La noche llegaba nuevamente y atraía con ella los sonidos del bosque, los insectos y el ulular del viento en ocasiones eran confundidos con la voz de una seductora y aterradora mujer.
Esas noches en particular no permitían un sueño tranquilo, además en la memoria de la tropa estaba el recuerdo de la sangrienta noche anterior, el festejo solo fue el prologo de la carnicería y la ira del hechicero. Nadie se atrevió a musitar palabra alguna, el silencio incomodo solo los ponía más nerviosos a todos.
Finalmente Elrick solo decidió lavar su cuerpo, ocuparse de sus heridas para darse cuenta que su pecho tenía una telaraña de venas palpitantes, un mancha oscura lo rodeaba y la sensación de vacío lo rondaba por dentro.
Algo más se había perdido, no sabía qué, sencillamente al tocar su pecho, recordó la mano de su amada cuando lo acariciaba con sutil intimidad. Suspiró, pues la tristeza de su alma lo devolvió a aquella maldita noche.
Elrick, quien no dejaba de mirar al horizonte con cierta tristeza. Bajó su mirada y tomó su rostro con ambas manos.
--- ¿Por qué ahora?...¿Por qué ahora vienes a mi mente?
No había dejado de amarla, no había podido superar su pérdida aún después de tantos años, tal vez 20, más, menos, ya había perdido la cuenta.
Se dispuso a descansar y cerrar sus ojos pero su mente todavía seguía activa
Recordó como en aquel entonces la brisa corría por su rostro mientras sus zancadas se hacían largas, observaba a su alrededor como si el espacio fuera en cámara lenta y él fuera tan rápido y el tiempo se detuviera, pero no era así, más bien su desesperación engañaba su mente, deseaba volar, abandonar su cuerpo y llegar muy rápido.
Cada paso recorrido lo transportaba a la escena de cuando la había conocido.
Allí estaba ella, el ser más hermoso que había visto en el mundo, sus cabellos rojizos largos y ondulados destacaban entre el verde del bosque, ni siquiera la más bella flor tenía tanto color como las mejillas de esa dama. Elrick quedó mudo, ella parecía una princesa suave y débil.
Había ido allí para cazar algo de carne y lo que encontró fue toda una sorpresa.
Al verlo, ella se asustó, su mirada estaba perdida y desorientada, se tomó la cabeza y lo primero que salió de su boca fue una frase desconcertante
--- ¿Quién soy yo?
Elrick no comprendió las palabras de la bella y joven mujer cuya apariencia no reflejaba más de 18 o a lo mucho 19 años, ella no parecía reconocer el mundo.
Aturdida no hallaba que hacer, lo miró con temor, sorpresa, pena, tristeza, el sin fin de expresiones solo la hacían lucir más hermosa y deseable.
---¿Quién eres? Preguntó con suave voz la dama de cabellos de fuego y ropas vaporosas.
Elrick quien quedó con la boca abierta, solo atinó a secar la baba que rodaba por su mejilla, movió y aclaró su garganta al tiempo que decidió de la manera más inmadura poner una voz muy masculina para presentarse.
---Me llamo Elrick, Erick Elrick y vivo el Villevalley provincia de Galloway .
Los ojos de ella no mostraban sino ignorancia, en ellos se reflejaba a un joven alrededor de los 20s, de cabellos y ojos llamativos negros con una piel apenas bronceada por el sol. Lo midió de arriba abajo, aquel joven tenía un rostro simétrico y de rasgos finos, era apuesto excepto por el cabello que le cubría la mitad del rostro y no dejaba apreciar ese mentón masculino. Medía casi 1.80, era alto y se notaba que las tareas del campo lo habían formado bien.
Elrick se dio cuenta del barrido que le dio, tanto que él hizo lo mismo, la escaneó como si él fuera la lente de una cámara. Posó su mirada en las mejillas rosadas y las muy sutiles pecas que dibujaban en su rostro, le parecieron adorables y tiernas. luego bajó por el fino cuello de cisne que se conectaba a unos hombros pequeños y angostos, siguió bajando para encontrar que la vaporosa seda se translucía con el brillo de la luz que se colaba entre las ramas y que reflejaba en el estanque. Pasó saliva de ver el amplio y generoso busto que sobresalía junto con la pequeña y angosta cintura. Tuvo miedo de continuar pues su mirada se estaba tornado turbia e indecente, decidió parar y girar su rostro.
-- ¿Galloway? Repitió ella con cara de extrañeza.
--Sí, estamos en el centro de Thurm, el reino de Arthur y los caballeros de Dios.
Sus palabras solo llenaban espacios sin sentido para disipar su vergonzoso comportamiento.
--- ¡Ah!... Ella suspiro con frustración. Pues no entendía nada
--- ¿Y tú cómo te llamas?
La dama tomó su tiempo, lo meditó, sus ojos giraban de un lado a otro como si con ellos activara su memoria, finalmente con una voz lastimera y susurrante respondió
--No lo sé.
Elrick no podía creerlo, parecía no tener memoria y él la había encontrado en el bosque, entonces el destino le había otorgado un regalo. Si tan solo pudiera llevarla a casa él se encargaría de ella para siempre, no le importaba nada, no quería saber nada, era como tener un cuaderno en blanco que pudiera escribir para sí mismo, era el lienzo de una obra jamás antes concebida ni pintada.
Elrick nunca había sido codicioso, sólo que para alguien que había perdido su familia tan joven y vivir sin compañía esta era una oportunidad única. Su mente voló tan lejos que deseaba ocultarla y retenerla en su morada, dejarla para sí mismo, robarla, secuestrarla. Todas esas ideas retumbaron en su cabeza para finalmente tomar aire y desecharlas una a una pues la fe y el credo lo culparían de pecador.
Enfrió su mente y cuerpo, luego procedió a decirle.
---¿No recuerdas nada? ¿Tienes familia? ¿Sabes por qué estás aquí?
Esas preguntas solo ocasionaron que ella frunciera el ceño y mostrará desesperación. Su mente en blanco no ayudaba, de repente se puso a llorar de la impotencia.
--- No , no , no , ese no es mi propósito, yo te voy a ayudar, si estás perdida puedo ayudar a que encuentres a tu familia.
---¿Familia? ¿Qué es familia? Sus ojos llorosos lo cuestionaron con curiosidad.
Elrick lo meditó mientras observaba que la situación se estaba complicando.
Alguien en sus cinco sentido jamás olvidaría el concepto de familia, aún por más terrible que esta pudiera haber sido.
---La familia es... es...
Dudo mientras se cuestionaba a sí mismo.
---Familia... son las personas que se unen para llenar tu vida de calor de hogar, te hacen sentir importante, te dan un apoyo incondicional y conciben más miembros para que no te sientas solo... la familia es ... lo más preciado lo más sagrado ... lo que más amas en este mundo.
Los ojos de Elrick recordaron en ese instante a sus padres y hermanos que le fueron arrebatos... las brillantes pupilas y la humedad de su mirada se mezcló con la estreches que esto le provocó en su corazón, su voz tembló a tal punto que la conmovió.
--- Yo quiero una. Dijo ella sin dudarlo. Luego lo miró al rostro y le preguntó
--- ¿Yo podría ser parte de tu familia?
La voz retumbó en los oídos de Elrick, él había perdido una, él estaba solo, su corazón se derritió ante la mirada brillante de este ser místico que le envolvía con su dulce voz y su casi mágica propuesta.
No sabía que responder, era aprovechado de su parte tomar una mujer de la nada y convertirla en su familia. Ella no tenía la edad para ser su madre, tal vez una hermana o prima, pero no, en su mente no está beatificarla o santificarla.
Ella volvió a preguntar con la insistencia de un niño. Algo en su mente cíclica solo repetía <"¿Qué sensación es más humana que el amor y la vida?"> si la familia es lo que más amas y llena tu vida, ella quería eso.
--- ¿Puedo ser parte de tu familia?
No era una petición, parecía más bien un ruego desesperado en sus oídos. Cómo negarse ante melodiosa y azucarada propuesta. Tenía que reconocerlo, le gustó apenas la vio, la codició desde formas inocentes hasta lujuriosas. <¿Por qué no? ¿Por qué no?> la pregunta golpeaba la cabeza de él como un martillo al punto de destruir la poca cordura que le quedaba hasta que le respondió
-- Sí, sí puedes.. pero mi familia solo tiene un miembro y soy yo. Si quieres hacer parte de ella tendrías que ser mi compañera... Además...
---- ¿Además qué ? preguntó con sus grandes y verdes ojos esmeralda.
Elrick tomó su cabeza y sacudió su cabello mientras miraba el piso con cierta pena.
--- Pues las familias están llenas de niños.
Así, sin rodeos y desvergonzadamente sintió que se apoderó de un ser interdicto que no podía tomar decisiones propias debido a su falta de memoria, luego se angustió, se cuestionó asimismo ¿Qué pasaría si ella despertaba de ese estado, sí ella llegará a recordar, si alguien la estaba buscando?.
Era un inmoral, un maldito bastardo aprovechado que no perdió la oportunidad para posar sus garras en este dulce ser. Había venido buscando carne y de verdad la había encontrado.
--- ¿Niños? Su mirada giro al cielo pensativamente
---¿Y cómo vamos a conseguir niños?
Noooo... tanta inocencia no era humana, ella tenía la mente de una niña y él era un podrido al lado de ella. Erick Elrick, quien se caracterizaba por ser un hombre decente que no permitía que las mujeres coquetamente lo tentaran y nunca se había sobrepasado aún con la apariencia reconocida y admirada por algunas, alguien quien jamás había fallado o sucumbido en su compostura ahora mostraba las garras, se le había caído su piel de oveja y había dejado expuesto el lobo feroz de su interior.
---<¿Cómo conseguiremos niños?> su cerebro estalló en un hongo de destrucción, su imaginación rodó más allá y finalmente una mueca que parecía una picara sonrisa se dibujó en su rostro. Agachó su cabeza y le dijo.
---Bueno, por el momento podemos empezar los dos, luego vendrán los niños.
--- ¿Cuándo? Dijo ansiosamente ella mirando a todos lados, como si estuviera esperando que llegaran de cualquier parte.
Cada vez esa escena era peor, hasta que se dijo a sí mismo
No supo como la convenció para dejarla tranquila y sentada esperando que él logrará el propósito de su visita al bosque.
Elrick podría haber estado vagando pero era muy responsable, ni siquiera ella detendría su cacería porque finalmente eso era lo que comerían es los próximos días.
De camino a su nuevo hogar, decidió no hacer más preguntas solo se dedicó a mostrarle el entorno y enseñarle el nombre de los lugares y las cosas.
Ella se detuvo por un momento y lo miró con preocupación
---¿Yo no tengo nombre?
--- ¿Quieres uno? ...mmm.. bueno, necesitas uno.
--- ¿Cuál te gustaría?
Le dijo él con algo de expectativa, pero ella solo negó con frustración mientras subía sus cejas y hombros.
--- ¿Te gustaría que yo te pusiera uno?
No habían más opciones, ella asintió mientras esperaba que él lo pronunciara.
La mente de Elrick como la de muchos hombres era algo concreta y directa, se le dificultó pensar en algo que le agradará, primero repasó los nombres de su familia, pero nombres como Cornelia, Barbará , Virginia... no le iban a ella... pues era como el algodón de dulce, entre más la miraba más ansiosa ella se ponía y aunque sus ojos verdes y su cabello rojizo alborotado fuera más de una heroína sus palabras e ingenuidad le sentaban mejor.
Tras la tardanza y el silencio ella miró una rosa en el camino, la tomó en sus manos y acercó su rostro. La mente de Elrick se iluminó y en un tono dulce la bautizó.
---¿Qué te parece Rosalie?... Rosalie Elrick
La voz de él se torno débil y algo mimada. La nueva Rosalie, cerró sus ojos y le regaló una sonrisa. Estaba conformé tanto así que le dijo con su boca de jalea.
--- Entonces yo te llamaré Eli.
Desde allí Erick Elrick, paso de tener un nombre de poder a tener un nombre que se derretía de lo dulce, el aire empalagoso lo embriagó y su boca marcó un enorme arco hacia arriba que no escondía ni un ápice de su felicidad. El vacío de años se llenó de prisa y sintió que no permitiría que le arrebatarán jamás este regalo del destino.