Capítulo 04 - Completar la bola de energía, y la primera transformación

"Sistema"

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[ESTADO]

[TIENDA]

[INVETARIO]

[MAPA]

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"Hmmm... Mapa" Tan pronto como lo dije la pantalla azul se convirtió en un mapamundi con vista aérea. Parecía un mapa fotografiado por satélite. En el centro del mapa había un punto azul con triángulo apuntando en una dirección.

Moví mi cabeza y noté que el triángulo indicaba a donde apuntaba mi cabeza.

En la esquina inferior derecha, había una brújula que señalaba los puntos cardinales sin importar donde apuntara mi cabeza o me moviera.

'Esto será muy útil cuando empiece viajes de larga distancia...' Pensé maravillado.

'Ahora veamos que tan grande es el mapa' pensé alejando la vista en el mapa mostrando poco a poco las partes visibles a diez kilómetros a mi alrededor en tiempo real. Mientras que lo demás salía la parte que había explorado a color pero atenuado. Y lo que no he explorado se mostró gris oscuro.

Mientras me alejé más y más hasta donde el mapa me permitía, pude notar dos cosas. La primera es que el mapa es de un globo terráqueo. Lo digo por la forma esférica que tiene cuando se aleja al máximo la vista. Aunque todo aparece gris oscuro excepto el punto pequeño de lo que he explorado.

Lo segundo, es que el mapa muestra que mi ubicación es en la misma latitud que puedes ubicar Madagascar en un globo terráqueo del planeta tierra. Eso me hizo dudar un poco del universo donde estoy. Duda que se alimenta de no haber visto animales raros como dinosaurios, si no contamos las especies extintas.

La brújula para mi suerte, no me indica el polo magnético, sino el polo norte y sur exactos de mi ubicación a un punto ficticio en el que si activo las líneas de latitud y longitud se encuentran las líneas de longitud.

Por el momento no necesito activar dichas líneas.

Intenté ver si habían más opciones. Pero no había nada.

'Así que eso sería todo por el momento...' pensé mientras planeaba mi régimen de entrenamiento.

*

*

*

Los días pasaban mientras mi prioridad por el momento era recrear la bola de energía artificial para obligar mi transformación Ozaru.

Podría esperar una luna llena. Pero no sabía cuándo llegaría y mayormente duermo toda la noche. Así que no lo veía posible.

Además, si me transformo por la luna. Si tengo suerte, el cielo estara nublado y mi transformación parará. Pero si tengo mala suerte, estará despejado y no me haré "humano" de nuevo hasta el amanecer o destruir la luna. Y no creo que el planeta tierra quiera estar sin su luna...

Tardé dos días en lograr que la bola de energía se sintiera lo suficientemente potente como para afectar mis emociones muy fuerte y hacerme sentir un poder llenar mis venas.

Lo que me faltaba era soltar la esfera en el aire y que esta levitara sola mientras mantiene la energía suficiente para mantenerse por minutos brillando.

A estas alturas, me faltaba control del ki para ello.

Así que comencé a meditar los próximos tres días mientras hacía bolas de ki y las hacía girar a mi alrededor mientras volaba muy lento en círculos.

La parte difícil fue mover y mantener las bolas de ki a mi lado sin que exploten o vayan a otro lado en línea recta.

En eso tardé dos días, donde incluso duré algunas horas de la noche.

Tampoco estuve ocioso y estuve mejorando mi refugio. Con el mapa, y una opción que descubrí que puedo marcar ubicaciones. Era imposible perderme asi que las señales dejaron de tener importancia.

Otra manera de refinar mi ki fue tallar en piedra y madera.

Usando pequeñas ráfagas y rayos de ki de diferentes potencias o velocidad de salida para marcar profundidad y efectos a la hora de tallar.

De hecho se volvió mi pasatiempo número uno a partir del día 8 luego de comenzar a meditar y entrenar mi control.

A veces me ponía a preguntarme qué pensarán los arqueólogos del futuro cuando vean mis "obras de arte" en la piedra.

O con qué herramienta primitiva se hizo.

A veces tenía ganas de ponerme travieso y usar mis poderes para fingir que había edificaciones enormes con varias ciudades aquí.

Después de todo, con el mapa y mi vuelo, cada día dedicaba una hora a explorar la isla donde estaba. Y conforme exploraba y veía la forma de la isla en el mapa. Más estaba seguro que era Madagascar.

La pregunta que me venía muchas veces era... ¿En qué época estoy? ¿Y estoy todavía en el universo de Dragon Ball?

Luego del décimo día (Estuve marcando todos mis días desde que llegué en mi refugio en una piedra enorme de tres metros de altura que coloqué volando). Sentí que mi control era lo suficientemente bueno.

Podía controlar hasta veinte bolas de ki girando como si yo fuera el centro de un átomo mientras volaba de forma errática a decenas de kilómetros por hora.

Estaba seguro que mi nivel de poder había aumentado a tres dígitos. Pero no veía mi estado por el momento.

Me fui a una playa que estaba a decenas de kilómetros de mi refugio e intenté de nuevo la bola de energía artificial.

Esta vez se me ocurrió hacer la bola muy grande. Como de tres metros de diámetro.

Pero como esta bola no es peligrosa, no vi el problema. Me quité la ropa y la coloqué en una piedra a decenas de metros. Esperaba que no se rompiera o quemara.

Primero empecé en mi mano izquierda y fui aumentando su tamaño luego de lograr la transformación de energía lunar correcta.

Mientras aumentaba su tamaño, trataba con todas mis fuerzas que mi intención de que la bola levitara en el aire y el ki suficiente para durar un minuto.

En menos de un minuto, la esfera brillante estaba encima de mí.

Aguanté lo mejor que pude la rabia y el cosquilleo de poder y lancé la bola al aire.

La bola voló a gran velocidad decenas de metros. Y cuando estuvo a lo que parecía cien metros de altura, su brillo llenó la playa y quito las sombras por la posición del sol.

Mientras, ya no lograba controlarme.

Lo último que recordé, fue vello creciendo en todo mi cuerpo, mientras mis músculos crecían rápido y sentía colmillos y los huesos de mi boca crecer, antes de que todo se coloreaba rojo en mi visión.

*¡RUGIDO!*

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En una amplia estructura de lo que parecía metal dorado con blanco y otros detalles en forma de cúpula. Se podía ver a un hombre de apariencia humana, piel oscura, vestido con una armadura dorada y una hermosa espada enorme en su mano... Estaba parado en un altar en medio de la estructura. Sus ojos brillaban con una luz dorada mientras su mirada parecía estar fijada en el vacío. Pero quienes lo conocían sabían que solo estaba usando su poder.

La espada en su mano era una espada de dos manos llamada Hofund, que le daba capacidad de usar muy fácilmente el poder del Bifrost y la cúpula donde se encontraba. Era un poder versátil para un imperio espacial, ya que servía de transporte de tropas y como arma de destrucción planetaria.

El arma, como estaba hecha de metal Uru. Un metal mágico. Que es tan fuerte como para hacer armas con el poder de una estrella de neutrones.

Se escucharon sonidos de pasos en la única entrada aparente de la cúpula. Y en unos segundos, un anciano con una armadura igualmente dorada entró seguido de una mujer de apariencia joven con vestido dorado y verde.

El anciano, llevaba un casco con cuernos dorados que ocultaban parte de cabello largo y blanco, una capa roja también ondeaba en su espalda al caminar. Y en su mano sostenía una lanza mítica e igual de poderosa que la espada del otro hombre. Su nombre era Gungnir. Y el único con el derecho de sostenerla era el actual gobernante de Asgard, Odín.

"Entonces, ¿Qué has visto acerca de este individuo que te hizo llamarme desde el palacio, que no pudiste decir desde aquí, Heimdall?" Preguntó Odín con voz tranquila, pero con suficiente autoridad para hacer notar la orden en su pregunta.

"No seas tan duro con él, mi amor. Quizá es importante. Sigue en lo tuyo, Heimdall" Dijo Frigga, la esposa de Odín y reina de Asgard con una suave sonrisa característica de ella. Su cabello castaño estaba recogido en una trenza que caía hasta el lado derecho de su pecho. Llevaba una pequeña corona como una tiara dorada en su cabeza.

"Mi rey, mi reina" Saludó Heimdall con una reverencia antes de comenzar a explicar.

"Mientras observaba los nueves reinos, llegué a ver algo extraño, si no un poco alarmante. Si se pudiera decir..." Indicó que tocaran sus hombros a lo que el rey y la reina hicieron antes de cerrar los ojos.

Con los ojos cerrados, podían ver la cima de una colina con grama, tierra y alguna piedra ocasional. No se veía nada especial en ello Pero algo perturbó esa tranquilidad.

Una especie de vórtice, en el que parecía que el espacio se fragmentara como vidrio en forma esférica empezó a hacer un desastre. A eso lo siguió una luz intensa que pareció engullir toda la isla y parte del océano que rodea esa colina.

Ese suceso no duró más de cinco segundos. Y cuando la luz se fue, el vórtice también. Y lo que quedó fue un pequeño cráter con un niño vestido con vestimentas muy primitivas.

"¿Sabes qué fue eso?" La reina le preguntó a su marido. Pero él nego con su cabeza.

"Aunque he visto una gran cantidad de hechizos extraños y artes místicas, este es diferente a muchos. Y aunque pude ver algo parecido a algunos de ellos, tendría que investigar personalmente para entender mejor" Explicó Odín con pequeño ceño fruncido.

"Mi rey, hay más" Dijo Heimdall mientras lo miraba.

"Muéstrame entonces" Respondió Odín manteniendo su mano en su hombro.

"¿Se trata del niño?" Frigga le preguntó al guardián de la cúpula.

El asintió y comenzó a mostrar imágenes del niño moviéndose por el bosque con una velocidad y fuerza muy por encima de lo que incluso un adulto de Midgard es capaz de hacer.

"Puede que sea uno de esos humanos con poderes si tomamos en cuenta que tiene cola y esta en Midgard" Dijo la Reina.

Heimdall asintió pero aún les mostró más.

Imágenes del niño utilizando algún tipo de energía para destruir árboles. Para luego cargarlos con poca o nula dificultad. También vieron al niño volando y deteniéndose en la orilla de la isla. Comenzó a hacer diferentes tipos de bolas de energía por lo que pareció más de una semana.

'Parece estar entrenando' Pensó Odín.

Esto continuó hasta que un día se desnudó, hizo una enorme bola de energía y la lanzó al aire.

Lo que siguió fue una escena muy sorprendente incluso para el rey y la reina. Un niño de un metro cuarenta creció a un gigantesco gorila con cola de decenas de metros de altura.

El gorila parecía estar lleno de inmensa rabia, por lo que comenzó a disparar rayos de energía azul por su boca causando explosiones enormes y destrucción. Agarraba árboles y los arrojaba por todos lados. Todo mientras continuaba rugiendo con rabia ciega.

Esto continuó hasta que la bola de energía en el cielo se apagó y el gorila volvió a ser un niño con cola. Aunque estaba desmayado.

"¿Cuándo paso todo esto?" Preguntó Odín, abriendo los ojos para mirar a Heimdall.

"El niño apareció hace casi tres semanas terrestres. Lo acabo de notificar por esta transformación que ocurrió hace media hora"

Odín asintió a esto y ordenó.

"Abre el Bifrost"