Ch 9: Madre e Hijo

(1.575 palabras)

298 DC – Fortaleza Roja

"Madre... querías verme." Dijo Gilgamesh, con Cleopatra a su espalda, mientras entraba en los aposentos de la reina.

"Solo nosotros 2." Dijo Cersei mientras miraba con molestia a Cleopatra, quien miró a Gilgamesh en busca de confirmación.

"Puedes retirarte. Esperame en mis aposentos."

"Si, su Alteza." Respondió la hermosa morena mientras salia de la habitación.

"Son bastante cercanos."

"Es natural que lo seamos. Es mi secretaria y supervisa muchos de mis asuntos."

"¿Asuntos?"

"No son dignos de ser escuchados por la reina."

"Soy tu madre."

"Y también la reina." Repitió Gilgamesh con una sonrisa de etiqueta.

"Bueno... no importa." Dijo Cersei mientras negaba con la cabeza. "Necesitamos hablar."

"¿Que es?"

"¿Por que eres así con tu familia? Pareciera que a los únicos a los que les tiene cariño es a tu hermana Myrcella."

"Una niña agradable, y mi querida hermanita."

"Lo es... ¿Y el resto?"

"Tu me trajiste a la vida y te veo como mi madre. Eso no esta en duda. Pero mi padre ni siquiera es mi padre." Dijo Gilgamesh, lo que hizo que Cersei pusiera una expresión incomoda.

"Quizás deberíamos hablar sobre eso..."

"¿Del incesto que tienes con tu hermano? Ciertamente es asqueroso, pero lo puedo entender con el rey que tienes por esposo. Aunque ambas cosas, tanto el rey y sus putas como tu relación incestuosa son asquerosas."

"Yo... lo siento." Dijo Cersei con una lagrima cayendo por su mejilla.

"No hay necesidad. Así nací y así fui creado. Por el lado de Tommen, me agrada, es un buen chico y amable. Pero Joffrey es simplemente despreciable."

"Sigue siendo tu hermano." Dijo Cersei en un tono bajo. Ya no tenia su faceta de la leona que muchos temen, ahora era una madre en pena. Una mujer rota.

"Eso solo significa compartir sangre. Nosotros formamos nuestras relaciones, y nosotros somos quienes somos. Un rey puede ser mas mestizo que un comandante de un pequeño ejercito."

"Pero..."

"Nunca lo entenderías madre. Tu hijo podría torturarte y no le harías nada directamente. Pero bueno, al final es lo que significa ser madre e hijo. Pero si hablamos de hermanos, deberías ser capaz de comprenderlo."

"Tyrion es diferente."

"¿En que? Tyrion es físicamente disfuncional, y alguien de esa manera debería ser simplemente ejecutado al nacer. Gente así no es de utilidad para servir. Pero Joffrey es disfuncional mentalmente, y tampoco es capaz de servir."

"¿Servir? Joffrey es igualmente un príncipe, no es alguien que sirva a nadie."

"Eso es otra cosa que no entiendes madre... hubiera nacido como tu hijo o como el del campesino. Todos me sirven, lo sepan o no, sean conscientes o no lo sean. Lo acepten voluntariamente o muevan ríos y montañas para negarse. Es un hecho innegable y todos lo terminaran entendiendo tarde o temprano. Por que yo soy el rey de todo el mundo, no por ser el supuesto hijo de Robert Baratheon y heredar un misero Trono sucio, no... es simplemente por que soy quien soy. Gilgamesh." Dijo el Príncipe Heredero sonriendo, y se retiro al momento siguiente.

"Hijo mio... si solo te tuviera a ti podría estar de acuerdo. Pero tengo 3 hijos mas y los veo a todos por igual, no puedo estar de acuerdo con esa ideología." Murmuro Cersei, ahora sola en la habitación. Sin plantearse si quiera los problemas psicológicos que podía tener su hijo al creer que estaba por encima de todos.

298 DC – Desembarco del Rey

"Menos ojos por aquí Milady. Aunque aun así hay muchos." Dijo un hombre robusto de cabello y barba blanca junto a una mujer con un vestido azul y la cara semi tapada por un velo. Ambos iban a caballo entrando en Desembarco del Rey.

"Han pasado 9 años desde que pise la capital, y en ese momento nadie me reconoció." Respondió la mujer, quien al revelar su rostro mostró su pelirrojo cabello. Era Lady Catelyn Stark, y su acompañante era su guardaespaldas, Ser Rodrik Cassel.

"Milady..." Dijo Rodrik en un tono preocupado al ver a 2 Capas Doradas que se acercaban al dúo.

"Bienvenida, Lady Stark. ¿Le importaría acompañarnos?" Dijo uno de los Capas Doradas.

"Me importa... no hicimos nada malo." Respondió Cat.

"Nos ordenaron escoltarla a la ciudad."

"¿Les ordenaron? No se quien les da las ordenes, pero..." Decía Catelyn ,pero fue interrumpida por el soldado quien le entregó un pergamino sellado.

"Sígame Lady Stark." Dijo, y así avanzaron los 4 jinetes, hasta llegar a un burdel.

"¡Cat!" Dijo un hombre sentado en una cama del burdel con 2 putas a sus lados. Este hombre era naturalmente Petyr Baelish. "¡Salgan!" Les dijo a las putas a sus lados, para poder prestar atención a sus 2 nuevos invitados.

"¡Maldito gusano! ¿Me tomas por una mujerzuela cualquiera a la que puedes arrastrar a este lugar?" Preguntó Cat con molestia e ira en su voz mientras le lanzaba el pergamino a la cabeza.

"No quería faltarte el respeto. A ti menos que a nadie."

"¿Como te atreves a traerme aquí? ¿Te volviste loco?"

"Nadie te buscara aquí. ¿No es lo que querías? Aunque en verdad lamento el lugar."

"¿Y como sabias que vendría a este lugar?"

"Un viejo amigo me lo dijo." Respondió Meñique, y una figura entro por una puerta la habitación del burdel.

"Lady Stark."

"Lord Varys..."

"Verla después de tantos años es una bendición."

"¿Y como sabia que yo vendría?"

"Milady, la información es mi negocio. ¿Trajo consigo la daga por casualidad?" Preguntó Varys, y Rodrik miró a Cat en busca de confirmación. "Mis aves están en todos lados, incluso en el Norte." Respondió Varys refiriéndose a sus espiás. Lo que hizo que Cat diera un asentimiento a Rodrik.

La daga al a que se referían, es el arma que portaba un hombre que intentó quitar la vida de Bran Stark cuando este se despertó del golpe que había sufrido. Todos estos eventos se desencadenan cuando el niño, mientras trepaba por una torre, se encuentra con Cersei y Jaime Lannister copulando. Al ser descubiertos, Jaime empuja al niño de la torre haciendo que se caiga con el intento de matarlo, pero este solo quedo invalido de las piernas. Al ver que el trabajo no estaba hecho, supuestamente enviaron a un asesino para terminar el trabajo una vez que el convoy real dejó Invernalia, pero el asesino fracaso.

El hombre en cuestión llevaba una daga rara para los de su clase, ya que estaba hecho de acero valyrio, el metal mas precioso y resistente del mundo que normalmente solo se encuentra en lo que alguna vez fue Valyria, Una daga de esta calidad no puede pertenecer a un mero asesino, solo a figuras poderosas económicamente. ¿Quienes son los mas ricos de Westeros? Los Lannister. Eso significa que o el culpable son los Lannister, o alguien tratando de inculparlos. Pero el cabello rubio que Catelyn encontró en la torre desde donde cayó Bran le dio una idea.

"Me susurran las historias mas extrañas." Añadió Varys, y al momento siguiente Ser Rodrik Cassel le entregó la daga. "Acero valyrio..."

"¿Sabe de quien es esta daga?" Preguntó Cat un poco desesperada.

"Eh... debo admitir que no lo se." Dijo Varys.

"Vaya, vaya, este es un día histórico. Algo que no sabes, que yo si." Dijo Baelish, ganándose la atención de Cat. "Solo hay una daga así en los Siete Reinos. Es miá."

"¿Tuya?" Preguntó Catelyn en un tono sorprendido.

"Al menos lo era hasta el torneo del Príncipe Gilgamesh por su cumpleaños numero 13. Aposte por Ser Jaime en la justa, como cualquiera con juicio lo haría. Pero el Caballero de las Flores lo derrotó... perdí esa daga."

"¿Con quien?"

"Tyrion Lannister, el diablillo." Fueron las ultimas palabras que Baelish dijo antes de volver a la Fortaleza Roja.

"Pensé que estaría a salvo aquí." Dijo Baelish junto a Ned, afuera de su burdel. "Uno de los muchos establecimientos que tengo." Repitió, pero al momento siguiente Ned lo tomó del cuello con ira.

"Eres muy gracioso... muy gracioso..." Dijo Ned con molestia mientras ahorcaba al pequeño hombre, pero una voz lo interrumpió.

"¡Ned!" Exclamó Cat desde una ventana, lo que hizo que Ned dejara a Petyr y entrara al lugar.

"Los Stark... ira rápida pero mente lenta." Murmuro Baelish. 'Pronto llegara tu final.' Pensaba Baelish, pero siguió rápidamente detrás de Ned, quien hablaba con Cat.

"¿Todo esto es verdad?" Preguntó Ned, con el rostro molesto mientras apretaba el puño.

"¡Si Ned! Los Lannister le hicieron eso a Bran y luego intentaron matarlo de nuevo, así como también asesinaron a Jon Arryn. Como madre de Bran no me puedo quedar tranquila." Dijo Cat.

"No creo que sea posible." Intervino Baelish.

"¿Por que?"

"El solo sugerir que el hermano de la reina trato de matar al niño seria considerado traición."

"¡Tenemos la prueba! ¡La daga!"

"Y Lord Tyrion dirá que se la robaron. Y el hombre que lo sabe, el asesino, ya esta muerto gracias al lobo de tu hijo." Repitió Petyr, ya que el asesino enviado fue acabado por el lobo huargo de Bran.

"Petyr prometió ayudarnos a descubrir la verdad. Es como un hermano para mi Ned, no traicionaría mi confianza." Dijo Cat bajo la mirada dudosa de Ned.

"Tratare de mantenerlo vivo, por ella." Dijo Petyr refiriéndose a Ned. "Una tarea difícil, de hecho. Pero nunca he podido negar nada a su esposa."

"No olvidare esto. Eres un buen amigo."

"No se lo digas a nadie. Tengo una reputación que mantener." Dijo Petyr con sarcasmo.