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Después de la escena fuera del auto la pareja regreso a su hogar en completo silencio. Un silencio bastante incómodo, Kaoru va conduciendo con lentitud intentando no mirar a su acompañante quien está jugando con su teléfono.

Uno de los teléfonos más caros que hay en el mercado y está bajo sus dedos,apretando la pantalla. A sus veintitrés años nunca imagino que iba a tener tanto lujo y comodidad, alguien como él que creció entre miseria,pobreza y pulgas.

Akeru Shibuji,nació en uno de los barrios más pobres de la cuidad,sus padres siempre se esforzaron por darle lo mejor pero era difícil mantener una economía estable aún así no fue suficiente para que Akeru tuviera todo lo que quería

;muchas noches paso hambre,no había ni un trozo de pan para comer. Además de vestir solo harapos y zapatos rotos,el niño de cabellos blancos siempre anhelo una vida mejor con abundante comida y ropa de diseñador o al menos sin hoyos pero nunca pudo tener eso. Cuando empezó su adolescencia veía a los demás con teléfonos celulares bonitos

,computadoras caras,podían salir a las discotecas con ropa llamativa.

¿Y él?.

Debía trabajar vendiendo baratijas en un tren para poder llevar algo de comer a su casa,aún vistiendo ropas viejas.

Lo único bueno que tenía en su vida era la belleza con la que nació,unos ojos verdes que lograban encandilar a cualquiera y una sonrisa adorable. Un Omega de bonitos rasgos.

Akeru miro de reojo a su acompañante y frunció el ceño con molestia. Mientras él pasaba hambre,ese tonto vivía la gran vida en una de las zonas más ricas dela cuidad,rodeado de lujos y empleados. Kaoru nunca sufrió por tener ropa fea o no tener pan, él vivió fácil, después de todo es hijo de uno de los empresarios más grandes del país. Heredero de una gran fortuna.

Y ahora es su prometido,hace más de tres años que son pareja. Tres años que se aprovecha de la bondad y buen corazón del Alfa,un Alfa que es bastante inseguro y tímido. Un Alfa que nunca había besado a alguien hasta casi los veinticinco años,sin dudas se sacó la lotería con él. Verlo tan sumiso le hizo todo más fácil para conquistarlo y someterlo.

                     •••••

Cuatro años atrás:

En una estación de trenes se encuentra,Akeru fumando mientras sostiene una caja en su mano. Con diecinueve años es un Omega muy rebelde y engreído que no se deja doblegar con nadie después de todo debe saber cuidarse en la vida.

—Ho-hola— el albino rodó los ojos antes de girar su rostro y encontrarse con un apuesto joven de unos veinticinco o veintiséis años,de ojos lilas que viste una camisa celeste, un pantalón negro,un reloj caro adorna su muñeca.

—¿Hola?,¿necesitas algo?— pregunto confundido,por instinto sujeto la caja en donde lleva sus cosas para vender. —¿Quieres comprar?— el otro muchacho asintió en respuesta sacando su billetera

,Akeru no pudo evitar mirar con interés la cantidad de billetes que tiene.

—Mí nombre es Kaoru ¿y el tuyo?— el de ojos verdes levanto una ceja curioso,sonrió encantador haciendo sonrojar al otro muchacho.

—Akeru,un placer conocerte Kaoru—. el de ropa elegante bajo la cabeza avergonzado

,para terminar de sacar el dinero y pagarle al chico.

—Dame la caja completa— los ojos del Omega se abrieron de sorpresa y su sonrisa creció aún más,si sigue siendo amable puede que ese muchacho siga comprando sus cosas.

Después de esa escena el de ojos lilas se fue cargando la caja y un sonrojo adornando su rostro. Akeru soltó una risita por lo bajo,desde un principio sintió el aroma de ese Alfa llamándolo aunque eso es algo a lo que está acostumbrado puede que esta vez le sea de utilidad.

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A los dos días Kaoru volvió a aparecer y comprar más cosas,los ojos del Alfa brillan con intensidad cada vez que ve al albino.

—Oye,¿eres alguna clase de Alfa fetichista?— pregunto curioso,el más alto se mordió el labio nervioso.

—¿Fetichista?— murmuro tímido,por instinto acomodó su cabello de manera torpe. Akeru aprovecho eso para deslizar su mano sobre las hebras color arena,deleitándose con su suavidad y el perfume que emana.

Eso hizo que Kaoru se pusiera muy nervioso,por instinto libero algunas feromonas pero apenas lo noto bajo la cabeza avergonzado consigo mismo.

—Claro que si,he conocido a varios de ellos— el Omega se relamio el labio inferior sensualmente. —¿Quieres pagar por algo más?— Kaoru se horrorizó por completo al escucharlo.

—N-o claro que no,yo solo quiero hablar contigo— contesto moviendo sus manos con torpeza. Akeru sonrió por dentro,nunca en su vida había visto un Alfa tan inocente y manipulable casi como caído del cielo.

Él se había acostado con otros Alfas a cambio de dinero en varias ocasiones,la mayoría hombres de mediana edad y aspecto feo. Pero un muchacho como el que tiene enfrente es una cosa difícil de creer, alguien joven y apuesto.

—¿Hablar?,¿conmigo?. Te vez como alguien que tiene cientos de Omegas a sus pies,no creo que necesites a uno como yo— el albino prendió un cigarrillo luciendo rebelde a los ojos del mayor.

—Bu-bueno,es que tú me pareces interesante. Y quiero saber más de ti—. El radar de malas intenciones se activo para el albino.

Tal vez,si juega bien sus cartas pueda conseguir un sujeto con dinero.

—Si quieres podemos ir a beber una soda. Así podremos conocernos mejor— los ojos del más alto brillaron hermosamente.

Una primera cita para la pareja.

                   •••••

Akeru suspiro por lo bajo antes de dejar el celular a un lado,de manera lenta se acerco al rostro del mayor poniéndolo nervioso,eso lo hizo sonreír internamente. Aunque pasen los años puede hacer que ese tonto Alfa suspiré a sus pies.

<<Tan predecible>>. Pensó altanero llenándose de orgullo.

—¿Hice algo malo ahora?— el de cabellos arenas apretó el volante entre sus manos.

—No... Yo solo..

Akeru deslizó su mano sobre la pierna del mayor acariciándola con sutileza,Kaoru se mordió el labio inferior sintiendo la pequeña mano tocandolo. Antes de que pudiera decir algo  los labios del de menor edad se posaron sobre su mejilla besándolo suavemente.

Después de todo,siempre es bueno mantener satisfecha a la mano que te da de comer. No todo debe ser crueldad.