Capitulo 24 - Pasando el rato

Demon: De que clase de favor estamos hablando exactamente? - Le pregunto un poco cauteloso.

Anciana: Nada demasiado especial, solo quiero que en uno de tus futuros viajes te lleves a Marcus y Alice contigo para que puedan ganar experiencia... - Me dice ahora en serio, haciendo que los 2 empiecen a protestar.

Pero antes de que los 2 puedan decir una palabra más, saco 200 de oro de la bolsa y salgo de la tienda, dejando a la anciana aturdida.

Demon: Si hombre, encima voy a tener que aguantar yo a 2 magos de nivel bajo. - Pienso mientras salgo de la tienda sin esperar una respuesta.

Alice: Maestra, porque nos tenemos que ir, ya no nos quieres como estudiantes? - Dice Alice indignada.

Marcus: Eso es Maestra, porque tendríamos que ir con un extraño a ganar experiencia, llévanos con usted. - Dice Marcus para apoyar a Alice.

Anciana: No tenéis ni idea de la oportunidad que os acabáis de perder, si no me equivoco ese chico tiene que tener como mínimo el nivel de gran mago ya que no puedo sentir el limite de su mana, yo misma soy un gran mago pero ya estoy mayor como para llevaros por ahí a ganar experiencia y pronto necesitareis abandonar el nido y buscar vuestro propio camino. - Dice la anciana a sus discípulos mientras suspira y sube de nuevo al segundo piso.

[Fuera de la tienda]

Demon: Ahora recuerdo porque odio ir de compras. - Digo entre suspiros mientras miro el sol que ya empieza a ponerse.

Recordando todo lo que a pasado hoy, la reunión con Logan, la llamada de Jaina dándome malas noticias y ahora de compras una anciana me quiere endosar a sus estudiantes, que bonito día.

Demon: Yo he deseado venir aquí para explorar el mundo, no para que me pegue la realidad una detrás de otra, si lo llego a saber, me iba al mundo de Toriko y me pasaba el día comiendo. - Pienso mientras cada vez me pongo de más mal humor.

Maldiciendo todo lo que me a pasado el día de hoy, llego a la posada que esta tan calmada como siempre, recibiendo un saludo por parte de Penny y Lucy y subo a las 3 planta con la ayuda del ascensor.

Dejando todas las bolsas llenas de ropa en la habitación, vuelvo a salir de la posada rumbo al distrito de mercaderes en busca de algo para cenar.

[En el distrito de mercaderes]

Dando una vuelta por el distrito de mercaderes mirando restaurantes, no puedo evitar decantarme por el restaurante en el que comí la ultima vez, ya que es el que se ve más elegante, al menos por fuera.

Al llegar al restaurante, veo que hay una pequeña cola en la entrada, pero da la casualidad de que en la puerta anotando el orden de la gente se encuentra Cintia, la camarera que me atendió la ultima vez que comí aquí.

Cintia: Ya puedes pasar, por favor disfrute de la comida. - Dice Cintia al primero de la cola.

Demon: Cintia, cierto? Podrías darme una mesa en el segundo piso para cenar? - Le pregunto al llegar a su lado, haciendo que esta se sorprenda.

Cintia: Usted es el estimado mago que vino el otro día, cierto? Seria un honor por parte de nuestro restaurante poder tratarlo. - Dice Cintia haciendo una medio reverencia, haciendo que la multitud se sorprenda, ya que no me pueden reconocer.

Asintiendo con la cabeza, sigo a Cintia al segundo piso el cual esta igual de vacío que la ultima vez que vine, alguna mesa ocupada aquí y allá pero no demasiada cosa, creando un ambiente agradable para cenar tranquilo.

[Fuera del restaurante]

Persona random: Eyy, sabes quien era esa persona? - Murmura un chico a su novia.

Novia random: No lo conozco, pero tiene que ser alguien importante. - Le responde entre murmullos.

Si ahora alguien observara a la multitud, se daría cuenta que todos estaban igual que la pareja.

[En la segunda plante]

Demon: No tienes que ir a atender la entrada, Cintia? - Pregunto a Cintia que se a quedado para poder atenderme.

Cintia: Una compañera mía se esta encargando de esto ahora mismo, tengo que agradecerle por eso, ya que personalmente disfruto mucho más atendiendo a clientes que quedarme fuera recibiéndolos, aunque es una tarea igualmente importante. - Me responde.

Demon: Es así... bueno entonces me gustaría ver que me recomiendas, ya que ahora no me apetece algo en particular. - Le digo.

Cintia: Que recomiendo yo? En ese caso creo que debería prestar especial atención a la mariscada local, todos los cangrejos y peces que lleva son frescos, los mejillones también están cuidadosamente seleccionados. - Me responde de inmediato, como si ya tuviera este posible escenario en mente.

Demon: Entonces creo que seguiré tu consejo, me podrías traer algo de pan de mientras para pasar el rato? Y un poco de vino si es posible. - Le digo mientras cierro el menú y se lo entrego.

Cintia: Enseguida. - Dice seguida de una medio reverencia para después alejarse de mi mesa con elegancia.

A partir de este momento, la cena transcurre sin problemas, según voy cenando, las estrellas van saliendo y las calles se empiezan a vaciar de gente, lo único que se puede apreciar en el distrito comercial es la música de los bares y el olor a alcohol que desprenden, los jóvenes que van en grupo por las calles mientras hablan tranquilamente.

Demon: Que ambiente tan agradable. - Pienso mientras me tomo el postre con calma en el segundo piso y disfruto de los diferentes personajes que aparecen por la calle, que si una discusión de pareja o alguien que a bebido más de la cuenta y monta un escandalo, una noche normal se podría decir.

Mientras estoy disfrutando del postre y el ambiente, escucho unos pasos acercándose a mi mesa.

Cintia: Estas disfrutando del postre? - Me dice con su típica sonrisa.

Demon: Esta delicioso y el ambiente hace un acompañamiento perfecto, en lo que a mi respecta, daría un 9 sobre 10. - Le digo tranquilamente.

Cintia: Un 9 sobre 10? Que es lo que faltaría para llegar a ser de su agrado? - Me pregunta un poco curiosa, pero rápidamente se decepciona al no obtener una respuesta satisfactoria.

Demon: Creo que eso me lo voy a reservar para mi mismo. - Le respondo con una sonrisa.

Dando por terminada la cena, pago y salgo del restaurante para pasear de regreso a la posada.

Pero mientras veo la risa de la gente y el ambiente de la ciudad, no puedo evitar sentir un poco de pena por el ambiente de luto que llegara en unos días tras la muerte del rey que arrojara un cubo de agua a esta cálida ciudad.

Después de estar satisfecho con el paseo, empiezo a volar hacia la posada para descansar y poner fin a este día.