Una vez que llegaron a los límites de la nación del Fuego con la de las Aguas Termales, Nagisa condujo la búsqueda de las hierbas medicinales mientras Kain y Jiraiya se quedaban sentados en una roca.
Kain desde la roca podía ver como ellos se movían por los pastizales, buscando unos hongos con la cabeza verde, convexa y bordes planos. Después miró a Jiraiya a su lado. Tenía un rostro serio que rallaba en el enfado, con su cabello blanco alborotado y un pequeño lunar de carne en el lado izquierdo de la nariz. Lo que más destacaba eran dos marcas rojas largas como colmillos en el parpado inferior. Kain sonrió al ver la expresión, levantó su mano izquierda y acercó su mano.
—Levanta tu mano derecha igual que yo— dijo Kain con una pequeña sonrisa. Jiraiya frunció el ceño con desconfianza, pero levantó su mano derecha mostrándosela a Kain. Este último asintió y continuo —ahora trata de llevar tu chakra para que envuelva la superficie— paso su mano derecha por encima de la palma izquierda haciendo en círculos —imagina que es agua fluyendo sobre tu mano—
—¿Para qué?— preguntó Jiraiya
—Para que aprendas a fortificar tu cuerpo— dijo Kain —por lo usual, los shinobis aprenden a reforzar su cuerpo de forma interna, pero es subconscientemente. Si algún día te quieres convertir en un jounin, este ejercicio te ayudara—
—¡En serio!— dijo Jiraiya super emocionado —¿Me volveré un jounin?—
Kain frunció el ceño y negó con una sonrisa divertida —no tergiverses mis palabras— dijo —dije "este ejercicio te ayudara". Eso quiere decir que acortara tu camino, pero no te lo saltaras—
Jiraiya chasqueo su lengua y miró hacia otro lado —entonces no vale la pena—
—Hiruzen me dijo que eras alguien perseverante— dijo Kain manteniendo la calma —si logras esto, te volverás más fuerte—
—No sé, no te creo—
—Pero viste mi fuerza— dijo Kain —te mostré mi aura y viste como el suelo y los árboles temblaron ¿No quieres hacer lo mismo?—
—Bueno, eso se vio un poco genial— dijo Jiriya aguantándose las ganas de sonreír. Si él pudiera hacer lo mismo podría impresionar a Tsunade y seguro ella lo preferiría a él en lugar de a este tipo.
—Vamos, inténtalo— dijo Kain —si lo logras, te seguiré enseñando otras cosas—
—Lo entiendo, lo entiendo— dijo Jiraiya en un estado de aparente molestia, levantó su mano y continuo —solo tengo que llevar mi chakra y rodear mi mano—
—Claro, super fácil— dijo Kain con una sonrisa astuta. Solo Kaoru y él habían logrado dominar el chakra a este nivel. Kain no creía ni por un momento que Jiraiya tuviera las reservas de chakra de Kaoru o su habilidad, pero según Hiruzen, el muchacho era perseverante al nivel que podría considerarse peligroso para él mismo. Era como un perro furioso que una vez que muerde a su presa, no la suelta hasta vencer o morir.
—No puedo, que pasa, esto es estúpido— fue lo primero que dijo Jiraiya al tratar de conducir su chakra a la mano. Hizo tanta fuerza que se puso rojo, se marcaron las venas del cuello y la cabeza, pero al final, solo dejo escapar un pedo y se congelo. Él miró a Kain y lo vio sorprendido por un momento, para después largarse a reír.
—Trata de calmarte— dijo Kain entre risas —solo tienes que llevar tu chakra a la mano, pero eso no implica hacer fuerza con todo el cuerpo—
Jiraiya agachó la cabeza con vergüenza y asintió.
Kain le dio unas palmaditas y saltó de la roca para alejarse. Kain lo miró desde la parte baja de la roca y le grito —sigue practicando, si tienes dudas, me preguntas—
Jiraiya asintió y siguió tratando de llevar su chakra a la palma de su mano. Ya lo había hecho con el chakra en los pies y de esa manera poder caminar por las paredes, pero no lo podía manifestar de forma física, como si fuera una película de agua.
Por otro lado, Kain se acercó a Orochimaru, quien estaba empujando una roca de dos metros de diámetro. Kain se puso al lado de Orochimaru y lo ayudo a empujar. Al levantar la piedra vieron tierra húmeda, con gusanos y otros insectos, además de unos pequeños hongos con cabeza verde, convexa y bordes planos.
—Yo sostengo la roca— dijo Kain con las manos apoyadas en la roca. Orochimaru a su lado asintió y busco en la mochililla que llevaba en la espalda una pala de mano y una bolsa de papel. Orochimaru se agacho, empezó a escarbar a los lados del hongo y lo saco desde la raíz. Después lo echo dentro de la bolsa y se apartó. Kain soltó la piedra y se alejó.
—¿Cuántos llevas?— preguntó Kain
—No muchos, nii-san. Me faltan veinte ejemplares— respondió Orochimaru
—Entiendo, veamos cómo les va a los demás—
Orochimaru asintió y siguió a Kain, dirigiéndose a un conjunto de árboles de dos metros de alto y ramas delgadas. Ahí estaban Kenji y Mitsuo agachados mirando algo en el suelo.
—Sensei, mira, ven— dijo Mitsuo levantando la mano
Kain se acercó con Orochimaru y vio a los niños mirando un escarabajo rinoceronte de caparazón oscuro —creo que eso no es lo que estábamos buscando— dijo
—Lo siento, sensei, pero es bonito ¿Lo podemos conservar?— preguntó Mitsuo
—No creo que sea buena idea— respondió Kain —mejor sigan buscando los hongos que les indico Orochimaru. Si no encuentran uno de aquí a la noche, los castigare—
—Está bien, sensei— dijeron Mitsuo y Kenji al mismo tiempo con cierta melancolía.
—Pero sensei— dijo Kiyomi, acercándose al grupo, se puso en cuclillas entre Mitsuo y Kenji —es bonito, puede ser la mascota del equipo—
—Pensé que te daban miedo los bichos—
—Solo las arañas. Vamos, sensei, déjanos conservarlo—
—Está bien, pero se hacen cargo y cuando lleguen a Konoha, buscan a Shiori, ella sabe mucho de estos insectos—
—Gracias, sensei— dijeron los tres
Kain soltó un suspiro y continúo caminando hasta que encontró a Nagisa y Tsunade. Ellas estaban buscando a lo largo de una pared de tierra, la base estaba cubierta de rocas de donde emergían todo tipo de insectos. Así que Tsunade ocupaba un palo para mover las rocas e investigar.
—¿Cómo les va?— preguntó Kain acercándose a Nagisa
—Bien, sensei— dijo Nagisa mirando al suelo, levantó la mirada, hizo contacto visual y después siguió mirando entre las piedras —tengo tres y Tsuna-chan dos más—
—Bien, eso quiere decir que solo nos faltan quince. Una vez que cumplamos la cuota, entraremos al país de las Aguas Termales y descansaremos en un hotel—
—Oye, Uchiha ¿Por qué no lo dijiste antes?— preguntó Tsunade feliz por el cambio de ambiente. Ella ya estaba anticipando dormir en medio del bosque, cosa que le desagradaba.
—¿Qué dijiste, Tsunade?— preguntó Kain con un rostro serio
Tsunade agacho la cabeza con el ceño fruncido y dijo —lo siento, sensei—
—Así es mejor— respondió Kain —y sí, vamos a ir a un hotel con aguas termales, pero eso no quiere decir que hayamos terminado la misión—
—Aaaaaaaaaa— se escuchó el grito de Jiraiya, lleno de frustración.
Kain se dio la vuelta, miró a la distancia y vio a Jiraiya encima de la roca —mejor lo voy a ver antes de que se golpee a sí mismo—
—Sí, sensei— dijo Nagisa —Jiraiya es muy duro consigo mismo—
—Toda la gente perseverante lo es— dijo Kain —pero no te preocupes, para eso existen los sensei—
Kain comenzó a caminar mientras Orochimaru lo veía y Nagisa con Tsunade lo quedaban mirando. Nagisa miró a Tsunade y le preguntó —¿Por qué no le pides ayuda a Sensei?—
—No quiero, es un tipo arrogante. Se cree más listo que los demás— dijo Tsunade frunciendo el ceño. Se dio la vuelta, volvió a mirar a la base de la muralla de tierra y comenzó a mover las piedras con el palo.
—Sensei es más hábil que el resto de los shinobis— dijo Nagisa sintiendo como se aceleraba su corazón, ella puso su mano derecha sobre su pecho y trato de calmarse para que nadie se diera cuenta.
—Nagisa-nee debería hablar con ese tipo— dijo Tsunade captando el estado de Nagisa —una vez que vuelva Kaoru-nee, Nagisa-nee no tendrá ninguna posibilidad—
Nagisa hizo una sonrisa incomoda y negó. Las cosas no eran tan simples, Tsunade no se daba cuenta de todas las relaciones en casa, pero Nagisa lo sabía. Si solo fuera Kaoru, todo sería más fácil. Sin embargo, cuando está su madre de por medio, las cosas se vuelven complicadas. Nagisa soltó un suspiro, recordando cuantas veces ha pensado en las posibilidades y replanteándose como decir las cosas ¿Su madre lo toleraría? ¿Se enojaría con Kain o con ella? ¿Se iría de la casa o le pediría a Nagisa que se vaya?
Kain volvió a la base de la roca en donde Jiraiya estaba sentado y lo vio enojado, con el rostro rojo de tanto hacer fuerza para manifestar su chakra como una película alrededor de su palma izquierda. Kain saltó a la roca, Orochimaru hizo lo mismo y ambos cayeron a los lados de Jiraiya. Este último detuvo su esfuerzo, les dio una breve mirada y después agacho su rostro.
—Jiraiya no necesita enojarse— dijo Orochimaru con voz suave que estaba adquiriendo el tono sibilino de su abuelo —yo tampoco lo puedo hacer—
—¡¿Eh?!— pronuncio Jiraiya, después miró a Kain y le preguntó —¿Te estabas burlando de mí?—
—Eres tan inmaduro, todo se trata de ti— dijo Kain con el ceño fruncido, se sentó en la roca, al lado de Jiraiya y le dijo —en estos momentos, solo hay dos personas que pueden manifestar el chakra de la manera en que te trato de enseñar. Una es Kaoru y el otro soy yo. Hiruzen me dijo que eras un niño perseverante, por eso te enseñe, para ver si podías alcanzarnos—
—Yo no soy tan inteligente— murmuro Jiraiya agachando la mirada
Kain llevó su mano a la cabeza de Jiraiya y le desordeno el cabello —eso lo sé, pero a veces, es un tema de perseverancia. En ese aspecto, antes de pensar en que estas equivocado, debes preguntarte "¿Qué estoy haciendo mal? ¿Será el orden, la manera, la forma o el estado mental?" Inténtalo Jiraiya, no busques la satisfacción rápida, porque eso te aleja de los mejores resultados—
—Entiendo— murmuro Jiraiya, miró a Kain a los ojos y continuo —lo intentare, espero que tengas razón—
—Si recuerdo bien— dijo Kain mirando al cielo despejado —Kaoru-chan me dijo que, con el refuerzo de chakra, pudo aguantar el daño de varios sellos explosivos a quemarropa. Así que imagínate lo que podrías hacer si tuvieras la suficiente maestría en lo que te trato de enseñar—
—Nii-san, eso no es justo— dijo Orochimaru con un rostro serio
—Bueno, recuerdo que cierto muchacho se rindió al segundo día— dijo Kain con una sonrisa burlona —si lo quieres intentar, continua con el entrenamiento, pero esta vez, hazlo junto con Jiraiya e intercambien sus experiencias. Eso será la mejor forma de ayuda. Esto también podría contar como un experimento, podrías documentarlo y una vez que lo dominen, podrían entregarlo a la villa como un jutsu de combate cuerpo a cuerpo. De esa manera podrían tener un mérito y después pedirle a Hiruzen que les de acceso a un jutsu secreto—
—Oooooh— grito Jiraiya, se puso de pie y miró al cielo —en ese caso, podría aprender un jutsu de verdad en lugar de esta basura—
Kain frunció el ceño y le pellizco la pantorrilla a Jiraiya, haciéndolo gritar del dolor —¿Qué dijiste mocoso?— preguntó
Jiraiya se agacho y se tomó la pantorrilla con ambas manos —nada, nada— dijo acariciándose donde lo pellizcaron.
—Nii-san es muy estricto— dijo Orochimaru con una sonrisa pequeña —Jiraiya es un poco tonto, pero no es mala persona—
—¡¿Quién es tonto?!— protesto Jiraiya elevando su mirada
Orochimaru mostro una sonrisa amable y Kain por la pura expresión, entendió que Orochimaru realmente pensaba en Jiraiya como su amigo.