Afortunadamente, Jia y sus amigas lograron asegurar la barricada. El grupo de mayores estaba dos filas detrás de ellas, causando que Bora se burlara.
Aunque Jia era indulgente, Bora no lo era.
Al final, recurrió a medios físicos y tropezó a una de las chicas para que no pudieran correr hacia la barricada.
Cuando la multitud comenzó a asentarse, Jee Haemin emergió con una sonrisa carismática, sus ojos destellando con confianza. La multitud estalló en vítores, cantando su nombre al unísono. Jee Haemin alzó sus manos, señalando a la multitud que se calmara.
—¡Hola, increíbles fans! —exclamó—. ¿Están listos para el último enfrentamiento, donde los ídolos lucharán para ser coronados el Rey de Reyes?
El rugido de la multitud se intensificó, afirmando su entusiasmo. Jee Haemin se rió entre dientes, disfrutando de la energía en el estudio.
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