webnovel

Cartas a Romeo.

``` —Solo bastó con romper una regla que no se suponía que debía —Él era el chico malo con tatuajes. Ella era la chica buena con gafas, y ella era suya. —Cuando Julianne Winters decide mudarse al dormitorio de la prestigiosa Universidad, ella tiene todo planeado para poder terminar su graduación y dejar el lugar. Pero su plan comienza a incendiarse desde el momento en que la mirada de Roman Moltenore de último año se posa en ella. Y su apariencia no grita nada más que PROBLEMAS. —¿Qué reglas? —preguntó Julianne con el ceño fruncido mientras leía la página. Estaba segura de que no había visto ninguna regla del campus mencionada en su sitio web. # 4. Prohibido usar teléfonos móviles. # 12. Los estudiantes no deben deambular fuera del campus después de las once de la noche. Cuanto más leía, más extraño resultaba ser. Su amiga pasó la página y luego señaló la última regla # 29. Escucha a Roman Moltenore. —Esto está inventado. Mira, la última incluso está escrita a lápiz —Julianne no podía creer que su amiga del dormitorio de al lado pensara que caería en eso. ¿Y sin teléfono? —Es importante que cumplas con todas las reglas. Especialmente con la número veintinueve —dijo la chica con tono serio—. Recuerda no involucrarte con Roman. Si llegas a verlo, corre en la dirección opuesta. Hay una razón por la que está escrita aquí. Con las reglas del campus, ella recurre a enviar cartas manuscritas a su tío. ¡Pero quién iba a saber que terminarían en manos de alguien más! ```

ash_knight17 · 奇幻言情
分數不夠
332 Chs

Atrévete en la Fogata

El cielo sobre los terrenos de Veteris estaba despejado, la luna lista para convertirse en llena la próxima noche y la brisa llevaba un susurro que era difícil de entender. Las únicas personas que caminaban por los terrenos eran los patrulleros nocturnos, asegurándose de que los estudiantes traviesos no rompieran ninguna regla y se metieran en problemas. 

Aunque el campus tenía electricidad, había faroles de vela donde las lámparas habían sido encendidas, haciéndolo parecer como si estuvieran de vuelta en el tiempo —un sutil recuerdo de cuando este lugar todavía era un pueblo hace más de un siglo. 

Las luces de los edificios habían sido apagadas, así como la biblioteca. Román estaba sentado en un banco con dos libros que estaban abiertos uno encima del otro. Pasaba las páginas, sus ojos rojos moviéndose de una línea a otra. 

—No esperaba verte aquí a esta hora —vino la voz desde el otro extremo del corredor. 

鎖定章節

在webnovel.com支援您喜歡的作者與譯者