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Capítulo 7

Tony Stark 7

 

Después de seis meses de holgazanear, Tony regresó a la

mansión motivado por las alarmas de espionaje de Jarvis que habían sonado. Sin

embargo, no encontró nada mal en la mansión, ya que todo estaba tranquilo.

El mundo seguía alborotado debido a la tecnología de portales

que Stark Industries estaba desplegando en todo el mundo, principalmente en

países del primer mundo y algunos del tercer mundo, y que estaría en

funcionamiento en poco más de dos meses.

Las Naciones Unidas habían avanzado en las regulaciones para

la tecnología de impresión de conocimientos y extracción de recuerdos. Aunque a

la gente no dejaban de ocurrírseles ideas locas, estas eran rápidamente

prohibidas, como la idea de imprimir conocimientos en recién nacidos. Para

evitar este tipo de locuras, se decidió imprimir solo los conocimientos de

primaria y secundaria, de manera equivalente a lo que se aprendería en un año

escolar, hasta los dieciocho años.

No se prohibieron las escuelas privadas para aquellos niños

que, por voluntad propia y después de ser evaluados por un psiquiatra para

asegurarse de que sus padres no los estuvieran obligando a estudiar, pudieran

optar por estudiar por su cuenta.

Todo esto continuaría hasta los dieciocho años, cuando se les

daría acceso libre a todo el conocimiento científico que quisieran, aunque a

partir de ese momento, ya no habría conocimientos gratuitos y todo sería pago.

Por otro lado, Extremis había estado en pruebas durante casi

tres años y todas sus instalaciones de administración estaban completadas o a

punto de serlo. La fecha de aprobación se había adelantado, y en dos meses más

estaría disponible para su uso libre. Sin embargo, su administración aún

estaría bajo estricta supervisión médica y de seguridad, vigilada por una semi

IA aún más estricta.

Tony no había vuelto por ninguno de estos asuntos. Él había

regresado porque Jarvis había localizado la Gema de la Realidad en Inglaterra.

Los satélites espías de SHIELD, mejorados con tecnología Chitauri y la suya,

habían detectado distorsiones espaciales severas en una construcción abandonada

en Inglaterra. Fury había contactado con la única persona que creía que podía causar

esto por lo que pedía explicaciones.

Tony reconoció el lugar de inmediato pero mintió, afirmando

que solo estaba creando una casa embrujada para los niños de la zona y que lo

corregiría de inmediato. Sus vacaciones habían terminado, y había vuelto a su

mansión.

Ahora él y Sprite estaban frente a dos cápsulas blancas en la

misma habitación donde él se convirtió en un ciborg.

—¿Qué se supone que seré ahora, un biodroide ciborg?

—preguntó Sprite frunciendo el ceño.

—Un biodroide ciborg sexy —dijo Tony mirándola de arriba

abajo—. Muy sexy —agregó—. Extremadamente sexy…

—¡Entra de una vez! —reprendió Sprite, empujándolo a su

propia cápsula mientras ponía los ojos en blanco.

—Oye, ¡estaba coqueteando! —se quejó Tony.

—No vas a coquetear en los próximos días, tenemos que

trabajar —dijo Sprite.

Cuando Sprite holgazaneaba mucho, le daban ataques de

responsabilidad momentáneos. Tony era diferente, nunca en sus dos vidas se

había cansado de holgazanear; cuanto más holgazán era, menos quería volver al

trabajo.

Tony se encogió de hombros y entró en su cápsula. Sprite

entró en la suya y ambas se cerraron.

Sprite perdió el conocimiento, pero aunque la parte biológica

de Tony estaba desactivada, la parte robótica seguía activa y supervisando

todo, incluyendo el cambio de Sprite y el suyo.

Tony supervisó la incorporación de otras mil toneladas de

aleación de Vibranium y Uru reducidos, a su esqueleto, lo que duplicó sus

capacidades.

La biomateria, que era más fácil de producir y no requería de

la máquina de reorganización de materia, también fue introducida, aumentando

sus capacidades de usar energía cósmica por cientos de veces y alcanzando

niveles cercanos a los de un celestial.

Su proceso de actualización se completó en una hora, pero

Sprite estaba experimentando un cambio trascendental que tomaría dos horas más.

Por lo tanto, Tony salió y esperó fuera de su cápsula.

Tony no lo hacía porque la amara o sintiera que le debía

algo, simplemente lo hacía. Quizás no tenía nada más que hacer, ya que su súper

inteligencia se encargaba de todas las gestiones automáticas e investigaciones.

Su vida de holgazán sería mil veces más fácil a partir de ahora.

Dos horas después, Sprite se levantó y miró a su alrededor de

manera extraña.

—¿Así ves el mundo siempre? Esta sensación de que todo es

posible y, al mismo tiempo, no lo es. ¿Es esta la vida de un genio? —preguntó

Sprite. Tony sonrió.

—Algo así. Verás, yo ya era un prodigio antes de adquirir la

súper inteligencia, mientras que tú no lo eras, por lo que tu punto de partida

es un poco inferior —explicó Tony.

Sprite comenzó a reírse y luego lo besó en la boca. Tony

intentó volver a la cápsula, pero ella lo apartó.

—A trabajar —dijo Sprite—. No querrás que Fury descubra lo

que realmente sucede allí —agregó. Tony asintió.

El cuerpo de Sprite, se cubrió con su traje de eterno, y Tony

se puso su traje formal. Él ajustó su corbata, como era costumbre, y ambos

aparecieron en un edificio abandonado en Inglaterra, donde un grupo de niños

jugaba y algunos objetos flotaban.

—Parece que el camino se ha abierto —dijo Tony, que podía

percibir la brecha espacial y su destino—. También hay una brecha temporal.

Toma mi mano, es demasiado inestable —dijo Tony.

—¡Tony Stark! —exclamó una niña con coletas, que fue la

primera en recuperarse del shock de verlos aparecer. Tony les sonrió y chasqueó

los dedos, haciendo que un billete de cien dólares apareciera en las manos de

cada niño.

—¡Wow! —dijo un niño, observando su billete.

—Niños, cómprense algún juguete. Tirar botellas por aquí

puede ser peligroso —advirtió Tony y desapareció del lugar para seguir la

brecha espacial hasta la Gema de la Realidad.

Al llegar a la prisión donde los asgardianos habían ocultado

la gema, Sprite hizo una mueca.

—Esa cosa no parece una gema infinita —comentó Sprite al ver

la sustancia que flotaba en el lugar.

—Los elfos oscuros han colocado su magia sobre ella. Esto es

una interfaz para que la gema solo obedezca y pueda ser usada por ellos

—explicó Tony extendiendo la mano—. La magia es solo un poder de bajo nivel

—agregó al infundir energía cósmica en la interfaz.

La interfaz comenzó a ser destruida, pero pronto intentó

defenderse atacándolos. Sin embargo, un escudo de poder cósmico, creado por

Sprite, hizo que sus inútiles esfuerzos la destruyeran más rápido,

convirtiéndose en una piedra escarlata.

—Eso sí emana el poder adecuado —dijo Sprite.

Tony sonrió y tomó la gema, que se fusionó con su cuerpo, al

igual que había hecho con la gema de la mente. Tony levantó la mano hacia

Sprite, con la palma hacia arriba, y tres gemas aparecieron flotando: la gema

del espacio, la gema de la mente y la gema de la realidad.

—No puedo crear objetos al mismo nivel que las gemas reales,

que son capaces de blandir un poder universal, pero esto debería llegar a un

nivel de poder de un sistema solar, y la gema del espacio igual te servirá para

moverte por todo este universo —dijo Tony.

—¡Genial! ¡Son los mejores diamantes de compromiso de la

historia! —exclamó Sprite y absorbió las gemas, que un segundo después

adornaban anillos en su mano izquierda. Tony carraspeó.

—No son diamantes de compromiso —gruñó Tony.

Sprite abrió un poco su traje y levantó una ceja. Su ataque

momentáneo de responsabilidad ya se había terminado.

Unas horas después, regresaron al edificio abandonado donde

jugaban los niños, que ya tenían patines, patinetas, pelotas y carritos de

juguete. Su grupo había aumentado a unos treinta.

—¡Tony Stark! —chilló la misma niña de coletas que lo

reconoció, aunque para estos niños habría pasado solo uno o dos días.

Tony sonrió al ver a un montón de niños pidiendo autógrafos y

Sprite sonrió mientras él los firmaba. Los niños también mostraron interés en

ella, y Tony posó a su lado para que les tomaran fotos. Luego chasqueó los

dedos y billetes de cien dólares aparecieron en las manos de los niños nuevos.

—No volveremos por aquí, así que no llamen a más gente

—advirtió Tony antes de marcharse con un parpadeo.

Tony y Sprite aparecieron en Kamar-Taj, en la biblioteca

donde se guardaba la Gema del Tiempo. Wong estaba leyendo un libro a solo dos

metros de ellos. Ancestral estaba en su salón de té, y a menos que pasaran

justo frente a ella, no podrían ser vistos.

Sprite se acercó a Wong y pasó su mano a través de él varias

veces. Tony, metía su mano en el Ojo de Agamotto, ignorando los hechizos

protectores y congelándolos, para sacar la Gema del Tiempo. Al sacarla, la

absorbió y, después de un minuto, creó una réplica que volvió a poner en el Ojo

de Agamotto.

—¿Crees que se darán cuenta? —preguntó Sprite con emoción. El

robo en sigilo bajo las narices de Ancestral la emocionaba.

—Ellos no pueden usar ni el 0.01% del poder de la Gema del

Tiempo. Nunca podrán usar más del 5% del poder de esta réplica —dijo Tony.

Los cuerpo de los magos eran demasiado débiles, y los

hechiceros ya no usaban el Ojo de Agamotto, ya que el plus del Extremis los

había vuelto cien veces más poderosos.

Terminado su robo y protegiéndose de las defensas de Kamar-Taj

con la Gema de la Realidad, aparecieron en unas montañas sombrías, solo rocas

negras y un cielo oscuro.

—¿Quiénes son ustedes? —preguntó una criatura fantasmagórica

que resultó ser el Cráneo Rojo.

—Venimos por la Gema del Alma —explicó Tony.

—Las Gemas del Infinito son objetos malditos, y solo la

desgracia espera a aquellos que se relacionan con ellas —advirtió el Cráneo

Rojo, y abrió mucho los ojos al ver las tres gemas que portaba Sprite.

—¡Eso es imposible! —dijo el Cráneo Rojo, pero luego volvió a

calmarse—. No podrán obtener la Gema del Alma sin sacrificar a la persona que

más aman —dijo el Cráneo Rojo con superioridad. Tony puso los ojos en blanco y

miró al precipicio.

—Parece que esto fue hecho usando la misma Gema del Alma. Su

antiguo usuario no debió querer que nadie la encontrara. Es un truco similar al

que usaron los elfos oscuros con la Gema de la Realidad, pero mil veces más

avanzado. Quien hizo esto debió ser un celestial o algo parecido —dijo Tony

mentalmente a Sprite, quien asintió.

—¿Necesitas ayuda? —preguntó Sprite ofreciéndole la mano.

Tony la tomó.

—No lo creo, pero es mejor no arriesgarse —dijo Tony, tomando

su mano izquierda con la derecha y levantando su mano izquierda hacia el

precipicio.

Sprite levantó su derecha, y todo el planeta empezó a temblar

y desmoronarse; el espacio se destrozaba por todas partes. Red Skull estaba con

las manos en la cabeza, sin saber qué pasaba, pero en unos segundos, el planeta

entero se desintegró en polvo espacial, incluyéndolo a él. La Gema del Alma

brilló en la oscuridad del espacio.

Era una gema naranja que emitía una fría desaprobación por la

manera en que la obtuvieron, ya que aún conservaba la voluntad de su antiguo

usuario.

—Parece que todavía quiere pelea —dijo Sprite con una sonrisa

burlona, y ambos volvieron a levantar la mano libre, haciendo que la Gema del

Alma fuera completamente purificada, borrando la voluntad que exigía

sacrificios. Tony la absorbió de inmediato.

—¿Puedes sentir la Gema del Poder? —preguntó Sprite.

—No, a diferencia de la Gema del Alma, no está exhibiendo su

poder y mostrando sus músculos como un pavo inflado; está en un contenedor que

la oculta. Pero no importa, sé dónde conseguir la información que necesitamos

para encontrarla —dijo Tony, moviéndose a la capital del Imperio Nova, a la

biblioteca principal de los Nova Corps.

—Morag es un planeta oceánico situado en la Galaxia de

Andrómeda en la Estrella Binaria Eclipsante. Está cubierto de océanos, pero

cada trescientos años, una parte de su superficie queda al descubierto debido a

un fenómeno natural —dijo Tony después de una hora de búsqueda, sin que las

muchas personas y autoridades del lugar pudieran verlos.

La Gema de la Mente, combinada con la de la Realidad, creaba

ilusiones perfectas.

—Este es, todo cuadra —agregó Tony.

Sprite, que se había aburrido y dibujaba bigotes graciosos y

lentes en las caras de los tipos con expresiones más severas, asintió con

alegría. Ellos se movieron a las coordenadas, y como todavía faltaba un año

para que el lugar estuviera seco, se sumergieron en el agua, sin que esta

pareciera tocarlos; era como si fueran fantasmas que la atravesaban. El templo

donde estaba la joya pronto fue localizado, y ellos vieron el orbe.

Tony metió la mano a través de las protecciones y, como si

fuera un fantasma, sacó la gema sin mover nada ni tocar nada más que ella. La

absorbió y esperó.

Un minuto después, las seis gemas del infinito resonaron

dentro de él, dándole su poder combinado y convirtiéndolo en un dios

multiversal, miles de veces más fuerte que el Ultrón infinito.

Tony sonrió… Tony miró al cielo, para ver a la figura de un

cabezón calvo mirándolo con asombro.

—¿Tony Stark? —preguntó el Vigilante con asombro—. ¿Por qué

no he podido ver lo que has hecho hasta ahora? Es imposible, tú… —el Vigilante

estaba incrédulo y estaba revisando toda su historia usando su poder cósmico.

Mientras el vigilante revisaba todo, Tony, que no estaba

demasiado sorprendido de su existencia, creó tres gemas más y se las dio a

Sprite, quien tenía curiosidad por lo que estaba viendo y se apresuró a

tomarlas y absorberlas. Cuando las copias resonaron, su poder se multiplicó, y

pudo ver al Vigilante.

Con su poder anterior, Sprite era capaz de verlo, pero ni

Sprite ni él eran expertos en usar el poder cósmico y mirar al Vigilante era

algo que no sabían cómo hacer. Pero reuniendo todas las gemas, eso era más

fácil.

—¿Quién es este tipo? —preguntó Sprite sorprendida, pero el

Vigilante estaba aún más sorprendido.

—Es imposible, ¿cómo no he notado todos estos cambios? Este

universo era el más estable de todos, pero ahora toda la línea temporal ha sido

alterada —dijo el Vigilante con confusión. Tony se encogió de hombros,

indicándole a Sprite, que levantaba una ceja, preguntándole quién era este

loco.

—Es uno de los representantes de una especie a la que le

apasiona el voyeurismo —explicó Tony en la mente de Sprite.

—¡Qué cochinos! Si alguna vez hago algo así, aporrea mi

cabeza bien fuerte —pidió Sprite.

—Lo mismo digo —dijo Tony.

El Vigilante, que seguía murmurando imposibles, se dio cuenta

de que ellos estaban hablando en secreto mientras lo miraban, pero era evidente

que su conversación no era nada buena, porque Sprite lo miraba con desprecio y

asco. El Vigilante los miró con incomodidad.

—Escucha, pelón aficionado al voyeurismo, si te pillo

espiándonos, patearé tu trasero morado fuera de este universo —advirtió Sprite,

con tono grosero. Tony se rio. El Vigilante entendió todo y carraspeó.

—Solo estoy recopilando información y guardando un registro

de sus existencias…

—Si te pillo espiando, ¡despídete! —sentenció Sprite y se

movió a la Tierra, negándose a hablarle más al Vigilante.

—¿Dices que no podías verme hasta ahora? —preguntó Tony.

—Alguien había cubierto tu línea del tiempo en este universo

con una burbuja ilusoria, ahora la has roto —explicó el Vigilante.

Eso era algo parecido a lo que él y Sprite habían hecho para

infiltrarse por todos lados sin que los notaran, pero si alguien hizo algo así,

para cubrir toda una línea de tiempo y con un efecto tan grande para ocultarles

a los ojos del Vigilante, su poder tenía que ser algo aterrador. ¿Quién era

esta persona?...

Tony sonrió. Por supuesto, había alguien que podía hacer eso,

y era la persona que Tony sospechaba lo envió a este lugar: The One Above All

de este mundo. Y como ya había alcanzado el poder para cuidar de sí mismo,

ahora estaba solo.

Si esto era cierto, eso significaba que estos seres más

peligrosos ya eran conscientes de su presencia en este mundo y de todos los

cambios que había hecho creando su propia línea de tiempo. ¿Qué enemigos eran

estos?, se preguntó Tony a sí mismo…

Tony interrumpió sus pensamientos, y desapareció para ir con

Sprite, que estaba en medio del primer piso de su laboratorio, dándole patadas

en el trasero a un tipo con un uniforme gris oscuro. A su alrededor había otros

ocho uniformados inconscientes.

—¿Quieres que mi bota se hunda en tu trasero? —reprendió

Sprite—. Habla si no quieres averiguar lo que se siente —agregó. El tipo estaba

aterrorizado, pero mantuvo la boca cerrada.

—¿Por qué simplemente no extraes sus recuerdos? —preguntó

Tony levantando una ceja.

—¿Qué tendría eso de divertido? —preguntó Sprite.

Tony puso los ojos en blanco y recogió a uno de los guardias

inconscientes, leyendo sus recuerdos en unos pocos segundos. Sprite hizo una

mueca, y después de colocarle el pie en el trasero al tipo que torturaba y

electrocutarle hasta que se desmayó, le leyó la mente.

—Interesante, un lugar donde las gemas del infinito no

funcionan —dijo Sprite.

—Es una trampa, ellos esperan que usemos estas máquinas de

tiempo y espacio, que llevan estos tipos, para ir y que puedan capturarnos con

facilidad —dijo Tony con una sonrisa.

Estos guardias no sabían que eran un señuelo, pero para su

súper inteligencia, entender los planes de El que Permanece, conociendo su

existencia, no era un problema. Sprite le respondió con una sonrisa maligna.

—¿Qué esperamos entonces? —preguntó Sprite con impaciencia,

recogiendo uno de los artefactos y abriendo un portal.

Tony envió a los soldados inconscientes por delante de ellos.

Al cruzar el portal, estaban en un gran salón sellado, con cientos de agentes,

y los artefactos temporales, así como sus gemas infinitas, ya no servían; la

magia también estaba anulada.

Los más de cien soldados que los rodeaban alzaron multitud de

bastones, que podían aturdir a un súper humano; incluso Thor caería si lo

golpeaban con uno de esos. En ese momento apareció un hombre flotando a diez

metros sobre ellos, con un traje tecnológico, que incluso sus trajes de batalla

no podían igualar.

—Soy El que Permanece, guardián de la línea temporal.

Ríndanse, en este lugar, sus pequeños juguetes son inútiles —advirtió Kang, y

la multitud de guardias avanzó.

Sprite sonrió y aplaudió, lo que generó una onda explosiva

que voló al ejército de agentes por los aires como si fueran papel expuesto a

una tormenta. Ellos volaron lejos. La mayoría de ellos sufrió torceduras y

roturas de huesos al ser impactados por la terrible onda de choque.

Kang debía tener algún medidor, porque de inmediato trató de

darse a la fuga, comprendiendo que su avanzada tecnología no les haría ni un

rasguño a dos seres cósmicos, pero Sprite hizo un gesto y Kang, que ya se

desvanecía en el aire, volvió a aparecer.

Sprite había sellado el espacio, un poder que aprendió de la

gema del infinito, pero usado con poder cósmico. Tony no fue tan casual y voló

hacia Kang, mientras disparaba dos ráfagas de poder cósmico desde sus ojos, que

atravesaron la armadura de Kang como si fuera papel y lo hizo caer al suelo,

donde lo atrapó Sprite, tomándolo del cuello y colocando su mano sobre su

cabeza.

Tony se movió a su lugar e hizo lo mismo, tardando varios

minutos en leer la inmensa cantidad de recuerdos y conocimientos de Kang, el

conquistador. Que en este lugar se hacía llamar el que Permanece.

—¿Destruir nuestra línea de tiempo? —preguntó Sprite con

indignación, mientras Kang chillaba al ser quemado hasta las cenizas.

Sprite ya no sonreía y miraba al lugar donde estaban con

furia.

—Las personas en este lugar son inocentes, solo víctimas,

convertidas en marionetas por Kang —advirtió Tony.

—Lo sé. Sácalos de aquí, convertiré a este lugar en polvo, y

ya veré si surge otro payaso disfrazado de esos… No, dejaré la vigilancia sobre

las líneas de tiempo para cuando vuelva a aparecer uno de ellos —dijo Sprite y

de una vez rompió la pared para salir y destruir todo a su paso.

Tony recogió a toda la gente en el camino, reduciéndolos de

tamaño para guardarlos en una pequeña caja, mientras Sprite se hacía con el

control del lugar, que con los recuerdos de Kang en su mente, fue una tarea

fácil.

Sprite no sonreía, ella estaba realmente alterada al

enterarse de lo que Kang podía hacer con su tecnología, y Tony sentía que ella

estaba dispuesta a matar a todos.

Después de una hora, Sprite ya había reprogramado la

computadora de Kang y la había puesto a vigilar para cuando surgiera otro Kang,

venir y matarlo ella misma. Tony, que la seguía, la abrazó por la espalda.

Sprite manoteó con furia. Tony la besó.

—Posees una réplica de la gema del tiempo. Ellos no podían

deshacerse de ti a menos que te trajeran aquí, destruir nuestra línea temporal

no nos haría nada —explicó Tony.

—¡Idiota! —reprendió Sprite con el rostro pálido—. Llevamos

tres años haciendo cambios, si ellos llegaban cuando apenas estábamos empezando

nuestros planes, ya no existiríamos —agregó con furia.

Tony era consciente de ello y sabía que, al igual que el

Vigilante, la TVA estaba ciega a sus cambios hasta ahora.

—Estamos bien, y este Kang ha caído, pero eso también debe

haber alertado a sus variantes en otros universos. Es probable que quieran

saber qué ha sucedido aquí —advirtió Tony.

—¡Que vengan, los mataré a todos! —reprendió Sprite, y lo

abrazó con fuerza—. ¡No quiero volver! ¡Nunca quiero volver a ser una esclava!

—dijo con miedo mientras todo su cuerpo temblaba.

—¡No lo permitiremos! —sentenció Tony, que tampoco planeaba

dejar que lo borrasen de este mundo.

—Es un lugar interesante —dijo Tony, mientras su cuerpo se

dividía en dos, una hora después de haber calmado a Sprite y observar el lugar.

Un lugar capaz de bloquear o inutilizar por completo el poder

de las gemas infinitas no era algo común, pues incluso en otros universos, y

como lo demostró Ultrón Infinito, si se usaba el poder de las gemas de forma

apropiada, aún se podía obtener poder de ellas. Pero en este lugar, simplemente

no valían nada.

—Hay al menos cuarenta juegos de gemas, y muchas repeticiones

de la gema del tiempo, el espacio y la mente. Este bastardo ha estado ocupado

—dijo Sprite con odio.

—Estas gemas pertenecen a nuestro propio universo, solo la

línea temporal es diferente, no habrá problemas para que las uses —dijo Tony.

—Tomaré un juego, ¿qué haremos con el resto? —preguntó

Sprite.

—Creo que el mejor lugar para dejarlas es este. Dejaré a mi

doble en este lugar, hay algunas cosas que quiero probar —dijo Tony.

Su doble solo tenía la fuerza de un eterno potenciado con

todas sus habilidades, pero eso, y la tecnología del propio Kang, bastaría para

derrotar a cualquier Kang que se apareciera por allí. En cuanto a él y a

Sprite, la tecnología de Kang mejoraría enormemente su parte robot.

Tony le entregó a su doble la caja con los agentes de Kang.

Sus líneas temporales habían sido borradas, pero ellos seguían vivos y merecían

saber la verdad. El doble se ocuparía de averiguar la situación de cada uno de

ellos y ver si podían ser liberados y en qué línea de tiempo les convenía más

estar.

—Tomaré una gema del tiempo para devolvérsela a Ancestral.

Todavía me siento mal por haberla robado —dijo Tony. Sprite medio sonrió, luego

asintió.

—Volvamos a nuestra propia línea del tiempo, tenemos que

mejorar las defensas de la Tierra. No quiero bastardos haciendo lo que quieran

por allí —dijo Sprite, que llevaba un artefacto temporal en la mano. Ella abrió

un portal, y ambos volvieron al primer piso de su laboratorio.

—Tengo que mejorar la tecnología de SHIELD —dijo Sprite.

—Iré a devolver la gema del tiempo y a cumplir mi parte del

plan con Kaecilius —dijo Tony—. Cuando vuelva, deberíamos empezar nuestros

planes en Marte. Este reorganizador de materia ya es algo muy limitado en

nuestro estado actual, necesitamos más recursos —dijo Tony, Sprite asintió.

El poder de las gemas era enorme y muy útil, pero solo eran

una herramienta. Su propio poder fue lo que hizo que Kang no tuviera ninguna

oportunidad en su contra, y este aumentaba con la materia que ellos eran

capaces de asimilar y unir a sus cuerpos mediante el reorganizador de materia y

la máquina de cultivo de biomasa. Pero con su tecnología y poder actual, ellos

podían obtener mucho más solo con aumentar su escala, y los recursos no les

faltarían.

La fuerza que podían obtener añadiendo aleación de metal vivo

y biomateria mediante su reducción por partículas Pym no era infinita. Había un

límite en la cantidad de masa que podían unir a sus cuerpos antes de sobrepasar

el límite de reducción y enviarse a sí mismos al mundo cuántico. Pero ese

límite aún estaba muy lejos, y las al menos cinco mil toneladas actuales no

eran ni el 0,001% de lo que se podía absorber, calculando su altura y forma,

además del límite de reducción, entre este mundo y el reino cuántico.

Teniendo esto en cuenta, el límite de lo que podían absorber

podía ser una cantidad de materia similar al tamaño de la misma Tierra.

Por lo tanto, era evidente que su reorganizador de materia

actual nunca daría la talla, y tampoco la misma Tierra. Pero en cuanto a

recursos, Tony no tenía problemas, pues tenía a todo un universo con miles de

millones de galaxias que tenían miles de millones de planetas, y lo que ellos

necesitaban era insignificante, y la máquina de reorganización de materia

también hacía innecesario buscar Vibranium o Uru metal.

La gema de la realidad podía hacer lo mismo, pero a Tony le

gustaba hacer las cosas por su cuenta.

Con sus nuevos planes en mente, Tony fue a Kamar Taj y

después de tomar la réplica de la gema del tiempo que había hecho, devolvió una

gema del tiempo real al ojo de Agamotto. Luego volvió a la puerta y tocó.

Ancestral le miró con sospechas cuando él llegó a su salón de

té, ya que desde que le recibieron allí, él solo entraba y salía a voluntad.

—No te daré la gema del tiempo —dijo Ancestral con seriedad.

Tony hizo una mueca y extendió la mano para mostrarle a

Ancestral una gema del tiempo. Ancestral abrió mucho los ojos y se apresuró a

abrir un portal para traer el Ojo de Agamotto y revisar su interior, para ver

la gema del tiempo dentro.

—Es una versión de otra línea temporal que fue destruida por

un maniaco genocida. Hemos estado limpiando el lugar y encontramos toda una

colección de gemas —explicó Tony—. Ese bastardo quería destruir nuestra línea

de tiempo y la había destruido miles de veces, quizás más —agregó, ocultando la

gema del tiempo y mostrando una imagen de Kang.

—Si llegas a encontrarte con algunas de sus versiones, dale

la muerte más horrible que puedas imaginar, se la merece —dijo Tony con un

suspiro. Ancestral miró la imagen de Kang con seriedad.

—¡Un enemigo atroz! —sentenció Ancestral.

—Todavía tengo el estómago revuelto. Sprite trabaja en

algunas mejoras tecnológicas para tu equipo y el de Fury, porque creemos que,

con su muerte, más versiones de él podrían llegar a este lugar desde otros

universos para saber qué le sucedió. Hay todo un consejo de estos tipos, y se

creen los gobernantes y amos de todos los multiversos —dijo Tony.

—Han de contar con un gran poder para hacer algo así —dijo

Ancestral. Tony negó con la cabeza.

—Su poder no es gran cosa. Las entidades cósmicas barrerían

el suelo con ellos, pero poseen tecnología para cruzar el multiverso y también

una tecnología avanzada que les permite viajar en el tiempo. Esto no les hace

invencibles, pero al tomar ventaja de los recursos y como no les importa

destruir universos enteros, es poco lo que el poder común puede hacer con ellos

—explicó Tony. Kang era como una bacteria insidiosa, reproduciéndose por todos

lados. Ancestral suspiró.

—Parece un gran enemigo —dijo Ancestral.

—Es más una infección peligrosa, pero ya tenemos su

tecnología y en cuanto entren a este universo y nuestra línea temporal, las

alarmas sonarán —explicó Tony. Ancestral asintió.

—Estaremos atentos. La verdad, las cosas son muy pacíficas en

esta línea de tiempo, y nos gustaría que siguiera así —dijo Ancestral. Tony

estaba de acuerdo con eso.

—¿De qué mejoras estabas hablando antes? —preguntó Ancestral.

—Suero del súper soldado mejorado y una inmensa mejora para

sus nano-trajes, que les hará diez veces más resistentes al ser una aleación de

Vibranium y Uru, y también gracias a este último, potenciará enormemente su

magia, que ya estará mejorada por los efectos del suero del súper soldado —dijo

Tony.

—Tony Stark, el camino del poder no siempre es la respuesta

—advirtió Ancestral. Parecían ser demasiados cambios para ella.

—Allí fuera, hay horrores más allá de nuestra comprensión, y

lo que llamas poder solo puede calificarse de progreso —dijo Tony. Ancestral

reflexionó unos segundos.

—¿Nos culpas de que la Tierra no esté a nivel de enfrentar

estas amenazas ahora? —preguntó Ancestral.

—Aún con mi actual nivel de inteligencia, no puedo concluir

tal cosa, pero lo que tengo claro es que cada persona que ha ostentado un poder

capaz de hacer cambios significativos en la historia humana ha decidido no

hacerlo, por miedo a ser superado y no poder enfrentar las consecuencias, pues

en este mundo no hay un botón de reinicio, y los errores no se pueden reparar

—dijo Tony, ya que aunque tuvieran el poder de viajar al pasado, cambiarlo solo

traería el nacimiento de una nueva línea de tiempo, no corregiría el error

cometido en la línea del tiempo actual.

—Entiendo. Mientras más poder acumules, más libre te sentirás

de hacer cambios —dijo Ancestral.

Tony asintió, ya que, aunque no podía corregir sus errores,

sí podía evitar que las cosas terminaran mal.

—Entonces, aceptaremos este “progreso” —dijo Ancestral

masticando la palabra.

Tony asintió. Esta era la parte difícil, ya que los magos no

eran grandes ejemplos de una mentalidad orientada al avance. En cuanto a Shiel,

Fury estaba desesperado por el poder, él no rechazaba nada y siempre pedía más.

—Bien, en cuanto todo esté listo, te avisaré. Ahora debo

cumplir una promesa, y supongo que eso te hará perder a uno de tus maestros

—dijo Tony. Ancestral sonrió.

—Kaecilius ha soñado con esto, pero también conoce la

importancia de nuestra existencia, si él se marcha o no, aún está por decidirse

—dijo Ancestral. Tony asintió, ya que eso era algo en lo que no tenía nada que

ver.

Ancestral llamó a Kaecilius, que se apresuró a venir,

sabiendo que el tiempo pactado había llegado. Tony sacó un dispositivo temporal

de la TVA y abrió un portal. Él ya conocía los momentos de las muertes de los

familiares de Kaecilius, tanto su esposa como su hijo.

Tony no pensaba crear otra línea de tiempo, y se aseguró de

no alterar nada en el pasado, llevándose a la esposa y al hijo justo antes de

sus muertes y curándoles para regresarles a su línea temporal actual. Él usó la

gema de la mente y la realidad para pasar desapercibido y dejó cuerpos falsos

en lugar de los reales, que cumplirían los mismos roles. Luego dejó las

explicaciones a Kaecilius y se marchó.

Tony se movió al templo donde se ocultaba la gema del poder y

dejó una réplica, ya que no quería arruinar la felicidad de los demás ni sus

encuentros…

Tony detuvo su mano. Thanos era un terrorista que andaba

matando gente por todo el universo. Dejarle con vida ahora significaba la

muerte de miles de millones. Tony hizo una mueca.

“Lo siento, Star-Lord, Gamora y los demás. Su felicidad no

vale la vida de miles de millones”, pensó Tony, y borró la réplica de la gema

del poder. Luego, con un pensamiento, Thanos y su ejército fueron borrados de

la existencia, sin saber qué les había sucedido.

El Vigilante apareció inmediatamente frente a él. Esta vez,

él parecía una persona real, volando en el agua, como si esta no pudiera

tocarle, a pesar de ser real. Él seguía en el templo subterráneo.

—Los cambios que haces tendrán consecuencias. Cientos de

otras existencias, en otros universos y en este, se han dado cuenta de tu

intervención —advirtió el Vigilante.

—Soy consciente de ello —dijo Tony, que con su traje formal,

flotaba frente al Vigilante, viéndose tan real como este y, a la vez, igual de

intangible. Tony desapareció y esta vez llegó a Marte. Sprite apareció a su

lado.

Ellos flotaban en el espacio, como dos diminutas motas de

polvo, en el espacio entre Marte y sus lunas, Deimos y Phobos.

—Necesitamos un campo magnético como el de la Tierra, limpiar

la contaminación radiactiva y un ecosistema viable —dijo Tony.

—También una gran mansión que se vea desde el espacio —dijo

Sprite con una sonrisa. Tony asintió. Ellos realmente necesitaban espacio, y

desde que Sprite vio Asgard, ella quedó encantada.

—Comencemos —declaró Sprite, rodeando los alrededores con una

barrera espacial para que nadie pudiera interrumpirlos.

Tres días después, Marte era un planeta similar a la Tierra e

incluso tenía los mismos animales y climas. Esto era una verdadera

terraformación.

El planeta tenía cuatro continentes que rodeaban un

continente central, donde estaba un palacio que tocaba las nubes y se extendía

por la parte central del continente, teniendo el tamaño de un país promedio,

con inmensos jardines, lagos, ríos, parques y construcciones titánicas.

Al quitar la barrera espacial, Fury no tardó en llegar al

lugar con una compañía de agentes y hizo una mueca al verles observando su obra

en frente de un palacio. Fury, que llevaba su armadura de combate y lideraba su

equipo, se acercó a ellos.

—Gemas del infinito —dijo Tony antes de que empezara a

preguntar.

—No te preocupes, no solo nos hicimos nuestro propio planeta

y una mansión del tamaño de un país, también creamos mucha tecnología para

ustedes, que harán ver lo que llevan ahora como meros juguetes para bebés

—ofreció Sprite. Fury hizo una mueca.

—Ósea, que mejorarán las cosas con las que trabajamos para

que trabajemos más —dijo Fury mirando el enorme palacio que se extendía por

kilómetros y kilómetros. Parecía que la envidia pudo con él.

—Tus problemas laborales y planes vacacionales no son asunto

nuestro —dijo Sprite estirando el cuello. Tony se rio.

—Al menos dejen de darme trabajo. ¿Saben el papeleo que es

que un planeta cobre vida de repente justo al lado del nuestro? —preguntó Fury,

con reproche.

—Solo diles que si se comportan, haremos lo mismo en Venus, y

será todo suyo —dijo Tony, y Fury asintió de prisa, y con este gran soborno, se

apresuró a rendir cuentas a sus superiores, que eran los países más poderosos

del planeta Tierra.

—Vamos a nuestro nuevo laboratorio —dijo Tony, y ellos

aparecieron en un lugar despejado, de tres kilómetros de largo, con piso

metálico, y una torre blanca y estilizada en el medio de quinientos metros de

altura y cincuenta metros en la base.

—¿Es urgente? —preguntó Sprite de mala gana, pues no quería

trabajar después de pasarse tres días construyendo un planeta y una mansión.

—Solo este paso, pues sospecho que pronto vendrán algunas

molestias —dijo Tony. Sprite hizo una mueca.

—¿Más tipos como el voyeurista morado? —preguntó Sprite.

—Es posible, pero estaba pensando en los Celestiales; después

de todo, hay uno de ellos formándose en la Tierra —dijo Tony.

—Ah, esos bastardos. Entonces recibámosles como se debe —dijo

Sprite—. ¿Qué tienes pensado? —preguntó.

—Devorar un par de planetas para completar el desarrollo de

nuestros cuerpos —dijo Tony.

—Eso suena escalofriante, hagámoslo —dijo Sprite con una

sonrisa.

—Bien, usemos uno de esos planetas que vagan por el espacio

en solitario, tú lo vas pasando aquí, y yo lo convierto en materiales que

podamos usar —explicó Tony.

Tres días después, ellos ya eran seres cósmicos en toda

regla, y su fuente de energía para recargarse eran las gemas del infinito.

—Bien, ahora a tomar vacaciones —sentenció Sprite, al tiempo

que una decena de Celestiales aparecía en órbita.

—Te advertí que estarían aquí pronto —dijo Tony a Sprite, que

tenía un tic en el ojo.

Ellos desaparecieron y aparecieron frente a los Celestiales,

diez enormes criaturas de seiscientas millas de altura que flotaban en el

espacio sin tener ninguna interacción con la materia o el espacio a su

alrededor. Ellos dos eran motas de polvo en comparación. Los Celestiales tenían

cientos de kilómetros de altura, y ellos apenas unos metros. Sprite hizo una

mueca.

—¿Quieren presumir delante de mí? —reprendió Sprite, y empezó

a crecer hasta alcanzar el tamaño de los Celestiales. Tony se encogió de

hombros y la imitó. Ahora ellos también eran gigantes.

—Sprite, explica los motivos de tu rebelión —dijo el

Celestial rojo que lideraba el grupo, Arishem, el jefe de los Eternos. Su tono

de voz era neutro y sin ningún sobresalto.

—Libertad, autodeterminación y poder —dijo Sprite con

frialdad—. Y aunque no me gusten los tipos de allá atrás, tampoco dejaré que se

los lleven —dijo Sprite señalando la Tierra con su mano.

—Los Eternos existen para guiar a las civilizaciones en los

planetas que nacerán los Celestiales; ese es su propósito —explicó Arishem.

—El mío ya no, y si mis compañeros no quieren continuar

sirviéndoles, tampoco será el suyo —sentenció Sprite.

Tony se dio cuenta de que le estaban ignorando, pero no les

prestó atención y siguió observando.

—¿Qué piensan hacer con Tiamut? —preguntó Arishem.

—Planeamos sacarle fuera en cuanto de indicios de despertarse

—explicó Sprite.

—Tus acciones provocarán su muerte —dijo Arishem. Sprite

levantó una ceja—. Nos alimentamos de la fuerza del pensamiento para

desarrollarnos, pero en el momento del despertar, el sacrificio es necesario

para la creación de la vida —dijo Arishem.

—Explica —dijo Sprite, que al igual que Tony, frunció el

ceño.

—Los designios del infinito no deben ser conocidos por seres

mortales —sentenció Arishem—. Su uso de las Gemas del Infinitas también está

prohibido —agregó y se preparaba para usar su poder cósmico junto a sus

compañeros cuando Sprite levantó la mano, y todos ellos se quedaron inmóviles.

—Esa armadura es una basura en comparación con estos tipos

—dijo Sprite, refiriéndose a la armadura de Odín.

—De no haber completado nuestros cuerpos, ahora tendríamos

que usar las gemas para derrotarlos —aceptó Tony, acercándose a Arishem y

colocando la mano sobre su cabeza.

Tony conectó su mente con Sprite para compartir todo lo que

extrajera de este tipo, él quería saber qué demonios quería decir con que se

necesitaba un sacrificio.

Tony absorbió miles de millones de años de recuerdos y

conocimientos, pero no tuvo problemas en asimilarlos, pues su inteligencia

suprema y sus capacidades mentales eran muy superiores a las de los

Celestiales.

Una hora después, Sprite liberó a los Celestiales, que entendieron

que ni siquiera un ejército de ellos podía hacerles frente a uno de ellos dos,

y no intentaron atacar porque ellos tampoco estaban intentando oponerse. Sprite

y él tampoco atacaron, pues comprendían el propósito y las limitaciones de

estos seres, y lo que querían decir conque se necesitaba un sacrificio.