—Tan pronto como Chu Ciyuan dijo esto, las otras tres personas le lanzaron una mirada furiosa.
—¡Cállate, no faltes al respeto a mi tío menor! —gritó Chu Cimo.
—¡No puedes hablar así a la cuñada! —frunció el ceño Bai Shanshan.
—Ciyuan, no puedes ser tan grosero. ¡Ella es tu cuñada! —dijo Matriarca Chu.
Pero a Chu Ciyuan no le importó nada de eso. De vuelta en Ciudad del Mar, fue engañado por una mujer, así que después de conocer la verdad, comenzó a disgustarle las mujeres.
No había estado en una relación por un tiempo.
Ahora, viendo a su hermano mayor cambiar así solo por romper con Shen Ruojing, su ira se intensificó, y sentía aún más que las mujeres no eran buenas.
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