— Él empezó a correr rápidamente, lanzándose hacia adelante.
El aire fluía sobre el sudor que goteaba desde su frente hasta sus ojos. Él parpadeó para retirarlo, ignorándolo. Sus pulmones le dolían con cada respiración. Sus entrañas se retorcían.
Apretó los dientes y disipó todo su dolor.
Lo único que tenía en su mente era la palabra "Meta".
¡—!
Alguien estaba gritando a lo lejos.
Aquella voz estaba cada vez más cerca de Subaru, quien corría. Con aquél llamado como su punto de referencia, como su faro, corrió hacia adelante, hacia adelante —
¡—!
La frenética voz lo atraía. Sin prestar atención a la luz blanca que inundó su visión, corría. Y,
_???: ¡Terminaste, de hecho!
Justo cuando cruzó la línea de meta torpemente trazada, el cielo y la tierra se intercambiaron de lugar. Pequeñas malezas se clavaron en la corona de su cabeza, e inmediatamente puso su mano en el suelo para girar sobre sí mismo hacia delante. La acción habitual detuvo su impulso y, con dos innecesarios giros más, aterrizó tendido en el suelo.
_Subaru: ¡Bhaahhhh! ¡Auhhg! ¡Todo me duele! ¡Todo me pica! ¡Pero se acabó! ¡Lo hice!
Aunque respiraba agitadamente bocanada tras bocanada, encontró el modo de gritar.
Se quejaba como siempre para vigorizar su corazón vacilante. No debía sentir que su fatiga era simplemente desgaste, o que su esfuerzo era simplemente empeño.
Debía recordar que éste no era el fin, y que aún había más por venir.
Cada vez que intentaba dictar dónde estaba la línea de meta, para darse esa satisfacción, Subaru se ponía la mano en el pecho y pensaba en esa noche.
_???: Buen trabajo, Subaru, supongo.
Una pequeña silueta entró en la visión de Subaru desde arriba.
Una chica adorable, con el pelo largo y rubio y un atuendo extravagante: Beatrice.
Su revoloteante vestido parecía fuera de lugar en la pradera, mientras le entregaba a Subaru una toalla. Él la aceptó y empezó a secarse la cabeza enérgicamente.
_Subaru: Ah, gracias. Quería refrescarme, así que esto es perfecto.
_Beatrice: Antes de que me lo atribuyas a mí, te diré que fue Petra quien empapó la toalla con agua fría, de hecho. Ve a darle las gracias y saltará de alegría, supongo.
_Subaru: Petra es realmente considerada. Pero, ey, es raro verte aquí afuera, Beako. ¿Algo te puso de un humor diferente al habitual?
Subaru apoyó los brazos mientras se sentaba y se deslizó hacia Beatrice. Ella se puso la mano en la cadera, apartando la mirada.
_Beatrice: Sólo es un capricho, de hecho.
_Subaru: Oh, wow, así que es un capricho.
_Beatrice: ...Y quería ver personalmente cómo eres cuando estás dando lo mejor de ti mismo, supongo.
Mientras mantenía la mirada desviada, Beatrice reveló fácilmente sus intenciones ocultas.
Ahora era mucho más honesta. Subaru sintió cláramente que con el tiempo se había ganado su confianza.
Parecía que Beatrice quería decirle algo a Subaru mientras éste sonreía, pero,
_Beatrice: Ahora, esto debe implicar algo más que corretear frenéticamente, de hecho. ¿Qué es lo siguiente, supongo?
_Subaru: Que sepas que corretear frenéticamente es bastante agotador por sí solo, señorita. Aunque no sé si cumpliré tus expectativas, lo siguiente a lo que me enfrentaré será a la athletic zone de ensueño.
_Beatrice: ...Ah, claro, de hecho. Te refieres al patio de recreo que Garfiel construyó en el bosque, supongo. ¿Atletic-qué?
_Subaru: Athletic zone. No hace falta que lo memorices. Sólo ignóralo.
_Beatrice: Pero Subaru, quiero entender cada palabra que digas, de hecho.
La suave frase hizo que las mejillas de Subaru se relajaran aún más. Beatrice parecía confundida por su reacción y, cuando se dio cuenta de lo que acababa de decir, su expresión cambió inmediatamente. Sus mejillas estaban adorablemente rosadas como bayas.
_Beatrice: N-No, no quise decir que… sólo salió de esa manera, supongo.
_Subaru: No-no-no, no te preocupes, sé exactamente a qué te referías. Todo está bien, yo también te quiero.
_Beatrice: ¡Tú no sabes nada, de hecho!
Subaru se reía mientras daba un salto para ponerse de pie, y tomó en sus brazos a Beatrice, quien había puesto una expresión amargada. Ella parecía disgustada, pero no se quejó de ser llevada en brazos.
_Beatrice: Subaru, apestas a sudor, parece.
_Subaru: Respira con la boca entonces. O simplemente drena el maná directamente.
_Beatrice: Te dejaré seco si eso es lo que me pides, de hecho.
_Subaru: Vas a ser tú quien llore después de eso.
_Beatrice: ¡C-Como si eso fuera a suceder, supongo! ¡Ya para tus tonterías, de hecho!
Con Beatrice en brazos, Subaru se lanzó a correr.
Su respiración volvió a la normalidad durante sus bromas. Beatrice era un peso perfecto para correr desde la pista de atletismo en el campo hasta la pista de obstáculos en el bosque.
Ya que ella era mucho más ligera de lo que parecía. Básicamente una pluma.
Sintiéndose tan ligero que parecía que le habían crecido alas, Subaru corrió como el viento.
※ ※ ※ ※ ※
La nueva mansión donde vivían estaba rodeada de tanto verde como la antigua.
Los arbustos crecían en abundancia a lo largo de las verdes montañas. Subaru sentía la fresca brisa sobre su frente mientras corría entre los árboles.
_Subaru: ¡Vale! ¡Allá… vamos!
El bosque era tan frondoso que todo lo visible era verde. Aquí, Subaru corrió hacia delante, y puso su mano ligeramente sobre un tronco lateral, superando el obstáculo con sólo un pequeño salto y su impulso.
"Saltar impulsándose con las manos" es una manera eficaz para moverse en lugares llenos de obstáculos, o en áreas urbanas con cuantiosos edificios. Esa manera de saltar se usa en el parkour: un deporte que Subaru veía a menudo en la televisión, boquiabierto por las hazañas sobrehumanas que hacían los atletas.
Él nunca imaginó que algún día él mismo entrenaría este sorprendente deporte.
_Subaru: ¡Hap! ¡Hah! ¡Bien!
El aparato de escalada era la estrella de este athletic zone que Subaru le hizo construir a Garfiel.
Varios troncos estaban ubicados alrededor de un gran poste que componía el pilar central. Era esencialmente un gimnasio selvático clásico, pero con un toque vanguardista.
Todo ese conjunto parecía ser muy complicado de escalar incluso si uno se lo tomaba con calma.
Subaru saltó sobre él con todo el impulso de su carrera, usando el ligero contacto de sus manos y sus pies para dispararse hacia arriba, como si escalara una pared vertical.
Él corría más rápido de lo que el ojo podía alcanzar, hacia la cima del gimnasio selvático.
Pero éste no era el verdadero propósito del gimnasio selvático: aún había que hacer más parkour.
_Subaru: ¡Hap! ¡Hap! ¡Hap!
Subaru alcanzó la pequeña base en la cima antes de saltar al punto más alto de la estructura.
Él miró hacia abajo. La caída parecía de unos seis metros.
Obviamente, no había nada sobre el suelo salvaje y musgoso. Aunque la tierra pudo haber sido blanda alguna vez, ahora estaba bien pisada y dura.
Eso significaba que la aterradora caída definitivamente iba a doler. Sin embargo,
_Subaru: ¡—Hah!
Sin dudarlo, Subaru saltó hacia la dura tierra. Al estar tan indefenso, daba la impresión de que este salto era el súmmum de su habitual imprudencia.
Pero Subaru, sin vacilar, estiró las piernas e hizo contacto con el suelo. Sufriendo el dolor del impacto, se retorció en una horrible agonía — Es lo que uno hubiera esperado que sucediera, pero no.
_Subaru: …
Subaru dobló sus piernas y se agachó para amortiguar el impacto, rodando inmediatamente hacia adelante para evitar más daños. Rodó por el suelo dando dos vueltas y, en la tercera vuelta, apoyó las manos y las rodillas y se puso de pie, sin haber sufrido ninguna herida.
Simplemente se sacudió el polvo en su ropa deportiva.
Ésta era otra maniobra de parkour: caer y rodar.
La maniobra consiste en rodar nada más aterrizar para dispersar el impacto.
Permite una caída segura desde alturas moderadas. Aunque no era gran cosa para los superhumanos, era una cuestión de vida o muerte para el ordinario Subaru.
El simple hecho de practicar esta técnica debería ampliar lo que podrá hacer.
_Subaru: Básicamente es eso. ¿Esto mejora tu opinión de mí?
Subaru extendió los brazos hacia los lados y miró a Beatrice, quien lo observó todo. Beatrice estaba sentada tranquilamente en el tronco para los espectadores, con sus ojos abiertos de par en par.
_Beatrice: Honestamente, estoy un poco sorprendida, de hecho. Eso mejoró un poco mi opinión, supongo.
_Subaru: ¿Vuelves a quererme?
_Beatrice: ¡Subaru, últimamente me cuesta deducir lo que tratas de hacerme decir, de hecho!
_Subaru: Sólo quiero saber que me quieres.
La actitud de Beatrice ya lo demostraba más que suficiente.
Subaru le sonrió a la indignada y ruborizada Beatrice antes de mirar hacia atrás.
Como lo demostraba este lugar de parkour, parte del bosque había sido reconvertido en una pista de obstáculos para Subaru.
Nadie se quejaría de eso, ya que estaba en los dominios de Roswaal. Pero, después de haber visto lo fácilmente que Garfiel limpió la madera y construyó esto, Subaru tuvo que mantener a raya sus ganas de enviar a Garfiel a trabajar en construcción.
Garfiel era sorprendentemente hábil con las manos y se preocupaba por los detalles. Quizás su joven e imprudente talento florecería en más campos en el futuro.
_Subaru: De todos modos, supongo que terminamos aquí por hoy.
_Beatrice: Horyah, supongo.
Subaru atrapó la toalla que Beatrice le arrojó, y se limpió el sudor como lo hizo en el campo. Luego estiró las piernas, la cintura y el resto de su cuerpo. El viejo mundo le había inculcado la importancia de estirar, pero ahora que estaba ejercitando seriamente su cuerpo, realmente sentía los efectos.
No podía abrirse completamente de piernas, pero se había vuelto más flexible.
Puso el pie en un tronco de árbol cercano y estiró el cuerpo. Cuando se sentó y abrió las piernas lateralmente, Beatrice se puso detrás suya y lo empujó hacia abajo, permitiéndole llevar el torso más hacia adelante.
_Subaru: Terminé de estirar. Muy bien, volvamos a la mansión a descansar los dos acurrucaditos.
_Beatrice: Lo que sea, de hecho.
Antaño, él se habría ganado un insulto por ese comentario, pero Beatrice lo aceptó sin discusión. Ella ya se había acostumbrado a cómo la trataba Subaru, y a responder a ello.
Beatrice extendió su mano hacia Subaru. Él la aceptó y, tomados de las manos, comenzaron a salir del bosque.
_Subaru: Beako, ¿te estás conteniendo en el drenaje de maná? Se siente como si estuvieras tomando menos de lo normal.
_Beatrice: Al menos soy lo suficientemente considerada para tener cuidado cuando estás exhausto, supongo.
_Subaru: Vaya vaya, es increíble lo mucho que ha cambiado tu opinión en estas dos cortas horas. Pero no queremos que sufras por esto, vuelve a lo de siempre.
Subaru le sonrió amargamente a Beatrice y levantó sus manos unidas. Ella lo miró y suspiró. Inmediatamente, recibió la sensación habitual.
Beatrice estaba entrando directamente al interior de la puerta cerrada de Subaru. Ésta era la puerta trasera, dedicada a extraer el maná de Subaru, sin pasar por la puerta de entrada.
Ella era la única que podía usar esta puerta trasera, y era el salvavidas de Subaru.
Subaru abusó de su puerta y dejó de funcionar completamente.
Pero la pérdida de su puerta no impedía que su cuerpo generara pequeñas cantidades de maná.
En la actualidad generaba más y más maná, a pesar de la falta de una salida.
Si se dejaba así, el maná dentro de Subaru se volvería loco, y estallaría como una rana sobreinflada; así era como él lo entendía.
Pero dejando de lado si realmente iba a explotar, Beatrice le dijo que era peligroso. Puesto que el intercambio de maná requerido para preservar su contrato resolvía el problema simultáneamente, Subaru y Beatrice debían tener contacto físico al menos una vez al día.
Subaru estaba almacenando constantemente pequeñas cantidades de maná, y Beatrice necesitaba maná para funcionar. Su compatibilidad era excelente, tanto en términos de personalidad como de constitución.
Aunque,
_Subaru: Si pudieras drenar maná de gente aparte de tu contratista, fácilmente podríamos mantenerte en modo mega loli.
_Beatrice: No pienses en eso, supongo. Pensé que habíamos llegado a un acuerdo sobre eso hace mucho tiempo, de hecho. Y estás acumulando maná, aunque sea en pequeñas cantidades, supongo. Aunque sea menos que la lágrima de un gorrión.
Beatrice tenía una idiosincrasia en la que sólo drenaba el maná a su contratista.
Antaño, ella estuvo drenando maná de la gente en la mansión de Roswaal constantemente y al azar, pero aparentemente eso implicaba usar la Biblioteca Prohibida como intermediaria.
"La Biblioteca Prohibida fue preparada para mediar mi ingesta de maná, drenándolo de las entidades dentro de la mansión, de hecho."
_Petra: Justo me iba para buscarlos a los dos. Menos mal que nos encontramos en el camino.
Dijo Petra después de correr hacia ellos, sin aliento y con la mano en su pecho.
Subaru le dio a Petra, quien había crecido hasta llegar a la altura de su pecho, una palmadita en la cabeza como respuesta.
_Subaru: ¿Por qué tanta prisa? No íbamos a escapar. ¿Acaso acabas de sacar del horno unas tartas horneadas a la temperatura perfecta para nosotros o algo así?
_Beatrice: Entonces es perfectamente sensato que ella se apresure, de hecho. Ya que eso es increíblemente importante, supongo.
_Petra: ¡No! ¡No es eso! ¡Ustedes dos sólo lo dicen para fastidiar!
Mientras Beatrice asentía solemnemente, Petra hizo pucheros y apartó la mano de Subaru de su cabeza. Pero, cuando tomó la mano de él, ella se detuvo.
Mantuvo ese agarre en la mano de Subaru y, con las mejillas enrojecidas, continúo su encargo,
_Petra: Dejando las tartas a un lado por el momento, es otra cosa. La mansión ha recibido un invitado. Emilia-sama dijo que viniera a buscarlos, y...
_Subaru: Espera, Petra. Detente ahí mismo. Estoy teniendo un terrible presentimiento sobre esto.
_Petra: ¿Eh?
Claramente cauteloso, Subaru interrumpió a Petra.
Ella parecía sorprendida, pero Beatrice no.
Naturalmente, ya que Beatrice había sido testigo de las mismas cosas que Subaru, al haber estado juntos desde que se mudaron a la nueva mansión.
Habían pasado bastantes cosas desde el día en que salieron del Santuario hasta hoy.
_Subaru: Y el pattern de conversación es exactamente el mismo. Cuando tú apareces buscándome, o Frederica, o a veces Otto o Garfiel, siempre significa problemas. Ya he aprendido eso.
_Beatrice: Un invitado aparece repentinamente mientras Subaru está afuera... sin ninguna duda, esto es el pattern de la mala suerte que se acerca, supongo.
_Petra: ¡B-Beatrice-chan, estás usando las palabras que usa Subaru-sama…! ¡Subaru-sama, deje de enseñarle cosas raras!
_Subaru: El consenso de la mansión es que Beako hace lo que quiere. Pero, de todos modos, el invitado. Petra, diles que Beatrice y yo estamos ausentes por un dolor de estómago.
_Petra: ¡Ni-ha-blar! ¡Emilia-sama se enfadaría! Y no tengo ninguna razón para desobedecerla. ¡Vamos, en marcha!
Petra solía seguirle la corriente a Subaru siempre, pero vivir aquí la había llevado a oponerse a él cuando era necesario.
Sus manos agarraron el brazo de Subaru y lo jalaban, esforzándose a tope para llevarlo con ella. Mientras lo hacía, Subaru miró a Beatrice, aun tomando su otra mano.
_Subaru: Beako.
_Beatrice: Disfruta tu día, de hecho.
_Subaru: ¡Tú también vienes!
_Beatrice: ¡Ghhah, supongo!
Comenzó como una petición de ayuda, pero inmediatamente se transformó en un enrolamiento forzoso. Beatrice rápidamente intentó liberarse, pero Subaru mantuvo un fuerte agarre en su mano izquierda. Y su mano derecha también fue sujetada por Petra, dejándola doblemente sin escapatoria.
Con Subaru evitando la fuga de Beatrice, y Petra evitando la fuga de Subaru, el trío se aventuró hacia la mansión con esa absurda disposición.
_Subaru: Sé que es demasiado tarde para echar al visitante... pero eso me hace desear que nos lo hubieran dicho antes.
_Petra: ¿Quieres decir, tener un mensajero para los mensajeros? Pero entonces no sabríamos qué tanto deberíamos anticiparnos a ellos de antemano. Eso lo tengo claro.
_Subaru: Sólo digo que sería bueno para la salud mental y las relaciones de todos si hiciéramos algo al respecto. De todos modos, Petra, ¿sabes quién es el visitante de hoy?
Quien recibió al invitado fue Petra, Frederica o Ram. Una de las tres. Como Petra estaba aquí afuera llevando de regreso a Subaru, una de las otras dos estaría ocupándose del huésped.
_Petra: Mmm, bueno, en realidad no...
_Subaru: ¿No lo sabes? Quizá no viste su blasón, pero tendrías que haber visto al mensajero. Y aunque no lo hicieras, estoy seguro de que te habrían dicho algo cuando te dijeron que nos llevaras de regreso... 』
_Petra: Ellos tenían una prisa increíble, diciendo que el invitado era extremadamente importante. Pero no parecían importantes.
_Subaru: No se puede juzgar mucho por las apariencias de la gente. A veces hay niñas pequeñas con grandes rizos de taladro que también tienen poderes oscuros. Aunque parezcan sólo una loli con un vestido, en realidad dominan—
_Beatrice: ¡Cállate, supongo!
Beatrice fue quien canceló las bromas, dejando a Subaru en silencio.
Petra miró al silenciado Subaru, aún preocupado.
_Petra: Ya no juzgo a la gente por sus apariencias.
_Subaru: Eso es bueno, Petra. No sé qué pasó para cambiarlo, pero era importante que lo hicieras.
_Petra: Pensaba que el nuevo sirviente de ojos desagradables que vino a la aldea era un bicho raro… pero en realidad no lo es.
_Subaru: ¡¡Boomerang!!
Golpeado en un lugar que no esperaba, Subaru ladeó la cabeza hacia Petra. Aparte de sus primeras impresiones de él, lo que mencionó antes era importante.
Petra no juzgaba a la gente por su apariencia, pero aun así pensaba que este visitante era extraño.
_Subaru: ¿Y cómo es?
_Petra: Veamos... ¿un gatito?
_Subaru: ¿Un gatito?
La imagen de un espíritu gato gris, meneando su larga cola, le vino rápidamente a la mente con la palabra "gatito". Los sentimientos de Subaru hacia él eran complejos, y tendrían que hablar de varias cosas cuando regresase.
_Subaru: Tengo que preguntarle por su hija.
_Beatrice: Yo también pensé en Ni-cha, pero Petra seguramente lo ha visto antes, supongo. Así que no puede ser él, de hecho. Petra, ¿qué clase de gatito era, supongo?
_Petra: Es tan lindo cuando dices "gatito", Beatrice-chan.
_Beatrice: ¡PE! ¡TRA!
Le dijo Beatrice indignada a una burlona Petra.
Petra respondió "Lo siento, lo siento" despreocupadamente, y miró hacia arriba, pensativa.
_Petra: Supongo que no es realmente un gatito. No he visto uno antes, pero supongo que es un demihumano con apariencia de gato. Siempre pienso en Garfiel-nii-sama cuando pienso en los demihumanos.
_Subaru: Garf es mestizo, pero no tiene ningún rasgo demihumano evidente. Lo mejor que se puede lograr con una inspección más cercana es la intensidad de sus ojos.
Y también sus afilados caninos.
Según Garfiel, sus caninos siempre seguirán creciendo, como los incisivos de un roedor, y necesita masticar objetos duros para mantener su longitud y filo.
No era raro que Ram o Frederica se enojaran con él después de atraparlo masticando los pasamanos de la mansión.
_Subaru: Así que ha llegado un demihumano que sí parece demihumano. Si tiene rasgos de gato, probablemente sea un hombre-bestia, y conozco algunos.
Era normal en la Capital, pero Costuul también tenía muchos demihumanos con rasgos de bestias.
Un largo período de tiempo ha disuelto la discriminación contra los demihumanos en el dominio de Roswaal, un obsesionado por los demihumanos, haciendo de esta área una región más agradable para que los demihumanos vivieran en ella, o eso decía el camarero local con orejas de conejo.
Pero Petra, que pasaba su tiempo trabajando en la mansión e iba a la aldea de Arlam en lugar de a Costuul en sus días libres, naturalmente estaba menos familiarizada con ellos.
_Petra: Lo entiendo. ¿Entonces podrías mostrarme Costuul en mi próximo día libre?
_Subaru: Sí, claro. Estoy seguro de que podrás ir de compras y cosas así, y que quieres hacer tantos amigos como puedas.
Subaru le prometió eso sin pensarlo mucho, y Petra apretó su puño.
Beatrice sólo suspiró y le sonrío amargamente a Subaru.
_Subaru: Ya hemos llegado. De vuelta en nuestra amada morada.
Las puertas aparecieron ante sus ojos durante la conversación, y Subaru levantó sus manos, entrelazadas con las de las chicas. Ese gesto las obligaba a estirarse, pero él ignoró sus protestas y corrigió su propia postura mirando a la mansión.
Ésta era la nueva mansión que reemplazaba a la antigua que se quemó completamente. Su exterior tenía el mismo aire occidental que la anterior, y tenía un diseño similar.
Había un espacio entre las puertas delanteras y la puerta de entrada, con unos hermosos setos de jardín flanqueando el camino de grava. A la derecha había una fuente, mientras que a la izquierda continuaba un camino hasta el extremo lateral de la mansión, donde estaban aparcados los carruajes, y también contaba con establos para dragones de tierra.
La fuente estaba rodeada de flores de colores, y les rociaba agua todos los días a la misma hora. Una sección del jardín de flores albergaba el huerto de Subaru y Petra, lo que les permitía cosechar verduras frescas en temporada. Eran bastante bien alabados cuando la cosecha era abundante.
El grupo pasó por el jardín delantero y el camino de grava, conduciéndolos a unas grandes puertas dobles. La aldaba tenía la forma del emblema de la familia Mathers, utilizando el diseño de las aves rapaces, lo que daba la impresión de que ésta era la principal propiedad de los Mathers.
_Subaru: Noté un carruaje desconocido junto a los establos. Supongo que es del visitante.
_Petra: Es un carruaje de dragón, pero no estaba siendo tirado por nada como Patrasche-chan. No era un dragón, era más bien un perro grande.
_Subaru: Tirado por un perro grande... en realidad, tal vez sea...
Pensando en su bestiario mental, Subaru obtuvo una pista de la identidad del visitante. Pero antes de poder alcanzar una respuesta definitiva, la solución terminó encontrándolo.
Es decir,
_???: ¡Oh! ¡Onii-san, cuánto tiempo~! ¿¡Has estado bie~n!?
Una voz estúpidamente alegre y aguda llegó corriendo a Subaru, sorprendiéndole mientras abría la puerta. Petra dejó salir una sonrisa forzada, y Beatrice apretó ligeramente la mano de Subaru. Con estas reacciones en el rabillo del ojo, él miró hacia adelante a la figura que se dirigía hacia él.
Ella era pequeña.
Era más baja que Petra, pero un poco más alta que Beatrice. Es decir, que tenía la estatura de un niño, pero quizás ella nunca crezca más que esta estatura.
Su cuerpo estaba cubierto de pelo corto y anaranjado, y sus orejas de gato eran adorables. Sus ojos rebosaban curiosidad, y su ruidosa boca se curvaba traviesamente. Su trenza larga y anaranjada era muy femenina, y su túnica blanca perfectamente ajustada la hacía ver aún más linda.
Era una gatita bípeda y, en cierto sentido, el sueño de un amante de los gatos.
Una chica con rasgos de gato — y alguien que Subaru ya conocía.
_Subaru: ¡Mimi! Cuánto tiempo. ¡Estás tan llena de energía como siempre!
_Mimi: ¡Sip! ¡Eso mismo! ¡Estoy superllena de energía! ¡Tú sí que sabes, onii-san! Incluso he crecido y ahora soy una adulta. ¡Ejem!
Mimi se puso la mano en la cadera, sonriendo jactanciosamente mientras su cola se mecía de un lado a otro.
Ella parecía sólo una chica animada y enérgica, pero en realidad era la segunda al mando de la compañía de mercenarios Colmillo de Hierro, con una considerable destreza en la lucha y muchas otras sorpresas.
Una vez ayudó a Subaru en la lucha contra la Ballena Blanca y contra Petelgeuse, y compartía su tendencia a ser empalagoso y familiar con cualquiera, lo que tal vez la convertía en la mejor amiga que él mismo hizo durante todo ese asunto.
Por cierto, Colmillo de Hierro era básicamente el ejército privado de la oponente política de Emilia, Anastasia Hoshin, así que ella era una enemiga por eso.
Pero ser hostil hacia Mimi no tenía ningún sentido.
_Subaru: Gracias por venir hasta aquí. Bien, las presentaciones. Esta linda sirvienta es Petra. Es una sirvienta todopoderosa que trabaja en nuestra mansión. Y esta descaradamente cautelosa loli es Beatrice.
_Mimi: ¡Okey! ¡Entendido! ¡Ella es la bebé de Subaru y la sirvienta Petra! ¡Vale! ¡No lo olvidaré!
_Beatrice: ¡S-Siento que me está recordando por cosas horriblemente inapropiadas, de hecho...!
Beatrice estaba temblando, escondida parcialmente detrás de la espalda de Subaru. Parecía que le tenía miedo a Mimi y lo implacablemente atrevida que era.
Pero Mimi se zambulló sin piedad hacia ella,
_Mimi: ¿Qué? ¡Nunca serás tan grande como yo si te encoges así! ¡Vamos, sal de ahí, sal de ahí!
_Beatrice: ¡Qu, no, ua, detente, supongo! ¡A Betty no le importa ser pequeña, y tú eres demasiado pequeña para decir eso, de hecho!
_Mimi: Juju, escuchen a la novata. ¡Soy enorme por dentro, así que mi exterior me alcanzará en poco tiempo! ¡El Jefe lo dijo!
_Beatrice: ¡Tonterías, supongo!
Mimi sacó a Beatrice hacia el frente, maltratándola por completo.
Beatrice miró a Subaru para suplicarle su rescate, pero él disfrutaba viéndola ser tímida mientras hacía amigos, y simplemente la vigilaba con una mirada paternal.
_Petra: Emm, Subaru-sama. Beatrice-chan te está mirando con verdadero terror.
_Subaru: La gente madura luchando contra sus debilidades. Beako es un poco demasiado reacia a las cosas nuevas, así que es mejor que empiece a desarrollar una mentalidad desafiante ahora. Veámosla en silencio, mamá.
_Petra: M-Mamá... E-Entendido.
Subaru percibió su propio error al ver a Petra sonrojarse y callarse. Pero corregirlo sería un lío, así que decidió dejarlo así.
De nuevo, prestó atención a Mimi, quien bailaba en círculos alrededor de la habitación sujetando fuertemente las manos de Beatrice.
_Subaru: Entonces, si tú estás aquí, eso quiere decir que los demás... ¿están contigo tus hermanos o Ricardo? Además, preferiría que el maldito de Julius no se presentara sin cita.
El Caballero de Anastasia, Julius Euclius, tenía una relación muy complicada con Subaru. Subaru dudaba de que pudiera ser sincero con él aunque lo viera cara a cara.
Subaru sabía que tenía problemas para tratar con Anastasia, pero ella era preferible a tratar con Julius.
Pero Mimi hizo a un lado las preocupaciones de Subaru con un movimiento de cabeza.
_Mimi: Nop. Ni Hetaro, ni Tivey, ni el Jefe, ni Julius, ni mi Señorita están aquí. ¡Sólo yo! ¡Estoy aquí por mi cuenta! ¡Ejem!
_Subaru: Eso es impresionante y todo, pero... ¿entonces para qué has venido?
_Mimi: Pue~s… ¡eso, ya me acuerdo!
Mimi ladeó la cabeza, antes de lanzarse sobre Beatrice. Sin prestarle atención a Beatrice, quien se apresuraba a sacársela de encima, Mimi mostró una sonrisa radiante,
_Mimi: ¡A invitarte a una fiesta! ¡Mi Señorita dijo que pasáramos el rato! ¡Así que he venido para invitarlos! ¡Estoy superemocionada! ¡Super! ¡Emocionada!