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Capítulo 93

KEVIN

En el momento en que vi a Gabriela, sabía que estaba feliz, cómo no lo está desde hace tiempo, pero debo admitir que no me fio de ese tipo aún. Recuerdo el momento en el que la dejó, ella estaba destrozada, y a pesar de que nunca me dijo que era por él, lo sabía. Intentaba hablar con ella todos los días, o al menos sacarle alguna sonrisa, pero era imposible. Sé que sufrió y eso no se lo perdonare a ese chico tan fácilmente.

Puede ser que ahora sea feliz con ese chico, pero antes debo asegurarme de unas cosas, más que nada porque no quiero que mi prima vuelva a sufrir como lo hizo esa vez, no lo pienso permitir.

Ya hacía rato que todo el mundo se dispersara más o menos para empezar a hacer la cena, ya era lo suficientemente tarde y la abuela había convencido a la abuela de Alex para que se quedasen. A Gabriela no hizo falta convencerla la verdad. Sé que adora a mis abuelos, sobre todo a la abuela, y todos sabremos que hará lo que sea necesario para que la abuela esté contenta, bueno, lo hace con todos, pero sobre todo con la abuela. Siempre fueron muy unidas y no sé si es por eso de que se dan cuenta de lo que le pasa a la gente sin necesidad de que se lo contemos, o no sé.

En ese momento Gabriela se levanta para irse a dar una ducha y Alex sale de la huerta para atender a una llamada. Yo no dudo un segundo en salir detrás de él, porque aprovecharía ese momento para hablar con él. Tenía que aprovechar que Gabriela no estaba, porque estoy más que seguro que evitaría lo que le fuese a decir y es algo que debo hacer, por el bien de mi familia, pero sobre todo por el de ella.

Esperé a que terminase de hablar por el teléfono y en cuanto lo hizo me acerqué.

-Hola.

-Hola Kevin, ¿qué haces aquí?

-Venía a hablar contigo.

- ¿Sobre qué?

-De mi prima.

-Pues dilo, aunque me puedo imaginar a lo que vienes.

- ¿Ah sí? ¿A qué piensas que vengo?

-A advertirme con no hacerle daño a ella y supongo que a amenazarme en caso de que algo le pase.

Pues sí, debo admitir que sabía a lo que venía, lo que no logro entender es como lo supo, me dejó un poco confundido.

-Te debes de preguntar como lo sé, pero aparte de que me advirtió Carlota de que esto podía pasar, me lo imaginaba, todo el mundo me advirtió, Marcos, Carlos, Carlota, … Por eso me lo esperaba.

-Pues ahora que me ahorras un trabajo de tener que explicarte la situación, déjame advertirte que como mi prima vuelva a sufrir por tu culpa, te iré a buscar a dónde sea, y te moleré a golpes, de verdad te lo digo. No pienso permitir que vuelva a sufrir como lo hizo, no se lo merece.

- ¿Terminaste?

-Si claro, ¿por?

-Porque ahora serás tú el que me va a escuchar.

-Pues adelante, di lo que quieras.

-Sé que debes hacerlo porque es tu prima favorita y es.

-Yo en ningún momento dije que era mi prima favorita.

-Puede ser, pero entre que me lo dijo Carlota y lo que pude ver, eso es cierto.

-Vale, es cierto, continúa.

-Pues que sé que tienes el deber de advertirme y todo eso, pero yo amo a tu prima como nunca lo hice con nadie, de verdad. Mí único objetivo es hacerla feliz y si ella quiere, formar una familia con ella, con nadie más. La amé desde el primer instante en que me la crucé y la amé más en el momento que la vi tan cerca luego de ocho años. Es el amor de mí vida, y sé que fui estúpido por creer todo lo que me había dicho, lo sé en serio, pero en esa época era un estúpido niñato que se sitió roto por lo que decían, me dolió dejarla, pero tenía que hacerlo, sentía que estaba jugando conmigo y no quería que me viese la cara de estúpido.

-Pues te la debió de ver igual.

-No lo dudo, y me lo dejó claro desde el principio cuando llegué a la universidad. Por suerte para mí me perdonó. Soy el hombre más afortunado que hay en este planeta, soy consciente, pero de verdad te digo que la amo más que nada en el mundo y no dejaré que le pase nada, yo mismo me moriría en caso de que le pasase algo.

- Nu je niet langer de overbezorgde neef bent die je bent, besef je dan dat hij echt veranderd is, of moet hij je meer laten zien? (Ahora que dejaste de ser el primo sobreprotector que eres, ¿te das cuenta de que ha cambiado de verdad, o te lo tiene que demostrar más?)

En cuanto escucho eso me giró para ver a mi prima y esperar que no estuviese enfadada, pero en cuanto la veo, no está mirando para mí. Se quedó mirando para su ahora prometido con ese brillo que hace tiempo que no tenía, y en cuanto me fijo en él, está mirándola de la misma manera que lo hace ella, lo cual medio me convence de que todo lo que dice es cierto.

- ¿Qué tengo que hacer para convencerte de que quiero a tu prima más que nada en el mundo?

-No tienes que demostrar nada amor, yo tengo claro que me quieres, y eso es suficiente para mí.

Gabriela se había acercado a él y tenía su mano sobre su pecho. Alex no tardó nada en dejar su mano sobre la de mi prima y pasarle la mano por la cintura. Debo admitir que hacían buena pareja.

-Pero tiene sentido lo que dice hermosa.

-No lo tiene, y Kev dejará de decir estupideces, ¿verdad?

-Sabes que no puedo evitar decir estupideces, me conoces Gabriela.

-Lo sé, te conozco y eso es lo que me preocupa. Ik wist dat je dit zou doen. Ik hoop dat je tenminste niet hard tegen hem was. (Sabía qué harías esto. Espero que al menos no fueses duro con él.)

-No lo he sido, no te preocupes por eso. Ahora Alex, ¿me podrías dejar con mi prima? Tenemos muchas cosas de las que hablar.

-Claro, yo iré con mi abuela.

-Está bien, nos vemos luego amor.

Se dieron un beso y en cuanto terminaron el beso que no sé si es porque a mí se me hizo largo o porque en realidad lo fue, la cosa que él se dirigió hacia la casa en dónde estaba su abuela, y Gabriela se cruzó de brazos mirando para mí.

- ¿De verdad tenías que hacerlo?

-Sabes que no lo podía evitar. No quiero que vuelva esa Gabriela.

-Y no volverá. Es que no me puedo creer que no le creáis todavía. Alex me ama de verdad y no dejará que me pase nada.

-Puede que me diese cuenta mientras hablaba con él, pero debo decir que la abuela parece que lo adora.

-No lo sé, solo sé que ella entendió desde el principio que con Alex sería feliz, incluso antes que yo misma, y aceptó sin más.

-Porque lo único que le importa es nuestra felicidad, pero sobre todo la tuya luego de todo lo que pasó con él.

- ¿Piensas que no lo sé? Pero al menos apartó todos esos rencores y lo aceptó desde el principio, no como el resto.

-Vamos no te enfades. Cometí un error.

-No me enfado, pero me molesta que no queráis creerlo.

-Me convenció, quédate tranquila por eso, y creo que a los demás también después de que te pidiese que te casaras con él, no debes preocuparte más por ese tema Gabriela.

-Me preocuparé siempre. Alex es una de las personas que más quiero y no quiero que se sienta mal por todo lo que pasamos. Eso debe de olvidarse, soy feliz con él y creo que se me nota.

-Se te nota, se te nota. Aún no me puedo creer que te vayas a casar.

-Ni yo, es algo complicado de creer viniendo de mí.

-Claro que lo es, la prima que no se casaría nunca, se va a casar la primera de todos nosotros. Si alguien hiciese una apuesta sobre si esto pasaría, todos hubiésemos perdido.

-Seguro que sí.

- ¿Vamos a dar una vuelta y así me cuentas todo lo que me tienes que contar?

- ¿Y qué es todo lo que te tengo que contar? Si se puede saber.

-La razón por la que Ana te llama mamá, la de que eres su tutora legal, lo de Paula, pero sobre todo el por qué de que estuviste en el calabozo.

-Todo eso es muy complicado, pero ¿cómo sabes lo de Paula?

-Porque un día me llamó la abuela diciendo que no te encontraban por ningún lado y todos estaban preocupados, por lo que me llamó para que te llamara, a ver si tenía más suerte que ellos. Debo admitir que me preocupé cuando no me contestaste hasta el día siguiente.

-Si, siento eso, pero no podía hablar ese día. No quería hablar con nadie.

-Me di cuenta, me tienes que explicar lo que pasó ese día, porque ni ellos saben muy bien que es lo que te pasó.

-Eso te lo resumo en una sola palabra. Paula.

- ¿Qué tiene que ver ella en todo esto?

-Todo. Lo entenderás en cuanto te lo cuente todo.

-Entonces, ¿nos vamos a dar un paseo por la playa?

-Sabes que no me puedo negar a eso.

Y con eso empezamos a caminar hacia la playa, y durante el camino todo eran risas, más que nada, porque me quería asegurar de llegar a la playa para hablar de los temas que la incomodan y la estresan. La playa era algo que la tranquilizaba y después de que me enteré de lo del ataque de ansiedad que le dio. En la playa podría asegurarme de que estaría más tranquila, es a donde venía siempre para mantenerse así cuando estaba demasiado estresada y lo que me importaba era que mi prima estuviese bien, y eso sería posible yendo a la playa.