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6.

"Ah..." Noelle gimió cuando Jaden por fín la soltó. Había sido un beso como el que había visto en las películas. Romántico, apasionado, de los que roban el aliento y humedecen los ojos. Fue perfecto. Estaba agradecida de que en sus últimos momentos ese fuera su primer beso. 

"Respira, tontita..." Jaden le acomodó el cabello detrás de la oreja. La podía ver sonrojada y con los ojos medio cerrados, además parecía que si no la tuviera en brazos, ella caería al suelo. 

"Ese fue mi primer... beso..." Noelle asintió, "m-me gustó... sí... me gustó... ¿otra vez?"

Jaden suspiró moviéndo la cabeza de un lado a otro, pero de todos modos sonrió y se acercó a ella de nuevo para volver a robarle los labios. Esta vez fue más lento, con espacios entre cada beso para dejarla respirar y acostumbrarse a él. 

"S-se siente bien," comentó Noelle con una sonrisita. "Ahora..." 

Entonces tocaron la puerta sin permitirle seguir con sus comentarios y proposiciones sinvergüenzas. 

"¡Apúrense!"

Noelle se estremeció pero no se quiso separar de los brazos de Jaden. Si hubieran tenido más tiempo, tal vez, ella ya no sería virgen. 

"Vamos..." él se vistió rapidamente, pero... tuvo que regresar al baño una segunda vez para ayudar a su amigo ahí abajo. 

Cuando regresó, Noelle lo estaba esperando, con los labios aún hinchados y sonrojada. 

"Vamos..." la tomó de la mano y la guió a la puerta donde el secuestrador esperaba. Jaden y el secuestrador se miraron por un segundo como reconociendose sin que Noelle se diera cuenta. Pero el hombre aún con su cara cubierta con la capucha, tenía una mirada que parecía burlarse de Jaden. 

"Parece que disfrutaron el baño..." dijo el hombre con sarcásmo. 

"Fue delicioso," respondió Noelle suspirando mientras Jaden le ponía la venda en los ojos. "Incluso tuve mi primer beso."

El secuestrador miró a Jaden con la ceja alzada. Jaden no contestó, solo evitó esa estúpida mirada.

Después de vendarse los ojos así mismo, dejó que el secuestrador los llevara por el pasillo a otro cuarto. 

"Se tardaron demasiado, ¿qué demonios estabas esperando?" gritó la voz de otro secuestrador. 

"No fue nada, pero estos dos estaban demasiado enredados..." dijo el secuestrador sin pudor. 

El otro no dijo nada, solo abrió la puerta del cuarto con molestia. Vacío, con solo una silla de metal con un foco arriba, y una cámara al frente.

Primero hicieron que Noelle entrara antes de quitarle la venda, a Jaden lo dejó afuera sentado con las esposas alrededor de un tubo, junto con el secuestrador que los había guiado. 

"Ponte esto," uno de los secuestradores le pasó un auircular a Noelle. "Dirás exactamente lo que escuches, ni una palabra maś, ¿me entiendes?"

Noelle se mordió el labio. "¿Y si no escucho bien? No es en vivo, ¿verdad? Sería mejor que me dieran el guión y me lo memorizo, soy buena recordando cosas, pero me trabo cuando estoy nerviosa y..."

"¡Haz lo que te digo!"

Noelle se asustó y asintió rápido. Ahora recordaba esa voz, era del secuestrador que la golpeó hace un día. Cada vez que lloraba o gritaba le daba una patada o un glpe más fuerte. No podía hacerlo enojar o la golpearía de nuevo. "B-bien... no necesitas gritarme. L-lo haré."

La dejó sola en la habitación y comenzó el video. 

"Mamá, papá, Michael, estoy bien..."

No eran maś que algunas palabras para pedir rescate, la mantendrían viva por siete días, dos ya habían pasado, después de ese plazo, le cortarían un dedo por cada día que pasara sin tener la recompensa, y cuando se acabe el tiempo, simplemente la matarían. Palabras más, palabras menos. 

Noelle suspiró, sabía que ese sería su fin, pero no dejaría que le cortaran los dedos. No quería morir sufriendo. Aunque su familia pagara el rescate o fueran a rescatarla, el fin de sus días estaba predicho, lo había visto la bruja. Y esa señora jamás se había equivocado antes... o eso había dicho.

Después llegó el turno de Jaden, Noelle no pudo escuchar porque la llevaron a otra sala con los ojos vendados y de nuevo con las esposas alrededor de un tubo. Pensándolo bien, pudieron haber escapado en el baño, sin supervisión de los secuestradores y con ventanas, pero no llegarían muy lejos. Al menos no ella... pero Jaden tal vez hubiera tenido una oportunidad. Ella podría servir de distracción.

Se sintió culpable por haber desperdiciado una oportunidad para él. Debía encontrar otra, aunque sacrificara su propia vida. 

Suspiró. Unos minutos pasaron y se abrió la puerta de nuevo. Escuchó pasos también. 

"Vámonos a su celda, par de tortolitos," dijo el secuestrador, el mismo guardia del baño. "Les he dejado un pequeño regalo para que disfruten su encuentro."

"¿Q-qué es?" susurró Noelle con entusiasmo. "¿Es algo bueno?"

"Muy bueno."

Noelle se alegró y dió las gracias, pensaba que sería algo romántico, pero Jaden sabía que no sería nada por el estilo. 

Cuando llegaron a la habitación, lo que encontraron fue un colchón inflable y una caja. 

"Esto es..." Noelle tomó la caja y la revisó, jamás había visto algo así en persona. Su padre y Michael, su hermano, nunca lo permitirían, pero gracias a Sandra, su mejor amiga, por lo menos sabía que existían. "Es un..."

Jaden tomó el aparato sin permitirle decir nada. Ese idiota del guardia debía estar demente. 

Se sentó en el colchón sin que Noelle pudiera moverse para tomar las cajas. 

"Pero, ¿qué es?"

"Nada..."

"Él dijo que era algo bueno, quiero saber... eso es... para las mujeres, ¿no?"

Jaden suspiró, "¿quieres saber para qué sirve?"

"Si," 

Noelle no pudo evitar enrojecer de inmediato. Se cubrió la cara de inmediato. Se sentía como una tonta, no saber lo que era esa cosa solo mostraba lo inocente e ingenua que era. 

Por otra parte, Jaden apenas podía mantener la cordura. La cara sonrojada de esa mujer era divina, tan llena de timidez y vergüenza, al menos esa pequeña mujercita ahora tenía su merecido por su descaro excesivo. La ayudó a acomodarse en el colchón y le acarició el costado, donde tenía los moretones. 

"¿Te duele todavía?" le preguntó con gentileza en la voz, del estilo que no sabía que podía ser capaz de tener. 

"Un poco..." Noelle notó el cambio de tono y se acercó al él, ¿tendremos sexo ahora?"

"No, estás herida," Jaden suspiró pero se apretó a ella. 

"Pero..."

"Tenemos cinco días más para hacerlo... puede que no sea necesario y nos rescaten antes."

Noelle lo miró con reproche y se dió vuelta para no verlo. En el baño quería que Jaden la siguiera tocando, jamás había sentido algo así. Pensó que él también querría hacerlo con ella. Pero parece que era una ilusión. Tal vez no era lo suficientemente bonita para tentarlo. Tal vez las mujeres con las que había dormido eran más hermosas, con mejores cuerpos y no tan ingenuas como ella. O tal vez, tenía a alguien en su corazón, esa última sería la peor respuesta.

"Noelle," Jaden le susurró pero ella no dió vuelta. "Noelle mírame."

"No..." su voz parecía temblar. Lágrimas caían de sus bonitos ojos esmeralda.