Ram: Mis disculpas por esto ahora que está motivada, Emilia-sama, pero Garf entrará primero a la Tumba.
Fue lo primero que dijo Ram al terminar su conversación y al reunirse con el grupo junto a Garfiel.
Los ojos de Subaru se abrieron más, Emilia y Otto también estaban muy sorprendidos.
_Subaru: Garfiel tomará la Prueba… ¿En serio?
_Ram: Tan serio como la seriedad misma. ¿Verdad, Garf?
Ram asintió y miró hacia Garfiel, quien estaba a su lado.
La diferencia de estatura entre ellos no era mucha, siendo Garfiel ligeramente más alto que Ram. Él deslizó los dedos por su propio cabello, teñido con sangre seca, y alejó su mirada para evitar intervenir en la conversación.
Ram lo tomó de la oreja y tiró de ella.
_Ram: ¿Estás escuchando, Garf? Qué descarado tienes que ser para ignorarnos.
_Garfiel: ¡Auahg! ¿¡Adduhd!? ¡Oye Ram! ¡Mis asombrosas orejas apenas se aferran a mi cabeza ahora mismo! ¡'Stán a punto de caerse… ya 'stán sangrando!
_Ram: Parece que la introspección que tuviste luego de la paliza que te dimos no parece estar funcionando. Debo mencionar que aún nos queda Emilia-sama en nuestro lado, quien no ha agotado su energía en lo más mínimo. ¿Entiendes lo que te pasará si te rebelas?
_Emilia: Y-yo… no pensaba hacer nada violento...
Todos estaban ahogándose en heridas y al límite del agotamiento — excepto Emilia, quien no había participado en la batalla y estaba en plena forma.
Recientemente habían dado fin a la batalla cuyo único punto era evitar que Emilia se involucrara, pero aun así Ram no dudó en usarla para hacer amenazas. El carácter implacable de Ram era de temer.
_Garfiel: Lo-en-ti-en-dooo. Si empezamos a luchar aquí de nuevo mi asombroso ser no ganará. La Protección Divina de los Espíritus de Tierra me ha regresado mucha de mi fuerza… pero no sería suficiente para una batalla.
_Subaru: Es un alivio escuchar eso. De verdad preferiría no tener más enfrentamientos directos contigo. Pensé que iba a morir. Estás en segundo o tercer lugar en los marcadores de este mes.
_Otto: Natsuki-san, ¿de cuántas carnicerías has salido moribundo? Aunque tengo miedo de escuchar la respuesta.
Subaru recordó su enfrentamiento con Garfiel y tembló. Otto se imaginó la atrocidad de la escena y también tembló.
Este evento estaba posicionado en segundo o tercer lugar en sus experiencias que lo acercaron más a la muerte — pero considerando que de hecho sí había muerto, quizás el nivel de riesgo al que se enfrentó esta vez realmente no era tan peligroso.
_Garfiel: ¿...Cómo 's que mi asombroso ser es el segundo o tercero?
_Subaru: Bueno, es que esa es tu posición. Segundo o tercero... más o menos. Si llevamos esto afuera tal vez subas de puesto.
_Garfiel: ¡Ja! No morderé tu anzuelo. Es como dicen: siempre hay un derideride a la sombra de una buena historia.
Garfiel dejó pasar el desafío de Subaru mientras se acariciaba la cicatriz de su frente con los dedos.
Sus afilados ojos dorados miraron hacia lo que había detrás de Subaru y los demás. — Hacia la tumba.
_Garfiel: Engatusar y hacer uso de la fuerza… aún no puedo creer que usaste ambas. Ahora me toca tratar de ver las cosas como tú, y decidir.
_Emilia: ¿Qué vas a decidir?
Emilia le preguntó tranquilamente a Garfiel.
Él la miró. Ella lo miró directamente.
Ésta podría ser la primera vez que se miraron seriamente en este Santuario.
Emilia recibía la mirada terriblemente violenta de Garfiel, sin embargo, sus ojos amatista no vacilaron en absoluto.
Quizás habiendo visto algo en los ojos del otro, ambos sonrieron.
Garfiel chasqueó sus colmillos, mientras los dedos de Emilia tocaban su propio pecho, hasta que pareció recordar algo y se detuvo.
Viendo esto, Garfiel puso su mano sobre su herido hombro izquierdo.
_Garfiel: ¡Ngh, hah…!
El cristal azul que sobresalía de su hombro salió con un sonido similar al de una salpicadura.
Aunque comenzó a sangrar, forzó el flujo a detenerse tensando los músculos. Los ojos de Emilia se abrieron más al mirar el cristal removido de su hombro siendo lanzado hacia ella.
_Emilia: Ah, oh...
_Garfiel: Sólo tómalo. Probablemente sea mejor que seas tú quien se quede con 'sta cosa.
Emilia atrapó el cristal enseguida, mirándolo mientras Garfiel hablaba con franqueza.
Ella aceptó las declaraciones de Garfiel mientras el brillo del cristal en sus manos la hizo tragar saliva.
El cristal brilló tenuemente, parpadeante, casi parecía que estaba emocionado de que Emilia lo atrapara.
Subaru se cruzó de brazos mientras veía desde uno de los lados. Él no ha cambiado nada aunque no pueda hablar, pensó.
_Emilia: Gracias, Garfiel.
_Garfiel: Desde mi punto de vista sólo me he arrancado algo que me parecía molesto. No hay razón para agradecerme.
Garfiel miró hacia el cielo sin una razón en particular.
Tonos anaranjados comenzaron a cubrir el panorama, dándole la bienvenida a la noche. Poco después, la Prueba estaría lista para comenzar.
_Garfiel: —Voy a asegurarme. De si mi asombroso ser está equivocado, o si tú lo estás.
Los hombros de Garfiel cortaron el viento mientras se daba la vuelta.
Dirigió su camino hacia la Tumba — aquel lugar de pesadilla que había grabado abominables recuerdos en él durante su niñez.
Luego de todo este tiempo, ¿qué es lo que vería ahora?
_Subaru: Ey, Garfiel.
Un llamado que venía desde atrás detuvo al supuestamente decidido Garfiel.
Chasqueó su lengua y miró detrás de él, para encontrarse con que fue Subaru quien lo llamó, con su mano levantada.
_Garfiel: ¿Qué?
_Subaru: Es decir, no estoy tratando de aguarte la fiesta ni nada. Pero, dado que aún sobra tiempo antes de que la Prueba comience...
Habiendo aguado completamente la actuación de Garfiel, Subaru se rascó la cabeza.
Parecía que le estaba costando decir algo. Garfiel chasqueó sus colmillos para apresurar a Subaru. Él suspiró.
_Subaru: Por favor, al menos vístete. Tan sólo traes un taparrabos que se caerá en cualquier momento, hay un límite para la vulgaridad y acabas de cruzarlo.
Un estilo barbárico con una brisa cosquilleando su entrepierna.
Una vena sobresalió de la frente de Garfiel. Ram dio un suspiro de asombro.
_Ram: Qué incidente tan vulgar.
※ ※ ※ ※
— Luego de haberse vestido y entrado a la Tumba, Garfiel percibió en el aire que cumplía con las calificaciones para la Prueba.
El aire era húmedo dentro de aquella estructura de piedra. Soplaba una brisa fría que llevaba consigo el aroma a polvo, haciendo que Garfiel gesticulara una mueca. Su nariz era demasiado efectiva, y el hedor del espacio cerrado era un ataque a sus sentidos.
_Garfiel: No quiero 'star aquí por demasiado tiempo.
Su murmullo hizo eco por todo el pasillo. No hubo respuesta.
Sintió terreno sólido bajo sus pies mientras se adentraba cada vez más en las profundidades de la Tumba.
Garfiel notó que sus latidos se habían acelerado sin que se diera cuenta.
Cuando desafiara la Prueba, vería las consecuencias. Estaba listo para ello. Pero, aun así, no podía calmarse; porque estos recuerdos evocaban en Garfiel un intenso e inamovible terror.
Experimentarlo de nuevo hará que algo cambie, le insistió su corazón.
¿Qué rayos cambiaría en Garfiel al presenciar esa calamidad otra vez? Para empezar, él ni siquiera lo había olvidado ni por un instante.
El vívido recuerdo había sido grabado en su mente muy profundamente.
¿Qué conseguiría viéndolo otra vez, aparte de intensificar su trauma?
_Garfiel: ...Patético. 'Stoy aquí porque eso 's lo que quiero comprobar.
Garfiel se burló de sí mismo que insistía en huir expresando algunas frases con una lógica sostenible.
Era una actitud de nenaza que daba la razón a los regaños y burlas de Ram. Él nunca había querido saber o darse cuenta de que era semejante cobarde.
— Pero, si él era la clase de hombre que se sometía a la debilidad y a ser nenaza, ¿qué se suponía que tenía que hacer?
_Garfiel: —
Sus pies se detuvieron sobre el camino de piedra. Concentró su atención sobre el suelo que había debajo de él.
Una cálida ola de poder subió desde sus pies, el regalo de la tierra para Garfiel, la Protección Divina de los Espíritus de la Tierra.
Aunque estuviera herido, brutalizado y exhausto, el mero contacto con el suelo era suficiente para restaurar el cuerpo de Garfiel, su fuerza aumentaba.
No importaba su estado momentos después de su derrota; ahora que había descansado un poco, estaba al 40% de su máxima capacidad. Debería ser capaz de destruir la Tumba si quisiera.
Y ni siquiera Subaru, Ram o los demás podrían detener la destrucción de Garfiel. Eso eliminaría por completo la razón de sus arduos esfuerzos en derrotarlo. Él podría hacerlo, ahora mismo.
¿De verdad fueron tan estúpidos como para no considerar eso?
_Garfiel: Malditos idiotas.
Por supuesto que lo consideraron.
Ignorando a Emilia, que seguramente desconocía el concepto de "dudar de la gente", y a Otto, a quien probablemente le faltaban algunos tornillos; Subaru y Ram sin duda alguna no pasarían por alto esa posibilidad.
Ellos pensaban que, incluso si Garfiel recuperaba su fuerza, no destruiría la Tumba.
Garfiel no sabía si ellos pensaban que él era demasiado cobarde para hacerlo, o si simplemente confiaban en él.
¿Vendría esta respuesta también luego de vencer a la Prueba?
_Garfiel: ...Estúpidos.
Con eso, Garfiel siguió caminando.
Pensar en cosas complicadas no era su especialidad. Su falta de capacidad para usar la cabeza era idéntica tanto en la vida diaria como durante la batalla. Aun así, ponía a trabajar a su cerebro frenéticamente porque alguien se lo dijo hace mucho tiempo.
« Ram: Piensa más mientras luchas, Garf. Me haría feliz que lo hicieras. »
_Garfiel: —eh.
Recordó quién le dijo que viviera pensando.
Lo cual era la razón por la que él había permanecido obsesionado con esa idea con tal seriedad y sinceridad.
La persona que le había dicho a Garfiel que pensara mientras peleaba acabó siendo la misma que le informó que peleaba mejor cuando no pensaba. Rayaba lo absurdo.
_Garfiel: Pero qué disparate, oye… ¿eh?
Inconscientemente, una sonrisa brotó de su interior.
Justo cuando intentó ocultar esa sonrisa, Garfiel encontró el final del pasillo.
Un espacio rectangular le dio la bienvenida. La habitación de la Prueba.
Luces pálidas y fantasmales iluminaron la cámara desde la oscuridad. Garfiel se adentró, su nivel de estrés por alguna razón se había apaciguado, y miró hacia la puerta de piedra en el fondo de la habitación.
Esta puerta se abriría cuando las tres Pruebas hayan sido superadas. Aunque él no sabía si eso era verdad, ya que nunca antes la ha visto abierta. Tampoco había indicador alguno de lo que había en su interior.
Si permanecía ahí y esperaba, la Prueba comenzaría.
_Garfiel: — ¿Eh?
Garfiel se cruzó de brazos, aburrido mientras le daba un vistazo a la cámara, hasta que sus cejas se levantaron. La visión nocturna de Garfiel percibió algo extraño en la habitación.
Hizo un esfuerzo con sus ojos para intentar confirmar lo que era, y—
—Primero, deberás enfrentar tu pasado.
Una voz.
Al instante, su visión comenzó a desenfocarse, su conciencia se desvanecía.
El pasado, había llegado.