo al lado del pelirrosa apareció el Omega serio.

—Dejalo ser útil y lárgate— al decir eso el pequeño albino le envío una mirada gélida a su pareja haciendo que tiemble,en tiempo récord Kaoru recogió las cosas y salió disparado hacia el auto.

Apenas terminó de guardar las cosas en la parte de atrás el más alto sintió un empujón a su espalda logrando que quede estampado contra la puerta del vehículo. Kaoru solo pudo ver el reflejo del mini albino a su espalda,sin decir una palabra Akeru se arrimó a él abrazándolo con brusquedad,las manos del Omega se dirigieron a la cintura del más alto poniéndolo nervioso.

—¿Te gustó ese tipo cierto?— Kaoru negó en respuesta pero lo único que se gano fue una mordida en su brazo. Una mordida bastante fuerte,una vez más Akeru volvió a lastimar su carne. —No me mientas,tu olor se volvió dulce cuando lo viste. Querías seducirlo—

—Eso es mentira— el Alfa se mordió el labio inferior intentando no decir algo que haga enojar al pequeño. Pero no pudo evitar soltar un quejido al sentir como su miembro es apretado con brusquedad.

—¿Me estás llamando mentiroso?— el agarre del Omega se volvió fuerte, llegando a hacer sollozar al más alto. —¿Quieres que me enoje contigo?— Kaoru negó asustado.

—Lo siento mucho. No volveré a intentar seducir a otro que no seas tú— murmuro en voz baja conteniendo las lágrimas,el albino sonrió satisfecho antes de soltarlo.

—Asi me gusta— Akeru lo miro de arriba\abajo antes de hacer una mueca. —Pero no importa cuánto lo intentes. Jamás podrás seducirme—. Se acerco al de cabellos arena para olerlo. —Tu aroma me da náuseas.

Esas palabras hicieron que el autoestima del pobre Kaoru cayera al suelo. Otra vez.

¿Tan feo era?

¿Tan mal olía?

Había pasado horas eligiendo su vestimenta y perfume para la salida con su amado. El perfume que le había escuchado decir semanas atrás que le gustaba,luego de que otro Alfa pasará a su lado usándolo.

Él lo había conseguido después de buscarlo por cielo y mar.

Tal vez.. Él era el problema.

Tal y como Akeru siempre le dice.