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ASOIAF: Una Historia Alternativa

Una historia en la que Jon Nieve toma su destino con sus propias manos. Acompañemos a Jon Nieve en su camino de gloria, traición, tristeza, ira y amor. En un mundo despiadado donde el honor es lo único que ya no tiene valor alguno, donde los despreciables señores y damas de los Siete Reinos juegan el Juego de Tronos, ya sea por ambición, diversión, o simplemente para ver el mundo arder. Basado en las Novelas de George R.R. Martin, este Fanfiction de Canción de Hielo y Fuego se basa exclusivamente en información disponible en los libros y un poco de mi propia cosecha... Todas las teorías aquí están aunque sea ligeramente basadas en las novelas y material literario adicional escrito o autorizado por el Autor original. [Aportes bienvenidos aquí: patreon.com / IgnathiusNZX] [DESCARGO DE RESPONSABILIDAD] Personajes, Lugares, Nombres, etc. Son propiedad de George R R Martin, y pertenecen a su saga literaria Canción de Hielo y Fuego.

IgnathiusNZX · Book&Literature
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46 Chs

Eddard - III

Ned se encontraba cazando con el Rey, o mas bien estaba acompañando a Robert mientras este cazaba, o simplemente escapaba del campamento de la comitiva real. Robert siempre había amado el combate, la caza, las mujeres y el licor. Por lo que Ned podía ver, su viejo amigo no había cambiado ni un poco, salvo por el hecho de que había engordado, y mucho.

Se encontraban allí, pasando el rato mientras trataban de localizar alguna presa que el Rey considerase digna de ser cazada, cuando un grupo de capas rojas de la reina se aproximó. Ser Barristan y el Matarreyes eran la Guardia Real escogida ese día para proteger al Rey, y ellos interceptaron a los guardias Lannister antes de que se acercaran al Rey. El Matarreyes puso su mano en la empuñadura de la espada, mientras Ser Barristan hablaba con los hombres de la reina.

Ned estaba sorprendido por la actitud del Matarreyes hacia los hombres de su propia casa, como si no fueran aliados y estuviera dispuesto a matar a cualquiera que pudiera amenazar al Rey. No era lo que esperaba de aquel perjuro, el Guardia Real que mato a su propio Rey una vez hace quince años.

Ser Barristan pareció palidecer, y el Matarreyes miro a los hombres de la reina con una ira sin disimular, luego le dijo algo Ser Barristan, y se quedó con allí aun con la mano en la empuñadura de su espada dorada, mientras el anciano caballero se daba la vuelta en dirección a Ned y al Rey.

No tardo demasiado en subir por la colina a pie, y luego informo tanto al Rey como a Lord Stark con una voz cansada y ligeramente molesta.

—Ha ocurrido un incidente mientras estaban de caza, mi rey, mi señor.

—¿Qué paso? ¿La casa de la reina volvió a perder una rueda? —pregunto Robert sin disimular su falta de voluntad de regresar.

—No, su majestad. Me temo que no es algo tan simple. Ha ocurrido un accidente, el Príncipe Joffrey y Lady Sansa regresaron al campamento diciendo que Lady Arya ordeno a su loba atacar al príncipe. El chico tenia el brazo herido cuando volvieron, y eran las marcas de una mordedura. —explico Ser Barristan.

—¿Y es grave? ¿Perderá el brazo o algo así? —el rey estaba de mal humor.

—No lo sé, su majestad. Los Capas Rojas de la Reina no lo dijeron. — hizo una pausa y miro hacia la cara del Guardian del Norte— pero la reina envió a sus guardias a capturar a Lady Arya, y sus ordenes implicaban que debían castigarla.

—Maldita seas, Cersei. —rugió el Rey — Ned, esta cacería se cancela, tenemos que volver antes que esa mujer cause que te reveles contra mí.

Eddard Stark no estaba de humor para las bromas del Rey, si algo le pasara a Arya no seria el de quien debería preocuparse, sino de Jon… ese chico podría hacer que la mitad de los reinos del sur se volvieran contra Robert. Empezando por los señores del mar angosto, los Tarly, y todo Dorne si a los Martell les prometía las cabezas de los Lannister y sus perros falderos.

—Si, Robert. Debemos regresar cuanto antes. — dijo Ned espoleando su caballo, y al pasar al lado del Matarreyes quien sin que se diera cuenta había vuelto a montar en su caballo, noto que este asintió en su dirección, y le hablo.

—Lord Stark, ¿que tan bien se podría mover esa niña, Arya por los bosques? — su rostro era serio, y parecía preocupado.

Ned dudo en responder. Pero luego recordó que Arya y Jon habían entablado una relación bastante cercana con los dos hermanos de la reina.

—Bien, lo suficiente como para que cualquier caballero que envíen la pase mal tratando de encontrarla.

—¿Es ese el estándar de toda hija de la Casa Stark? —pregunto el Lannister ligeramente divertido.

—No, pero Arya gustaba de salir a cazar con Robb y Jon.

—Ya veo… —el Lannister titubeo — los capas rojas de mi hermana no comentaron nada sobre haber capturado a la loba de su hija. Así que lo mas seguro es que este con ella. ¿Qué tan letal seria si enfrenta a un caballero?

—Dudo que alguien montando pueda acercarse a ella, los caballos les temen a los lobos, y mucho más a los Huargos de mis hijos.

—Eso significa que la chica estará a salvo, siempre y cuando logremos encontrarla antes de que desfallezca en el bosque.

Ned miro al León de Lannister impresionado.

—¿Ayudara a buscarla, Ser Jaime?

—Se que no le agrado, Lord Mano. —dijo el Lannister sin ocultar su indiferencia— pero soy un caballero, y entre los votos que tome en el Bosque Real cuando La espada del Alba me armo caballero esta proteger al débil, al inocente, al desvalido, a los niños y las mujeres. Y su hija califica en tres de esas categorías. Además… La niña me agrada. Y la niña le agrada a su hijo Jon. Y Jon le agrada mi hermano Tyrion, lo considera su amigo, y me advirtió que el reino sufriría si a la chica le pasa algo y Jon Nieve se entera.

Ned se sorprendió ante las palabras del Matarreyes. Nunca pensó que seria tan respetuoso del código de caballería. Pero lo que mas le sorprendió fueron los motivos personales que explicó, aprecio por su hija, respeto por el amigo de su hermano, y el deseo de evitar que le pase algo a Arya para que Jon no montara en colera.

¿Como conocía Tyrion Lannister tan bien a Jon? ¿cómo conocía la escala inversa del dragón que nadie debería osar tocar? ¿Fue Jon quien se lo conto? ¿qué tanto pudieron hablar en la única noche y día que tuvieron para relacionarse? ¿qué tanto confiaban uno en el otro? ¿Sera que los Lannister apoyaran a Jon si llega a ser necesario…? Todas las dudas de Ned se disiparon cuando vio la sonrisa del Matarreyes. El iba en serio. Haría lo que sea para evitar que los hombres de la reina hicieran daño a Arya. Ya no tenía duda de ello.

—Gracias, Ser Jaime. Puede que le haya malinterpretado desde lo que ocurrió en el salón del Trono.

—No hablemos de eso. Mancille mis votos y contamine mi espada con la sangre del Rey que debía proteger. Y no me arrepiento, si estuviera en la misma situación, lo volvería a hacer.

«Si un caballero como este, dice que volvería a mancillar sus votos y matar a Aerys… ¿Qué demonios iba a hacer el Rey Loco para empujarlo a actuar?» por primera vez en quince años, esa duda apareció en la mente de Eddard Stark.

...

...

Cuando regresaron al campamento, con el Rey unos metros detrás de ellos, Ned llamo a sus hombres y les ordeno peinar el bosque incluso antes de que Robert desmontara. Ser Jaime hablo con el Rey y él Joven León junto a Ser Barristan se unieron al grupo de búsqueda enviado por Lord Stark.

Pasaron horas, el cielo oscureció y aclaro mientras Ned esperaba noticias sobre su hija.

Y no lo decepcionaron ni le forzaron a levantar al norte contra los seis reinos del sur. Jory había encontrado a Arya, y había regresado acompañado de Ser Jaime y otros dos miembros de la guardia de Invernalia.

—Mi señor, su hija esta bien. Agotada pero bien. Aunque su loba huyo por si misma hacia los bosques. —quien explico la situación fue Ser Jaime. Quien tenia un corte en la mejilla.

«Sucedió algo mientras la buscaban» Ned estaba convencido.

—Me temo que el amigo de la niña no corrió con tanta suerte. El Perro de mi hermana lo alcanzo antes de que pudiera ponerlo a salvo — agrego el león.

Ned comprendió que el perro al que se refería era Sandor Clegane, la espada juramentada de la reina.

—¿Tuvieron algún problema, Ser? — Ned pregunto mientras llevaba su mano a su mejilla.

Jaime Lannister imito su gesto y noto la sangre en sus dedos.

—Nada importante. Solo le di un escarmiento a un Sabueso bastante fiero.

Peleo con el Perro. Ned estaba seguro de eso.

—Le agradezco su ayuda, Ser Jaime.

—Ya le he dicho que lo hice mas por la niña que por usted, Lord Stark. No deseo su gratitud. —el Lannister le respondió, de una forma ligeramente irrespetuosa, pero Ned sabia que era cierto. Pero aún estaba agradecido.

Ned recibió a su hija de los brazos de Jory, y la llevo a su tienda. Donde la recostó en la cama que le habían preparado.

Pasaron un par de horas hasta que la niña despertara, Ned le pregunto lo que había ocurrido. Y no pudo evitar maldecir por la falta de lealtad de su hija mayor. «Se parece demasiado a Catelyn, solo piensa en ella y lo que es mejor para sí misma»

Eddard sabía que no podían hacer nada para exculpar a Nymeria. La reina ya había pedido que le trajeran la piel de la loba.

Ahora que había escapado, cuanto mejor.

Después de que Arya tomara un desayuno ligero, Ned se dirigió junto a su hija menor a la tienda del Rey.

Donde, su estúpido amigo Robert literalmente había convocado la corte entera.

«Ni que estuviera juzgando a un traidor»

Ned estaba exasperado, y a un paso de quitarse la insignia de la Mano del Rey y arrojarla a la cara de su amigo.

La audiencia fue una farsa completa, y tuvo que sacar a Arya de la tienda antes de que causara más problemas.

La reina había insistido en querer una piel de lobo, y ahora seria Dama la loba ejecutada. A Ned le pareció un castigo apropiado para su hija mayor por haber ido en contra de su manada.

Arya insistía en que Dama no había hecho nada y que la sentencia del Rey era injusta. Sus lagrimas se derramaban y Ned decidido ordenar a todo el campamento jamás mencionar que el Rey había hecho llorar a Arya. «Vanos, Robert… si quieres conservar ese trono no molestes al lobo mas salvaje de todo el norte…»

...

...

Ned se dirigió a la tienda que compartían Sansa y la Septa Mordane. Allí estaba Dama atada. El la ejecutaría… si, pero no le daría la piel a la Reina. «Si la Lannister quiere un piel de lobo, que se busque otra…»

Mientras Ned caminaba con su mandoble Hielo en las manos, vio una mancha blanca correr rápidamente. Era enorme, mas grande que un lobo normal. «Fantasma» no había duda de que se trataba del lobo de Jon.

Ned miro embelesado al lobo Huargo blanco de su hijo, corriendo en dirección a la tienda de Sansa, donde un grupo de Capas Rojas estaban apostados para asegurarse de que Dama era ejecutada.

Eddard vio al Huargo blanco saltar sobre uno de los hombres de la reina arrancándole la garganta de un mordisco, la boca blanca e impoluta se tiño de rojo brillante, y otros dos capas rojas trataron de atacar al lobo con sus lanzas, pero el Huargo fue mucho más rápido que los hombre, se deslizo entre las lanzas, y de un mordisco arranco el brazo que sostenía la lanza del primer hombre, impulso su peso sobre el cuerpo del guardia de la reina y lo uso para saltar hacia el segundo hombre. Esta vez desgarrando el pecho del hombre Lannister con una sola mordida.

Fantasma entro en la tienda de Sansa, e instantes después, fueron dos lobos Huargos los que salieron del interior, el Huargo blanco corrió hacia los capas rojas que se dispersaron aterrados, y Dama lo siguió de cerca, Ned solo pudo ver como se adentraban en los bosques cerca del rio, y el estaba seguro de que había visto otro lobo oculto en la espesura antes de que se marchara junto a Dama y Fantasma.

Ahora que los lobos estaban a salvo, solo quedaba encontrar la forma de explicar lo que acababa de suceder. Ned sabia que seria un largo día. Y tendría que encontrar una forma de consolar a Arya y castigar a Sansa…

«Dioses… y aun no llegamos a Desembarco del Rey… que sucederá una vez que estemos allí…»