—¿Está saliendo un líquido de ahí abajo? —preguntó Lu Zhi, claramente consciente de la situación en la que ella se encontraba.
Después de todo, por eso Lu Zhi había permitido que Hua Mei saliera de la habitación. Había visto lo excitada que estaba y sabía que no sería capaz de sentirse lo suficientemente bien como para deshacerse de esa sensación. Por eso Lu Zhi estaba segura de que Hua Mei volvería.
Dado que Hua Mei era tan ignorante sobre temas relacionados con el sexo, no tenía sentido perseguirla cuando ella volvería por sí sola.
—S-Sí, sigue saliendo líquido, y m-me pica mucho. A-Apenas puedo caminar ahora.
Intentó dar un paso adelante, pero ambas piernas apenas tenían suficiente fuerza para sostener su cuerpo.
Realmente era toda una visión, y Aiden solo pudo sonreír mientras la miraba. Parecía que Lu Zhi había tenido razón. Puede que haya tomado algunas horas, pero había vuelto tal como lo había predicho y parecía más lista que nunca.
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