Mundo Shinobi - Clones verdaderos - 586

Llego la noche y ciudad Tengu se llenó de luces que iluminaron el cielo. Había una alfombra roja a la entrada del hotel de ciudad Tengu mientras la policía resguardaba las calles y el interior del hotel. La gente se agolpaba en las calles mirando como llegaba uno a uno las celebridades locales, pero también mirando las aparatosas cámaras que proyectaban las imágenes a todos los televisores de todo el continente.

Kain miraba desde su departamento hacia abajo, llevaba el traje negro y la corbata roja. El cabello blanco peinado hacia atrás, pero no tan largo como siempre lo usaba. Solo le llegaba hasta la nuca, lo que le daba un aspecto totalmente diferente.

Kain levantó su brazo derecho, levantó la manga de su traje y miró el rejo de oro con incrustaciones de piedras preciosas. Era el regalo de Ryoko. Era el momento, pensó al ver la hora. Kain se dio la vuelta, camino a la salida del departamento y abrió la puerta. Él camino por el pasillo, fue al ascensor y lo llamo, pero como hoy el hotel estaba lleno, el ascensor no llego en diez minutos. Kain soltó un suspiro y se transfirió tres pisos más abajo. Él vio a la policía en el pasillo, ellos se pusieron en estado de alerta, pero al ver quien era, ellos se relajaron e hicieron una reverencia.

Kain avanzó, asintió en señal de saludo y golpeo la puerta.

—¿Quién es?— preguntó una mujer

—Kain ¿Puedes abrir la puerta?—

—Kain-sama— dijo la mujer en el interior y abrió la puerta. Ella era la asistente de Mizuzu Hoshino.

—Buenas noches, Erika— dijo Kain —¿Mizusu está lista?—

—Deme un minuto, señor— dijo Erika y fue corriendo al pasillo que llevaba a la habitación interior.

Kain se quedó un poco sorprendido por el descuido, pero entró y cerró la puerta. Él camino a la sala de estar, al fondo y se sentó en el sillón. Él estuvo esperando durante varios minutos hasta que Mizusu salió de su habitación y camino por el pasillo.

—Kain-sama— dijo Mizusu, sus zapatos con tacón de aguja producían un ruido molesto.

Kain se levantó del sillón y miró al pasillo. Mizusu apareció, tenía el cabello ondulado y peinado hacia la derecha. Dejaba expuesta mejilla izquierda, cuello y oreja. De su oreja colgaba un arete con un zafiro. Por otro lado, llevaba un vestido blanco sin mangas que le llegaba hasta la rodilla.

Mizusu se mordió el labio inferior y se acercó a Kain. Ella se detuvo a un par de centímetros y levantó su rostro para mirarlo a los ojos —estoy lista— dijo

—Bien— dijo Kain y le ofreció su brazo izquierdo.

Mizusu lo quedó mirando a los ojos, Kain mostro una pequeña sonrisa y cerró los ojos.

—Te ves hermosa, Mizusu-sama— dijo Kain

Mizusu asintió como si eso fuera lo correcto y le dijo —gracias, también te ves bien, Kain-sama—

—Gracias ¿Dónde está Honoka?—

—Ella viene de inmediato—

—Kain-sama, ya voy— dijo Honoka y corrió con los tacones, pero ella se cayó en el pasillo y soltó un gritito.

—Honoka-sama— dijo Reina (la guardaespaldas Uchiha) y la ayudo a ponerse de pie

Kain avanzó, dejo atrás a Mizusu y llegó al pasillo. Honoka estaba apoyada en Reina. Kain avanzó, la tomo en brazos y Reina se hizo hacia atrás.

Reina llevaba un vestido negro de una pieza que le llegaba hasta los tobillos.

Kain se quedó mirando a Reina y asintió —te ves muy bien, Reina— dijo

Reina se ruborizo y asintió.

Kain soltó una risita, no esperaba que las mujeres de su clan fueran tan débiles a los cumplidos. Kain llevó a Honoka al sillón, ella lo miraba. Iba vestida como cuando se vieron en la mansión de Kain, pero ella estaba muy sorprendida por el repentino cambio. Él se había cortado gran parte de su cabello y aunque lo llevaba peinado hacia atrás como siempre, le daba otra sensación.

—Tu cabello— dijo Honoka

Kain le dio una mirada, sonrió y respondió —sí, me pesaba—

Honoka estiro sus manos a la nuca y le toco el cabello.

—¿Cómo está tu pierna?— pregunto Kain

Honoka recordó que se torció el tobillo por correr con tacones y frunció el ceño como si recordara el dolor.

Kain la depósito sobre un sillón y se agacho. Él tomo el tobillo con una mano y coloco su otra mano sobre el tobillo. Él canalizo esencia vital y la sano. Honoka lo quedó mirando, bastante sorprendida por el cabello.

—Vamos, Honoka, es el momento— dijo Kain

Honoka reacciono, se puso de pie y miró su tobillo. Ella miró a Kain, él se puso de pie y la quedó mirando. Ella era una cabeza más baja que él. Lo quedó mirando a los ojos —mis sentimientos no han cambiado— dijo

Kain mostró una pequeña sonrisa —no dije que tus sentimientos eran falsos, solo dije que estabas un poco influenciada por la emoción del momento— dijo

—Te amo— dijo Honoka

Kain asintió —gracias— dijo

Honoka asintió, pero escucho que alguien tosió y miró hacia el lado. Ella vio a su hermana mayor. Mizusu le daba una mirada significativa como diciéndole que no era el lugar ni el momento para coquetear. Honoka agacho su rostro y se ruborizo.

—Vengan, vamos— dijo Kain

—Sí, Kain-sama— dijo Honoka

—Por favor, no podemos llegar tarde— dijo Mizusu

—¿Tú madre ya bajo?—

Mizusu frunció el ceño, ella le dio a Kain una mirada acusatoria —ella ya bajo— dijo

Kain la quedó mirando a los ojos, intuía porque ella estaba enojada, pero se mantuvo tranquilo —veo, eso es bueno— dijo y le ofreció su brazo a Honoka y el otro a Mizusu. Ellas se sujetaron, pero Mizusu estaba realmente enojada mientras Honoka miraba a su hermana.

Honoka se preguntaba porque Mizusu estaba enojada. Ella no parecía enojada cuando ella y Kain conversaban como amantes. Honoka incluso le dijo que lo amaba en frente de ella, pero ella no se enojó.

Kain guio a las dos a la salida. Salieron al pasillo y avanzaron mientras la policía quedaba mirando a las hermanas Hoshino. Ellos llegaron al ascensor, pero Kain frunció el ceño y dijo —esto no servirá, mejor lo hacemos a mi manera—

—Espere, Kain-sama— dijo Mizusu asustada, pero Kain no la espero y ellos desaparecieron del pasillo. Entonces Mizusu sintió el frio de una noche de primavera y miró los alrededores. Estaban las luces, estaban las cámaras, estaba la alfombra roja y estaba la gente en la calle. Sin embargo, todos estaban callados con caras llenas de incredulidad.

—Mizusu-chan— dijo Kain —vuelve en ti, es hora de actuar—

Mizusu miró a Kain, ella estaba estupefacta, entonces miró hacia adelante y coordinó sus pasos para subir la escalinata que antecedía al hotel de ciudad Tengu.

—No está mal para ser la primera transmisión internacional ¿No?— preguntó Kain con una amplia sonrisa

—No estoy muy feliz de que ocupe mi evento como una prueba para su sistema de trasmisión— dijo Mizusu

—¿Por qué? ¿Esto no es bueno? Eres la primera persona en ser vista a nivel internacional. Eres una celebridad—

—¿Y yo?— preguntó Honoka

Kain la miró a los ojos y dijo —Honoka ya es una celebridad, pero ahora es una celebridad más grande—

Honoka asintió bastante conforme con la respuesta. Solo estaba esperando que inauguraran el anfiteatro de ciudad Tengu, entonces ella daría el primer paso a su sueño.

Kain dejo a Honoka seguir disfrutando su sueño. Él le dio una breve mirada a Mizusu, ella se veía digna y elegante con la barbilla elevada. Era igual de esbelta que su hermana, pero Honoka había heredado el físico glamoroso de su madre. Mizusu era más parecida a las mujeres del clan Uchiha, tenía un físico esbelto, curvilíneo, pero sin caer en la voluptuosidad.

Kain hizo conversación mientras avanzaban, eso mantuvo a Honoka y Mizusu más relajadas y lograron superar la alfombra roja. Ellos entraron al hotel de ciudad Tengu, donde los esperaban periodistas. Kain dio un paso a un lado y dejo a las hermanas tener la cámara para ellas. No se preocupó, los periodistas no serían tan estúpidos para atacar a la dueña de la mitad del país de la nación del Rayo.

—Kain-sama— dijo una periodista a un lado

Kain le dio una breve mirada, sonrió y negó con la cabeza.

La periodista se mordió el labio inferior y movió sus labios como para decir "por favor".

Sin embargo, Kain negó con la cabeza y se dio la vuelta. El lugar estaba siendo custodiado por la policía, así que no había riesgos de ataque. Por otro lado, nada superaría la seguridad de Guardián. Al menos, por los próximos cincuenta años. Kain lo había programado para que fuera así. No era tan bueno como Leonor, pero calculando el desarrollo tecnológico, sería lo mínimo que se demorarían en superar la defensa de Guardián. Al menos, la primera capa.

Kain camino por el pasillo con dirección al restaurante, donde se estaban reuniendo todas las personas invitadas. Los garzones en la entrada hicieron una reverencia. Kain atravesó el dintel de vidrio y miró las mesas. Había más de cien personas, pudo ver a los kages y daimios junto a sus familiares en las mesas más cercanas a la tarima, donde pasaría la mayor parte de la acción. Los empresarios e inversionistas estaban una fila por detrás. Al fondo del restaurante, en la tarima donde debería estar el piano que a veces ocupaba Honoka, había un pedestal de vidrio con varios micrófonos.

Kain se dirigió a la mesa de los kages y daimios, los fue saludando. Lo más extraño fue cuando Kain se acercó a Sachiko y ella le tendió la mano y le dio un beso en la mejilla de forma provocadora. Mucha gente los quedó mirando, pero Kain supo mantener la calma y se alejó.

Kain se movió finalmente a la mesa donde Nanami y Akako estaban esperando. Al mismo tiempo, Honoka y Mizusu caminaban juntas tomadas del brazo mientras sonreían y saludaban a todo el mundo. Ellas alcanzaron a Kain antes de que él se sentara en algún lado, lo condujeron a un puesto entre dos sillas vacías y lo sentaron. Kain se sorprendió, pero ellas se sentaron a sus lados y no lo dejaron moverse.

Por su parte, Akako y Nanami fruncieron el ceño, pero guardaron silencio.

El evento comenzó con un discurso de Mizusu, hubo silencio, las cámaras encima de ella. La señal se estaba trasmitiendo a cada esquina del continente. Nadie excepto Kain sabia como estaba funcionando. La mayoría solo sabía que Kain tenía las antenas más poderosas de todo el continente.

Mizusu sacó aplausos, después vino la interpretación de Honoka, también sacó aplausos. Ella volvió a su asiento.

—¿Cómo se escuchó Kain-sama?— preguntó Honoka con una amplia sonrisa, de nuevo estaba emocionada por lo bien que salió todo.

Kain la miró, le tomo la mano y sonrió —maravillosa, tu voz fue espectacular—

—¿Quiénes son?— preguntaron los de la mesa de atrás.

Kain miró hacia atrás, vio a Onoki, Kurotsuchi, Sachiko y Rin mirando hacia la entrada del salón. Kain miró hacia allá y frunció el ceño. Eran Kasumi y Murasaki. Kain lo podía esperar de Kasumi, pero ¿Murasaki?

—Murasaki-sensei— dijeron varias mujeres, jóvenes y mayores, incluso una anciana. Ellas buscaron en sus bolsos y se movieron hacia Murasaki. Esta última se vio rodeada rápidamente y no supo cómo manejar a la gente.

Kain se levantó de su silla para arreglarlo, pero Kasumi se mostró siendo Kasumi y los puso a todos en su lugar. Tenía ese aire intimidante de una princesa caprichosa, así que nadie la quería hacer enojar. Muchos la reconocieron.

Kasumi llevaba ese kimono holgado mostrando sus hombros. Murasaki era más recatada con un kimono purpura y un haori fucsia. Ellas se movieron a la mesa de Kain. Kasumi saludaba a algunas personas, pero Murasaki caminaba con la cabeza gacha.

Ellas llegaron a la mesa de Kain y Murasaki se sujetó de la ropa de Kain por defecto. Kain soltó un suspiro y miró a Mizusu y Honoka para que permitieran sentarse a Murasaki y Kasumi. Ellas hicieron una mueca incomoda, pero se hicieron a un lado.

Kain se puso de pie y Murasaki no hayo nada mejor que abrazarlo y esconder su rostro en el pecho de Kain.

Una mujer soltó un grito de locura, todos quedaron en silencio y la miraron. Era una mujer mayor, le estaban saliendo canas a los costados. Ella parecía como traumatizada, entonces murmuro —diabólico emperador—

Otra mujer repitió las palabras de la primera y después otras gritaron lo mismo. Todas corrieron hacia donde estaba Kain y Murasaki.

Kain miró a Kasumi, pero esta última no se sintió culpable. Ella sonrió, sacó la lengua, la mordió y se dio un ligero coscorrón en la cabeza. Solo le falto decir un "tehe, no fue mi culpa". Kain frunció el ceño bastante molesto con ella.