----¡Hola a todos! 🎉 Nos alegra anunciar que ya están disponibles los primeros 10 capítulos traducidos de esta increíble novela. A partir de ahora, avanzaremos poco a poco en la traducción del resto de la historia para que puedan disfrutarla completa. Les agradecemos por su paciencia y apoyo en este proceso. ¡No se pierdan las próximas actualizaciones!----
No podía seguir así. Lorist decidió utilizar un método particularmente complicado de entrenamiento de energía para salir de su situación actual: entrenar con una técnica de energía de rango intermedio con el mismo atributo y así alcanzar la etapa de Plata. Más adelante, cuando obtuviera el siguiente volumen de la técnica de Llama Ardiente, retomaría ese entrenamiento.
Este método no carecía de precedentes, pero ponía a prueba la voluntad y concentración del practicante. Incluso siendo del mismo atributo, la circulación de la energía a través de los nodos de la sangre, que formaban la estrella de seis puntas, variaba entre técnicas. Las conexiones específicas entre los nodos menores de la sangre podían diferir bastante, y ciertos cambios especiales, como las conexiones inusuales de los nodos sanguíneos, complicaban las cosas aún más. El practicante tenía que abandonar sus antiguos hábitos de entrenamiento y adaptarse a un nuevo método desde el principio.
Esto era realmente problemático.
Llama Ardiente, como su nombre lo sugería, parecía una técnica de energía de atributo fuego. Sin embargo, el manuscrito que Lorist tenía solo contenía los caracteres "Llama Ardiente" en la portada, sin ninguna explicación adicional. Al abrirlo, mostraba únicamente el método de entrenamiento para la circulación de la sangre en la etapa de Bronce y Hierro Negro.
Lorist gastó una gran suma para obtener otro manual de energía de atributo fuego de rango intermedio, llamado Fuego Ardiente, que según decían permitía llegar a la tercera estrella de Plata. Pero al revisarlo, quedó atónito.
La circulación de nodos de la sangre en Fuego Ardiente no coincidía en absoluto con la de Llama Ardiente. Los grandes nodos sanguíneos de ambas técnicas ni siquiera estaban en las mismas posiciones. Esto hacía imposible seguir adelante.
Al principio, Lorist pensó que la diferencia era por la disparidad de rangos entre técnicas de alta y media energía. Sin embargo, después de reflexionar, se dio cuenta de que las técnicas del mismo atributo deberían compartir una estructura similar de nodos de sangre. Para asegurarse, consiguió otros manuales de energía de atributo fuego de rango intermedio y comparó sus métodos. Descubrió que la estructura de nodos de la técnica de Llama Ardiente no coincidía en absoluto, lo que le llevó a dudar de que fuera de atributo fuego.
¿Cómo era posible? ¿Llama sin fuego? ¿Entonces de qué era?
Lorist, sin más opciones, adquirió manuales de energía de otros atributos, incluyendo oro, agua, madera, tierra, viento y luz. Tras estudiarlos cuidadosamente, concluyó que Llama Ardiente no estaba relacionada con ninguno de estos atributos. Esto le hizo reconsiderar si, de hecho, era de atributo fuego, y que las diferencias en la circulación de nodos se debían a que era una técnica de alto rango.
Durante este tiempo, sucedió algo. Dado que no avanzaba en su entrenamiento de energía y se acercaban las vacaciones en la academia, Lorist decidió despejar su mente. Junto a algunos amigos de la academia formó un pequeño grupo de aventura para cazar bestias de bajo nivel en las Montañas del Crepúsculo.
En las Montañas del Crepúsculo habitaba una rara bestia de bajo nivel llamada Zorro de Fuego de Cuerno Dorado, cuya piel cambiaba de color con las estaciones, y valía una fortuna en el mercado. En clima frío, su pelaje se tornaba rojo, y su pequeño cuerno dorado, con un leve aroma dulce, tenía una fama peculiar: al llevarlo puesto, se decía que aumentaba la resistencia masculina, así que se vendía como pan caliente, casi al punto de extinción en esa región.
El grupo de Lorist tuvo suerte y avistaron uno. Tras tres días y noches de arduo esfuerzo, lograron abatirlo. Pero, en su eufórico regreso, se dieron cuenta de que alguien los estaba siguiendo.
Lugares como las Montañas del Crepúsculo eran terrenos altos y densamente forestados, perfectos para aventuras y caza de bestias, pero también favorecían la anarquía, donde la lucha por sobrevivir estaba a la orden del día. Era un hecho que, al cazar bestias, debían evitar convertirse en la presa de otros cazadores.
Originalmente, no habían planeado adentrarse en la montaña, sino mantenerse en las zonas exteriores cazando bestias de bajo nivel, pensando que así evitarían llamar la atención. Pero su éxito con el Zorro de Fuego los había puesto en la mira.
Siete mercenarios de rango Plata, parte de un grupo de renombre dudoso asentado en una villa cercana a las montañas, les bloqueaban el camino. Era probable que un compañero del grupo, mientras compraba provisiones en la villa, hubiera dejado entrever su reciente captura, atrayendo así a estos mercenarios.
Lorist y sus amigos eran solo cinco: tres de rango Hierro Negro y dos de rango Plata, así que los siete mercenarios no solo querían quedarse con su botín, sino humillarlos. Entre ellos estaba también el gordo Shreed, un tipo insensato de rango Plata que, al escuchar sus demandas, sacó su espada sin decir palabra, iniciando una batalla feroz.
Sorprendidos, los mercenarios de Plata cayeron rápidamente ante Lorist, quien derribó a tres de ellos en un parpadeo. Los otros cuatro intentaron enfrentarse, pero dos apenas lograban resistir las embestidas de Lorist, mientras los restantes sufrían bajo los ataques del resto del grupo, que los atacaban incansablemente.
La emboscada terminó cuando Lorist atravesó con su espada la espalda del último mercenario en huida, dejando un saldo de dos muertos y cinco heridos. Esa fue la primera vez que Lorist mató desde su llegada a este mundo, pero le sorprendió no sentirse perturbado ni con náuseas.
Shreed, con su habitual amor por el dinero, se encargó de saquear a los mercenarios caídos hasta dejarlos en ropa interior, dejando al grupo con un botín inesperado. Entre las pertenencias de uno de los mercenarios encontraron un manual de energía de atributo tierra de alto rango: la Técnica de Montaña Pesada.
Dado que ninguno de ellos entrenaba técnicas de atributo tierra, el manual era inútil para todos, excepto como mercancía vendible. Sin embargo, Shreed recordó que Lorist había estado buscando manuales de distintos atributos para sus investigaciones, y propuso entregárselo como recompensa por su destacada labor en la batalla.
Tras dividir el botín, huyeron rápidamente de las montañas y regresaron a Morante. Lorist estudió la Técnica de Montaña Pesada y comparó sus métodos con otros manuales de tierra de rango intermedio. Confirmó que los nodos de la circulación de la sangre en técnicas de tierra eran consistentes en cada rango, aunque se volvían más complejos en los rangos de Plata y Oro.
Esto solo le confirmó que Llama Ardiente no era de atributo fuego, pues los nodos de su técnica eran completamente diferentes de los de las técnicas de fuego de rango intermedio.
Llama Ardiente había alcanzado su límite en la tercera estrella de Hierro Negro, y sin un manual adicional para continuar el entrenamiento, Lorist estaba en un callejón sin salida. Cada día que pasaba, su capacidad de reacción se volvía más rápida que sus movimientos, algo que no estaba dispuesto a soportar.
¿Qué debía hacer? ¿Cuál era el camino a seguir en su entrenamiento? Lorist apenas podía comer o dormir, agobiado por la maldita incógnita de Llama Ardiente.
En una de esas noches de insomnio, Lorist recordó de repente a su abuelo en su vida pasada, enseñándole a su yo infantil a practicar la Técnica Dorada de Agua. Tuvo una sacudida de claridad en su mente. ¡Claro! ¿Por qué no intentar practicar la Técnica Dorada de Agua? Para él, esta era su auténtica habilidad heredada.
En su mente, aparecieron recuerdos de su abuelo sosteniendo una rama de sauce y guiándole en su entrenamiento, escenas de él y sus primos en el patio sudando al practicar posturas de caballo. Los secretos de la técnica, la ruta del flujo de energía, los principios de la Técnica Dorada de Agua, el mapa de puntos vitales del cuerpo, la técnica de la Espada Dorada de Agua… Lorist nunca imaginó que recordaría todo tan claramente, como si estuviera grabado en sus huesos y ahora surgiera completamente ante él.
Con lágrimas en el rostro, Lorist se quedó inmóvil y absorto, como si estuviera en trance...
Después de un largo tiempo, se levantó de la cama y, bajo la luz de la luna que entraba a la habitación, plantó los pies y adoptó la postura de caballo.
Primera técnica de la fuerza visible de la Técnica Dorada de Agua: El Muro que Alcanza Mil Pies de Altura.
Concentración, calma, tres inhalaciones y una exhalación, entrando lentamente en un estado de serenidad, olvidándose de todo...
De repente, una escena apareció en su mente: un sol rojo surgiendo de un vasto océano, iluminando todo, aguas tranquilas y cristalinas. Pero pronto se alzó una feroz tormenta, gigantescas olas de cientos de metros golpeando contra un imponente acantilado, que se mantenía firme. La fuerza de las olas se disolvió en el acantilado, que se mantenía impasible, como una montaña de hierro.
No sabía cuánto tiempo había pasado, pero las olas finalmente se calmaron, y el océano volvió a ser tan tranquilo como un espejo. Solo el acantilado permanecía, desafiante, inmutable ante el mundo...
Lorist abrió lentamente los ojos, lleno de asombro y alegría. Estaba sorprendido por su rápido progreso: en su vida pasada, le tomó tres años alcanzar este nivel de dominio bajo la estricta guía de su abuelo. Pero en esta vida, era su primera vez practicando la Técnica Dorada de Agua, ¡y ya había logrado este avance! Era increíble.
Por otro lado, se alegraba de haber dominado la primera técnica de fuerza visible. Con suficiente práctica, en menos de tres meses podría avanzar a la segunda técnica: Como el Fluir de los Años. En su vida pasada, le tomó tres años dominar la primera técnica y seis años la segunda. Después, se unió al ejército, y su práctica fue irregular. Nunca alcanzó la tercera técnica, La Espada y la Montura de Hierro, lo que siempre lamentó.
La práctica de las tres técnicas de fuerza visible de la Técnica Dorada de Agua en realidad no era complicada. La primera técnica se centraba en los doce meridianos principales, y la segunda y tercera requerían desbloquear los ocho meridianos extraordinarios y unirlos en un gran circuito, alcanzando así el pico de la fuerza visible, con la posibilidad de avanzar hacia la fuerza oculta.
El verdadero desafío de la primera técnica de fuerza visible estaba en dos puntos: uno era sentir la energía y generar una "sensación de flujo" antes de entrenar los doce meridianos principales; el otro era visualizar el escenario del acantilado y las olas, entrenando la mente a través de la fortaleza del acantilado ante las poderosas olas, hasta alcanzar una estabilidad mental inquebrantable.
Lorist nunca imaginó que lograría todo esto de una sola vez. Se sentía increíblemente renovado y fuerte, aunque estaba empapado de sudor. Lleno de entusiasmo, desenvainó su espada y comenzó a practicar, sintiendo que cuerpo y mente se movían al unísono. La satisfacción era indescriptible; había superado la sensación de lentitud en sus movimientos que le había molestado.
Después de guardar su espada, Lorist decidió aprovechar su estado de ánimo y ejecutar un pequeño circuito de la Técnica Dorada de Agua para consolidar su avance. Pero, justo cuando estaba a punto de asumir la postura de caballo, se alarmó: ¿a dónde había ido toda su energía de combate?
La energía que solía fluir por sus venas había desaparecido sin dejar rastro. Con un sudor frío, Lorist se sentó rápidamente y comenzó a meditar, tratando de volver a canalizar la energía de combate de la técnica de la Llama, y, efectivamente, la energía volvió a llenar los puntos principales en su ciclo de seis puntas. Sin embargo, antes de que pudiera relajarse, sintió cómo esa energía se disipaba, desapareciendo por completo.
¿Qué estaba pasando? Lorist se sintió profundamente frustrado; esta energía de combate parecía estar siempre fallando. Intentó practicar varias veces, obteniendo el mismo resultado. Finalmente, decepcionado, decidió no preocuparse más y regresó a practicar la Técnica Dorada de Agua.
En cuanto adoptó la postura de caballo, comenzó a sentir una energía vibrante en sus meridianos, casi a punto de desbordarse. Sorprendido, Lorist examinó más de cerca y descubrió que esta sensación era familiar. ¡Era la misma energía de combate! Pero ahora, toda se había canalizado a sus meridianos. No era de extrañar que hubiera avanzado tan rápido en la Técnica Dorada de Agua: era gracias a la energía de combate.
Aun así, no estaba seguro si usar energía de combate para practicar la Técnica Dorada de Agua era bueno o malo. Sin embargo, el hecho de que su fuerza y capacidad de reacción hubieran mejorado claramente era algo positivo. Por el momento, Lorist decidió seguir entrenando la Técnica Dorada de Agua y ver adónde lo llevaría.