Mayo nunca me gustó mucho, principalmente porque es el mes de mi cumpleaños y no me gusta celebrarlo, la abuela lo sabe y lo respeta, todo se debe a que cuando tenía once años, Lorena me gritó que se arrepentía de haber parido a una hija como yo, entonces odio celebrar ese día, fue la miseria para todos.
Faltaban dos días para mi cumpleaños pero nadie estaba hablando de eso y era un alivio para mi, Ángela sabía lo mucho que odiaba esa fecha, Paco nunca se acordaba y a mis compañeros les interesaba poco o nada mi existencia.
Paula estaba a mi lado mientras la parejita feliz estaba en su burbuja de amor.
— Mayo es el peor mes— habla Paula y la miró curiosa.
— ¿Por qué?— pregunto con curiosidad.
— Mi mamá se suicidó en mayo— me dijo Paula y me quedé atónita.
🌻🌻🌻
Era el día de mi cumpleaños, diecisiete años de asquerosa existencia y sentía que me desmayaría en cualquier momento, salí de la casa lo más rápido que pude y al llegar al colegio todo fue tan común.
Afortunadamente, nadie lo recordaba y Ángela no mencionó nada, Paco no dijo nada y se quedó mirándome por un rato hasta que recordó algo y gritó, mientras me abrazaba.
— Feliz cumpleaños—
Ángela al ver la situación, quitó a Paco rápidamente y Paula se quedó mirándome, hubo un incomodo silencio por un largo rato.
— No me gusta mi cumpleaños- dije y vi un poco de culpabilidad en la cara de Paco— No te sientas mal, tu no lo sabías— le dije suavemente y él solo asintió con la cabeza.
Empecé a necesitar un poco de espacio, así que me puse en pie y me hice en un lugar apartado de todos, todo el receso hasta que vi que la profesora de literatura se puso al lado mío.
— A mí tampoco me gusta mi cumpleaños— dijo la profesora y yo la mire— En esa fecha, mi esposo falleció.
— Lo lamento— digo yo.
— Tranquila— habla con calma, tanto así que me transmite esa calma a mi— Mayo es un mes difícil.
Luego de eso, entramos a las últimas clases del día y Paula me acompaña a mí casa, sin hacer preguntas, cosa que le agradezco de todo corazón. Al llegar a mi casa, veo a Lorena y esta me regala una sonrisa.
— Martina— dice mi nombre y yo veo en sus manos una bolsa en papel regalo— Feliz cumpleaños— la extiende hacia mi.
— ¿Qué diablos?— susurró tomando la bolsa y notando que me duele algo en el pecho— Feliz cumpleaños— repito sus palabras mientras me parto de la risa más amarga que he tenido a lo largo de mi vida— Lo dice la mujer que aborrece el día de mi nacimiento.
Me doy la vuelta luego de decir eso y Paula toma mi mano vacía, me lleva a su casa con rapidez y para cuándo me doy cuenta, ya estamos en su habitación, ella me deja sola un instante y me quedó mirando como idiota el regalo en mi mano, me aferro a eso porque, por más que lo niegue y patalee, me hace querer llorar que Lorena hubiese comprado algo para mí por primera vez. Las lágrimas salen de mis ojos, sin previo aviso y veo como Paula entra a la habitación con dos botellas de Bacardi entre sus brazos.
— Nos vamos a emborrachar por este mes de mierda— dice Paula sentándose a mí lado y dándome una botella— Mi papá no las echará de menos.
Quiero emborracharme por primera vez, así que abro la botella y le doy un largo trago.