Víctor observó cómo Nicole luchaba contra una invocación de rango A.
La criatura que se enfrentaba era un gran rinoceronte cornudo y esa jovencita, lo estaba enfrentando con pura fuerza.
Sus movimientos, la forma que utilizaba su aura de combate y su presencia que lentamente se elevaba dejo en claro que esa jovencita estaba obteniendo una gran cantidad de experiencia.
Lo mejor fue esa sed de sangre oculta en sus puñetazos y la frialdad que últimamente había obtenido.
La había dejado ir a Zerzura de forma recurrente y el entrenamiento que recibía en ese lugar se había vuelto salvaje.
Tal entrenamiento le dio esa sed de sangre que no era fácil de conseguir y ese temple que era necesario cuando se enfrentaban a un oponente poderoso.
"Es muy hábil. Estoy segura de que eventualmente ascenderá al rango S."
Una voz sonó a su lado y Víctor observó a Cécile Leroux, la Gran Archimago de rango SS.
Esa mujer era quien invocó ese rinoceronte y no solo era para que Nicole entrenara, sino que para demostrar sus nuevas capacidades.
"Lo es. He estado pensado en pasarla a un entrenamiento más directo realizando misiones, pero todavía no estoy seguro de a que extremo llevarla." Respondió Víctor observando a Nicole.
Verla levantar a un rinoceronte de varias toneladas y golpearlo contra el suelo, lo hizo asentir con calma.
Necesitaba más de dos rangos A para retenerla, ya que incluso un experto de rango A tendría dificultad para suprimirla.
Su aura capaz de transformarse en su armadura estaba mejorando cada vez más y su estallido de fuerza, le dio una carta secreta.
Que sus instintos y sus sentidos de batalla fueran altos, consiguió que él tuviera una gran expectativa, pero a la vez dudaba a donde enviarla.
"Al lugar más extremo. Esa aura de combate se nota que es su concepto en forma 'embrionaria'." Comentó Cécile con seriedad.
Víctor se rio suavemente.
Las auras de combate y aura de espada en el rango A no tenían forma o color y tampoco ninguna especialidad.
Dependía de la persona que lo usaba la forma que evolucionaría y cambiaria, pero en el caso de Nicole, ella obtuvo esa capacidad al inicio de su ascenso.
Eso demostraba que su 'concepto' ya estaba reluciendo y solo necesitaba que madurara lentamente hasta que esa joven diera el siguiente paso y ascendiera.
Era raro despertar un concepto o una especialidad en el rango A para los luchadores y espadachines, pero era posible.
"Entonces iremos por el extremo." Dijo Víctor asintiendo suavemente de forma entretenida.
En realidad, eso era lo que estaba pensando, pero había la posibilidad de que Nicole lo rechazara y eso significaría el fin de su entrenamiento.
No era como si le importara demasiado, pero entre todas sus tareas entrenarla era una de sus pocas diversiones.
"Su Majestad ya he preparado la sala." Informó Ersin llegando desde el interior del palacio.
Ahora mismo estaban en la zona de entrenamiento en la parte trasera del palacio.
Víctor disfrutó la temperatura del sol ficticio que estaba en lo alto y no pudo negar que le encantaba debido a que podía cambiar la temperatura a su gusto.
Como si fuera un aire acondicionado.
Invitando a Cécile, ambos entraron al palacio y caminaron por los pasillos.
Víctor pudo ver que Cécile estaba nerviosa y a la vez se dejaba ver un poco de arrepentimiento y rechazo a lo que estaban por hacer, pero él dio una sonrisa.
"No te preocupes, mis amigos son amables." Consoló Víctor de forma tranquila.
Que Ersin diera una mirada extraña no ayudo a su consuelo, y la expresión de Cécile solo se hizo más seria.
"Puede ser, pero no es agradable que todos sepan mi identidad y yo no sé la de ellos." Respondió Cécile sin retroceder.
Su ascenso de rango le había dado confianza y su respuesta dejo ver que no le estaba agradando la situación.
"¿Entonces me dirán lo que son?" Preguntó Cécile sin contener su curiosidad y a la vez cautela, pero al ver que él la miraba con una sonrisa, cuestionó. "¿Una secta? ¿Una organización o sociedad secreta? ¿Un culto?"
Su expresión cada vez que nombraba uno empeoraba en gran medida.
¿Una secta que adoraban algún tipo de dios malvado, demoniaco o infernal?
¿Un culto religioso que adoraba algún dios que ellos creían que era 'amable', pero posiblemente no lo era?
¿O una organización que se movía desde las sombras tratando de lograr un gran objetivo final?
Víctor se rio suavemente al verla cautelosa.
"Aquí no adoramos a un dios y no nos molesta que tú lo hagas, independientemente de la entidad." Respondió Víctor y al ver que ella no se calmaba, explicó. "Somos un grupo de amigos que buscan ayudarse entre sí, ofreciendo apoyo mutuo para lograr nuestros objetivos personales."
Que dijera 'objetivos personales' dejo en claro que no buscaban algo grande como objetivo principal, sino que se ayudaban entre ellos.
Por supuesto, Víctor se abstuvo a decir que algunos de ellos o él estaban planeando algo grande y estaba usando a los otros, pero eso eran solo asuntos 'menores'.
Pasando por un pasillo hasta que llegaron a una sala de reunión, cuando entraron la expresión de Cécile se volvió seria.
La habitación estaba completamente vacía y la pared se encontraba tallada con todo tipo de palabras y glifos antiguos que daban cierta sensación de misterio.
"Luego te regalaré esta sala. Puedes atarla a un objeto especial y debido a que será un espacio independiente como un pequeño plano, podrás entrar cuando y donde desees." Explicó Víctor con una sonrisa y dando una mirada a unas de las palabras antiguas, detalló. "Las reuniones se llevan a cabo en este lugar. En donde nadie podrá descubrir los secretos y ninguna entidad podrá ver lo que hacemos."
Víctor al verla cada vez más seria explico los detalles.
No era tan extraño, pero esta sala se iba a convertir en un espacio independiente y su poseedora podría entrar en cualquier momento cuando las reuniones comenzaran.
Todo lo que se hablara en el interior no podría salir afuera y era algo literal, ya que, si alguien trataba de leer la mente, interrogar el alma, o realizar cualquier medida mágica o psiónica, no podría sacar información.
E incluso la 'mirada' de un 'Dios' era evitada en este lugar.
"Mi amigo lo desarrollo en su tiempo para él y me lo enseño." Dijo Víctor riéndose con cierta alegría.
Cualquier lunático que deseara ir contra los dioses necesitaba una buena protección y si bien en su caso, no estaba yendo contra esas entidades, sin duda no deseaba que ellos supieran sus movimientos.
"Este será un regalo de bienvenida. Solo deja gotear unas gotas de sangre y este lugar será tuyo." Precisó Víctor y al verla actuar de inmediato, comentó. "Incluso si un día te descubren, nadie sabrá de nosotros. Y eso lo mismo sucede con todos los demás."
La sala tenía fuertes capacidades mentales y principalmente espirituales, lo que hizo posible que las memorias fueran borradas si alguien deseaba interrogarlos.
En este mundo mágico había muchas maneras de sacar la información y este lugar buscaba evitar que tales situaciones sucedieran.
Interrogación de almas, magia mental, encanto o cualquier otro método estaba bloqueado cuando se accedía a los recuerdos de esta sala.
Cécile le gusto este lugar y estuvo bastante satisfecha por las seguridades.
Hiriendo su dedo dejo gotear su sangre en el piso y el lugar brillo, hasta que se detuvo y esa mujer cerró los ojos sintiendo las sala.
Era un lugar pequeño, pero para ser un espacio independiente sin duda era agradable.
La capacidad de magia espacial para crear estos lugares era algo que magos normales no podían lograr y el conocimiento también era necesario.
Víctor miró la hora y luego le hizo una señal a Cécile para que activara la sala.
Los alrededores se distorsionaron ligeramente y en el centro apareció una mesa redonda junto a nueve sillas.
La pared y el suelo cambiaron obteniendo detalles como una sala elegante mientras que ventanas aparecieron dejando entrar una tenue luz.
Las cortinas y todos los decorados eran de la mejor calidad y cualquiera sentiría que estaba en la sala de reunión de un gran palacio.
Era bastante extraño, pero ver la luz del atardecer entrando por la ventana que dejaba ver un cielo ilimitado fue una vista única.
"Esta atmosfera se siente como si nos estuviéramos reuniendo para hacer algo malo." Dijo una figura que apareció de repente y con un tono agradable, dudó. "¿Qué pueblo sacrificamos ahora?"
Su tono era extraño y a la vez agradable, entremezclando diferentes sensaciones que eran imposibles de identificar al igual que tampoco era posible reconocer el dueño de la voz.
La figura llevaba una máscara dorada y no revelaba ni su cabello o cualquier otra característica identificable, solo dejando una larga ropa antigua con bordados dorados.
"¿Por qué bromear de esa manera?" Dudó otra figura apareciendo en el lugar.
Esta llevaba una fina máscara de fiesta con algunos diamantes y un vestido elegante antiguo, ninguno de sus rasgos podía ser distinguido.
Solo su voz dejaba en claro que era femenina, pero no había ninguna distinción y era imposible de identificar.
"Vamos ***** déjame divertirme." Dijo la figura de máscara dorada.
Víctor vio como la expresión de Cécile se volvía seria.
A pesar de que claramente la figura de máscara dorada llamó a la otra figura de máscara de diamante por su nombre, ninguno de los dos lo escucharon.
Otras figuras empezaron a aparecer en el lugar.
Una figura de máscara blanca, uno de color gris, otro de color roja.
Un individuo que solo era su figura negra y que no llevaba ninguna máscara y al final una máscara con una sonrisa.
"Mientras ellos no te dejen ver quiénes son, tú no podrás saberlo. Claro, puedes llegar a identificarlo por su personalidad o por lo que escuchas." Precisó Víctor señalando la octava silla.
Había siete miembros en este lugar y cada uno de ellos la estaba mirando a Cécile sin que ella pudiera saber lo que sentían.
"No necesitas alarmarte. Descubrirás quienes son más rápido de lo que imaginas." Dijo la figura con máscara blanca.
Cécile solo asintió y se sentó en la octava silla, entonces Víctor dándole una mirada a Ersin que decidió tomar un rol de secretaria, se sentó en la novena silla.
"Solo relájate. Algunos de nosotros votamos en contra de que fueras invitada, pero la mayoría gano." Dijo el individuo con máscara dorada.
"Claro, es una gran maga. ¿Cómo podemos dejarla de lado?" Cuestionó la figura con máscara de diamante y dando una mirada a Cécile, comentó. "Tengo curiosidad sobre tu último informe del portal abismal. Lo he leído y he encontrado algo cuestionable."
Víctor también tuvo curiosidad y observó a Cécile quien le dio una señal para que preguntara.
"¿Cómo hiciste para calmar al Tigre del Infierno? No creo que sea con palabras simples y debe haber una mayor razón." Dijo la figura con máscara de diamantes y dando una expresión seria, recomendó. "Todos los que han leído tu informe y son conocedores de esos temas, han dudado en ese punto. Pero nadie ha cuestionado tu informe debido a que eres una Gran Archimago."
Los Tigres del Infierno eran criaturas poderosas, agresivas y muy fanáticas.
Aquel más poderoso de esa especie dominaba el plano elemental mientras estaba bajo la Emperatriz del Infierno… Una Diosa Primordial.
Como si fuera poco el fuego que usaban esos tigres estaba relacionada con esa misma diosa y eso significaba que su poder era alto.
"Rece a uno de los títulos de la Emperatriz del Infierno." Respondió Cécile con sinceridad.
"…"
Hubo en silencio y aquellos más indiferentes en el lugar levantaron su cabeza para mirarla.
"Que valiente." Comentó la figura completamente negra y al ver que era mirado por Cécile, explicó. "Ahora mismo puedes ser un títere bajo su control. A Su Majestad le encantan los espectáculos y utiliza a los mortales como sus actores."
No estaba tratando de asustarla, Víctor sabía que tales palabras eran ciertas y no se necesitaba mirar demasiado la historia de Terra nova para ver su influencia.
Surgimientos de héroes, caídas de imperios, guerras de todo tipo y decenas de eventos menores y mayores, tenían la marca de ser un 'espectáculo' para divertir a esa deidad.
Sin embargo, había un problema con sus palabras.
"Si Su Majestad la vigila, entonces siendo técnico… Todos nosotros estamos en un espectáculo." Corrigió Víctor con una sonrisa.
La seguridad del lugar era alta hasta el punto de que habían obtenido la confirmación de que un 'Dios' al nivel de la Diosa de Conocimiento no podía ver el lugar, pero era otro punto cuando se trataba de esa Diosa Primordial.
"Si es así, no será mi primera vez." Murmuró la figura con máscara dorada y algunos se rieron, mientras que otros mantuvieron silencio tétrico.
Víctor fue uno de los primeros.
¿Cómo no reírse?
Entre todas las deidades, rezarle a esa Diosa Primordial sin duda era la mejor opción.
Le gustaba crear espectáculos y eso significaba que, si encontraba algo divertido, podría ser una patrocinadora excelente… Claro, también podría ser extremadamente cruel o irracional, pero dependía de su estado de humor.
"Al final no importa. No hay noticias de que la Emperatriz del Infierno respondiera a alguna plegaria desde el inicio del 'Gran Cataclismo'." Dijo la figura con máscara blanca y mirando a Cécile, declaró. "Yo fui uno de los que te propusieron para que te unieras."
Víctor no pudo evitar sonreír al ver como la expresión de Cécile temblaba y sus ojos se abrían.
"¿Director Vincent?" Dudó Cécile con una mirada atónita.
La máscara blanca se difuminó y quien apareció al otro lado no fue nada más que el Director Aarón Vincent.
Víctor se rio al ver la sorpresa de Cécile y su sonrisa solo creció cuando la expresión de esa mujer se hizo más seria, dándose cuenta del nivel en la que se encontraban los miembros.
Los demás también se rieron de la situación.
En este lugar había personas que sin duda la sorprenderían, tal como el Director Vincent, que nunca pensarían que era miembro de un grupo misterioso.
"Te invité por asuntos personales y ahora me gustaría hacerte la primera oferta para que cooperemos." Dijo el Director Vincent y al ver que tenía la atención de Cécile, explicó. "El año pasado alguien trató de robar mi grimorio que compre del 'Enemigo de la Humanidad' y a pesar de que las situaciones se han detenido… Siento que siguen tras de mí."
Víctor dio un medio suspiro al escuchar esas palabras.
Era difícil decir si ese hombre estaba siendo paranoico o estaba en lo correcto, pero de lo que estaba seguro era que siempre fue problemático todo lo relacionado con 'ese' individuo.
"En la subasta en la cual compre el grimorio, también se vendieron muchos secretos de ese hombre y al comprar el grimorio, algunos creen que tengo las notas para abrir los portales demoniacos que Malik utilizó." Explicó el Director Vincent y dando una mirada seria, propuso. "Si deseas escuchar más y apoyarme, te deberé un favor."
Un favor de un Gran Archimago de rango SS y Director de la Academia de Héroe que era también un antiguo héroe altamente conocido, sin duda era algo muy atractivo.
"Dependiendo de las circunstancias y el peligro, será el nivel que preste apoyo." Respondió Cécile atraída y a la vez cautelosa.
Su cautela era dirigida a la misión y lo que posiblemente se le pediría, pero no al grupo en sí.
Que el Director Vincent se revelara redujo su cautela y Víctor sonrió ante esa respuesta.
Lentamente iría aprendiendo que su grupo de amigos podía ayudarla bastante, al igual que ella se daría cuenta del valor que tenía su ayuda.
Un valor que no conseguiría en otro lugar.