Capítulo 13 - La calma antes de la Tormenta.

En el Capítulo anterior: El profesor Selwyn les enseñaría Magia de Batalla y Runas. Krum ya había formado un equipo para el torneo de Quidditch y nadie discutió contra la estrella búlgara. Dimitri tendría que hacer un punto para hablar con el chico mayor, había estado ansioso por competir en el Torneo de los Tres Magos y quería asegurarse de que no hubiera resentimientos. La amistad de Viktor y las conexiones futuras eran un activo que no quería perder.

Capítulo 13 - La calma antes de la Tormenta.

Dimitri no sabía que decir sobre la clase de pociones, estaba francamente decepcionado de no haber podido ver cómo el maestro de pociones preparaba él mismo. El profesor Snape simplemente había dejado instrucciones en la pizarra y las había dejado preparar, pasando la lección antagonizando a los estudiantes de Gryffindors por alguna razón.

En contraste en la clase de transformaciones, la profesora le recordaba mucho a su propio profesor en Durmstrang y agradeció el rigor que trajo la anciana. Lo único que lo decepcionó fue que sus enseñanzas en Durmstrang estaban más adelantadas que las de Hogwarts, por lo que era mucho más una revisión que una experiencia de aprendizaje real.

Encantamientos había sido su favorito hasta ahora, el mago en miniatura era mucho más interesante que todos los anteriores, ciertamente el pequeño profesor tenía muchos conocimientos sobre los diferentes hechizos que se realizan no solo en la vida cotidiana sino también en la magia de batalla.

Fue un jueves después de Encantamientos, que Dimitri decidió salir a dar un paseo fuera de Hogwarts. El aire fresco era muy diferente a la usual frialdad que se respiraba en Durmstrang. Por un momento tuvo el pensamiento uno realmente podía disfrutar aprendiendo en Hogwarts, pero luego descartó completamente la idea, teniendo en cuenta la calidad de estudios que se presentaban en el colegio britanico, las lecciones de supervivencia que se impartían en Durmstrang ponían a todos sus estudiantes muy por delante de su contraparte.

La salida de Dimitri lo había llevado hasta el lago, donde se encontró con el niño que vivió, Harry Potter tirando piedras al lago con tanto entusiasmo como Draco puso en ser amable con los hijos de muggles. No estaba ajeno y había visto a muchos de los estudiantes de Hogwarts usando insignias que proclamaban a Diggory como el 'Campeón Real de Hogwarts', aunque ocasionalmente cambiaría para decir 'Potter Apesta'.

Había sido una idea bastante ingeniosa de Draco, una que incluso a él le pareció divertida, pero muchos lo habían llevado al extremo. Dimitri también había notado que los dos de quinto año que se habían sentado junto a Potter en la fiesta de bienvenida lo ignoraban y gran parte de su casa lo evitaba además de un pelirrojo de tercer año y un gordito de cuarto año.

- Potter. Saludó a Dimitri. Harry levantó la vista sorprendido y casi dejó caer su puñado de piedras al ver al estudiante de Durmstrang. - Oh hola. Harry le devolvió el saludo con torpeza. - Eres Dimitri Black, ¿verdad? - Estas en lo correcto. El chico Potter tenía una mirada bastante confusa en su rostro antes de volverse hacia el lago. - ¿Eres pariente de Sirius? Dimitri reprimió el comentario sarcástico. No había razón para perder una potencial conexión, una que puede tener una influencia política seria en el futuro.

Dimitri miró con sus fríos ojos azules habituales al lago antes de responder. - Así es, soy su sobrino. Su hermano, Regulus, era mi padre. - ¡¿El mortífago?! Potter tenía una mirada bastante asustada en su rostro. Dimitri miró al niño mientras pensaba, ¿Este era el salvador del mundo mágico? ¡Tenía miedo de un hombre muerto! ¿Podría incluso decir el nombre del señor oscuro ? o diría, El que no debe ser nombrado como todos los demás.

- Deberías tener cuidado con tus palabras Potter, puede que no a muchas personas les guste como te diriges a ellos, más teniendo en cuenta si no conoces a la persona. Dijo Dimitri con un leve tono de desprecio.

Harry lo miró, mientras agachaba la cabeza, avergonzado. Luego de aquella charla, ambos quedaron en un silencio incómodo, que luego fue roto por Dimitri. - Veo que tus amigos te han abandonado. No era una forma muy sensible de decirlo, pero Dimitri tendía a ser bastante directo. Harry hizo una mueca y optó por tirar la siguiente piedra. - Sí, no creen que no puse mi nombre en el cáliz. - ¿Y todos creen eso? respondió Dimitri. - Creo que sí, dijo Potter mirando hacia el castillo. Dimitri se dio cuenta de que estaba sumido en sus pensamientos.

- Déjame darte un consejo Potter, si quieres tomarlo o rechazarlo, me da igual. Hablo Dimitri, esperando a que Potter lo mirara antes de continuar. - Los amigos son agradables por un tiempo, pero al final del día todo lo que tienes es a ti mismo. Nadie está en tus momentos más oscuros, porque cada persona es egoísta, cuando estás en lo más bajo, si no confías en ti mismo, no tienes nada. Eso no significa que debas aislarte, hay un dicho que lei una vez. El lobo solitario muere, pero la manada sobrevive. Si no creen en tu palabra, entonces no son buenos amigos de ninguna manera. Vi a ese chico con el que estabas, ¿Weasley, creo?, él miró el cáliz como si fuera la respuesta a todos sus problemas. Y luego te dejó caer en el segundo que pensó que se lo habías robado.

- Ese no es el tipo de persona con la que quieres estar. Haz nuevas conexiones, unos que creen en ti y valoran lo que dices. Olvídate de estas personas, y cuando llegue la primera tarea, demuéstrales que están equivocados. Prepárate en lugar de quedarte sentado deprimido, o este torneo te matará. Terminó de hablar Dimitri antes de girarse y abandonar el lugar en el que se encontraban sin esperar una respuesta.

El segundo periodo de clases pasó rápidamente y la primera tarea fue programada para el primero de noviembre, lo cual estaba a solo dos semanas de distancia. Había encontrado un salón de clases abandonado en el tercer piso que usaba para practicar algunos de sus hechizos y sus amigos se le unían rutinariamente para compartir sus propias ideas.

La mañana llegó con cierta inquietud mientras Dimitri esperaba tranquilamente la carta de su tía. Sin embargo, antes de que llegara, el profesor Selwyn recogió a Dimitri y lo llevó a la oficina de Dumbledore. Una vez que llegaron, Dimitri notó que ésta era mucho más grande desde su conversación con el director de Hogwarts, y que había mucha gente sentada adentro.

En la oficina se encontraban dos hombres del Ministerio, varios aurores, una familia francesa, el chico Potter, y un grupo que asumió como los Diggory y sorprendentemente su tía. Dimitri se acercó a su tía, y la saludó cortésmente. Dimitri podía sentir los ojos de los demás, entre ellos Dumbledore y algunos de los aurores observándolo. Tranquilamente se sentó en las sillas preparadas. Pronto llegó Diggory y luego la señorita Delacour. Una vez que todos estuvieron allí, Dumbledore comenzó.

- Buenos días, caramelo de limón, ¿alguien? No. Ah, bien comencemos entonces. Así que ustedes cuatro son nuestros campeones. Hemos reorganizado la primera tarea para que se adapte al competidor extra. Dijo Dumbledore mirando al chico Potter. - Ahora sepa que se llevarán a cabo procedimientos adicionales de seguridad y protección además de los que ya están en su lugar. La directora Bones, Dumbledore señaló a la mujer que lideraba a los aurores, - Dirigirá todos los esfuerzos, como así como investigar cómo se ingresó el nombre de Harry al cáliz.

Ante eso, la Directora Bones intervino. - Sí, gracias Albus. Primero, quiero que todas las familias sepan que tomaremos la seguridad de los competidores como nuestra principal preocupación. Intervendremos en las tareas cuando sintamos que están en grave peligro. Ahora, hasta que descubramos quién ingresó a Potter, tendré dos aurores estacionados aquí para realizar entrevistas e investigar. La auror junior Tonks estará al frente de la investigación.

Dimitri se giró hacia los dos, notando que la mujer lo estaba mirando. Un poco extrañado por su actitud, Dimitri asintió y volvió su atención a Madam Bones, la cual volvió a hablar. - Creo que eso será todo por ahora, realizaremos entrevistas con la mayoría de los estudiantes sobre la copa para ver si notaron algo. Si tiene preguntas o inquietudes, no dude en comunicarse conmigo. Con eso, casi todos fueron despedidos y se les dio el día para hablar con sus familias. Pero antes de que él y su tía se pudieran retirar el joven auror rápidamente alcanzó a Dimitri y Cassiopeia.

- Disculpe, perdón por interrumpir. Dijo la auror, dirigiéndose a su tía. ¿Realmente él es un Black? - Asi es muchacha, él es el último descendiente masculino de la familia Black. ¿Y tú quién eres? Respondió su tía en su usual tono frío.

- Oh, soy Nymphadora Tonks. Pero pueden llamarme Tonks. Mi mamá era Black. Andrómeda Black, antes de casarse. Entonces, ¡supongo que eso nos convierte en primos! - Ah, Andrómeda, si me acuerdo de ella, en un par de ocasiones hable con ella, antes de que fuera expulsada de la familia. Habló su tía Cassiopeia. Bueno, supongo que es un placer conocerte. Soy tu tía bisabuela. Así que también eres un auror. Trabajo peligroso.

Tonks miro un poco incómoda a Cassiopeia por el comentario antes de responder. - Uh, un poco. No está tan mal. Bueno, tengo que volver, pero pensé en presentarme a mi prima pequeña. ¡Nos vemos! Y, con eso, la chica se fue. Dimitri tuvo que negar con la cabeza.

- Bueno, ella parecía interesante. Dijo Dimitri divertido. - A pesar de todo ella es de la familia. Puede que su madre se encuentre casada con un muggle, pero en estos días que la familia Black está tan reducida, tendremos que descartar algunos detalles. Respondió Cassiopeia. - He oído que es una metamorfomaga, una habilidad que se creía perdida en nuestro linaje. Terminó su tía mientras caminaban.

Dimitri pasó el resto del día con su tía. Caminaron hasta Skithblathnir y luego sobre Hogsmeade. Exploraron el pequeño pueblo y terminaron bebiendo en un pub local. Fue agradable y relajante. Su tía le aseguró que todo estaba en orden, pero que tenían unos asuntos que arreglar.

Había recibido cartas de Sirius, Narcissa e incluso Dumbledore. Todos preguntando por su salud, y la de Dimitri. Ella había contado la historia establecida, que parecía solidificarla para todos. Sirius parecía ser sincero en su deseo de conocer a Dimitri, y parecía lo mismo con Narcissa. Cassiopeia le explicó la historia de Malfoy, especialmente cómo Lucius básicamente había comprado su salida de la prisión. Ella le advirtió sobre sus interacciones con ellos, pero no se los prohibió. Eventualmente, llegó el momento de que Cassiopeia se fuera y Dimitri regresó al barco.