webnovel

4. Pesadilla

POV SAMANTHA

Un mes más tarde

Desgraciadamente hoy era lunes y tenía que ir a clase. No es lo que más me apetecía, y mucho menos después de lo que pasó la última vez que estuve allí, pero si quería convencer de alguna manera a mi madre que no me cambiase de instituto, pues mejor iría.

No es que no que me importase demasiado cambiar de instituto, porque estoy completamente segura de que de que me pasaría igual que aquí y en cualquiera de los otros institutos, pero no quería perder a la única amiga que tuve en estos últimos años y que no me abandona a pesar de toda la mierda por la que tengo que pasar y por mi forma de ser.

-Sam, ¿Estás segura de que quieres ir al instituto?

En cuanto escucho la voz de mi madre, paso de mirar al techo a ella y le sonrío de la mejor manera que puedo, lo que parece no convencerla del todo, pero tampoco que se dé cuenta de todos los pensamientos que rondan por mi cabeza.

-Segura, no te preocupes.

-Lo haré, pero si te hacen cualquier cosa, puedes llamarme.

-No va a ser necesario, va a estar Ty conmigo.

-Lo sé, pero igualmente, me llamas si me necesitas. Y si cambias de opinión solo tienes que decírmelo.

-Lo sé mamá, pero no quiero cambiar de colegio, en serio.

-Está bien, quiero que sepas que siempre tienes la opción.

-Lo sé.

-Bueno, me tengo que ir a trabajar. Tylor no tardará mucho en llegar. Te quiero Sam.

-Yo también te quiero mamá.

Y con eso salió de mi habitación, no sin antes darme un beso en la frente. De verdad que quería mucho a mi madre. Siempre la quise y fuimos siempre unidas, pero nos unimos más cuando fue que empezó lo de papá y me alegra saber que al menos tengo a alguien que me apoya, o al menos eso espero.

En cuanto escuché como la puerta principal se cerraba, me levanté y empecé a hacer mi rutina de la mañana para estar lista para cuando al menos llegase Tylor. Algo me decía que hoy sería un día que no me iba a gustar para nada.

POV TYLOR

- ¿Estás segura de que Samantha estará bien con que me aparezca en su casa?

-Estoy completamente segura, solo me tienes que dejar un par de minutos para hablar con ella.

-No se lo tomará bien ¿verdad?

-Nop, pero eso no quiere decir que no te aprecie. A mí al principio también me apartaba. Sólo no se fía de la gente.

-Lo entiendo, supongo que para ti fue lo más complicado en su momento.

-Lo fue, pero no me arrepiento de hacerlo. Es una gran chica, la gente solo es estúpida.

-Lo sé.

- ¿Te puedo hacer una pregunta? No tienes por qué contestarla si no quieres.

-Claro, pregunta.

-Aparte de tu crush con Sam, ¿Por qué haces todo esto? ¿Por qué parece que odias más que a nada el bullying?

-Digamos que circunstancias en mi vida hicieron que lo odiase más de lo que hacía en un principio.

- ¿Algún día me contarás la razón?

-Claro que sí, por eso no te preocupes. Solo que de momento es un tema un poco delicado para que controle mi temperamento, y no quiero aparecer enfadado en casa de Sam.

-No te preocupes, lo entiendo, pero si en algún momento necesitas hablar, me tienes aquí.

-Gracias Tylor, de verdad.

-Llámame Ty, al fin y al cabo, es lo que me llaman las personas que me caen bien.

-Me gusta.

En ese momento nos paramos delante de la casa de Sam y me preparé para el enfado de ella, porque si de algo estoy más que segura, es de que se enfadará, y no quiero que André se sienta mal por algo que no debería hacerlo.

Ya ni me molesté en petar o timbrar ya que la madre de Sam me había dado permiso a entrar y me dijo donde estaría la llave. Al parecer Sam no estaba de tan buen humor y a lo mejor se había vuelto a dormir. Solo espero que no esté demasiado enfadada para cuando le cuente que André está en la puerta de su casa.

Cuando abrí la puerta entré y la cerré con cuidado, y pude ver la mochila de Sam en el sofá, pero no había ni rastro de ella. En cuanto doy un paso más dentro de la casa, aparece Sam delante de mí con un bate levantado y preparada para darme con el al parecer, lo que hace que abra rápidamente la puerta y salga para evitarlo.

- ¿Tylor?

- ¿Quién más piensas que se iba a aparecer? ¿El papa? Claro que soy yo, ahora haz el favor de bajar el bate.

-Lo siento. Al menos podías avisar de que estabas en la puerta...

-Realmente no esperaba ser recibida por una loca con un bate.

- ¿Y cómo debería ser mi reacción? ¿Qué hubiese pasado si fuese un ladrón, lo dejo entrar como Pedro por su casa?

- ¿Quién es Pedro?

No pude evitar girarme a ver la cara de André que al parecer no entendía. Realmente no tengo ni la menor idea de qué piensa de Pedro, sobre todo si tenemos en cuenta de que es una manera de decir, pero es en ese momento en el que me doy cuenta de que André es americano y probablemente no sepa que es una manera de decir.

-Es una manera de decir. Hasta donde yo sé Sam no conoce a nadie que se llame Pedro.

-Conozco, pero se largó junto a su nueva familia, ahora ¿Me quieres explicar que hace él aquí?

-Para empezar, se llama André, y dos, es mi amigo y quiere ser el tuyo.

-Yo no necesito la compasión de nadie y menos un amigo que no tardará nada en desaparecer.

-No lo voy a hacer.

-Eso dicen todos, pero luego pasa, asique nos ahorrarías tiempo si dejas de intentar convencerme de lo contrario, porque no lo harás.

-Sam, en este momento estás siendo desagradecida. Te recuerdo que el chico te sacó de allí al otro día.

-Se lo agradezco, pero hasta donde yo sé en ningún momento pedí ayuda.

- ¡¡¡¡Sam!!!!

- ¿Qué? Es la verdad.

-Tylor, está bien, la entiendo, soy un desconocido y haré lo que sea necesario para demostrarle que no soy como esas personas que se acercaron a ti y luego se marcharon.

-A mí no me tienes que demostrar nada.

Con eso entró a la casa, cerró la puerta y yo me quedé allí parada sin saber mucho que hacer, y en cuanto me giré pude ver una sonrisa en el rostro de André, cosa que no entendía el por qué.

- ¿Acaso no te diste cuenta de que tu crush básicamente no te quiere ver delante?

-Claro que me doy cuenta, pero al menos es alguna clase de sentimiento.

-Creo que estás loco, pero eh, yo no digo que eso sea malo.

André se echó a reír y después de un par de minutos, Sam salió de la casa para dirigirse a lo que supongo que es el instituto y mientras tanto él como yo íbamos detrás de ella hablando.

Debo admitir que este chico era gracioso y majo, y espero que Sam se dé la oportunidad de conocerlo, porque es un gran chico.

POV SAMANTHA

Al fin era el final del día, pero estaba de peor humor de lo que estaba esta mañana al salir de casa, porque pude notar como durante todo el puto día, había gente que me seguía y que al parecer Tylor se había hecho amiga del nuevo, cosa que no es que me molestase, porque al menos estaría con una persona normal, lo que me molestaba de cierta forma era la sonrisa que tenía el chico, y en este momento me siento una perra por eso, porque en algún momento de mi vida yo era igual.

Cuando acabé de coger todos mis libros, salí del instituto y empecé a caminar a casa, hasta que después de un par de minutos aparece Tylor, y para suerte de todos sin el chico.

-Sé que estás enfadada por lo de esta mañana, pero de verdad el chico te quiere conocer.

-Perdona que te lo diga, pero eso es lo que te dice a ti, yo no me lo creo.

- ¿Qué es lo que tiene que hacer para que te des cuenta de que está diciendo la verdad?

-A mí no me hace falta que me diga nada, solo quiero que me deje en paz.

-Pues dudo mucho que lo vaya hacer. No me ha dicho nada, pero el chico tiene una razón por la que odia al bullying y una razón para querer ayudarte.

-Creo que no tienes ni la menor idea de lo que estás diciendo.

-La cosa es que sé de lo que estoy hablando, ese es el problema.

-Pues no me hace falta saberlo ni a él en mi vida. Es más, si me quieres dejar de lado para irte con él, hazlo.

-Sam, esto no es justo.

-Lo que no es justo es que intentes convencerme que ese chico es bueno, y a pesar de que te quiero, no por eso voy a aceptar a un chico que no conozco de nada y que hay un alto riesgo de que me deje y se una a esos estúpidos.

-André no es así, pero en el momento que te decidas por darte por enterada de que lo que dice es cierto, te darás cuenta de que no es lo que estás pensando.

-Eso no es lo que me dicen.

- ¿Quién te ha dicho algo de André?

Y en ese momento me cagué en todo. No tenía pensado decirle a mi mejor amiga que las voces de mi cabeza me decían que todo el mundo a mi alrededor acabaría por dejarme de lado como lo hicieron ya muchas personas en mi vida, iba a pensar que estaba loca y definitivamente me dejaría como los demás, y no estoy lista para perder a la única amiga que tuve en los últimos años.

-Nadie, cosas mías.

Para suerte de las dos habíamos llegado a mi casa, pero algo no andaba bien, o esa es la sensación que me daba, y en el momento en que me acerco a la puerta, veo que está entreabierta, lo que hace que rápidamente entre en la casa.

Nada más entrar, lo primero que se ve, es el jarrón favorito de mamá roto en el suelo, por lo que no tardo nada en coger el bate que había dejado esta mañana al lado de la puerta.

Lentamente empiezo a andar cuando veo un rastro de sangre que va hacia la cocina, por lo que levanto el bate lista para golpear a quién mierda se haya atrevido a entrar en casa, lo que no me esperaba encontrar era al señor que en teoría era mi padre encima de mi madre, la cual estaba inconsciente, con un corte considerablemente grande en la cabeza y desnuda.

Podía escuchar los gemidos de ese degenerado, lo que hace que en poco más de medio segundo esté dándole con el bate en la cabeza. Al menos había conseguido sacárselo de encima, pero en el momento que se da cuenta de que fui yo, aparece una sonrisa que hace que me recorra un escalofrío de arriba abajo.

-Bueno, bueno, bueno… si tenemos aquí a la pequeña Samantha. Debo decir que te has vuelto una chica muy hermosa.

-Ni se te ocurra acercarte y aléjate de mamá.

-A mí no me hables así estúpida, soy tu padre.

-Lo dejaste de ser en el momento en el que te largaste y nos dejaste.

-No podía estar con vosotras dos. ¿Soportar a una mocosa que no hacía nada más que llorar y a una mujer inútil que no hacía nada? La verdad es que pasaba. Al menos con la mujer que estoy me ha dado un hijo que es lo que debería haberme dado tu madre y no a una mocosa como tú. Debo decir que saliste igual que tu madre.

Y en ese momento perdí toda la paciencia que me quedaba. Si algo tenía más que claro es que no iba a dejar que hablase así de mi madre. Me abalancé hacia él y le di un par de veces con el bate hasta que acabé por darle puñetazos. Odiaba a este hombre más que a nada, se había atrevido a hacer daño a la única persona que de verdad me quiere en este mundo y no lo iba a permitir.

En el momento que me di cuenta de que estaba inconsciente me dirigí a donde estaba mi madre y me arrodillé a su lado. La tapé con lo primero que vi y con otra cosa traté de evitar que siguiese perdiendo tanta sangre.

-Mamá… vamos, despierta.

Esto no podía estar pasando, no podía estar perdiendo a mi madre por culpa del degenerado de mi padre. Quería llamar a emergencias, pero no tenía el móvil conmigo, y realmente no tengo ni la menor idea de donde lo había metido.

- ¿Samantha?

No podía estar agradeciendo en este momento que alguien se apareciese por mi casa, de verdad, al menos me podría ayudar con el desastre que era en este mismo momento mi madre.

-En la cocina.

En cuanto aparece por la puerta de la cocina, creo que es la primera vez que me alegra ver a André, pero en este mismo momento me era igual, solo quería sacar a mi madre de aquí y llevarla a un hospital lo antes posible.

- ¿Qué ha pasado aquí? ¿Estás bien?

-Si, pero necesito que llames a la ambulancia y rápido por favor.

Con eso, sacó su teléfono del bolsillo y llamó a emergencias. No sé qué es lo que le estaban preguntando, pero respondía con un no sé a casi todo. Cuando colgó se quedó mirando para mi padre y luego para mí sin entender demasiado lo que había pasado, pero tampoco le da tiempo a contestar, porque en nada aparece la policía y la ambulancia los cuales no se tardan mucho en llevar a mi madre al hospital al cual me iría con ella.

Este día no podía terminar peor de lo que había sido.