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Policia

—Abel Neumann, los llamaba para denunciar un crimen—Respondió Abel como ya lo había planificado en su mente, forzando a no mencionar el evidente problema con la tardanza y tratando de ponerse en el lugar de la otra persona, entendiendo que la otra persona probablemente fuera el policía más joven de esta comisaría, por lo que sus superiores le habían asignado los peores horarios posibles para trabajar. Por lo que su falta de experiencia podría provocar que se demorara bastante tomando y anotando cada denuncia.

—¿Cómo?, ¿un crimen?, ¿qué crimen?, ¿de quien?, ¿qué pasó?—Preguntó el policía con bastante nerviosismo en la voz

Ignorando la batería de preguntas, Abel respondió con calma con el discurso que ya había preparado en su mente durante los largos 20 minutos de espera:

—Actualmente estoy en el pueblo de Golden Valley, vine a hacer turismo, pero durante mi estadía en el pueblo me cruze con un hombre que trató de secuestrarme y también me crucé con chico que evidentemente había sido secuestrado por esta persona con anterioridad y parecía tener tanto miedo de escapar del secuestrador que no podía hacerlo entrar en razón para que escapara conmigo.

—Un secuestrador?, como era?, eso no importa, olvídate. Dime del superviviente: donde lo encontraste? como era?, era un niño?, tenía el pelo rojo, ojos azules y pecas en el rostro?—Preguntó el policía con bastante apuro.

—¿Cómo que no importa la apariencia del secuestrador?—Preguntó Abel incrédulo con lo que estaba escuchando

—Ah….veo…tu llamaste a la comisaría?—Preguntó el policía del otro lado del contestador

—¿Acaso esto es una broma de mal gusto?, por supuesto que llame a la policía, ¿a donde mierda redirige mi llamada?, que no ven que necesito ayuda!—Se quejó Abel perdiendo la paciencia y gritando como un loco al celular.

—...—El policía no contestó y se mantuvo en silencio por un buen rato, tal vez esperando a que Abel se tranquilizara, o tal vez no sabiendo muy bien cómo responder ante las quejas de los demás.

—Hola?—Pregunto Abel incomodo con el silencio moribundo en donde la conversación había terminado.

—Podría esperar unos segundos, esta es la estación de bomberos, rediregire la llamada a la comisaría, solo serán unos segundos, no corte la llamada pase lo que pase—Respondió con mucha calma el hombre que al parecer no era un policía sino un bombero.

—Bueno, no cortaré la llamada—Contestó Abel conteniendo su irritación

Pasaron literalmente dos respiraciones y alguien contestó el otro lado.

—Mucho gusto, le habla el comisario Marco Schulz, ¿en que necesita nuestra ayuda señor? —Se presento el comisario.

—Se escucha algo mal, usted me escucha bien?—Preguntó Abel con preocupación, literalmente parecía que la persona que le estaba hablando por teléfono se hubiera puesto un trapo en la boca para distorsionar su voz, por lo que era bastante complicado distinguir sus palabras.

—Lo sentimos, el teléfono de la comisaría no anda muy bien últimamente, lo estamos por cambiar, pero yo lo escucho perfectamente bien, así que no se preocupe: ¿en que puedo ayudarlo?—Resopondio el Comisario

Comprendiendo la situación, Abel volvió a repetir los sucesos que había vivido en la mansión según lo había estado memorizando en su mente, a lo cual el comisario respondió:

—Comprendo que la situación es urgente, ya estamos mandando a alguien a visitar el pueblo, por lo demás en que parte del pueblo ocurrió la historia que me acabas de contar?, además necesitaría una descripción del secuestrador. Y sobre todo necesitaría una descripción detallada y minuciosa de la de la víctima mencionada. Por favor no se olvide de mencionar una sola parte de la historia, la ayuda ya está en camino, por lo que no debe preocuparse, usted está a salvo señor Neumann.