Alice miró sus piernas expuestas, largas y esbeltas llenas de pequeños rasguños. Recordó las palabras de Calista quien descaradamente le había dicho ---" muestra algo de piel mujer" Sonrió resignada mientras agitaba su cabeza . Decidió entonces retirar el buzo holgado de Mr. Desconocido, la prenda húmeda y sucia solo provocó en ella un suspiro, buscó así en el ropero algo no tan llamativo, encontró un camisón blanco y algo corto con un encaje simple en las mangas y un escote no tan pronunciado, mientras se cambiaba observó nuevamente sus rodillas, allí estaban las heridas que se había provocado y colgando de una de ellas estaba la curita que aquel joven le había puesto. Frunció el ceño, torció y mordió sus labios para evitar nuevamente un suspiro.
--- Todo parece una maldita pesadilla... El suspiró simplemente salió.
Caminó hacia la ventana, oscureció rápidamente, subió su vista y pudo observar la luna llena que comenzaba a iluminar el espeso bosque. Era una luna sobrenatural, impactante, de un color naranja brillante, la luna por sí misma le ofrecía la sensación de habitar en otro mundo, luego se concentró en el exterior pero el ulular del viento y el aullar de los lobos no era nada agradable. Con rapidez y miedo cerró las cortinas, debía encontrar algo prontamente, algo que le ayudara a sentirse a salvo.
Las cortinas eran más como un velo que dejaban traslucir la luz del exterior, dentro de la cabaña las sombras de los objetos proyectaban imágenes confusas y aterradoras. Alice, sencillamente respiraba profundo, no podía perder la calma, ella por lo general no era de personalidad histérica, siempre hacia gala de su carácter racional y la fantasía la dejaba como producto de la imaginación de los hombres que buscaban en las historias una forma de recreación.
Cerró sus ojos con frustración y tomó aire, recordando en es ese momento las palabras que su madre le repetía cuando era niña mientras veía televisión y se dejaba impresionar por las escenas de Zombies, muertos, persecuciones, bombas, dragones, súper héroes, en fin, todo lo que la digitalización y el trabajo de mentes que iban desde lo creativo y lo fantástico a lo más perverso pudieran recrear. Si yo de 6 años trajo una conversación
--- "Mamá, ojala los Zombies no vengan por nosotras"
---- ¿Zombies?
--- Sí en la televisión mostraron a los Zombies, no me gustan.
--- ¡Ah! otra vez tu tío mirando delante tuyo programas que no son para tu edad.
--- Mamá pero los Zombies comen gente, yo no quiero que te coma un zombie.
--- No, Alice, los Zombies no existen , todo lo que sale en la televisión son historias producto de la imaginación del gente que busca entretener a los demás. Nada es real, excepto las noticias y eso... algunas son aún más inventadas.
Definitivamente la madre de Alice no confiaba en la credibilidad de los medios de comunicación.
--- ¿En serio? ¿Todo es inventado ?
--- Sí, si lo es. Sólo que algunos tienen la imaginación tan fea que crean cosas horribles para asustar a los ingenuos, a los tontos y a las niñas lindas como tú. No les hagas caso.
Esa vez Alice no quedó del todo convencida, la realidad de las imágenes era tan creíble que le costaba a tan temprana edad diferenciar lo real de lo irreal. A medida que pasaba el tiempo y crecía más dejó de prestarle tanta atención a las historias fantásticas, simplemente comenzó a darse cuenta que los problemas de la realidad eran mucho peores que un posible apocalipsis zombie, y que las noticias y lo que ocurría a diario era más perverso que la imaginación corrupta de un productor que buscara rating; la vida estaba llena de masacres, violaciones, vejámenes, corrupción a diestra y siniestra. Era más sensato y más saludable ver como se desataba el apocalipsis zombie, que escuchar de las guerrillas y las masacres.
Así Alice regresó a su "nueva" realidad, una realidad que le quedaría más al mundo del cine, lo único positivo que veía era no escuchar las noticias sensacionalista y aberrantes, tal vez no habría rating pero nada le garantizaba que un muerto viviente no atravesara esa puerta.
--<No que te gustaba estar sola Alice...>
La ironía cruel de su pensamiento le hacia sentir que su comportamiento había sido un tanto egoísta ¿Pero qué le garantizaba e ella ahora su bienestar?
<Sin duda yo misma>.
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--- ¿Señor? ¿Señor ? ¡Ah! no responde .
El sudor era abundante, leves convulsiones agitaban partes de su cuerpo.
Johnny no hallaba que hacer, sentía frustración porque de cierto modo siempre le fue incomodo ver morir a alguien, las cruzadas no lo curtieron lo suficiente, ya que siempre buscaba como escabullirse y lograr salir a salvo.
---Se tiene que recuperar, cavar tumbas es muy agotador.
Johnny no hizo más, cubrió al hombre con ramas, lo protegió de la posible lluvia y luego subió a un árbol frondoso donde pudiera observarle, allí se amarró para no caerse en caso de dormirse. Él era un experto, solía hacer guardia de esta manera, por lo general no lo detectaban y podía estar alerta.
Una charla unilateral y un asado no eran suficiente para confiarse.
--- Que descanse amigo.