Jaden le dió la vuelta y la miró llorando. Ya la había visto lloriquear y quejarse desde que los secuestraron, pero no había sentido ese dolor en el pecho. No la quería ver llorar, ni hacer esa expresión de tristeza.
"Noelle..."
"No quiero hablarte," Noelle se volvió a voltear cubriéndose el rostro con las manos esposadas.
"No te quiero hacer el amor así," dijo Jaden con un suspiro. "Quiero que seamos libres, no pienses que morirás."
"Tú no lo crees, pero yo sí, sé que moriré..."
"¡No!" la hizo voltearse para mirarlo. "No dejaré que mueras. ¿Me entiendes? No dejaré que mueras, te lo prometo. Saldremos de aquí, escaparemos si es necesario."
Noelle se sorprendió por la reacción de Jaden, era como si estuviera desesperado. Levantó sus manos hacia él y le acarició la mejilla. "Está bien, saldremos juntos."
Jaden sonrió y se acercó a sus labios, tal vez no le haría el amor en ese momento, pero la besaría.
"Jaden... ah..." lo sintió moverse a su cuello y más hacía abajo, sobre su pecho mientras ella tenía los brazos arriba de su cabeza.
"Quédate quieta," dijo Jaden al sentirla moverse como viborita. Ya estaba por descubrir su pecho y comérselo, cuando la puerta se abrió de nuevo.
El mismo secuestrador de antes, entraba con un plato de comida de nuevo y un vaso de agua.
La escena frente a él lo dejó sorprendido, con una ceja alzada. Nunca pensó que ese Jaden se atreviera a hacer algo así. Jaden se levantó de inmediato y cubrió a Noelle con una cobija.
"Bueno, parece que están disfrutando de su tiempo," sacó de su pantalón un par de bolsitas y las dejó en el suelo también. "Por si las necesitas..."
Cerró la puerta.
***
Jaden miró a Noelle comer, otra vez se turnaban para darse de comer el uno al otro.
"¿Tienes hermanos o hermanas?" preguntó Noelle, después de que Jaden le lamía el pecho por la comida que descaradamente había tirado. "Ah..."
"No..."
"¿Primos?" la lengua de Jaden estaba bajando lentamente a su pecho izquierdo.
"Siete."
"¿Hombres y mujeres?"
"Solo hombres, dos gemelos, y los otros cinco, más chicos que yo."
"Debes tener muchos tíos."
"Dos, pero todos mis primos son solo de uno."
"¿De la misma mujer?"
"Si..."
"Wow..."
"Apúrate a comer," dijo Jaden terminándo de lamer el cuello de Noelle, aunque seguía mirando su pecho casi descubierto.
"Tú eres el que no me deja comer, tal vez si te sirvo yo..."
La opción era tentadora, pero no la dejaría continuar o no podría soportarlo. Ya de por sí, apenas si podía controlarse de tomarla entera.
Cuando terminaron de comer, volvieron a la cama, los dos mirándose nada más a los ojos.
"Quiero escapar de aquí," dijo Jaden después de unos segundos. "Te llevaré conmigo, te secuestraré."
Noelle se sonrojó y rió. "¿Qué pedirás de recompensa?"
Jaden suspiró y tomó sus manos después le plantó un beso en el dedo anular. "No lo sé, tal vez un juramento para la eternidad."
"No jueges conmigo, lo voy a tomar en serio," Noelle no sabía si reir o no, los ojos con los que Jaden la miraban eran diferentes a los de antes.
Jaden pasó sus brazos sobre la cabeza de Noelle y la atrapó en su abrazo. "No estoy jugando."
"P-pero... yo..."
"No morirás, no vuelvas a decirlo. Saldremos juntos y te haré mi mujer."
"¿Te gusta mi cuerpo?" preguntó Noelle, "dijiste que soy bonita, así que te debe gustar mucho."
"Eres más que bonita, eres hermosa," le besó la cabeza, "eres sexy," le besó la frente, "y sensual," le besó los ojos, "pero un poco tonta."
"¡Oye!" Noelle lo miró con un fruncido en la frente y un puchero. "Pudiste saltarte lo último. No soy tonta, de hecho soy un genio, aunque no lo creas, mi compañía será muy importante en el futuro. Solo espera y verás, haré que te retractes, diras que..."
Jaden se rió, "mi mujer es muy inteligente, pero un poco tonta."
"¡Tú!"
Jaden la volvió a besar para no dejar que otra palabra saliera de su boca, solo gemidos. Noelle solo lo aceptó y jugó con él y su lengua aprendiéndole a seguirle el ritmo hasta desmayarse por la falta de oxígeno.
El siguiente día, uno a uno salieron al baño individualmente. El mismo guardia de siempre esperaba por ellos, pero dejaba que Noelle entrara sola al baño.
"Está todo listo," susurró Jaden mientras salían.
"Listo, al sexto día..."
Ya llevaban tres días encerrados, pero parecían muchos más. Su tiempo con Noelle era inesperadamente satisfactorio.
"Bien," asintió Jaden. "Estén listos."
"¿Qué hay de la mujer?"
"Me la llevaré conmigo," dijo Jaden con convicción.
El guardia subió una ceja. "¿Está seguro de esto? Podemos llamar a su familia."
"No... la quiero conmigo."
El guardia se sorprendió aún más. Pensaba que Jaden solo estaba jugando con la hermosa pero peculiar mujer, pero parecía que había algo más. Sin embargo, eso no era bueno, para nada bueno para el plan. Llevar una carga más alentaría el proceso.
"Se dará cuenta," dijo el guardia. "No es buena idea..."
"Haz los preparativos."
Caminaron en silencio el resto del camino hasta llegar a la habitación. Ahí, escucharon un extraño sonido...
"¡Ah!"
Jaden se apresuró a entrar, pero lo que vió lo dejó helado. Cerró la puerta de inmediato para que el guardia no la viera.
"¡¿Qué demonios haces?!"
"¡Jaden!" Noelle se cubrió con la cobija, no pensó que llegarían tan rápido. "N-no es n-nada... mm..."
Se mordió el labio, la cosa en su ropa interior aún vibraba.
Jaden suspiró y se acercó a ella, su ojos llorosos y su carita enrojecida le decían todo.
"Ah... Jaden... Jaden... no puedo..."
Jaden le apartó la cobija y le subió la falda. El pequeño consolador estaba haciéndo de las suyas dentro de esas bragas de encaje. Tomó el control y lo subió al máximo.
"¡Ah!"
"Eres una mujer traviesa, no pudiste esperar," Jaden susurró mientras la veía gemir de placer.
"Jaden... por favor... sácalo... sácalo... mmm...."
Jaden movió la cabeza de un lado a otro. "No lo sacaré hasta que me prometas que no lo volverás a usar sin mí."
"T-te... te lo..." se mordió el labio. "¡No!"
"¡Qué?!"