ALEX
Estaba bastante distraído cuando llegaron Gabriela y Carlos. A pesar de que ella traía una sonrisa en su rostro, la notaba rara, un poco triste diría yo.
-Ana, vamos a por tus cosas, te vas con tus hermanos.
- ¿Vendrás?
-No, será un día de hermanos, te paso a coger mañana a la noche.
-Tenías que estar tú también.
-Yo estaré mañana, ahora tienes que pasar un día con tus hermanos. Lo pasarás genial con ellos, ya verás.
-Está bien.
Ana se levantó de donde estaba sentada y siguió a Gabriela hasta dentro de la casa. Tanto Carlos como Marcos se despidieron de todos y se fueron hacia el coche. Cuando Gabriela entró no pude evitar sonreír y reírme internamente. Traía los tacones en la mano y en otra tenía unas sandalias, se sienta a mi lado y se las pone.
-Ya estabas tardando demasiado en quitarte los tacones. ¿Es que no podías dejártelos puestos?
-No, no puedo, me duelen los pies que no veas y odio los tacones, lo sabes de sobra Carlota.
-Al menos aguantaste un rato con ellos.
- ¿Un rato? Aguanté horas, me duelen los pies y si lo hice fue porque me lo pidió mi abuela, por nada más.
-Vale, nos quedó a todos claro.
-Entonces supongo que no querrás ir a dar una vuelta.
-Claro que sí, eso no se pregunta amor.
- Seksueel roofdier (Depredadora sexual)
- Stomme perverseling (Estúpido pervertido)
- ¿De qué hablas Kevin?
- Kev's onzin, mama. (Tonterías de Kev, mamá)
-Ja natuurlijk, want je wilt neef. (Sí claro, cómo quieras prima)
Gabriela me cogió de la mano y salimos de la huerta, debo decir que medio obligándome a salir, y en cuanto anduvimos un par de pasos lejos de la entrada, le pasé un brazo por encima de los hombros, dándole un beso en la parte superior de la cabeza.
- ¿Qué es lo que te dijo Kevin que te molestó?
-No es nada, no te preocupes, lo hace a propósito. En eso se basa nuestra relación.
-Entonces ¿es lo normal entre vosotros?
-Sí, él me molesta y yo lo molesto, pero es no pasa seguido.
-Me lo imagino, si no, no tendrías esa relación que tienes con él.
-Es verdad, no la tendría.
- ¿Y cual es la razón por la que entraras triste antes con Carlos?
-Se va.
- ¿A dónde?
-A la otra punta del país, para ayudar a su madre y alejarse de mí.
- ¿Qué?
-Lo oíste bien.
-La primera parte no la dudo, pero la segunda no me lo creo. Te quiere, no se alejará de ti.
-Sé que me quiere, pero su amor por mí hace que se aleje de sus hermanos.
- ¿Eso te dijo?
-Si, y no me mentía.
-No me lo esperaba.
- ¿El qué exactamente?
-Que se marchase.
-Lo sé.
-Pero no debes estar preocupada por él, volverá.
-Sé que volverá, pero me siento un poco mal por ser yo una de las causas de que se vaya.
-No te sientas culpable, estoy seguro que no te lo dijo para que te sintieras mal hermosa. Va a volver y será feliz de nuevo, no te preocupes más por él.
-Es mi hermano y siempre me preocuparé por él. Lo único que quiero es que sea feliz.
-Y lo va a ser, no te preocupes por eso, él mejor que nadie se merece ser feliz.
-Eso es cierto, pero debería estar enfadada contigo.
- ¿Por qué? ¿Qué es lo que hice?
-Sabes que odio las sorpresas y vas tu ¿Y me pides casarme delante de todo el mundo?
-Entonces ¿no estás contenta por casarte conmigo?
- ¿Qué? Claro que estoy contenta por casarme contigo, te quiero más que a nada en la vida y pasaremos lo que nos queda de vida juntos, lo que no me gusta es que me hubieses ocultado algo tan grande durante tantos meses. Eso explica el por qué de que estuvieras extraño a veces.
-Porque quería pedírtelo hermosa, eso es lo que pasa y por eso estaba raro como dices, pero al menos aguanté y te lo pedí hoy.
-Pues que sepas que me gustó la sorpresa, no me la esperaba, pero me gustó, no, me encantó.
-La sorpresa me la llevé yo cuando aceptaste casarte conmigo, pensé que no lo harías.
-Por lo que pensaba sobre casarme debo suponer.
-Por eso mismo, tu respuesta me tenía aterrado.
-Yo pienso que era evidente que aceptaría casarme contigo, te amo más que de lo que hacía desde el instante en que nuestras manos se tocaron en aquel pasillo Alex, y a pesar de que sigo pensando que no es necesario casarse para demostrar cuanto se ama a una persona.
-Entonces no entiendo como es que te casa conmigo.
-Porque desde que me preguntaste aquel día que pensaba sobre casarme y me contaste lo que había pasado por tu cabeza, yo me lo imaginé, en ese momento y en otros. Se puede decir que hasta me hacía ilusión la idea y porque te amo, por eso acepté.
- ¿Y qué es lo que te has imaginado?
-Eso no te lo contaré ahora, pero debemos irnos junto al resto antes de que mi primo diga más de sus estupideces.
-Me gustaría saber que estupideces son esas.
-No querrás saberlo.
-Claro que sí.
-Pues yo no te lo diré, eso que te quede claro.
-A veces pienso que eres mala hermosa.
-Eso lo sabes de sobra.
Se acercó a mí, se puso un poco de puntillas y me besó. Rodeé con mis manos su cadera y la acerqué a mí. No nos separamos hasta que nos quedamos sin aire, pero dejamos unidas nuestras frentes y me pedí en sus ojos, me encantaban, a decir verdad.
-Adoro tus ojos hermosa.
-Los míos no tienen nada especial, los tuyos sin que me encantan. Sobre todo, porque en ellos se puede ver lo que sientes.
- ¿A sí?
-Si.
- ¿Cómo?
-Porque se oscurecen o clarean dependiendo de tu estado de ánimo, ahora los tienes oscuros.
- ¿Y a qué se debe?
-Lo sabes de sobra, por lo que no pienso decírtelo.
-Vale, está bien, no me lo vas a decir y sé a que te refieres, pero no me puedes pedir que no lo piense si te ves muy sexy amor, con tus curvas, esas piernas que vuelven a uno loco.
Había empezado a pasarle las manos por las piernas y haciendo un recorrido hacia arriba, lentamente para disfrutar, hasta que puso sus manos sobre las mías, entrelazó nuestros dedos y las puso entre nosotros, todo eso antes de que llegara a su trasero.
-Vámonos antes de que hagamos algo que no queremos.
-Yo quiero.
-No aquí, con Kev cerca y menos con el resto de mi familia. No quiero dar un espectáculo.
-Está bien, vámonos.
Empezamos a andar dirección a la casa de los abuelos de Gabriela, y duramos un rato hasta que Gabriela se para, se sienta y se saca las sandalias.
- ¿Qué te pasa hermosa?
-No quiero andar más, me duelen demasiado los pies por culpa de la mierda de los tacones.
-Cuando lleguemos a la casa de tus abuelos te doy un masaje, y otro en mi casa esta noche, si aceptas quedarte en ella, claro, y si no, también te lo doy.
-Me parece genial todo eso, pero yo a casa de mis abuelos no llego andando, eso te lo puedo asegurar.
-No pasa nada.
Me abajé a su lado, pasé mis manos por detrás de sus rodillas, otro por su espalda y la cogí en mis brazos.
-No es necesario que me lleves en brazos amor.
-Puede que no lo veas necesario, pero no quiero que mi reina hermosa le duelan más los pies y a mí no me molestará llevarte en brazos, es más, me encanta.
-Eres todo un caballero amor, solo por eso te amo.
-Yo pensé que era porque me veías guapo.
-Te ves más que guapo, eso que lo sepas.
-Entonces hay más razones por las que me amas.
-Obviamente que hay más razones por las que te amo, eso no se duda, pero vayámonos a casa de mis abuelos que me debes ese masaje.
-Te lo daré encantado.
Con eso volvimos a andar en dirección a la casa de sus abuelos, y no tardamos mucho más en entrar a la huerta de la cual salimos antes. La dejé con cuidado en uno de los bancos, me senté a su lado, cogí uno de sus pies para ponerlo sobre mi pierna y darle el masaje que le había dicho hace un par de segundos, mientras ella hablaba con el resto que estaba allí.
-Oh mierda… sigue y ni se te ocurra parar.
Mi sonrisa apareció en el momento en el que Gabriela se gira para verme mientras el resto se quedaba mirando para mí y Kevin seguía esperando una respuesta a la pregunta, pero pronto cambia la cara y pone una que no sé qué quiere decir exactamente.
- Het lijkt wel het orgasme van je leven, Gabriela. (Parece el orgasmo de tu vida, Gabriela.)
- Je bent stom, maar vergelijk een voetwrijving niet met een orgasme dat deze man je kan geven. (Eres estúpido, pero no me compares un masaje en los pies a un orgasmo que te pueda dar este chico.)
- ¡¡¡¡Gabriela!!!!
Debo decir que llevé un pequeño susto en el momento que Lara llamó/regañó a Gabriela, porque no entendía a que venía, hasta donde yo sé estaban hablando, por lo que no me puedo imaginar que es lo que acababa de decir Gabriela para que su madre medio le regañara.
- Het spijt me mam, maar het is de waarheid. (Lo siento mamá, pero es la verdad)
- Dus ... (Entonces…)
- Ja mam, dat ben ik niet. (Si mamá, no lo soy.)
- Op welk moment ... (En qué momento...)
- Oh, blijf niet rondlopen, want ik ga je geen details geven over mijn seksleven met Alex, mam. (Oh, por ahí no sigas porque no te voy a dar detalles de mi vida sexual con Alex, mamá.)
- Ik kan de verandering die je hebt aangebracht sinds je bij deze man bent, niet geloven. (No me puedo creer el cambio que has pegado desde que estás con este chico.)
-No digas estupideces Kev, lo digo para que dejes de soltar las indirectas que sueltas, y para ver si así dejas el tema de la seksueel roofdier.
-Kev, acabas de llegar hoy y ya estás molestando a tu prima.
-Sabes que me gusta molestarla abuela.
-Pues deja ya de molestarla, haz el favor.
-Como quieras abuela.
Pude ver la sonrisa de victoria en el rostro de Gabriela y la cara que le queda a su primo.
-Sabes que esto no se quedará así ¿verdad?
-Eso ya lo veremos querido primo.