Mundo Shinobi - Cambio - capítulo 36

Naori estaba sentada en su futon, con las frazadas cubriéndole las piernas y un haori café oscuro sobre sus hombros. Su largo cabello ceniciento estaba peinado como es habitual, dos mechones enmarcando su rostro como dos cascadas de ceda. Sin embargo, su semblante se veía pálido y cansado como nunca había mostrado. Naoko y Mito estaban sentadas a sus lados, pero diferente de la primera vez que le enseño genjutsu a Kain, estaban para socorrerla a ella. El médico le había dicho Naori que se mantuviera tranquila, evitando alterar el chakra en su interior, pero Naori seguía pensando en continuar sus clases. Tenía que terminar de traspasar su conocimiento a su nieto antes de que se le acabara el tiempo.

Por otro lado, Kain estaba sentado en seiza al lado de Naoko y miraba a su abuela esperando sus palabas.

-Cuando era niña- dijo Naori con una voz baja y ladeando su rostro en un gesto de confusión, como si estuviera ordenando las imágenes dentro de su mente -mi tía solterona me adopto. Esa mujer ya tenía más de cuarenta y por lo que parecía, no se iba a casar nunca. Era temible como un dragón y a su vez, era el orgullo de toda nuestra familia. Bueno- dijo formando una pequeña sonrisa -hubiera sido un poco difícil que se casara en aquella época. Ella despertó el mangekyo cuando tenía unos veinte años y ningún hombre quería casarse con una mujer más fuerte que él- tomo una profunda respiración y continuo -fue duro entrenar con ella, pero muy beneficioso. Cuando me llevaba a sus misiones, paseábamos por los poblados de civiles y me hacía hablar con las personas a través del genjutsu-

Kain hizo una pequeña sonrisa y se rasco la mejilla, pensando que al final, su modo de practicar el genjutsu no era tan original como pensó en un principio.

Naori capto esa pequeña mueca y le pregunto entrecerrando los ojos -¿Qué pasa? ¿Hay algo que necesites contarnos? -

Mito miró a Kain con el ceño fruncido y Naoko le puso la mano en la espalda, pero Kain negó con todas sus fuerzas -para nada- dijo

Naori asintió dos veces en un gesto lento y continuo -para conversar con las personas en medio de un genjutsu, necesitas tener el tacto de un ladrón profesional. Si eres demasiado invasivo, los que están a tu alrededor se darán cuenta, ya que esto provocara una reacción exagerada en el receptor. Si tu genjutsu es mediocre, la persona que está bajo tu control se dará cuenta o lo dañaras. Se debe tener el justo tacto, entre mantener la imagen del entorno, la atención del otro y la imagen de uno mismo. Por lo general, las personas solo pueden tener la visión de sus manos y su pecho. Así que mientras mantengas su atención en ti, no debería notar la diferencia-

Kain asintió y le dijo -el genjutsu es controlar el chakra- Naori asintió y Kain continuo -pero me he dado cuenta de que la abuela lo enfoca como si fuera un globo que se expande a su alrededor ¿no sería más practico solo enfocarlo en el cerebro de la persona?-

Naori sabía que su niño estaba practicando de alguna forma, pero nunca espero que fuera tan habilidoso. Bueno, para empezar, el control de Kain sobre el chakra siempre había sido brutal, por decirlo de alguna manera.

-Cuando tu control del chakra es bueno, puedes enfocar tu genjutsu solo en el cerebro, pero para eso se necesita mucho esfuerzo. Sin embargo, cuándo quieres matar a la otra persona tu enfoque debe estar en toda la red de chakra. Ya que lo que buscas es que tanto la mente como el cuerpo se sientan heridos y vivan el daño-

Kain asintió y notó como la mano de Naoko se tensaba sobre su espalda. Ella estaba nerviosa, así que Kain estiro su mano, tomo la de ella y se la acercó a la cara. Se la paso por la mejilla derecha y la abrazo contra su pecho. Naori sonrió al ver a su nieto tan afectivo, mientras que Naoko sonrió al sentir el calor y la preocupación. Mito, bueno, ella estaba celosa.

-Te digo esto- continuo Naori -para que lo intentes de forma moderada, a modo de ejercicio. Saber lo más suave que puedes ir en una persona y cuanto chakra necesitas para entablar una conexión, te da una noción de cuan fuerte puedes atacar y como distribuir tu energía. Por ejemplo, sería como tener un gran pocillo de arroz y distribuirlo entre varias personas. A medida que vas depositando, sabes cuánto es necesario para llenar el pocillo del otro y el alcance de tus reservas. Un adulto con un chakra promedio, de fuerza jounin, debería poder realizar un gran genjutsu en el área de diez metros a la redonda, o, poner a diez personas en un genjutsu de forma individual. En un chunin esa cantidad se divide a la mitad y así sucesivamente. ¿Cuál sería la excepción? -

Kain asintió y dijo -nosotros, los Uchihas, portadores de ojos mágicos-

Naori frunció el ceño y levantó su palma a modo de amenaza -¡que no te vuelva a escuchar hablar así!- dijo enojada -el resto del mundo nos llama de esa manera, pero es una falta de respeto. Para ellos nuestros ojos son un accesorio, para nosotros son nuestro orgullo. Recuérdalo Kain Uchiha, tus ojos son el legado de tus ancestros-

-Sí abuelita-

Naori asintió con un rostro molesto y exhalo su enojo -¿Por qué somos la excepción?-

-Los ojos son la ventana al alma- dijo Kain, Naori asintió y él continuo -con el poder del sharingan podemos introducirnos en la mente de otros a través del sentido de la vista y conectar de mejor manera nuestra energía con la de ellos. De esa manera, la eficiencia y el control del genjutsu se multiplica de forma exponencial-

-¿Cuántas veces?-

-Diez veces-

Naori asintió y dijo -así es, por eso los ojos Uchiha son tan temidos. Usar un genjutsu para matar se considera una brutalidad entre los maestros, pero a veces es la única forma de ganar. Sin embargo, un maestro del genjutsu es eficiente en el uso de su energía. Las ilusiones son una herramienta, pero cuando mata, lo hace con sus propias manos-

-¿Cómo es eso, abuelita?-

-Un genjutsu aparta la mente del mundo físico, así que un maestro del genjutsu distraerá al enemigo para generar una pequeña ventaja y aprovecharla. De esa manera, un maestro del genjutsu es eficiente con el uso de su chakra. Nunca te confíes utilizando todo tu chakra en un genjutsu, porque fuera de lo que puedas ver, tienes que pensar en lo que se está escapando a tu percepción-

Mito asintió a esas palabras y añadió -es verdad, cuando era joven nos enfrentamos a un muchacho del clan Kaguya. Ellos son especialistas en genjutsus, pero nadie los quiere porque están un poco locos. El caso es que ocupo todo su chakra para impedirnos el movimiento y cuando se disponía a matarnos, llego otro shinobi y lo mato. Ni siquiera pudo correr de tan cansado que estaba-

Naori asintió a las palabras de Mito y recordó que la mujer del clan Uzumaki era mayor de lo que aparentaba -así es- dijo -por eso, alguien sabio busca distraer con el genjutsu y siempre pensar que podrían venir más enemigos en camino ¿entendido?-

-Entendido abuelita-

-Bien- dijo Naori -desde ahora trataras de mantener conversaciones con Mito-sama, y si eres demasiado brusco, ella te expulsara-

-Naori-sama- dijo Mito un poco preocupada -¿estará bien?-

-Sí, debería estar bien- respondió Naori -si no- puso una sonrisa astuta -deja que ese tipo le dé un buen susto-

Mito tomo una profunda respiración y asintió. Entonces ella le hizo el gesto con la mano e invito a Kain a sentarse frente a ella. Kain así lo hizo, y una vez que quedaron frente a frente, ambos cerraron los ojos y se concentraron. Mito en mantener un control sobre su chakra y Kain en tratar de introducirse en su mente. Kain extendió su chakra como si fuera una tela que se extiende desde su cuerpo para cubrir la cabeza de Mito. Lo logro al primer intento, pero el esfuerzo fue demasiado excesivo y lo llevo a un lugar oscuro. El suelo estaba cubierto de agua y estaba todo oscuro. Por otro lado, se escuchaba un ronquido bestial que viajaba a través del espacio. Era tan pacifico como las olas del océano, pero el rugido que se mezclaba entre medio te erizaba la piel. Kain estiro los brazos, tanteando los alrededores y dio con una muralla a su izquierda y a su derecha. Después de un tiempo pudo deducir que estaba en un pasillo de unos tres metros de ancho por tres de alto. Extendió su percepción lo más que pudo, pero Mito, la propietaria de esta conciencia, parecía haberse esfumado. Así que intento salir del genjutsu, pero le fue imposible. Varias veces junto las palmas de sus manos y grito "kai", pero continuo inmerso en la conciencia de Mito. Kain maldijo por lo bajo y pensó que, esto debe ser una jugarreta de Mito que lo hará sufrir de principio a fin. Kain se preguntó cuántos años tenía Mito que siempre se comportaba de modo tan infantil. Así que desistió y avanzó por el pasillo para ver lo que ella quería mostrarle. El agua sonaba con cada pisada que daba produciendo un sonido de arrastre y chapoteo. Le llegaba hasta los muslos y se sentía demasiado helada, como si estuviera en un lugar invernal. Al mismo tiempo, escucho como el ronquido bestial se hacía cada vez más sonoro y tuvo la tentación de darse media vuelta. Sin embargo, pensando en lo fastidiosa que se pondría Mito, decidió seguir adelante. Así que continúo adentrándose en el pasillo, apoyando las manos en las paredes y avanzando a oscuras. Cuando internamente había contado unos cien metros de avance, ya podía ver algo en la oscuridad, pero solo eran las siluetas de las paredes y las esquinas.

Una vez que llego a la marca de los doscientos metros de avance, el pasillo finalizo y dio lugar a una enorme habitación con nada más que oscuridad, o al menos, eso parecía. Para ese entonces, el ronquido era un ruido ensordecedor. A esto se le sumo una enorme sombra tan alta como una montaña. La parte baja se veía extremadamente oscura, pero la parte superior se diferenciaba de la oscuridad de las paredes. Era como una gran montaña que inspiraba expandiéndose y exhalaba contrayéndose. Kain miró con la boca abierta. Era poco lo que se podía ver, pero la sola idea de pensar en lo que era esta gran masa de energía, le provocaba escalofríos. De repente alguien puso una mano en su hombro y Kain se apartó de un brinco.

-Tranquilo, soy yo- dijo Mito en voz baja -¿Cómo llegaste hasta aquí?-

-Me asustaste- dijo Kain en un susurro enfadado, después soltó una exhalación al mismo tiempo que ponía su mano derecha sobre su pecho. Una vez que se calmó, dijo -solo seguí el camino, no pude romper mi propio genjutsu-

-Debe ser porque llegaste a este lugar que te costó romper tu propia conexión. Ven, vamos, este lugar es peligroso. Tu abuela pudo haber dicho que te diera un susto, pero esto sería algo mucho más que eso-

Kain camino por el agua, produciendo ondas y ruidos de chapoteo. Entonces estiro su mano y tomo la mano a Mito. Este sentimiento, aunque solo fuera una imagen residual en la mente de Mito, fue un alivio -¿Qué es eso?- pregunto

-Él es el dueño de la energía que tanto miedo te da- respondió Mito mirando a la gran montaña que producía ese ronquido bestial -cuando seas más fuerte, te dejare conocerlo y podrás tratar de ser su amigo-

Kain se quedó callado y muerto de miedo de solo pensarlo. Por otro lado, Mito pudo entender su silencio y solo sonrió. Kain era demasiado pequeño para entender, pensó. Ella hizo el signo con sus dedos y dijo -Kai-

Kain y Mito despertaron en el mundo real. Estaban en su posición inicial, pero sintieron que habían pasado horas dentro del genjutsu.

-¿Y? ¿Qué tal lo hizo?- pregunto Naori al captar el movimiento de sus cuerpos. Solo fueron unos segundos, pero por ese breve instante, ambos se habían quedado quietos como estatuas. Apenas sí respiraban.

-Bueno- dijo Mito, tratando de aminorar el error -¿Mas o menos?-

-Fue mi error, abuelita- dijo Kain de forma sincera, se postro frente a ella, con las palmas y frente tocando el tatami y continuo -tratare de hacerlo mejor la próxima vez-

Naori negó y dijo -eso espero. Persevera Kain, es la única forma de alcanzar la perfección-

De esa manera, Kain continuo con sus entrenamientos.

A veces podías ver por la casa a Mito y Kain deteniéndose uno frente al otro por unos breves segundos. Las primeras ocasiones fueron escandalosas, ya que el niño le faltaba tacto y se sumergía demasiado en la conciencia de Mito. El hecho es que se topó con el monstruo que habitaba en la conciencia de Mito, y este le saco más de algún grito. Después de un par de semanas, Kain le empezó a tomar el truco y por fin pudo tener largas conversaciones que en el mundo real duraban unos breves segundos.

Sin embargo, por mucho que puedas optimizar tu tiempo dentro del mundo de la mente, el tiempo continuaba corriendo en el mundo real. Y junto con él, la salud de Naori se seguía desgastando. Llegado su momento, las clases Naori dejaron de ser habladas y solo se tornaron en silenciosas conversaciones a través de un genjutsu. Al mismo tiempo, ella le decía cosas dentro del mundo de la mente y Kain llenaba cuadernos y cuadernos de apuntes.

Por otro lado, Naori pasaba gran parte de su tiempo acostada y tosiendo, prolongando su vida con todo tipo de medicinas. Gasto todo lo que le quedaba para mantenerse viva el mayor tiempo posible y cuando se quedó sin dinero, se postro delante de Hashirama y Mito para que financiaran sus medicamentos. Ella tenía un deber, pasarle todo su legado a su nieto, y eso era mucho más importante que su orgullo. Incluso si tenía que postrarse frente a un Senju.

Por su parte, Hashirama accedió sin tener que llegar a eso. Ella era alguien que estimaba y, sobre todo, era la abuela de Kain. Esperaba ahorrarle el dolor al niño, pero sabía que era inútil. Sin embargo, si podían aplazar la fecha, estaría más que feliz de ayudar. Como hokage y ex líder de un gran clan, el dinero nunca fue un problema. La medicina se compró y la vida de Naori continuo a un ritmo lento.